miércoles, 24 de mayo de 2017

El aguilucho o garrapatero.


El aguilucho, caracara o garrapatero
Darío Sevillano Álvarez

El aguilucho, caracara, garrapatero, carancho, caricari, caracara moñudo o traro es una de las aves más espectaculares de nuestros bosques tropicales y siempre se encuentra en los ordeñaderos y lugares en donde los ganados pasan el día, porque uno de sus alimentos favoritos, son las garrapatas que abundan en las reses.



Este animal no le teme a la presencia del hombre y pudiéramos decir, de cierta manara, que se complace en estar muy cerca del él.

Hay varias especies de ellos y sus colores varían según la especie y la zona de la tierra en que habitan.

El nombre científico de la especie de Sopetrán es carancho norteño o Caracara Cheriway y le fue asignado por el naturalista Jacquin en el año de 1784

El significado de uno de sus nombres científicos, Placus caracará, es el águila que produce un sonido, porque su canto siempre está diciendo «caracará» muy parecido al de las gallinas.



Observen la belleza con que este precioso animal posa, para las fotografías, como si se complaciera con la pose que está haciendo.

Las tres especies más conocidas son el carancho norteño o caracara cheriway, que es el nuestro; el Caracara placus, que habita en los países de las zonas templadas de América y el Phalcobouenus australis, que habita en la zona fría de nuestro continente, Chile y sur de Argentina.



Los tres ejemplares son aves muy aristocráticas y debemos recordar que no son carroñeros, sino rapaces, es decir, que ellos capturan sus víctimas y las desgarran con sus uñas y con sus picos; pero la mayoría de las veces, se comen animales que acaban de morir o participan en la carroñas comiendo como cualquier otro de ese orden.

Estos animales, se parquean a vivir en los grandes basureros de las ciudades y pueblos y en ellos encuentran ratones, ratas y basuras podridas, que le sirven para alimentarse fácilmente, sin tener que acudir a las costumbres de los rapaces, que algunas veces deben hacer muchos esfuerzos, para capturar y matar a sus víctimas.

A continuación veamos la zona de América, en donde vive el Carancho cheriway



La región coloreada de morado es la parte del planeta que sirve de hábitat a nuestro personaje de hoy.

Hagamos su clasificación científica y luego mostremos un ejemplar de esta especie, que es una verdadera joya del reino animal.

Reino, Animal.
Filum, Cordados.
Clase, Aves.
Orden, Falconiformes.
Familia, Falcónidos.
Género, Carancho.
Especie, Cheriway.



Este es el personaje de nuestro informe científico.

En nuestro pueblo, Sopetrán, los encontramos muy a menudo en la carretera que del puente de la variante, conduce al corregimiento de San Nicolás.

No olvidemos que esta especie, se domestica fácilmente, pero debemos recordar que para manejarlos, es necesario tener unas gafas protectoras y unos guantes especiales de los que venden para cetrería (el arte de domesticar aves rapaces o halcones).

Me parece interesante decir que si se atreven a tener un animal de estos como mascota, deben contar con el presupuesto suficiente, para tener disponibles diariamente, uno o dos kilos de carne para alimentarlo.



El caracara de Texas, es un poco más oscuro que el colombiano.

La longitud de esta ave, de la cabeza a la punta de la cola, es entre 49 y 58 centímetros dependiendo si es macho o hembra; la envergadura, es decir el ancho entre las plumas de sus alas abiertas, es de: 120 centímetros y su peso normal, cuando está adulto, es: Entre 1050 y 1300 gramos; sus patas son largas y adaptadas para caminar y correr en tierra; el pico es grueso y de color gris y las patas son de color amarillo; la cera y la piel del pico va desde amarillo oscuro a rojo naranja, dependiendo de la edad y a veces del estado de ánimo del animal.

Recordemos muy bien que los sexos, no se diferencian por los colores como en la mayoría de las aves y la única posibilidad es compararlos, para ver cuál es más pequeño y cuál, el más grande.

El más grande casi siempre es el macho.



Observen la belleza de este rostro.

Esta es la especie que habita en el sur del continente americano, por razones del clima tan frio, pueden ver su plumaje un poco más especializado en esos tipos de climas.

Con mucha frecuencia lo vemos comiendo animales que han sido atropellados por los vehículos; también es un cazador oportunista que ataca a animales que han sido heridos por cazadores o por otros animales y la técnica que emplea para matarlos es atacar los ojos, la cara y las partes más vulnerables de sus cuerpos, para que el animal vaya perdiendo fuerzas progresivamente.



Su comportamiento es el de un ave caminadora y está más tiempo en el suelo que volando.

Esta especie, construye sus nidos en los árboles o en los matorrales y utiliza ramas, pasto seco, pelos y otros materiales que encuentra en sus correrías, pero sus nidos son desorganizados y muy mal construidos, por esta razón en Argentina hay un refrán que dice «Más desorganizado que nido de carancho».

También los aguiluchos se parquean en algunas ciudades y viven a expensas de las palomas urbanas.

Las hembras ponen dos o tres huevos y los incuban por 28 días.

Los caranchos son monógamos es decir solo se aparean con la misma hembra; siempre se parquean en el mismo árbol y en la misma rama.

En sus peleas por las hembras luchan sin consideración y los que resultan mal heridos, son devorados por los demás caranchos.



Recomendaciones importantes

Cuando cerca de su vivienda viven algunos Caranchos, es importante que sepa cuidar sus aves de corral, porque los pollos de esas aves, son una presa muy tentadora para los aguiluchos; pero de ninguna manera se le ocurra matarlos, porque ellos tienen un encargo muy importante en la pirámide ecológica: Controlar las especies menores de roedores, para que no acaben con los sembrados y con las comidas que guardamos en las despensas.

Como punto final les cuento que este animal goza de tener siete nombres científicos, asignados por distintos clasificadores, pero en el artículo, solo les dejé el de Carancho cheriway.



Observen el desorden que reina en los nidos de los aguiluchos.

Sopetrán, Mayo 1º del 2017.

Darío Sevillano Álvarez.