lunes, 2 de septiembre de 2019

Los desaciertos del acuerdo de paz, con las FARC.



Los acontecimientos que yo esperaba desde el año 2017, están pasando con pelos y señales.

Cuando estaban haciendo las famosas conversaciones en la Habana, nombre proscrito, porque allí, vivió y murió, el peor de los criminales de América: Fidel Castro, peligroso humanoide que instaló el régimen del terror en Cuba; en América latina; y lo estructuró también, que aún conserva toda la maldad de sus enseñanzas; me atreví a escribir unos artículos, que no me los publicaron en una página, para la que escribía, porque según decía el editor:
Eran nocivos, para tan distinguidos acuerdos.


Mi intención es que ahora que tengo una página propia, en la que puedo expresarme tal como soy, mis amigos lean estos escritos y me digan si tenía o no la razón.


Creo que este meme, dice mucho, porque el famoso premio nobel de paz, que le dieron a Santos, no fue, ningún reconocimiento, sino una retribución a muchos regalos que nuestro eminente e ilustre Presidente, había concedido al país que lo galardonaba.

Estos escritos, no tienen ninguna modificación y están tales como fueron concebidos hace tres o cuatro años.
Es bueno hacer una salvedad: No creo que sea un iluminado; un profeta o algo así tan sublime; pero desde muy niño, mis padres y mis formadores, me enseñaron a mirar el futuro, de acuerdo con las acontecimientos que el presente está mostrando.

¿QUÉ ES LA PAZ, PARA LOS HUMANOS?


Todos a una creemos que paz, es el estado de tranquilidad que produce la ausencia de la guerra. Se ha preguntado cada uno de Ustedes: Si paz es la negación de la guerra y guerra es la negación de la paz, para hacer un retruécano, de los que nos enseñó Epifanio Mejía, el asunto se vuelve un círculo vicioso, que a nada conduce, porque esa tranquilidad equivaldría a tener los ejércitos y las armas en continuo movimiento, para no dejar deslustrar esa que llamamos: Paz.
Creo que el dicho popular de que la paz es: Pas…pas…pas…podría ser verídico, porque para poderla tener, nos tocaría mantener la guardia, como lo hacen los cultivadores del maíz, con los espanta pájaros y las armas, para que los animales, no se coman las cosechas.
Estoy seguro de que Ustedes, ven televisión y escuchan la radio a diario, y todos los días, oyen y ven las escenas de guerra que el hombre produce: Con las bombas; con los idiotas que se sacrifican con una carga explosiva amarrada a la cintura, dizque para agradar a su dios: ¡Vaya dios¡ No quisiera tener uno así; con los ataques de los ejércitos de todas las naciones de la tierra; con los asaltos de los grupos armados al margen de la ley; con las peleas por dominio para cultivar y comerciar la coca; con las peleas por religión; con las contiendas politiqueras; con los atracos de las pandillas comunes; etc. y creo que llegan a la misma conclusión, a la que he llegado:
La paz no existe.
 ¿Será la paz una palabra ficticia, efímera y mentirosa; o será que no sabemos manejar el vocablo?
Casi todos los habitantes del planeta, tenemos una falsa apreciación de ésta palabra, tal vez, porque no hemos analizado cuidadosamente la prehistoria:
Hay unas circunstancias muy especiales, que nos conducen a que la paz, sea casi un imposible, de lograr.
¿Cuáles son?:
Las guerras cuotidianas.
Los desplazamientos: Normales; los producidos por los estados o los que producen los grupos al margen de la ley
Los factores climáticos
Los cordones de miseria.
Cuando uno ha leído muchos pasajes de prehistoria e historia, se sabe con pelos y señales todos los estragos que el hombre ha causado, en función de los genes de matón y de guerrero que conserva en su plano de construcción.
No son muchas las historias universales, escritas en español, que nos muestran el trasegar del hombre, desde su aparición hasta nuestros días.
En el siglo XIX, apareció una de César Cantú, pero no tenía los rigores de la crónica, sino un enfoque muy ceñido a los parámetros de la iglesia católica; En nuestros días, apareció una historia muy bien editada de la casa comercial: Espasa y Calpe, la dueña del famoso diccionario en muchos volúmenes, que conservan las grandes bibliotecas de la tierra, pero tenía el inconveniente de las notas marginales que ordenaba el tan sonado General Franco de España; días después aparecieron: Las grandes corrientes de la historia de la editorial González Porto, escrita por Jacques Pirenne, presentada en seis preciosos volúmenes; en el siglo XX, una editorial Mexicana ha puesto en circulación todos los volúmenes de la Historia universal, de una editorial Alemana; hace algunos años, el círculo de lectores publicó una preciosa Historia Universal Ilustrada, en cuatro volúmenes, con relatos cortos y muy dicientes y una buena ilustración fotográfica; y por último el diario el tiempo público en fascículos, un  buen resumen de historia universal, con muy buena presentación y con el patrocinio de Comcel.

LA PAZ, NO SE PUEDE BUSCAR AISLADAMENTE, PORQUE ES TODO UN PROCESO SOCIAL:



Muchas personas de la tierra, entre los que se cuentan gobernantes y perversos, creen que la paz se puede negociar, como se compra una nevera, y a mi modo de ver las cosas, están equivocados, porque la paz es algo muy abstracto, que solo se consigue cuando hemos equilibrado la balanza de los bienes materiales, buscando que todos estén en las mismas circunstancias.

Las armas fueron concebidas para conseguir la paz; y lo único que lograron: Fue que hubiera guerra.
Produce risa ver a un par de pillos, un político y un maleante, tratando de negociar la paz para su país, porque ellos ignoran: Que la paz es un don y que solo reposa en los corazones, de las personas buenas, con el nombre de paz interior.


Si los maltrato con los nombres de pillos, es por la siguiente razón: Los políticos modernos, inventan muchas cosas para hacer y poder justificar gastos inútiles que a nada conducen y los maleantes, como solo conocen el poder de las malditas armas, no tienen cabida en sus corazones, para una cosa tan sublime, como es la paz. Lo único que logra esta conversación es dilatar el tiempo, para que los dos bandos puedan planear nuevas estrategias que los posicionen mejor; desgastar el presupuesto en gestiones imposibles; darse un buen champú, ante los medios masivos de comunicación, que es para lo único que sirven; y acabar con las esperanzas de un pueblo afligido.
La paz, está muy lejos, porque nadie va a poner en práctica las reflexiones que tengo en mi ensayo y estoy seguro que quienes lean estas líneas, van a decir que un pobre loquito de una región apartada del país, escribió estas páginas para, entrenarse como principiante a ser un buen literato.
Solo conseguiremos ese tan anhelado don, cuando hayamos logrado que exista una clase social, que podríamos llamar con orgullo: Los nuevos moradores de la tierra.

EPÍLOGO:


Ahora cuando están de moda las conversaciones con las: Fuerzas armadas revolucionarias de Colombia, es cuando mayor importancia tiene la lectura de estas páginas, para que los colombianos veamos que ese viejo truco de conversar con, criminales no funciona, por las siguientes razones:
¿Quién dijo que una mano de pillos, que solo saben manipular sus fusiles y que lo único que han hecho en sus inútiles vidas, es delinquir, nos puedan dar la paz, que es un don espiritual, que solo reposa en los corazones buenos, porque esa clase de hombres desechables, no tiene derecho de tener tantas grandezas?
Los criminales, solo tienen una opción: Cadena perpetua o reciclada; porque: “Árbol que nace torcido; nunca su rama endereza”.

¿Quién ha pensado siquiera que unos sinvergüenzas, que están apoyados por Chávez, por Fidel, por Ortega, por Correa y por una mano de locos que siempre han estado por fuera de la ley, puedan conversar como personas civilizadas, acerca de un tema tan complejo como es la paz?


No les parece, que lo que están negociando son concepciones especiales de vida, para no tener que vivir en el monte, como los animales irracionales y dedicarse a la gran vida de pillos profesionales, como lo están haciendo los millares de personajes de otros grupos similares, que con su desmovilización, lo único que consiguieron fue, complicar las condiciones de la guerra sucia, del secuestro, de la extorsión, de las desapariciones forzosas y de todas las artimañas que siempre utilizaron, pero lógico, con el permiso del estado, que los considera unos excelentes ciudadanos.
Aquí pudiéramos invocar el viejo refrán: “A Dios rogando y con el mazo dando”.
Esperemos por lo menos que nuestros gobernantes y los negociadores que los representan, sean capaces de conducir el curso de esas negociaciones, en una forma adecuada y sin tapujos, para que les pongan los puntos en las íes y no se vayan a dejar meter: “Gato por liebre”.


 Otro aspecto importante de esas conversaciones radica en que el estado, no vaya a cometer los errores del pasado, en que les asigna un sueldo, para que puedan entrar en la costumbre de ser buenos ciudadanos y los muy atrevidos, olvidan las condiciones que negociaron y se dedican a disfrutar de sus prebendas y a seguir en lo que siempre hicieron, por aquello de:
 “Un viejo resabio, ni se olvida, ni se deja”.
 O el otro más sabio:
 “Condición y figura, hasta la sepultura”.
Después de que lean estos documentos todos sabrán que yo tenía la razón.

Sopetrán.

 Agosto 29 del 2019.
Darío Sevillano Álvarez.