Los acontecimientos que
yo esperaba desde el año 2017, están pasando con pelos y señales.
Cuando estaban haciendo las famosas
conversaciones en la Habana, nombre proscrito, porque allí, vivió y murió, el
peor de los criminales de América: Fidel Castro, peligroso humanoide que
instaló el régimen del terror en Cuba; en América latina; y lo estructuró
también, que aún conserva toda la maldad de sus enseñanzas; me atreví a
escribir unos artículos, que no me los publicaron en una página, para la que
escribía, porque según decía el editor:
Eran nocivos, para tan distinguidos
acuerdos.
Mi intención es que ahora que tengo
una página propia, en la que puedo expresarme tal como soy, mis amigos lean
estos escritos y me digan si tenía o no la razón.
Creo que este meme, dice mucho,
porque el famoso premio nobel de paz, que le dieron a Santos, no fue, ningún
reconocimiento, sino una retribución a muchos regalos que nuestro eminente e
ilustre Presidente, había concedido al país que lo galardonaba.
Estos escritos, no tienen ninguna
modificación y están tales como fueron concebidos hace tres o cuatro años.
Es bueno hacer una salvedad: No
creo que sea un iluminado; un profeta o algo así tan sublime; pero desde muy
niño, mis padres y mis formadores, me enseñaron a mirar el futuro, de acuerdo
con las acontecimientos que el presente está mostrando.
¿QUÉ ES LA
PAZ, PARA LOS HUMANOS?
Todos a una creemos que paz, es el
estado de tranquilidad que produce la ausencia de la guerra. Se ha preguntado
cada uno de Ustedes: Si paz es la negación de la guerra y guerra es la negación
de la paz, para hacer un retruécano, de los que nos enseñó Epifanio Mejía, el
asunto se vuelve un círculo vicioso, que a nada conduce, porque esa
tranquilidad equivaldría a tener los ejércitos y las armas en continuo
movimiento, para no dejar deslustrar esa que llamamos: Paz.
Creo que el dicho popular de que
la paz es: Pas…pas…pas…podría ser verídico, porque para poderla tener, nos
tocaría mantener la guardia, como lo hacen los cultivadores del maíz, con los
espanta pájaros y las armas, para que los animales, no se coman las cosechas.
Estoy seguro de que Ustedes, ven
televisión y escuchan la radio a diario, y todos los días, oyen y ven las
escenas de guerra que el hombre produce: Con las bombas; con los idiotas que se
sacrifican con una carga explosiva amarrada a la cintura, dizque para agradar a
su dios: ¡Vaya dios¡ No quisiera tener uno así; con los ataques de los
ejércitos de todas las naciones de la tierra; con los asaltos de los grupos
armados al margen de la ley; con las peleas por dominio para cultivar y
comerciar la coca; con las peleas por religión; con las contiendas
politiqueras; con los atracos de las pandillas comunes; etc. y creo que llegan
a la misma conclusión, a la que he llegado:
La paz no existe.
¿Será la paz una palabra ficticia, efímera y
mentirosa; o será que no sabemos manejar el vocablo?
Casi todos los habitantes del
planeta, tenemos una falsa apreciación de ésta palabra, tal vez, porque no
hemos analizado cuidadosamente la prehistoria:
Hay unas
circunstancias muy especiales, que nos conducen a que la paz, sea casi un
imposible, de lograr.
¿Cuáles son?:
Las guerras
cuotidianas.
Los
desplazamientos: Normales; los producidos por los estados o los que producen
los grupos al margen de la ley
Los factores
climáticos
Los cordones
de miseria.
Cuando uno ha leído muchos pasajes
de prehistoria e historia, se sabe con pelos y señales todos los estragos que
el hombre ha causado, en función de los genes de matón y de guerrero que
conserva en su plano de construcción.
No son muchas las historias
universales, escritas en español, que nos muestran el trasegar del hombre,
desde su aparición hasta nuestros días.
En el siglo XIX, apareció una de
César Cantú, pero no tenía los rigores de la crónica, sino un enfoque muy
ceñido a los parámetros de la iglesia católica; En nuestros días, apareció una
historia muy bien editada de la casa comercial: Espasa y Calpe, la dueña del
famoso diccionario en muchos volúmenes, que conservan las grandes bibliotecas
de la tierra, pero tenía el inconveniente de las notas marginales que ordenaba
el tan sonado General Franco de España; días después aparecieron: Las grandes
corrientes de la historia de la editorial González Porto, escrita por Jacques
Pirenne, presentada en seis preciosos volúmenes; en el siglo XX, una editorial
Mexicana ha puesto en circulación todos los volúmenes de la Historia universal,
de una editorial Alemana; hace algunos años, el círculo de lectores publicó una
preciosa Historia Universal Ilustrada, en cuatro volúmenes, con relatos cortos
y muy dicientes y una buena ilustración fotográfica; y por último el diario el
tiempo público en fascículos, un buen
resumen de historia universal, con muy buena presentación y con el patrocinio
de Comcel.
LA PAZ, NO SE
PUEDE BUSCAR AISLADAMENTE, PORQUE ES TODO UN PROCESO SOCIAL:
Muchas personas de la tierra,
entre los que se cuentan gobernantes y perversos, creen que la paz se puede
negociar, como se compra una nevera, y a mi modo de ver las cosas, están
equivocados, porque la paz es algo muy abstracto, que solo se consigue cuando
hemos equilibrado la balanza de los bienes materiales, buscando que todos estén
en las mismas circunstancias.
Las armas fueron concebidas para
conseguir la paz; y lo único que lograron: Fue que hubiera guerra.
Produce risa ver a un par de
pillos, un político y un maleante, tratando de negociar la paz para su país,
porque ellos ignoran: Que la paz es un don y que solo reposa en los corazones,
de las personas buenas, con el nombre de paz interior.
Si los maltrato con los nombres de
pillos, es por la siguiente razón: Los políticos modernos, inventan muchas
cosas para hacer y poder justificar gastos inútiles que a nada conducen y los
maleantes, como solo conocen el poder de las malditas armas, no tienen cabida
en sus corazones, para una cosa tan sublime, como es la paz. Lo único que logra
esta conversación es dilatar el tiempo, para que los dos bandos puedan planear
nuevas estrategias que los posicionen mejor; desgastar el presupuesto en
gestiones imposibles; darse un buen champú, ante los medios masivos de
comunicación, que es para lo único que sirven; y acabar con las esperanzas de
un pueblo afligido.
La paz, está muy lejos, porque
nadie va a poner en práctica las reflexiones que tengo en mi ensayo y estoy
seguro que quienes lean estas líneas, van a decir que un pobre loquito de una
región apartada del país, escribió estas páginas para, entrenarse como
principiante a ser un buen literato.
Solo conseguiremos ese tan
anhelado don, cuando hayamos logrado que exista una clase social, que podríamos
llamar con orgullo: Los nuevos moradores de la tierra.
EPÍLOGO:
Ahora cuando están de moda las
conversaciones con las: Fuerzas armadas revolucionarias de Colombia, es cuando
mayor importancia tiene la lectura de estas páginas, para que los colombianos
veamos que ese viejo truco de conversar con, criminales no funciona, por las
siguientes razones:
¿Quién dijo que una mano de
pillos, que solo saben manipular sus fusiles y que lo único que han hecho en
sus inútiles vidas, es delinquir, nos puedan dar la paz, que es un don
espiritual, que solo reposa en los corazones buenos, porque esa clase de
hombres desechables, no tiene derecho de tener tantas grandezas?
Los criminales, solo tienen una
opción: Cadena perpetua o reciclada; porque: “Árbol que nace torcido; nunca su
rama endereza”.
¿Quién ha pensado siquiera que
unos sinvergüenzas, que están apoyados por Chávez, por Fidel, por Ortega, por
Correa y por una mano de locos que siempre han estado por fuera de la ley,
puedan conversar como personas civilizadas, acerca de un tema tan complejo como
es la paz?
No les parece, que lo que están
negociando son concepciones especiales de vida, para no tener que vivir en el
monte, como los animales irracionales y dedicarse a la gran vida de pillos
profesionales, como lo están haciendo los millares de personajes de otros
grupos similares, que con su desmovilización, lo único que consiguieron fue,
complicar las condiciones de la guerra sucia, del secuestro, de la extorsión,
de las desapariciones forzosas y de todas las artimañas que siempre utilizaron,
pero lógico, con el permiso del estado, que los considera unos excelentes
ciudadanos.
Aquí pudiéramos invocar el viejo refrán:
“A Dios rogando y con el mazo dando”.
Esperemos por lo menos que
nuestros gobernantes y los negociadores que los representan, sean capaces de
conducir el curso de esas negociaciones, en una forma adecuada y sin tapujos,
para que les pongan los puntos en las íes y no se vayan a dejar meter: “Gato
por liebre”.
“Un viejo resabio, ni se olvida, ni se deja”.
O el otro más sabio:
“Condición y figura,
hasta la sepultura”.
Después de que lean estos
documentos todos sabrán que yo tenía la razón.
Sopetrán.
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