viernes, 24 de abril de 2020

Otras pandemias, más peligrosas que el coronavirus.



El día de la tierra, en medio de la pandemia.

En primer lugar definamos que es el día de la tierra.
Los grandes sabios lo definen de esta manera:
Es el día en que le rendimos un profundo homenaje, a nuestro planeta: La tierra y reconocemos que ella es nuestro dulce hogar; así como lo han reconocido las distintas culturas que han pasado por la prehistoria y la historia; demostrando que debe haber un equilibrio permanente, entre nosotros, sus seres vivos, sus distintos ecosistemas; y brindando un respeto profundo por las leyes que regulan, a los seres que en ella vivimos.


Hagamos un poco de historia:

El Senador estadounidense Gaylord Nelson, preocupado por la superpoblación del planeta: Un poco más de siete mil setecientos millones de habitantes; la producción de contaminación ambiental, como: Los plásticos; los desechos industriales; la profunda descomposición de los tres elementos fundamentales de la vida: El agua, la tierra y el aire; la destrucción de las plantas y los animales que nos acompañan; el calentamiento global; la destrucción de la capa de ozono, que tiene la responsabilidad de protegernos de los rayos ultravioleta del sol; la descongelación de los polos; y muchos otros problemas, para no causar un pánico colectivo; realizó una manifestación acompañado de: Dos mil universidades; diez mil escuelas de primaria y secundaria; y centenares de comunidades ambientalistas del planeta; para presionar a las autoridades mundiales, sobre la protección que debemos prestarle nuestra tierra, para que no se vaya a descomponer y a producir grandes amarguras a las plantas, los animales y el hombre, que somos los seres que en él vivimos.


Esta manifestación fue realizada el día 22 de Abril de 1970 y casi desde esa fecha, empezamos a celebrar el día de nuestra tierra, para pedirle a los habitantes del planeta, que aprendan a cuidar su domicilio, porque parece un poco ilógico, que siendo los humanos, la única forma de vida con: Inteligencia, memoria, voluntad y todas las condiciones para poder razonar, somos las criaturas más irresponsable con el manejo del planeta y tal vez sus únicos enemigos naturales.
Pero se presenta una controversia, con otras celebraciones que eran más antiguas que el día de la tierra, como: El día de la Naturaleza; el día del medio ambiente; el día del árbol, el día del equinoccio de primavera y cuantas otras más, que siempre se diseñaron, para aprender a cuidar nuestro dulce hogar la tierra.
Mi concepto, es que todas estas celebraciones, han apuntado a lo mismo: Aprender a cuidar nuestra Madre Tierra.


Pero para esta celebración en el 2020, es una verdadera lástima que casi todos los países del planeta, están guardando una cuarentena, para librarse del enemigo silencioso, pero muy arrogante, que se llama: Coronavirus, al que los sabios bautizaron, como: El CORVID 19, que no respeta: Fronteras, razas, credos religiosos, edades, clases sociales, títulos de nobleza, etc. etc.
Hago un paréntesis, para hacer una pregunta:
Los humanos le estamos corriendo al coronavirus, más que a satanás y le hemos rendido casi que pleitesía, porque al miedo, nadie le ha puesto calzones; pero no hemos hecho el balance de las muertes que producen los desfases de la quebrantación de las normas que rigen el comportamiento del planeta, como: Los huracanes; las inundaciones; los incendios forestales; la descomposición de las corrientes marinas, que son las responsables del parte clima del paneta; la descomposición de la capa de ozono, que va a producir cáncer de la piel en casi todos los seres vivos; la contaminación por bióxido de carbono, que producen los automotores, movidos por combustibles fósiles y que va acabar con los aparatos respiratorios de todos los seres vivos; y pudiéramos seguir citando ejemplos, que casi nadie, los nota y escasamente, son temas de discusión para los ambientalistas del planeta, porque los humanos comunes y corrientes, se imaginan que esas son contemplaciones piadosas de los ecólogos.
Este bello poema hace una reflexión y muestra lo importante que este día debe ser para nosotros:
“La tierra no solamente es un planeta
“Es nuestro hogar”
Pero más que nuestro hogar
Es el único lugar
En el cual podríamos habitar.
Nuestro regalo de Dios
Es este bello planeta
El cual hemos descuidado
Y conforme el tiempo destruido.
Hay miles de especies
De plantas y animales
Que necesitan poder
Subsistir en este planeta.
Millones de personas
Que no podríamos
Vivir sin el aire y el agua
Que la tierra nos provee.
Ya no es cuestión de arrepentirse
Sino de hacer conciencia y unirnos
Desde el cada uno y trabajar juntos
Para cuidar nuestro hermoso planeta.
El buen ambiente es la armonía
De la vida, el aire el aliento
Que provoca la misma vida
Y todo lo que nos rodea.
Sin el aire no hay sentido
De la vida porque no
Podría existir la raza
Humana y demás especies.
Cuidemos nuestro planeta
Para el que vendrá después
Porque de otro modo solamente
La historia hablaría por sí sola.
Sé que no eres algo
Eres alguien y en ti
Puedo habitar, por eso
Te tratare de cuidar.
“Feliz día al planeta Tierra”


Me voy a atrever a hacer unas consideraciones, que vengo haciendo desde hace unos cuarenta o cincuenta años y que todos aquellos que las escuchan, las miran como acontecimientos poco probables de pasar y hasta me han calificado  como un demente; pero si los analizan con serenidad, se van a dar cuenta de que son cosas que están pasando y que se pueden volver imposibles de manejar, para la raza humana y los otros seres vivos que habitan el planeta.
Hablemos un poco de los habitantes del planeta, en el momento actual, mientras estoy escribiendo este artículo, hay 7.779.619.408  habitantes.
¿No les parece una cifra muy escandalosa?
La superficie del planeta, está distribuida de la siguiente manera:
Agua salada el 69%
Agua dulce el 2%
Tierras cubiertas por hielo 6%.
En estas tierras, no es posible la vida para los humanos, y ocupan un 77% de la superficie terrestre.


Tierras hábiles para vivir en ellas y para ser cultivadas 9%
Montañas  6%
Tierras secas 5%
Tierras sin capa vegetal 3%
Me parece muy peligroso que la gran familia humana; los animales que viven en la parte no inundada por las aguas; la infraestructura humana: Fábricas, escuelas, colegios, universidades, viviendas, cárceles, grandes edificios, campos deportivos, estadios, cultivos, Etc. Etc…Se tengan que acomodar en un 23% de la superficie terrestre.


Si a estos peligrosos datos, les agregamos uno muy delicado: La descongelación de los polos, que ya está pasando; los niveles de las aguas de los grandes océanos, se van a elevar y por esta razón, vamos a perder todos los puertos marítimos del planeta; y gran cantidad de las islas quedarán sumergidas en las aguas de los océanos porque los científicos, creen que las aguas se van a elevar unos 12 o 14 metros y esto estaría significando una disminución de la parte de tierra en que habitamos.
Resulta una relación inversa, porque a mayor cantidad de  habitantes del planeta, menor cantidad de tierras, para desenvolverse en ellas.
¿Qué creen Ustedes, que podrá pasar?
Para mí tengo que cada día vamos a estar más estrechos y que llegará el día, en que vamos a tener que vivir, cada habitante en un metro cuadrado y eso va a generar: Angustias, guerras, maltratos, desesperación; y cada uno de nosotros se convertirá en un asesino potencial, que debe matar a quienes lo estén estorbando.
Dios quiera que no nos toque vivir en esa época.
Pero si miramos el calentamiento global, que no se debe subir dos grados más y que se está precipitando aceleradamente.


Miremos este dato que anuncian los científicos:
“En el último siglo la temperatura media de la Tierra ha aumentado aproximadamente 0,6 grados, con dos principales periodos de calentamiento, entre 1910 y 1945, y desde 1976 en adelante.
'En el segundo periodo, el ritmo de calentamiento duplica el del primero, siendo el mayor registrado en los últimos mil años'.
Esto nos puede estar anunciando grandes angustias, porque los seres vivos, estamos programados, para vivir en medio de unos grados de calor; pero si se suben, podremos desaparecer de nuestro dulce hogar.
La pregunta que les formulo es esta:
¿A estas pandemias ecológicas, que se van a llevar en los cachos a todos los humanos y a los demás seres vivos, nadie le tiene miedo, ni respeto?
Siempre he creído, que el comportamiento humano, es demasiado irreverente, con los problemas que le ocurren, al único lugar del universo, en donde podemos vivir.


Creo que su majestad el hombre, tiene en sus manos el planeta y si no lo cuida, se le va a encender en sus manos.
Cuando la capa de ozono, que es nuestra pantalla protectora, para que los rayos ultravioleta, no nos vayan a descomponer, se desmejore en una manera que sea irreversible, volverla a recuperar; los humanos y todos los seres vivos del planeta, vamos a ser atacados por cáncer en la piel y esa circunstancia, acabará con todos de un jalón.
Y en esa pandemia, no nos valdrá que nos coloquemos tapabocas; ni que nos lavemos las manos con mucha frecuencia; ni que nos traten en los mejores hospitales del planeta. Porque no vamos a tener: Ni los hospitales; ni los médicos; ni los tapabocas; ni el jabón para lavarnos las manos; solo tendremos cantidades de muertos por día y no habrá quien los entierre.
Esta imagen, es la terrible realidad de la destrucción de nuestra capa protectora:


Me parece que no debo seguir escribiendo, porque me pongo nervioso, con solo digitar el escrito; pero lo único que estoy buscando, es que todos los humanos tomemos los problemas de la tierra, como un asunto de vida o muerte, para nuestra etnia y que por esa razón debemos tomar las cosas con más responsabilidad, para que  podamos prolongar unos años más, nuestra supervivencia.
 La conclusión de todo el escrito es:
Que así como al coronavirus, le estamos caminando en serio, para combatirlo; también a la tierra en su día clásico, le debemos ayudar, a resolver los problemas, que le hemos causado, para bien de todos.

Sopetrán, Abril 22 del 2020.
Darío Sevillano Álvarez.


viernes, 17 de abril de 2020

Las consecuencias fatales del coronavirus.



Las consecuencias fatales del coronavirus o COVID 19 en la tierra.

El 16 de Marzo, publiqué un artículo relacionado con la pandemia de moda en la tierra y como estoy viendo por los comunicados y los telefonazos que a diario me llegan, que ese artículo, le ha causado mucho de qué hablar a mis lectores, voy a dedicar un poco más de tiempo, para explicar las fatales consecuencias, que vamos a tener que soportar los humanos, mientras los científicos encuentran una vacuna, para que nos liberen de ese peligroso bicho, que si nos descuidamos, puede acabar con la gran familia humana.

No es fácil predecir lo que ocurrirá, en los días siguientes, porque su majestad el nefasto virus, hace lo que le viene en gana; pero con los antecedentes que tenemos, nos podemos atrever a pronosticar, lo que va a ocurrir en el futuro inmediato.

Empecemos analizando causas:
La vacuna del tan sonado enemigo, no estará disponible, hasta dentro de algunos meses o años; cuando esta ambicionada medicina llegue, su precio, no va a ser tan cómodo, para que todos la podamos comprar; serán entonces los estados, lo que van a tener que asumir los gastos de vacunación; pero sabemos que hay estados, que son supremamente pobres y de pura casualidad, los que más habitantes tienen; la distinguida familia humana, se da el lujo de crecer a pasos agigantados y ya supera los siete mil dos cientos millones de miembros; si todo marchara a las mil maravillas y superamos los obstáculos anteriores, no será una tarea fácil vacunar a esa cantidad tan fabulosa de habitantes y esto no se podría cumplir, en menos de diez o veinte años; circunstancias muy peligrosas, para poder afirmar: Que todo va a salir muy bien y que pasado mañana, vamos a seguir viviendo en el planeta, como Pedro por su casa.

Con estas consideraciones en mente, podemos hacer algunas predicciones; pero recuerden que yo, no soy un profeta, ni un iluminado, solo razono, al ritmo de lo que está pasando y en la forma que se presentan los acontecimientos, me atrevería a decir: 
Que la educación por ahora, tendrá que seguir siendo virtual; que los grandes eventos deportivos, se van a tener que hacer sin público y transmitidos, por medios electrónicos; que las grandes ferias que los humanos celebrábamos, en los distintos carnavales del año, no se podrán realizar; que las famosas excursiones de: Cruceros, aviones, buses y otras, se verán suspendidas por algunos años; que no vamos a poder utilizar los espacios públicos, con la libertad, con que lo hacíamos, hasta el día en que este famoso demonio apareció en la tierra; que los cafetines, las fuentes de soda, los piqueteaderos, los comederos, los parques, los lugares hermosos que visitábamos, no los vamos a poder disfrutar, con la opulencia con que lo hacíamos; pero estas no son meras imaginaciones mías, pues cualquier persona con uso de razón, se las puede imaginar, porque así van a pasar.

Siento un poco de pesar por los jóvenes, que siempre han creído que son los dueños del universo y que pueden hacer lo que les venga en gana; porque a partir de hoy solo van a poder hacer lo que el endemoniado virus, les deja realizar.
Pero hablemos un poco de aquellos personajes de la tierra que se creen semidioses, como los presidentes de: Los Estados Unidos, Brasil, México, solo para dar unos ejemplos, porque se van a llevar tremendo susto, si empiezan a legislar, según sus criterios y pensando en el dinero y me atrevo a creer que esas malas decisiones, les van a costar, sus esfuerzos políticos de toda la vida y tal vez caerán en desgracia, con sus asociados.
Para mí tengo, que esos pobres adoradores del dinero, van a caer estrepitosamente de sus puestos.


También me parece importante hablar de los credos religiosos, porque a dos de ellos, ya les está costando duro, haber desobedecido las reglas del aislamiento social y un obispo de una de las religiones murió por celebrar una reunión masiva y otro murió, porque no quiso cerrar oportunamente su centro de oración.
En mi humilde concepto y créanme que me llena de tristeza, tenerlo que escribir, las funciones de cualquier culto, tendrán que someterse a una disciplina, muy controlada, de sus feligreses, para no generar problemas.
Si así lo escribo, es porque en mi querida Patria Chica, Sopetrán, en algunas funciones de Semana Santa, reuníamos hasta cinco y seis mil feligreses, apeñuscados y no lo vamos a poder volver a hacer de esta manera.


Tampoco veo muy cercano el día en que podamos volver a celebrar las fiestas de las frutas, tal como lo hacíamos, porque ninguna autoridad, nos concedería ese permiso.
Y hasta las reuniones o desfiles de la patria que hacíamos con tanta solemnidad, creo que van a quedar mandados a recoger.
Pienso que lo que está pasando, es una voz de alerta que Dios, nos está mostrando, para que cambiemos nuestra manera de vivir.


Veamos el comentario que uno de mis lectores hizo, sobre el artículo del coronavirus del 16 de marzo retro próximo:
“Un problema muy en serio.
Dos cositas:
El análisis realizado por usted al Corvid 19, está muy bien planteado, Yo, le agregaría, que es un sacudón de la Madre Tierra, cansada de las demandas del ser humano.
Sodoma y Gomorra, se quedaron en los tobillos, con relación al modo de vivir actualmente.
Un ser humano, que se prostituyó en todos los sentidos: Economía, educación, cultura, valores, principios, entre muchos más.
No podría ser otro el resultado, con el acabose del medio ambiente.
Cómo puede usted observar, mientras el ser humano, está literalmente encerrado, la Madre Tierra, está dando otro respiro; La naturaleza, se ve más naturaleza; los ríos se están limpiando; el mar fluye, con decoro, en sus cetáceos; y en la ciudad, aunque usted, no lo crea, mi estimado Don Darío, se están oyendo cantar, en las madrugadas, los gallos… ¿Qué tal?
Es una lección en mí pensar, que el creador, nos está dando.
Mostrándonos a los seres humanos, que no todo es oro, plata, economía, compras, despilfarro, marihuana, cocaína, etc, etc. etc…
Que hay cosas y seres más importantes:
Primero. El campesino, si no fuera por él, no tendríamos, comida en nuestras mesas; seguirían los médicos, las enfermeras, los auxiliares de enfermería y servicios generales de los hospitales, que sin ellos, la mortandad, sería cien veces mayor; continuamos con los transportadores de alimentos… Y así sucesivamente.
Le estoy enviando anexo, un gráfico que titula: UN VIRUS SELECTIVO.
Me gustaría, que le diera un vistazo y un análisis, me pareció curioso y a la vez preocupante.
Es mejor no adelantarle nada de lo que pienso.
En estos momentos de encerramiento, nos podemos dar el lujo de analizar todo aquello que encontramos en el camino.
Un abrazo y quedo pendiente de sus comentarios”.

El gráfico que me envía es este:



Carísimos amigo, mi respuesta es esta:

Tenía la razón cuando dije que en mi humilde concepto, que ese bicho lo habían fabricado en un laboratorio y que por causas, tal vez circunstanciales; tal vez maliciosas, porque creo que están buscando controlar el planeta a nivel económico, porque el dinero, es su dios; lo soltaron, sin medir sus consecuencias y crearon el caos total a nivel del planeta.
Pero la circunstancia que anota el gráfico que Usted en su gentileza, me hace llegar, me está mostrando:
 Que blanco es; gallina lo pone; frito se come; sal se le pone… Huevo… ¿Qué es?
Esperemos que Dios en su bondad, nos libre de semejante periplo, pero si nos descuidamos, para allá vamos.

Sopetrán, Abril 16 del 2020.
Darío Sevillano Álvarez.