martes, 21 de enero de 2025

Hablar solos, es una circusntancia importante de nuestras vidas.

 

¿Qué significa para la Psicología, hablar solo o hacer un soliloquio?

Hablar solo o hacer un soliloquio, es algo muy común en las personas, a lo largo de sus vidas y no tiene que ver con la locura.

Ocurre un soliloquio, cuando alguien se expresa verbalmente, sin la intención de comunicarse con otra persona.

Aunque hablar en voz alta puede parecer extraño para algunos, es una práctica normal que, puede tener implicaciones positivas y negativas, dependiendo del contexto y la frecuencia con la que se realice.

Hay unos profesionales en psicología que se llaman: Wellness coach que, guían y apoyan a las personas, en su bienestar general y su calidad de vida, ayudándolas a alcanzar un equilibrio óptimo, entre su: Salud física, mental, emocional y espiritual.

Estos intelectuales, mencionan que, los seres humanos suelen hablar solos, porque se tienen “voces mentales que habitan en nuestro cerebro: Diálogos y monólogos internos que muchas veces los terminamos expresando de forma inconsciente.

Hablar solos es una práctica que, aunque muy común, sigue rodeada de estigmas y malos entendidos.

Sin embargo, la investigación científica puede interceder, para dar una explicación que, le da la importancia a este fenómeno, pues está ligada a: La autopercepción, la conciencia y la memoria.

Hablar solo se refiere a mantener un monólogo interno o soliloquio que, es mejor conocido,

donde una persona interactúa consigo misma.

Este acto no debe ser confundido con un síntoma de trastornos mentales; es, de hecho, una parte integral de la actividad mental humana, todos lo hacemos.

Muchas personas han experimentado momentos, en los que se sorprenden hablando en voz alta cuando están solas, y aunque esto pueda causar vergüenza, es un comportamiento natural y más común de lo que, se cree.

 Los estudios han demostrado que los diálogos internos, aunque percibidos como interacciones con múltiples voces, son esencialmente monólogos.

 Estos monólogos son una simulación del habla abierta y, son fundamentales para nuestra autopercepción y procesamiento cognitivo

Hélène Loevenbruck, líder de investigación en neurolingüística, en el Laboratorio de Psicología y Neurocognición del CNRS, ha estudiado cómo el cerebro sigue trabajando lingüísticamente, incluso cuando no articulamos palabras en voz alta.

Las áreas cerebrales implicadas en este proceso, como el lóbulo frontal del hemisferio izquierdo y el lóbulo parietal, son las mismas que, se activan durante la expresión oral.

Cuando hablamos en voz alta, o incluso cuando no lo hacemosnuestro cerebro continúa procesando el lenguaje internamente.

 Esta actividad implica la activación de las mismas regiones cerebrales que, utilizamos para procesar estímulos externos.

Esto quiere decir que el diálogo interno es: Una reflexión pasiva, mental, activa y compleja.

Las regiones del cerebro involucradas en este proceso, son cruciales para la gestión del lenguaje y el procesamiento cognitivo.

A veces, hablamos con nosotros solos, para mantener la cordura.

 Lejos de ser un rasgo de locura estamos ante una estrategia beneficiosa, esa en la cual, el habla autodirigida, nos permite ahondar en las propias necesidades y resolverlas.

Dicen que los grandes sabios como Einstein o Newton, solían tener profundas y complejísimas conversaciones con ellos mismos.

 Así, y aunque la mayoría vivamos en unos mundos excesivamente ruidosos y, a menudo optemos por el silencio como mecanismo de descanso, no está nada mal activar de vez en cuando, una buena conversación con el propio yo.

 No solo le haremos compañía, sino que también lograremos poner en orden muchas cosas que reclaman nuestra atención.

 Además, la salud emocional lo agradecerá.


Hablar solo, tiene grandes beneficios, entre los cuales están:

Hablar solo puede ser una herramienta poderosa para organizar ideas y encontrar soluciones.

Cuando las personas expresan sus pensamientos en voz alta, suelen identificar patrones, analizar alternativas y tomar decisiones más efectivas

 Esto es particularmente útil durante momentos de incertidumbre o estrés.

Pronunciar instrucciones o metas en voz alta, puede aumentar la concentración en una tarea específica.

Por ejemplo, los atletas y estudiantes suelen utilizar este método, para mantenerse enfocados y motivados, mientras trabajan en sus objetivos.

Hablar solo puede servir como una forma de desahogo emocional.

Expresar sentimientos en voz alta, permite procesarlos y reducir la ansiedad o el estrés.

Esto ayuda a las personas a calmarse y, a recuperar el control de sus emociones.

En niños, el soliloquio es esencial para aprender a comunicarse y comprender el mundo que los rodea.

Al practicar palabras y frases, los niños fortalecen su vocabulario y desarrollan habilidades esenciales, para la interacción social y el pensamiento crítico.

Aunque hablar solo tiene múltiples beneficios, también puede ser un signo de problemas subyacentes, en ciertos contextos.

Si una persona habla sola de manera constante y utiliza esta práctica como sustituto de la interacción social, puede ser un indicio de soledad o aislamiento.

Las personas que viven solas, emplean el monólogo como herramienta para corregir el estrés.

Este comportamiento podría llevar a una desconexión con los demás y afectar las relaciones interpersonales.

En algunos casos, hablar solo puede estar relacionado con trastornos psicológicos, como esquizofrenia u otros problemas de salud mental.

 

En estos casos es importante llevar a la persona ante un Psiquíatra, para que, le formule algunos medicamentos.

Si la persona escucha voces que no existen, o tiene conversaciones extensas con personajes imaginarios, podría ser necesario buscar ayuda profesional.

En sociedades donde hablar solo no es considerado un comportamiento habitual, este acto puede generar juicios negativos.

Las personas que frecuentemente se expresan en voz alta sin compañía, podrían enfrentar malentendidos o incluso discriminación.

Para mí, tengo en firme que las personas que hablan solas, son personajes muy interesantes, y casi siempre son las más inteligentes y distinguidas de la familia humana.

Sopetrán, enero 20 del 2025.

Darío Sevillano Álvarez.