miércoles, 16 de enero de 2019

Consejos muy buenos, para combatir el estreñimiento.



¿Quién es la mejor amiga de tu intestino?

Muchas personas se quejan de que su digestión es muy mala y que por muy buena voluntad que le ponen al manejo de su alimentación, no pueden evacuar las materias fecales con la frecuencia adecuada, para que su salud se pueda sentir de la mejor manera.
Este es el mal que conocemos con el nombre de estreñimiento, que a un alto porcentaje de humanos mantiene en jaque mate.


Para mantener en orden el estado del sistema digestivo es necesario y casi obligatorio, consumir alimentos que sean ricos en fibra.

Esta es la recomendación más frecuente que los médicos hacen a sus pacientes, para evitar esa terrible tragedia de no poder evacuar a tiempo las materias fecales.
Pero veamos con mucha tranquilidad que es la fibra.



La fibra alimenticia, se puede definir, como: La parte comestible de las plantas, que resiste la digestión y la absorción de los alimentos, en el intestino delgado y que experimenta una fermentación parcial o total en el intestino grueso,
Esta parte vegetal de los alimentos, con un conjunto de compuestos químicos de naturaleza heterogénea, es la que hace el milagro de una buena digestión.



Pero es de vital importancia, conocer, cuáles son las causas más comunes que producen ese fastidioso problema de salud, que llamamos estreñimiento:
Mantener una vida inactiva, que no estimula el movimiento intestinal; consumir una dieta pobre en fibra vegetal y en líquidos; demorar las idas al baño, por razones que a veces nos parecen muy interesantes, como: Ver televisión, chatear, conversar con los amigos en la calle, y otros; manejar mucho estrés; y favorecer que en nuestro organismo, se manifieste la ansiedad.
Este desarreglo, que afecta sobre todo a la mujer, aparece cuando las deposiciones se posponen mucho y los desechos alimenticios carecen de fibra, con lo que las heces se secan y endurecen.



Si la situación se prolonga, el intestino se llena de deposiciones duras y se queda parcialmente inactivo, al no disponer de suficiente 'material de llenado' que estimule sus movimientos de expulsión, las heces se vuelven más espaciadas y difíciles de expulsar.
"La solucione a este problema es una alimentación más rica en fibra, que incluya cereales integrales, verduras y frutas, legumbres, frutos y frutas secas, y abundantes líquidos”






Según un especialista: "Para que el reloj intestinal no se atrase ni sufra desperfectos, existe una amplia gama de remedios naturales que pueden ayudar a las medidas dietéticas, estimulando el movimiento del intestino".
“Uno de esos recursos naturales, a menudo sumado al ejercicio, consiste en conocer y controlar el cuerpo y la mente para ordenar al organismo que evacúe, cuando la persona lo considera necesario.
También es bueno saber: Que las fricciones en el vientre, con las piernas flexionadas sobre la cama, siguiendo el sentido de las agujas del reloj y aplicadas por la mañana al levantarse, estimulan el peristaltismo intestinal, es decir los movimientos de contracción del tubo digestivo.


Si sus nervios están tensionados, es imposible relajar el esfínter anal.
Unos simples ejercicios de relajación, como aflojarse y sentir que el cuerpo descansa sobre el inodoro, o hacer respiraciones abdominales profundas en el baño, ayudan a tranquilizar los nervios y a concentrarse en la tarea.
Para ayudar al intestino a evacuar, la postura más recomendada es sentarse en cuclillas, poniendo las rodillas cerca del pecho.
Para conseguirla, apoye los pies sobre una pila de libros o un taburete, esto puede ayudarle a alcanzar la altura necesaria para mantener las rodillas elevadas.
Un minuto de risa franca y natural, a mediodía, puede obrar maravillas.
Después de la comida principal, cuando entra de forma natural en un estado de mayor relajación, en lugar de ver el noticiero, cargado de negatividad, visualice una secuencia breve de una película alegre o comedia para que su ánimo se mantenga en  buena forma.


Al reírse, se agitan los músculos abdominales, desencadenando un masaje que favorece la digestión y hace que el estómago y los intestinos continúen funcionando bien.


Los paseos regulares al aire libre, la práctica habitual de deportes o gimnasia aeróbica, ayudan a mejorar el tono muscular del abdomen y la circulación sanguínea, favorecen el tránsito intestinal y estimulan los movimientos del colon.
Montar en bicicleta o nadar son buenas opciones.
Si no puede acudir a un gimnasio o centro deportivo;  camine media hora diaria a buen paso.
Procure evacuar cuando la necesidad se presente, olvidando la pereza o los convencionalismos.
 En lugar de pasarse más de 10 minutos en el baño forzándose a hacerlo, algo que puede precipitar unas hemorroides o una fisura anal, es mejor intentar establecer una rutina regular para ir al baño y recuperar el reflejo normal.


Cada persona tiene unas horas en las que está más predispuesta para la eliminación:
Al levantarse, después de comer, a la hora de dormir.
Descubra sus momentos para sentarse tranquilamente y funcionar. Cuando se pierde la regularidad es importante recuperar la rutina.
Mucha gente sufre estreñimiento cuando viaja porque no se encuentra en su propio baño y es aprensiva con la higiene: si conoce su momento también puede anticiparlo y elegir el mejor lugar.
A algunas personas, después de las comidas, les ayuda el reposo con envolturas abdominales, almohadillas eléctricas o bolsas de agua caliente, aplicadas sobre el vientre.
A primera hora de la mañana, y antes de la comida, pueden efectuarse durante 10 minutos ejercicios abdominales que estimulen y tonifiquen la musculatura abdominal.
Pero lo más efectivo es correr, porque produce una liberación de adrenalina que provoca un intercambio hídrico en la mucosa intestinal que ablanda las heces y crea un reflejo de eliminación rápido”.



Un artículo publicado recientemente en M.S. N. dice:
“Si te ofrecieran un superalimento que pueda alargar tu vida:
¿Te interesaría?
Este reduce las posibilidades de sufrir infartos y derrames cerebrales debilitadores, así como males crónicos como la diabetes tipo 2.
Además, ayuda a mantener bajos tu peso, presión arterial y niveles de colesterol.
Debo decir también que es barato y fácil de encontrar en el supermercado.
¿Qué es?
La fibra”.
“No es lo más atractivo del mundo, pero un amplio estudio ha estado investigando cuánta tenemos que comer realmente y descubrió que trae grandes beneficios para la salud”.
En nuestra dieta alimenticia diaria, los humanos debemos consumir, por lo menos: Entre 20 y 30 gramos de fibra, si queremos tener en orden nuestro sistema digestivo.
Es bueno que miremos un ejemplo, de un alimento que contiene fibra:
Un plátano que pesa unos 120 gramos, sola contiene 3 gramos de fibra.


Las estadísticas mundiales dicen:
“La mayoría de personas en todo el mundo come menos de 20 gramos de fibra al día.
En Reino Unido, por ejemplo, uno de cada 10 adultos ingiere 30 gramos de fibra diaria.
En promedio, las mujeres consumen unos 17 gramos y los hombres, unos 21 gramos al día”.


También tienen buena cantidad de fibra: Los copos de avena, el pan integral, las lentejas, la papa hervida con cáscara, la acelga, la zahoria y la manzana.
Estas prácticas alimenticias, también son muy buenas, en relación con la fibra:
Cocinar las papas sin pelarlas.
Cambiar el pan, la pasta y el arroz blancos por sus versiones integrales.
Optar por cereales para el desayuno con alto contenido de fibra como las gachas de avena.
Echarle algunos garbanzos, frijoles o lentejas a las ensaladas.
Picotear o comer como postre frutos secos o frescos.
Consumir al menos cinco porciones de frutas y verduras cada día.
Esto de las cinco porciones de fruta, es por la razón de que las frutas contienen muy poca cantidad de fibra.
Se solía pensar que la fibra no hacía mucho, que el cuerpo humano no la digería y que simplemente navegaba a través de nuestro organismo.
Pero la fibra nos hace sentir más llenos y afecta la forma en que la grasa se absorbe en el intestino delgado y lo que ocurre en el grueso es aún más interesante.
El intestino grueso es el hogar de miles de millones de bacterias que se alimentan de la fibra.


“Los intestinos, se asemeja a una cervecería, pero una en la cual no querrías beber.
Allí, las bacterias fermentan fibra para convertirla en un montón de químicos.
Entre ellos, ácidos grasos de cadena corta, que son absorbidos y actúan en todo el cuerpo.
"Tenemos este órgano programado para digerir fibra y mucha gente no lo usa mucho", afirma Cummings”.

Espero que muchos, van a mejorar su estreñimiento con las sencillas normas, que aparecen en este artículo.

Sopetrán, Enero 14 del 2019.

Darío Sevillano Álvarez.