¿Quién es la mejor
amiga de tu intestino?
Muchas personas se quejan de que su
digestión es muy mala y que por muy buena voluntad que le ponen al manejo de su
alimentación, no pueden evacuar las materias fecales con la frecuencia
adecuada, para que su salud se pueda sentir de la mejor manera.
Este es el mal que conocemos con el
nombre de estreñimiento, que a un alto porcentaje de humanos mantiene en jaque
mate.
Para mantener en orden el estado del
sistema digestivo es necesario y casi obligatorio, consumir alimentos que sean
ricos en fibra.
Esta es la recomendación más
frecuente que los médicos hacen a sus pacientes, para evitar esa terrible
tragedia de no poder evacuar a tiempo las materias fecales.
La fibra alimenticia, se puede
definir, como: La parte comestible de las plantas, que resiste la digestión y
la absorción de los alimentos, en el intestino delgado y que experimenta una
fermentación parcial o total en el intestino grueso,
Esta parte vegetal de los alimentos, con
un conjunto de compuestos químicos de naturaleza heterogénea, es la que hace el
milagro de una buena digestión.
Pero es de vital importancia,
conocer, cuáles son las causas más comunes que producen ese fastidioso problema
de salud, que llamamos estreñimiento:
Mantener una vida inactiva, que no
estimula el movimiento intestinal; consumir una dieta pobre en fibra vegetal y
en líquidos; demorar las idas al baño, por razones que a veces nos parecen muy
interesantes, como: Ver televisión, chatear, conversar con los amigos en la
calle, y otros; manejar mucho estrés; y favorecer que en nuestro organismo, se
manifieste la ansiedad.
Este desarreglo, que afecta sobre
todo a la mujer, aparece cuando las deposiciones se posponen mucho y los desechos
alimenticios carecen de fibra, con lo que las heces se secan y endurecen.
Si la situación se prolonga, el
intestino se llena de deposiciones duras y se queda parcialmente inactivo, al
no disponer de suficiente 'material de llenado' que estimule sus movimientos de
expulsión, las heces se vuelven más espaciadas y difíciles de expulsar.
"La solucione a este problema es
una alimentación más rica en fibra, que incluya cereales integrales, verduras y
frutas, legumbres, frutos y frutas secas, y abundantes líquidos”
Según un especialista: "Para que
el reloj intestinal no se atrase ni sufra desperfectos, existe una amplia gama
de remedios naturales que pueden ayudar a las medidas dietéticas, estimulando
el movimiento del intestino".
“Uno de esos recursos naturales, a
menudo sumado al ejercicio, consiste en conocer y controlar el cuerpo y la
mente para ordenar al organismo que evacúe, cuando la persona lo considera
necesario.
También es bueno saber: Que las
fricciones en el vientre, con las piernas flexionadas sobre la cama, siguiendo
el sentido de las agujas del reloj y aplicadas por la mañana al levantarse,
estimulan el peristaltismo intestinal, es decir los movimientos de contracción
del tubo digestivo.
Si sus nervios están tensionados, es
imposible relajar el esfínter anal.
Unos simples ejercicios de
relajación, como aflojarse y sentir que el cuerpo descansa sobre el inodoro, o
hacer respiraciones abdominales profundas en el baño, ayudan a tranquilizar los
nervios y a concentrarse en la tarea.
Para ayudar al intestino a evacuar,
la postura más recomendada es sentarse en cuclillas, poniendo las rodillas
cerca del pecho.
Para conseguirla, apoye los pies
sobre una pila de libros o un taburete, esto puede ayudarle a alcanzar la
altura necesaria para mantener las rodillas elevadas.
Un minuto de risa franca y natural, a
mediodía, puede obrar maravillas.
Después de la comida principal,
cuando entra de forma natural en un estado de mayor relajación, en lugar de ver
el noticiero, cargado de negatividad, visualice una secuencia breve de una
película alegre o comedia para que su ánimo se mantenga en buena forma.
Al reírse, se agitan los músculos
abdominales, desencadenando un masaje que favorece la digestión y hace que el
estómago y los intestinos continúen funcionando bien.
Los paseos regulares al aire libre,
la práctica habitual de deportes o gimnasia aeróbica, ayudan a mejorar el tono
muscular del abdomen y la circulación sanguínea, favorecen el tránsito
intestinal y estimulan los movimientos del colon.
Montar en bicicleta o nadar son
buenas opciones.
Si no puede acudir a un gimnasio o
centro deportivo; camine media hora
diaria a buen paso.
Procure evacuar cuando la necesidad
se presente, olvidando la pereza o los convencionalismos.
En lugar de pasarse más de 10 minutos en el
baño forzándose a hacerlo, algo que puede precipitar unas hemorroides o una fisura
anal, es mejor intentar establecer una rutina regular para ir al baño y
recuperar el reflejo normal.
Cada persona tiene unas horas en las
que está más predispuesta para la eliminación:
Al levantarse, después de comer, a la
hora de dormir.
Descubra sus momentos para sentarse
tranquilamente y funcionar. Cuando se pierde la regularidad es importante
recuperar la rutina.
Mucha gente sufre estreñimiento
cuando viaja porque no se encuentra en su propio baño y es aprensiva con la
higiene: si conoce su momento también puede anticiparlo y elegir el mejor
lugar.
A algunas personas, después de las
comidas, les ayuda el reposo con envolturas abdominales, almohadillas
eléctricas o bolsas de agua caliente, aplicadas sobre el vientre.
A primera hora de la mañana, y antes
de la comida, pueden efectuarse durante 10 minutos ejercicios abdominales que
estimulen y tonifiquen la musculatura abdominal.
Pero lo más efectivo es correr, porque produce una liberación de adrenalina que provoca un intercambio hídrico en la mucosa intestinal que ablanda las heces y crea un reflejo de eliminación rápido”.
Pero lo más efectivo es correr, porque produce una liberación de adrenalina que provoca un intercambio hídrico en la mucosa intestinal que ablanda las heces y crea un reflejo de eliminación rápido”.
Un artículo publicado recientemente
en M.S. N. dice:
“Si te ofrecieran un superalimento
que pueda alargar tu vida:
¿Te interesaría?
Este reduce las posibilidades de
sufrir infartos y derrames cerebrales debilitadores, así como males crónicos
como la diabetes tipo 2.
Además, ayuda a mantener bajos tu
peso, presión arterial y niveles de colesterol.
Debo decir también que es barato y
fácil de encontrar en el supermercado.
¿Qué es?
La fibra”.
“No es lo más atractivo del mundo,
pero un amplio estudio ha estado investigando cuánta tenemos que comer
realmente y descubrió que trae grandes beneficios para la salud”.
En nuestra dieta alimenticia diaria,
los humanos debemos consumir, por lo menos: Entre 20 y 30 gramos de fibra, si
queremos tener en orden nuestro sistema digestivo.
Es bueno que miremos un ejemplo, de
un alimento que contiene fibra:
Un plátano que pesa unos 120 gramos,
sola contiene 3 gramos de fibra.
Las estadísticas mundiales dicen:
“La mayoría de personas en todo el
mundo come menos de 20 gramos de fibra al día.
En Reino Unido, por ejemplo, uno de
cada 10 adultos ingiere 30 gramos de fibra diaria.
En promedio, las mujeres consumen
unos 17 gramos y los hombres, unos 21 gramos al día”.
También tienen buena cantidad de
fibra: Los copos de avena, el pan integral, las lentejas, la papa hervida con
cáscara, la acelga, la zahoria y la manzana.
Estas prácticas alimenticias, también
son muy buenas, en relación con la fibra:
Cocinar las papas sin pelarlas.
Cambiar el pan, la pasta y el arroz
blancos por sus versiones integrales.
Optar por cereales para el desayuno
con alto contenido de fibra como las gachas de avena.
Echarle algunos garbanzos, frijoles o
lentejas a las ensaladas.
Picotear o comer como postre frutos
secos o frescos.
Consumir al menos cinco porciones de
frutas y verduras cada día.
Esto de las cinco porciones de fruta,
es por la razón de que las frutas contienen muy poca cantidad de fibra.
Se solía pensar que la fibra no hacía
mucho, que el cuerpo humano no la digería y que simplemente navegaba a través
de nuestro organismo.
Pero la fibra nos hace sentir más
llenos y afecta la forma en que la grasa se absorbe en el intestino delgado y
lo que ocurre en el grueso es aún más interesante.
El intestino grueso es el hogar de
miles de millones de bacterias que se alimentan de la fibra.
“Los intestinos, se asemeja a una
cervecería, pero una en la cual no querrías beber.
Allí, las bacterias fermentan fibra
para convertirla en un montón de químicos.
Entre ellos, ácidos grasos de cadena
corta, que son absorbidos y actúan en todo el cuerpo.
"Tenemos este órgano programado
para digerir fibra y mucha gente no lo usa mucho", afirma Cummings”.
Espero que muchos, van a mejorar su
estreñimiento con las sencillas normas, que aparecen en este artículo.
Sopetrán, Enero 14 del 2019.
Darío Sevillano Álvarez.
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