¿Y
al Personero municipal, quién le podrá creer?
No se meta en el gremio de los
corruptos, Señor Personero, usted es nuestro representante legal, ante las
autoridades.
En primer lugar voy a contar la
historia de las personerías municipales en nuestro país, esto dice Wikipedia:
“Por instrucción real del 26 de junio
de 1776, se creó formalmente la figura del Síndico Personero y se fijó período
anual; en 1893 el Ministro de Justicia, Miguel Antonio Caro, autorizó a los
Concejos Municipales para elegir a los Personeros.
En 1934 la Personería fue
reestructurada, otorgándosele la facultad de conocer asuntos de carácter civil,
administrativo y penal; así como de llevar la voz del Ministerio Público en los
negocios que se adelantaran en los juzgados municipales”.
Ahora sabrán a quien me voy a
referir, en este artículo; pero debo hacer dos salvedades, para curarme en
salud:
Nuestro Eminentísimo y Reverendísimo
Personero Municipal, tiene la gracia o desgracia, si él lo considera así, de
ser uno de mis ilustres ahijados de bautismo; pero veo que no heredó nada del
comportamiento social que yo manejo; y por esta razón, no puedo maltratarlo.
Ojalá Sopetrán tuviera diez
ciudadanos que lo quisieran como yo lo quiero, sin pedir nada para mi propio
peculio.
La segunda es, que por ser un
invidente, a los cuales respeto y admiro mucho; porque la naturaleza, les
arrebató el mejor de los órganos de los sentidos y por esa razón, nunca ha podido mirar con precisión, los
asuntos municipales que maneja.
Antes de entrar en materia, quiero
traer a colación, las funciones mínimas, que un personero debe cumplir.
Así las define en forma simplificada
Wikipedia:
“Funciones de la personería de
Colombia
La Ley 136 de 1994 en el artículo
178, establece que el Personero ejercerá en el Municipio, las funciones de
Ministerio Público, además de las que determinen la Constitución, la Ley y los
Acuerdos.
Velar por el cumplimiento de la
Constitución, las leyes, los acuerdos y las sentencias judiciales.
Recibir quejas y reclamos sobre el
funcionamiento de la Administración y procurar la efectividad de los derechos e
intereses de los asociados.
Realizar visitas, inspecciones y las
actuaciones que estime oportunas en todas las dependencias de la Administración
municipal para el cabal cumplimiento de sus atribuciones en materia del tesoro
público municipal.
Orientar a los ciudadanos en sus
relaciones con la Administración, indicándoles a dónde deben dirigirse para la
solución de sus problemas.
Velar por la efectividad del derecho
de petición.
Por eso, debe instruir a quienes
deseen presentar una petición o escribir el documento de quienes no pueden o no
saben hacerlo”.
Seguidamente voy a refutar: Ab
hominem, es decir: una a una de las ponencias que el señor personero planteó,
en la intervención que hizo en la emisora: Sopetrán Estéreo.
Aunque entiendo perfectamente, que el
Personero Municipal, no se puede tomar el descaro de atacar a aquellos que lo
han elegido, para regentar el cargo que desempeña; es bueno advertirle, que su
posición debe ser muy firme, frente a este, que a mi juicio es el más grave
error que ha cometido el famoso Burgomaestre que nos gobierna.
Creo que la exposición que hizo en la
emisora, lo define como a aquel que defiende, pero intenta atacar; esto es lo
que la sabiduría popular define como: O es agua; o es pescado.
Es bueno advertir, que nuestro
ilustre Personero, en la primera parte de su intervención justifica y decide,
que un acuerdo municipal, pueda enmendar una ordenanza, cosa que ante las leyes
es totalmente imposible, porque el Dignísimo Concejo de que él habla, no tiene
esas facultades y todo lo que quieren hacer en contra de las leyes vigentes, se
les volverá: Palos de tabaco.
Pero la intervención del Personero,
tiene un doble fondo, porque en la primera parte, justifica unas normas que son
inexequibles, con la constitución y las leyes; y en la segunda parte, le está
recomendando, a Su Señoría Ilustrísima: El que manda, aunque mande mal, que ese negocio, no se ve muy trasparente,
por muchas anomalías:
La Escritura se hizo el día 31 de
Diciembre, del año que acaba de pasar, y sabemos por fuentes oficiales que los
días lunes, la Notaría de Sopetrán, no funciona y esto, está reglamentado por
una resolución de notariado y registro.
Esta primera parte lo define como el
defensor de los burócratas, y el oficio que le ha encomendado la constitución,
es la defensa de los ciudadanos comunes y corrientes.
Ningún permutante, por pendejo que
sea, cambia mano a mano; cuatrocientos metros, por cuatro mil; a sabiendas, que
están mejor ubicados y tenidos los cuatro mil que entrega.
El precio de las tierras que el
primer permutante le entrega al segundo, es de un valor, cien veces más alto,
que las del segundo permutante y aparecen cambiadas, mano a mano.
¿Cómo estará de satisfecha la Cooperativa
de caficultores de Occidente de Antioquia, con esta aparecida de la Virgen?
Debiéramos pedirles la receta, para
cuando vayamos a hacer compras de bienes.
Y lo más grave, que nuestros ilustres
Concejales, puedan hacer: “Hochas y panochas”, con las ordenanzas de la
honorable asamblea departamental de Antioquia.
En la segunda parte de su
intervención, tomó el papel de Personero que es el que le corresponde y mostró
sabiduría y entusiasmo.
Pero créanme, que admiro la fortaleza
que tuvo, porque se atrevió a contrariar a su Señoría ilustrísima y esto le
puede costar el puesto; porque hay de aquellos que se atrevan a cometer
semejante despropósito; esto para él, es un crimen de lesa autoridad.
Quisiera pedirle, muy respetuosamente
al Señor personero, que prepare un informe de este suceso, para que lo haga
conocer de sus superiores: La Procuraduría Regional y la Nacional, con el fin,
de que esas entidades evalúen el comportamiento de nuestro Alcalde y el del
Notario Público que nos acompaña.
Los acontecimientos que pasan en
Sopetrán, en vez de producir odio, repugnación, tristeza, malestar, o cualquier
otro sentimiento, a veces causan: Risa, porque adivinamos a distancia, la mala
calidad de los gobernantes que hemos elegido y la sagacidad con que trabajan,
para su propio beneficio
Sopetrán, Enero 17 del 2019.
Darío Sevillano Álvarez.
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