martes, 14 de mayo de 2024

La urraca un pájaro muy alegre.

 

La urraca un pájaro muy dicharachero.

La Oropéndola, urraca, conoto yapú, o conoto negro, es un ave paseriforme, es decir un pájaro, que tiene un gran cuerpo, está acompañado de un sonido muy potente que, genera su siringe, pertenece a la familia de los ictéridos y vive en las regiones bajas de Sudamérica, al este de los andes, desde Colombia, hasta el norte de argentina y también está en: Trinidad, Tobago y Panamá.

Su nombre científico: Psarocolius Decumanus, está compuesto por dos palabras: La primera es griega y la segunda es latina.

La palabra Psarocolius, se escribe en griego: Ψαρόκολος, se traduce:  Psarocolius; se pronuncia:  Psarocolos y; traduce El cuervo y la palabra latina: Decumanus, traduce: Inmenso o grande; o sea:

El gran cuervo o Cuervo grande.

En Sopetrán la encontramos viviendo entre nosotros y casi siempre construye sus nidos en los postes del alumbrado eléctrico, porque busca compañía de los hombres a quienes tiene como sus grandes protectores.

La urraca, es un pájaro muy abundante en la naturaleza y está muy extendido en Colombia, a pesar de que fue muy perseguida, por los supuestos daños que causaba a los cultivos, ha logrado adaptarse a los ambientes muy humanizados, por lo que ya anuncié, pues los humanos son para ella unos buenos protectores.

En lo que a su comportamiento social se refiere, es muy nerviosa y al primer anuncio de un peligro, emite señales de alerta, para que todos los miembros del clan, se pongan a la expectativa,

Su canto no es agradable pues es muy similar al pitido de una alarma.

Una de sus mejores características es la astucia y los sonidos que, mantienen unidos a todos los miembros de la familia, para defenderse de sus depredadores.

Siempre ha mostrado un gran interés por los objetos que brillan y en sus nidos se han encontrado, joyas de mucho valor.

Tambien les gustan los espejos y los pedazos de lata.

Al igual que los delfines y los elefantes, ellas no pueden reconocer el reflejo de esos objetos.

Estos animales son capaces de reconocerse en un espejo.

El sonido que produce la siringe de las urracas se llama: Trinar, silbar o chirriar.

Las urracas hacen varias formas de nidos a saber:

Escarbado, montículo, madriguera, cavidad, cuenco, planto, plataforma y colgante.

La urraca se identifica fácilmente, por su plumaje blanco y negro con pinceladas azules en las alas.

En su edad adulta puede llegar a medir: 40 o 50 centímetros, de los que, la mitad pertenece a la cola y puede pesar unos 200 gramos.

Puede vivir hasta 15 años y es un animal omnívoro, es decir come de todo: Aves pequeñas, frutos, roedores, huevos, insectos y muchas otras cosas más; cuando el alimento escasea puede comer carroña.

La urraca es una de las aves que más parejas forma a lo largo de su vida; se aparea en la primavera y por eso construye sus nidos en los meses de febrero y marzo; en sopetrán goza haciendo sus nidos en los postes del alumbrado eléctrico; solo anida una vez por año y pone entre cuatro y siete huevos; su período de incubación, es entre 17 y 20 días; mientras está incubando la pareja tiene un comportamiento muy discreto y silencioso; los dos padres alimentan a los polluelos durante un mes.

Es importante resaltar que la urraca es una de las aves más inteligentes que existen y tiene un gran poder de comunicación con los miembros de su clan.


Las urracas se encuentran tanto en las tierras bajas como en las montañas.

Antes de comerse una avispa, la aplasta y le quita el aguijón.

Estos animales crean depósitos de comidas, durante todo el año y la esconden en lugares diferentes.

La comida que no pueden digerir, la regurgitan en forma de egagrópilas, es decir pelotas de alimentos.

Mientras están en la temporada de cría, viven solas en sus territorios.

Las aves no emparejadas, viven en grupos y mantienen una estricta jerarquía.

 Mientras hay invierno, todos los miembros de una bandada están juntos.

 

Estas aves, no tienen dimorfismo sexual, es decir diferencias notorias, entre las hembras y los machos, solo se identifican porque los machos son más grandes que las hembras.

Su pico se adapta específicamente para una alimentación omnívora, es decir le sirve para picar todo tipo de comidas.

Cuando está amenazada por un depredador, llama la atención de todos sus congéneres, para revolotear alrededor de él, y producir graznidos que, lo convencen de no atacarlas.

Si encuentran un animal grande muerto, con sus graznidos, llaman la atención de los cuervos y los buitres o gallinazos, para que empiecen a destrozar el muerto y cuando estos, están llenos, se comen las sobras.

Si se les enseña desde pequeñas, son capaces de imitar la voz humana.

Como otros córvidos pueden reconocer individualmente a las personas.

 

La unión americana de ornitólogos decidió que, la urraca de pico negro que, es la que habita en Sopetrán, es una especie única en su género.

El Congreso Internacional de Ornitología reconoce seis subespecies.

Con estos conocimientos, cada ciudadano sopetranero, aprenderá a cuidar esta especie, tan importante de las aves y sabrán dedicarle tiempo para, observarlas y aprender muchas otras cosas de este hermoso animal.


Sopetrán, mayo 9 del 2024.

Darío Sevillano Álvarez.










 

miércoles, 8 de mayo de 2024

La flora terrestre también va a colapsar.

 

La flora terrestre, también está siendo afectada por la terrible extinción masiva que estamos viviendo.

Un grupo de doscientos científicos de 42 países del planeta, están diciendo que tres de cada cuatro plantas están en riesgo inminente de desaparecer.

Además, dicen que un 45% de las plantas con flores o fanerógamas, están en esa peligrosa lista de desapariciones de la flora.

Pero lo más desastroso es que anuncian que, los cambios de biodiversidad que su majestad el hombre ha causado, está poniendo en riesgo a muchas otras plantas de nuestro dulce hogar la tierra.

La naturaleza se está deteriorando a un ritmo rápido y sin precedentes.

Son numerosas las especies animales que ya no existen o están en peligro de extinción, misma circunstancia que se da para las plantas.

El estudio World’s Plants and Fungi de 2020 determinó que el 39,4% de las plantas del mundo se encuentran en peligro de extinción, es decir, casi el doble del 21% que se estimó en 2016.

Es de vital importancia saber que, nos podríamos tardar unos cuarenta años, para describir las plantas que aún no han sido clasificadas, pero lo más grave es que un 77% de esas plantas estarían en la lista negra de especies vegetales en vía de extinción.

La especie humana, talvez la más dañina, está cambiando los patrones de biodiversidad en todo el planeta.

Estas son 10 de las plantas en vía de extinción a nivel de la tierra:

Cactus de Brasil (Estevesia alex-brag.

 Pitahaya (Leptocereus leonii).

Sabina (Juniperus saxicola).

 Lirio da serra (Iris boissieri.).

 Margarita de Jandía (Argyranthemum winteri).

  Aloe classenii.

  Magnolia longipedunculata.

Café Marrón (Ramosmania rodriguesii).

Gardenia de Háwai (Gardenia brighamii).

Hibiscus (Hibiscus brackenridge).

Para intentar remediar esta grave situación de pérdida de especies, existen iniciativas como las de Umberto Pasti, filósofo y escritor italiano que ha construido un vergel en Rohuna, una aldea del norte de Marruecos, con las plantas amenazadas de extinción.

Un paraje único que cuenta con unas 1.200 especies, de las cuales 15 ya han desaparecido y cerca de un centenar están amenazadas.

Por otro lado, encontramos los bancos de semillas, un lugar en el que se habilitan las condiciones adecuadas para conservar ejemplares de semillas de distintas especies vegetales (silvestres o cultivadas) de forma que se garantice así la preservación de la diversidad genética de las plantas.

La conservación de la biodiversidad en favor también de la sostenibilidad, y poder conocer el impacto del cambio climático en los ecosistemas y buscar la forma de mitigarlo, es otro concepto clave en este sentido.

La labor de Sandra Díaz, Sandra Lavorel y Mark Westoby, reconocida por la Fundación BBVA con el Premio Fronteras del Conocimiento en la categoría de Ecología y Biología de la Conservación, ha permitido catalogar la relación de cada planta y sus rasgos físicos (como la altura, el tipo de hojas o el tamaño de sus semillas) con el entorno en el que viven.

¿Qué es mejor, un árbol natural o artificial en Navidad?

Cuando llega la temporada de navidad y con ella el planteamiento de un dilema que cada año se presenta en estas festividades:

¿Qué árbol utilizar para los festejos, natural o artificial?

No hay una respuesta sencilla ya que la pregunta lleva implícita una gran cantidad de aspectos; sin embargo, la solución podría encontrarse en el impacto medioambiental que tiene cada uno.

Valdría la pena que todos hiciéramos árboles de navidad de los que venden los almacenes.

Esta es una lista tentativa de los grandes vegetales que están desapareciendo de nuestro medio ambiente.

1.     Abarco o Cariniana pyriformis.

2.     Orquídea azucena o Cattleya quadricolor.

3.     Bromelias ambigua o Billbergia ambigua.

4.     Bromelia nidus-puellae.

5.     Cedro o Cedrela odorata.

6.     Coquito esbelto o Reinhardtia gracilis.

7.     Cuna de venus o Anguloa brevilabris.

8.     Chanul o Humiriastrum procerum.

9.     Flor de mayo o Cattleya trianae.

10.                     Molinillo o Iryanthera megistocarpa.

11.                     Magnolio o Magnolia polyhypsophylla.

12.                     Mararay macanillo o Aiphanes graminifolia.

13.                     Masdevallia apparitio.

14.                     Restrepia aspasicensis.

15.                     Restrepia pandurata.


En Sopetrán ya estamos sintiendo el impacto de este peligroso suceso, porque los grandes árboles maderables que teníamos, se están extinguiendo aceleradamente.

Los principales de esta terrible lisa son:

El cedro amarillo, el cedro caobo, el piñón de orejas, el comino, el laurel, el guayacán amarillo, el árbol de mionas o guayacán rojo, el palo santo, el roble, el chachafruto, el chingalé, y el nogal.

Todas estas especies están desapareciendo porque los aserradores se dedicaron a vender esas maderas para las construcciones, sin importarles que las especies desaparecieran.

Tomemos conciencia de nuestro papel protector de la fauna y la flora, en caso contrario en dos décadas, desaparecerán muchas especies animales y vegetales, que sirven para nuestra alimentación y nuestros diarios quehaceres

Sopetrán, abril 14 del 2024.