jueves, 17 de junio de 2021

¿Cómo nació la festividad del cuerpo de Cristo?

 

La hermosa historia de la festividad del Corpus Cristi o celebración del cuerpo de Cristo.

Tuve la fortuna de nacer en una familia humilde, buena y de orientación católica y mi formación religiosa, la adquirí en las prácticas religiosas de mi familia; la escuela Luciano Carvalho de Sopetrán; y tres seminarios, en los cuales tuve la oportunidad de conocer todos los intríngulis de esta preciosa religión.

Una de mis grandes devociones en ella, es el culto al Santísimo Sacramento, porque creo con mucha certeza que, es el único santo de carne y huesos que tenemos en nuestro credo religioso.

Recuerdo con mucho cariño, como eran las fiestas del Corpus Cristi en mi parroquia, porque cuando era un niño con pocos años de edad, mi Madre y mi Abuela materna, me llevaban a esas importantes procesiones, en las cuales se derrochaba todo tipo de homenajes en honor de la Divina Majestad que visitaba las calles del pueblo.

Tengo grabadas en la memoria las alegorías, alusivas al misterio de la eucaristía, que se exhibían en los altares en donde posaba la custodia, recamada en piedras preciosas, que recorría las calles del pueblo, bajo palio, con un repique de campanas ensordecedor, que hacían mientras la procesión recorría el poblado.

Permítanme contarles con pelos y señales la historia de esta hermosa fiesta, según lo narra el ilustre sacerdote: Cecilio de Miguel Medina:

Fue una religiosa, Juliana de Cornillon, la que animó a celebrar esta fiesta en honor del Cuerpo y de la Sangre de Cristo el año 1208.

Esta fiesta que surgió en la Edad Media, fue consecuencia del florecimiento del pensamiento eucarístico del siglo XIII.

En el siglo anterior comenzó la elevación de la Hostia en el momento de la consagración.

En pleno siglo XIII -1246- se celebró esta fiesta en la diócesis de Lieja (Bélgica).

Unos años más tarde tuvo lugar el hecho milagroso de la Hostia consagrada que comenzó a sangrar ante las dudas de fe del sacerdote que celebraba la Eucaristía en la ciudad de Bolsena (Italia).

Este hecho muy difundido, llevó al Papa Urbano IV a instituir la festividad del Corpus Christi en 1264. 

Estaba presente en la Iglesia y era considerado como el gran teólogo sobre la Presencia de Cristo en la Eucaristía: Santo Tomás de Aquino a quien el pontífice quiso premiar con el cardenalato por su gran servicio a la Iglesia en relación con la teología. 

Pero el humilde dominico le ofreció otro servicio a la Iglesia que el Pontífice le concedió: Preparar los textos litúrgicos de dicha fiesta. 


Gracias a esa concesión tenemos esas obras poéticas resumiendo la ciencia sublime del gran teólogo y el amor del gran santo, a quien la iconografía ha colocado la custodia en el pecho de sus imágenes como símbolo de sus conocimientos teológicos.

Himnos de la calidad del Pange lingua, Lauda Sion, Panis angelicus o Adoro te devote, salieron de su espléndida pluma y siguen sacudiendo nuestras creencias, de quien teniendo que irse al cielo, se quedó con nosotros en persona y no sólo en un recuerdo.

En el siglo XIV tendremos acontecimientos que reforzarán dicha solemnidad, que tendría desde entonces dos actos fundamentales: la Eucaristía y la Procesión. 

En el concilio de Vienne del 1311, el papa que había trasladado la sede desde Roma a Avignon dio una serie de normas para el cortejo que acompañaría al Señor en la procesión dentro de los templos, indicando hasta los detalles de dónde irían las autoridades que quisieran ir en el desfile.

Años más tarde, Juan XXII introdujo la Octava del Corpus, con Exposición del Santísimo Sacramento incluida. 

Y el primero de los Papas renacentistas, Nicolás V, fue el primero en establecer que la Hostia Santa saliera en procesión por las calles de Roma en la fiesta del Corpus del año 1447.

En los siglos posteriores fueron apareciendo otras obras de arte como las Custodias -vaso sagrado donde se coloca la Hostia- y los “carros triunfantes” son obras maestras de la orfebrería religiosa, en las que el pueblo fiel le entrega al Señor lo que considera como más valioso:  El oro, la plata, las piedras preciosas.

La más famosa y valiosa de las custodias, es la que encargó el cardenal Cisneros al orfebre Enrique de Arfe y que éste elaboró entre los años 1517 y 1524. 

Tiene una planta hexagonal y se va elevando en columnitas primorosamente ejecutadas, con adornos de pedrería y figurillas de ángeles, santos, florones, campanitas y espigas.

La parte central corresponde a la custodia y es de oro puro del llevado de América por Cristóbal Colón.

Esta custodia ha salido en Toledo en la fiesta del Corpus desde el año 1595.

 El Corpus Christi o Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo, es una celebración de la Iglesia católica que honra el santo sacrificio de Jesucristo o Eucaristía.

Tiene como principal objetivo recordar el cuerpo y la sangre de Cristo a través del Santísimo Sacramento.

Se celebra el jueves posterior a la solemnidad de la Santísima Trinidad que, a su vez, es realizada el domingo posterior a Pentecostés.

El Corpus Christi, ocurre 60 días después del Domingo de Resurrección.

En Colombia, la celebración se traslada del jueves al domingo desde el año 1983 para adecuarse al calendario laboral, por lo tanto, es una fecha de tipo móvil que depende de la fecha en la que ocurre el Jueves Santo.

En Colombia el día de descanso se traslada al siguiente lunes por la ley Emiliani o ley 51.

Pero los sopetraneros unidos a nuestros párrocos, la seguimos celebrando el día jueves, para cumplir con aquel dicho popular que reza:

Tres jueves hay en el año, que cusan admiración; juez santo, jueves corpus y jueves de la ascensión.

Es una verdadera lástima que, la custodia más hermosa que teníamos los sopetraneros que, era de oro y recamada en piedras preciosas, se desapareció en una de las últimas administraciones eclesiásticas, por esta perdida pudiéramos cantar el famoso vallenato de:

 La custodia de Badillo y lo peor, es que no se sabe a quién reclamarle.

Sopetrán, junio 12 del 2021.

Darío Sevillano Álvarez.




viernes, 11 de junio de 2021

Una democracia, no es lo que estan creyendo los vándalos del paro.

 

Una mejor definición de las democracias, para que podamos entender lo que pasa en la nuestra.

Me parece importante empezar por definir muy bien, lo que significan estas dos palabras:

República y democracia.

Porque estos dos vocablos, definen entidades muy diferentes:

La república es el gobierno de la ley, es decir el manejo de la cosa pública y la democracia es un término que significa el gobierno de las gentes, como se le dice en griego al pueblo (demos).


La palabra democracia, viene de un vocablo griego: Δημοκρατία que traduce el manejo del pueblo.

O sea que democracia es la forma de gobernar incluyendo a todos los grupos y opciones que lo componen.

Por esa razón, hay cabida para todos aquellos dirigentes políticos transparentes y responsables que velan por los intereses de los ciudadanos.

Pero en las democracias modernas, se han infiltrado unos ciudadanos que, no les importa el pueblo, sino sus conveniencias personales, como es el caso de los dirigentes de la protesta, que tenemos en Colombia.

A los políticos responsables y transparentes, la democracia les permite tomar decisiones en favor del país y la comunidad humana que lo integra.

Pero en ningún caso las democracias, admite la filtración de aquellos elementos que solo buscan su propio beneficio.

Por desgracia, las democracias modernas, se están viendo amenazadas a nivel mundial y está en nuestras manos tomar decisiones que protejan y mantengan la filosofía de las antiguas democracias.

 

Veamos una buena historia de cómo nacieron las democracias:

Ese acontecimiento histórico, se registró en Atenas, entre los siglos VI y V antes de Cristo.

Recordemos que Atenas fue fundada por los Jonios en el centro de lo que hoy es Grecia, esta zona conocida con el nombre genérico de: Ática, era pobre, con escasas cosechas, circunstancia que la preservó de la invasión de los pueblos vecinos.

La leyenda atribuye a Teseo el rey legendario que en el siglo VIII antes de cristo, haberle dada supremacía, sobre el resto de las ciudades Áticas.

Esta es la síntesis de la evolución que sufrió la democracia antes de ser perfecciona por los gobernantes de Grecia:

Atenas fue evolucionando desde el siglo VIII a. C. al V a. C. desde una oligarquía (gobierno de pocos) hacia una democracia (gobierno del pueblo).

Esta es la síntesis de la evolución que sufrió la democracia antes de ser perfecciona por los gobernantes de Grecia:

Atenas fue evolucionando desde el siglo VIII a. C. al V a. C. desde una oligarquía (gobierno de pocos) hacia una democracia (gobierno del pueblo).

En un principio gobernaba un rey, que dirigía los asuntos políticos y militares, asistido por el Areópago, consejo de nobles, con amplios poderes especialmente en la justicia.

Estas instituciones sólo representaban los intereses de las clases privilegiadas y esto provocaba constantes rebeliones populares.

Algunos nobles pensaron que era mejor ceder algo antes que perderlo todo y encararon una serie de reformas.

El primero fue Dracón, quien en 621 a. C. elaboró el primer código de leyes escritas de Atenas.

 Otro miembro de la nobleza, Solón realizó grandes reformas en el siglo VI a.C.: suprimió la esclavitud por deudas, dividió a los ciudadanos atenienses en cuatro grupos según su riqueza sin tener en cuenta su origen familiar y creó nuevas instituciones.

Finalmente, Clístenes, en el 510 a.C., le dio a Atenas su organización política definitiva: el areópago, compuesto por tres miembros.

El arcontado, integrado por diez arcontes, que se dedicaban a funciones administrativas y dirigían el ejército.

El Consejo de la bulé o de los 500, que redactaba las leyes, controlaba a los magistrados y se encargaba de la política exterior. 


 La Asamblea Popular o ekklesía, integrada por todos los ciudadanos atenienses mayores de 20 años, es decir, los propietarios, reunidos en el ágora proponían las leyes que una vez redactadas por la bulé volvían a la Asamblea para su aprobación.

El tribunal de los heliasta estaba compuesto por 6.000 ciudadanos mayores de 30 años, duraban un año en su cargo y se encargaban de administrar justicia.

Sólo participaban de la toma de decisiones los ciudadanos atenienses y para ser ciudadano era necesario ser varón y libre.

Durante el gobierno de Pericles se exigía además ser hijo de madre y padre ateniense.


 A pesar del espíritu democrático de la vida ateniense, se mantuvo la esclavitud de unas 200.000 personas que realizaban, la mayoría de las tareas productivas de Atenas.

Podían ser griegos o extranjeros y en su mayoría eran propiedad de particulares que, los consideraban objetos sin ningún tipo de derechos sociales o políticos.

Si analizamos estas condiciones, nos damos cuenta de que a muchos que dicen ser ciudadanos colombianos, les faltan muchas condiciones para poder integrar nuestra democracia.

 No me identifico con muchos de los miembros de la famosa protesta actual en Colombia, porque son diseños de los grupos armados y de aquellas naciones que, quieren acabar con las democracias modernas.


Aunque existen diez formas de democracias, estas son las más importantes a mi modo de ver las cosas:

Hay democracia directa y representativa cuando la decisión es adoptada por personas reconocidas por el pueblo como sus representantes.

Hay democracia participativa cuando se aplica un modelo político que facilita a los ciudadanos su capacidad de asociarse y organizarse de tal modo que puedan ejercer una influencia directa en las decisiones públicas o cuando se facilita a la ciudadanía amplios mecanismos plebiscitarios consultivos.

Finalmente hay democracia directa cuando la decisión es adoptada directamente por los miembros del pueblo, mediante plebiscitos y referéndums vinculantes, en elecciones primarias, facilitación de la iniciativa legislativa popular y votación popular de leyes, concepto que incluye la democracia líquida.

 Estas tres formas no son excluyentes y suelen integrarse como mecanismos complementarios en algunos sistemas políticos, aunque siempre suele haber un mayor peso de una de las tres formas en un sistema político concreto.



Antes de terminar quiero traer a colación un artículo que publicó Santiago Montenegro que a la letra dice:

Los que, entusiasmados por las marchas callejeras, las muchedumbres de las plazas y las manifestaciones de las últimas semanas, argumentan que la verdadera democracia se materializa en la calle o en la plaza, sin intermediarios ni representantes, deberían ser más conscientes de lo que es y no es una democracia. Por las razones que hemos visto, la democracia directa de la Antigüedad no es posible en Estados de amplias extensiones territoriales y de grandes poblaciones.

Por supuesto, los que marchan y se reúnen en las plazas tienen todo el derecho a protestar, si lo hacen pacíficamente.

Pero se equivocan si creen que esas congregaciones representan legítimamente a todo el pueblo, porque los convocados son una pequeñísima minoría, mientras la gran mayoría del demo está ausente.

En las democracias modernas existen, por supuesto, mecanismos de consulta directa, como el referendo, el plebiscito o la consulta popular, pero solo para decidir temas muy específicos.

 


Por otra parte, a los grupos de activistas que están acudiendo al bloqueo y a la violencia, que afortunadamente no son la mayoría de quienes protestan, debemos recordarles no solo que con esas acciones están violando derechos fundamentales de las mayorías que no protestan, sino que, contrario a la democracia que reclaman, sus acciones son las mismas que utilizaron el fascismo y el leninismo para imponer sus regímenes de poder opresor.

 

Sopetrán, junio 9 del 2021.

Darío Sevillano Álvarez.














sábado, 5 de junio de 2021

¿Cómo se resulven los problemas en una democracia?

 

¿Cómo se deben resolver los problemas, si estamos en una verdadera democracia?

No existe, a mi modo de ver las cosas, una operación matemática que sea perfecta, para resolver los problemas que manejamos los colombianos.

La respuesta lógica a esta afirmación es que, nuestros problemas, son originados por varios factores: El social, el económico, el cultural y también influyen los problemas de salud, la falta de empleo formal, el descuido sistemático de su majestad el estado, respecto a sus ciudadanos y muchas otras cosas más.


Por estas razones, la manera más efectiva y conciliadora es que, en los diálogos que se están haciendo, participe adecuadamente el común de los ciudadanos, que son los que están llevando del bulto, como decimos los antioqueños.

Pero en esos diálogos, no se deben infiltrar los líderes del desorden, porque las soluciones que ellos proponen con su actitud son: La destrucción del patrimonio público; el caos gubernamental; el imperio de la anarquía; y la muerte a todos los que gustan de guardar la constitución y las leyes; Y esa no es la solución que demandamos las personas de bien.

La primera premisa de los diálogos, deberá estar cimentada en, un acuerdo entre los distintos bandos políticos, porque este acuerdo, nos permite avanzar a nivel de las corporaciones del estado.

Pero como los colombianos conocemos con pelos y señales, la conducta populista y demagógica de nuestros gobernantes, a nivel de todos los estamentos, como lo han demostrado los últimos cuatro gobernantes, sería un error garrafal, dejar que fueran ellos, los que van a encontrar las soluciones y por esa razón creo: Que los problemas en nuestra democracia, deberán ser resueltos, con más acciones democráticas, como es la incorporación de los ciudadanos de bien en las comisiones, que se dedicaran a buscar las soluciones a esos problemas que llevan décadas, gestando una bomba de tiempo, que acaba de estallar.

Las soluciones que se van a encontrar a corto, largo y mediano plazo, deberán ser buscadas en forma que produzcan una mejoría notable de los ciudadanos, que vienen sufriendo, la ausencia del estado a nivel de todas las disciplinas que acabo de anunciar.


Recuerden esta premisa:

Las personas quieren ser escuchadas y desean aportar ideas, para mejorar las condiciones de vida de los colombianos y es de suma importancia hacerlo, para conseguir los objetivos que estamos buscando y terminar de una vez por todas, las amarguras de los paros, que a nada conducen y que, de seguirse dando, van a acabar con todo lo que hemos construido en la nación, con muchos esfuerzos en nuestra larga historia de vida democrática.

La manera como estoy viendo los famosos diálogos, me está mostrando una soberbia inaceptable de parte del gobierno; y un desacierto continuo y prolongado de los ciudadanos que participan en ellos, porque están exigiendo cosas que son inconcebibles y que valen más que dos o tres reformas tributarias juntas.

Las decisiones que se tomen en común acuerdo, deberán aliviar las amarguras de muchos colombianos que, siempre han vivido en absoluta pobreza y todo por un descuido sistemático del estado que, solo piensa en los grandes señores del país.

 

Creo sin lugar a dudas que escuchar a los ciudadanos de bien, deberá ser la meta de los futuros gobernantes, para tener éxito en sus labores administrativas.

Es bueno traer a la memoria, las grandes amarguras que hemos vivido en los últimos años, para que las soluciones que se van a tomar, tengan que ver con esas angustias:

Los tiempos que estamos viviendo debido a la famosa pandemia China que, nos ha arrebatado a muchos amigos y familiares y tiene quebradas a las pequeñas empresas; a las compañías de aviación; a un porcentaje muy alto de comerciantes; a las grandes cadenas de almacenes; y a los bolsillos de los ciudadanos comunes y corrientes que, vivimos de un pequeño salario, porque los grandes sueldos, en Colombia, solo son para los congresistas y los altos mandos.


Las noticias que,

 muestran las grades angustias del pueblo, dicen:

Que las personas fueron arrastradas, desde el inicio de la pandemia, a la pobreza.

Igualmente, hubo un retroceso de 12 años en pobreza y de 20 en pobreza extrema.

Vale la pena decir:

Que a las malas situaciones que veníamos experimentando muchos pueblos de América, hay que agregar un componente muy peligroso:

 

El malestar civil socio-económico que, se ha venido incubando a lo largo de dos o tres décadas y que, explota como una bomba de tiempo, con proporciones de mucha envergadura y de tal intensidad que, se vuelve inmanejable, porque fue infiltrado por:

Las FARC, el narcotráfico; e ELN, nuestro gran amigo Nicolás Maduro, que se está desquitando de todos los dolores de cabeza que le han causado sus vecinos, ante las corporaciones internacionales; las grandes potencias como: Rusia, Irán, China, y Cuba que, de alguna manera están interesados en acabar con las pocas democracias del planeta.


El resumen de lo que nos está pasando podría ser:

La Pandemia del covid 19 y sus terribles consecuencias; dos millones de personas que. habían salido de la pobreza absoluta, han regresado a ella, en condiciones peores; cerca de tres millones de personas que eran pobres, ahora están en la indigencia; la población joven que, no estudia, ni trabaja, supera los dos millones de habitantes; una inmensa mayoría de colombianos, no tienen casa para vivir y se encuentran metidos en verederos tugurios de pobreza; muchos millones de familias, no cuentan con la renta suficiente, para comprar la canasta familiar básica; etc. etc. etc.

¿Cuáles serían las soluciones a estos problemas?

Creo en mi humilde concepto que, hace falta una reforma tributaria en la que, involucren a los que más tienen, para pagar impuestos y con esos dineros financiar a los más pobres.

Es indispensable, recuperar la economía del país, duramente castigada, por el covid 19, y las malas acciones de los violentos en el mes de marchas, bloqueos y otros periplos que, no permiten las leyes, que han acabado con muchas empresas, que se vieron obligadas a cerrar, por Falta de los insumos, que necesitan para su producción; también es de mucha importancia que, el gobierno, los industriales, los comerciantes y todas las grandes entidades del país, empiecen a generar nuevas fuentes de empleo, para que todos los que están llevando del bulto, tengan derecho a un salario mínimo; y los más importante que el gobierno aplique la norma: Democracia el arte de gobernar sabiamente a los pueblos y no la otra forma: Democracia, el arte de robarle sabiamente a los pueblos.


Es de suma importancia que, el gobierno con los ingresos de esa reforma, en vez de dedícalos a gastos inútiles, como compra de aviones militares; aumentos a los sueldos de los magnates; y tantas otras acciones que debilitan los dineros del estado; cree, apoyos estatales que ayuden a esos colombianos que están en la pobreza absoluta, porque los grandes males sociales que manejamos, se deben a la circunstancia de la pobreza que, obliga a muchos  a vivir de los robos y las  extorsiones y todos aquellos trucos que, se inventan, para financiar sus gastos.

Creo que los recursos jurídicos que nuestros gobernantes han diseñado para desmontar, las componendas del mal, me parecen importantes y me gustaría que lograran demostrarle a los violentos que, a pesar de que la protesta pacífica, está consagrada en las leyes; el libertinaje, los bloqueos, la quemada de los edificios públicos, la tumbada de las estatuas de nuestros hombres ilustres, la matada de los agentes del orden; el saqueo de los comercios; la quenada de buses de transporte público; y todo aquello que, han diseñado, para mostrar su enojo, son delitos y merecen ser castigaos con todo el peso de la ley .

El exministro Pinzón, que suena como próximo embajador en Washington, dice esto de cómo se puede construir un buen país:

“Algunos dicen que Colombia es muy compleja para soluciones sencillas.

Se equivocan.

Construyamos un país en el que nuestros hijos y nietos tengan oportunidades más allá de lo que jamás se ha conocido.

Pensemos en grande.

Querer el país es también querer a nuestros compatriotas”.

Me identifico plenamente con un escritor que esta semana dijo:

“Nadie podrá negar la importancia del diálogo social con quienes protestan pacíficamente. Sin embargo, es bueno también detenerse un instante en el alcance de esos diálogos a los cuales muchos quieren darle el alcance de negociaciones vinculantes. Así resulte obvio, recuérdese que las leyes emanan del congreso y que las autoridades gubernamentales no pueden acordar con particulares la agenda pública. Por ese motivo, los acuerdos para resolver pliegos de peticiones y lograr el levantamiento de paros, no crean obligaciones exigibles como las que derivan de un contrato. Su valor es, apenas, político; y a veces, cuando por haber sido suscritos bajo chantaje contienen compromisos incumplibles, son el punto de partida de nuevos pliegos y paros”.

Como punto final les quiero decir:

Si todos no estamos en condiciones de patrocinar al gobierno, las fuerzas del mal terminarán apoderándose de todo lo que hemos construido en doscientos años de historia.

Sopetrán, junio 4 del 2021.

Darío Sevillano Álvarez.