jueves, 22 de octubre de 2020

La derrota de Trump, podría significar amarguras, para otros gobernantes del planeta.

 

Detrás del triunfo o la derrota de Trump, hay grandes personajes del planeta.

Cuando un presidente no sabe gobernar, todos los medios masivos de comunicación y las redes sociales, se le van en contra, como ha pasado con los cuatro años de administración del infortunado presidente Trump.

Pero estoy convencido de que muchas personalidades del planeta, le están rogando a Dios y a sus Santos, que lo reelijan. 


Para los líderes de Turquía, Corea del Norte y Rusia, las cosas han resultado más o menos bien libradas; aunque con este personaje, no hay decisiones absolutas, porque todos sabemos que cambia de opinión, con la misma regularidad, que cambiamos nuestros pantaloncillos.

Esta semana pudimos ver ese aspecto cuando tildó de idiota, al científico: Fauci; y a la media hora estaba diciendo que es un personaje maravilloso que le cae bien y que le gusta trabajar con él.

Mi opinión es que, si Trump se va del poder, estos líderes entrarían en una etapa de desafíos inmediatos, que nos podrían llevar a una confrontación a nivel del planeta.

Pero, los cálculos de países como China tienen más matices.


Aun así, lo que tienen en común los ganadores, en su mayoría autoritarios, de los cuatro años de Trump en el cargo, es el temor de que su partida signifique el regreso de una política exterior estadounidense más convencional, porque estoy convencido de que Biden, ligeramente empezará a recomponer: Las participaciones en los tratados internacionales; la normalización de las relaciones con las grandes potencias del planeta; la reorganización de los tratados de comercio internacionales, con todos aquellos países, que los Estados Unidos hacen sus negocios; la universalidad de los valores de las democracias; la lucha contra el cambio climático; la defensa de los derechos humanos; y muchas otras cosas más, que a muchos gobernantes no les van a gustar.

Recuerden esta frase famosa de Biden: “Este presidente recibe a todos los matones del mundo”

Todos estos grandes populistas, están esperando que Trump gane las elecciones, para que en Estados Unidos se sigan descomponiendo y ellos puedan beneficiarse de esa descomposición.

También me parece, que los ciudadanos de los Estados Unidos, ya están evaluando la gran descomposición, que ha causado su ídolo y están pensando seriamente en saber elegir mejor.

Claro está que, en acontecimientos politiqueros, como son estas elecciones, puede pasar cualquier cosa que no esperábamos y en ese caso nos tenemos que echar la bendición con la mano izquierda, como dicen en mi tierra, cuando algo, sale mal.


Analicemos con cabeza fría a cada uno de esos personajes, que deben estar a alumbrando a todos los santos del cielo para que su majestad el pobre rico: Donald Trump, siga con el poder.

Kim Jong Un.

“Ninguna relación con Estados Unidos cambió más que la de Corea del Norte bajo el Gobierno de Trump.

Lo que comenzó con amenazas e insultos mutuos se transformó en un amor a veces extraño cuando Kim y Trump se reunieron tres veces e intercambiaron más de dos docenas de cartas, mostrando su química “misteriosamente maravillosa”.

El candidato Biden, ha manifestado que se reunirá con él, cuando cumpla unas condiciones previas, lo que prevé, que no habrá levantamiento de las sanciones que Estados Unidos le ha impuesto a Corea del Norte, que tienen al régimen en calzas prietas, con una recesión de dos décadas acumuladas.


Mohammed bin Salman.

“Trump marcó la pauta de su enfoque frente a las relaciones internacionales en Arabia Saudita y eligió a Riad para su primera visita al extranjero en 2017.

Fue recibido por una enorme imagen de su propio rostro proyectada en la fachada del hotel palaciego donde se hospedaba su delegación”.

“El príncipe heredero de Arabia Saudita logró importantes avances, sobre todo la retirada de Trump del acuerdo nuclear de 2015 con Irán, el mayor rival de su país.

Trump también ofreció apoyo personal y vetó las sanciones del Congreso cuando MBS, como se le conoce, fue asediado por acusaciones en 2018 de que había ordenado el asesinato de un destacado crítico del régimen, Jamal Khashoggi”.

“Ha habido decepciones para Arabia Saudita, en particular el hecho de que Trump no respondiera militarmente después de un ataque en 2019 a las instalaciones petroleras en el este de Arabia Saudita, que Estados Unidos atribuyó a Irán.

Los líderes sauditas dicen que están seguros de que podrían abrirse camino ante un Gobierno de Biden.

Aun así, sin Trump, es probable que regrese un enfoque más tradicional de Estados Unidos frente a los derechos humanos y se podría abrir una puerta para reactivar el acuerdo con Irán”.


Recep Tayyip Erdogan.

“Si alguien confía más en Trump que MBS para su protección política, es el presidente de Turquía.

Trump se ha mantenido prácticamente solo entre Turquía y la imposición de sanciones del Congreso por la decisión de Erdogan de comprar el sistema de misiles de defensa aérea S-400 de Rusia, a pesar de ser un aliado de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN.

Su vínculo personal permitió a Erdogan persuadir a Trump de que retirara las tropas estadounidenses de las áreas kurdas del norte de Siria para que Turquía pudiera enviar sus propias fuerzas para tomar el control de la zona.

Trump tomó esa decisión sin consultar al Pentágono, ni a los aliados de Estados Unidos en la lucha contra el Estado Islámico en Siria, incluidos el Reino Unido, Francia y los combatientes kurdos que Turquía considera terroristas.

Con las sanciones listas para su aplicación y Biden pidiendo previamente a Estados Unidos que apoye a los partidos de oposición turcos, Erdogan puede ser el que tiene más que perder con la partida de Trump”.


"Trump ha sido más agresivo con China que cualquier presidente estadounidense en la memoria reciente, imponiendo aranceles a los productos chinos y actuando para restringir su acceso a tecnologías clave.

Sin embargo, los funcionarios chinos han dicho que, en general, los líderes preferirían que Trump se quedara.

Trump sacudió el sistema de alianzas posteriores a la Segunda Guerra Mundial que China ve como una restricción a sus ambiciones geopolíticas, lo que lo benefició de forma considerable.

 También socavó la estatura internacional de Estados Unidos al salir de acuerdos en pos de políticas de “Estados Unidos primero”, creando oportunidades para que el presidente chino llenara el vacío de liderazgo resultante en todo, desde el comercio hasta el cambio climático.

La preocupación de Pekín sobre Biden es que intentaría crear un frente internacional más coordinado para tratar con China, mientras mantiene la presión sobre el comercio y la tecnología.

Aun así, China podría beneficiarse de una relación menos emotiva con Washington si Trump pierde, según Zhu Feng, profesor de relaciones internacionales en la Universidad de Nanjing.

“¿La gente realmente quiere que China y Estados Unidos entren en una guerra fría?”

Pero hay algo para agregar, porque como la politiquería es tan sucia, las malas lengas dicen que Trump, a pesar de sus controversias con China, tiene una buena cuenta en bancos de esa nación.

Con personas como Trump, es casi un imposible adivinar lo que quiere, respecto a la política internacional y lo que creo, es que no sabe nada acerca de este espinoso tema".


Vladimir Putin

"La presunta intromisión de Rusia en las elecciones de 2016 produjo una investigación formal de Estados Unidos y un informe de 448 páginas.

 Pero de alguna manera, Putin se llevó el premio gordo.

En el cargo, Trump ha cuestionado el valor de la OTAN e incluso el estatus de países como Alemania como aliados, debilitando una alianza transatlántica que los líderes rusos y soviéticos desde Joseph Stalin han tratado de romper.

Hay muchas razones para pensar que la tendencia continuaría durante una segunda Administración de Trump.

 No obstante, el presidente de Rusia ha logrado poco de los beneficios que deseaba, desde el levantamiento de las sanciones hasta el progreso en el control de armas.

Los funcionarios rusos ven pocas perspectivas de progreso y menos bajo la Administración de Biden.

En lugar de lamentar el estado de ánimo antiruso, el Kremlin podría intentar cambiarlo, según Fiona Hill, directora senior de asuntos europeos y rusos del Consejo de Seguridad Nacional hasta 2019".




"Para el presidente de Brasil, Trump es un alma gemela política.

A medida que las encuestas de opinión estadounidenses se han inclinado a favor de Biden, Bolsonaro se ha preocupado cada vez más por el futuro de sus vínculos con la Casa Blanca, según un alto miembro del gabinete.

Desde que asumió el cargo en 2019, Bolsonaro ha cambiado la tradición brasileña de una política exterior equidistante de décadas de antigüedad en favor de la alineación automática con Estados Unidos y sus aliados.

A cambio, Trump levantó la prohibición de las importaciones de carne fresca, apoyó la propuesta de Brasil de unirse a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico y firmó acuerdos para la cooperación en defensa y exploración espacial.

El ministro de Relaciones Exteriores, Ernesto Araujo, ha dicho que Brasil no tendría ningún problema con un Gobierno de Biden, pero las políticas ambientales de Bolsonaro enfrentarían una fuerte oposición.

Biden ha sugerido que Brasil podría enfrentar consecuencias económicas si no detiene la deforestación de la Amazonía".


Benjamín Netanyahu.

"Trump rompió en repetidas ocasiones el precedente estadounidense para impulsar la agenda nacionalista del líder israelí, reconociendo la soberanía israelí en los disputados Altos del Golán y trasladando la embajada estadounidense a Jerusalén.

Los planes para anexar partes de Cisjordania palestina se han archivado, pero podrían reactivarse en un segundo mandato de Trump.

La verdadera recompensa se produjo en septiembre, cuando Trump negoció acuerdos de normalización entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos y Bahrein, pero ha habido un costo:

El apoyo bipartidista a Israel en el Congreso se ha erosionado.

Muchos israelíes temen que su país se enfrente a un mayor escrutinio bajo la Administración de Biden, mientras que las cúpulas de seguridad están preocupadas por el regreso de Estados Unidos al acuerdo nuclear con Irán".


Como ven las condiciones que prevalecen frente a estas elecciones en los Estados Unidos, son muy preocupantes para muchos países del planeta.

Vale la pena, tener en cuenta estas anotaciones, porque la situación geopolítica del planeta, en cualquier momento, no puede dar muchísimas sorpresas.


Sopetrán, octubre 21 del 2020.

Darío Sevillano Álvarez.






Una terrible amenaza, para la democracia americana.

 

Los republicanos, con Trump a la cabeza, son una peligrosa amenaza para los Estados Unidos y para el planeta.


Con mucha frecuencia decimos esta frase: “La historia se repite”, y en los Estados Unidos estamos viendo un ejemplo patente de ese axioma.

Recordemos que nerón, que fue una bestia personalizada en un humano, tocaba el arpa, mientras la ciudad de Roma era desbastada por un incendio, que según anuncian algunos historiadores, habría sido ordenado por Él.


Aunque las comparaciones casi siempre son odiosas, Donald Trump, juega beisbol en sus famosas canchas; mientras California arde a toda máquina, porque los incendios, no se han podido controlar y; Estados unidos, le aporta al coronavirus, las hermosas sumas de, dos millones y medio de contagiados y más de doscientos mil muertos.

Esto estaría diciendo, que nuestro personaje no es tan ilustre y que resultó, más peligroso que el famoso Nerón de la historia universal.

Y como la historia es la ciencia que divulga todas las atrocidades que los humanos cometemos y las lleva de lado a lado del planeta, siempre se estará diciendo que Donal Trump, es sin duda alguna, la figura política más peligrosa de los primeros años del siglo XXI y el peor presidente que hayan tenidos los americanos, por sus posiciones de excepcional crueldad e inhumana desconsideración, con los miembros de la sociedad estadinense, que se le había entregado para que tutelara, por espacio de cuatro años.


Los cuatro años del gobierno de Trump, han sido un completo desastre, para los Estados Unidos y para los habitantes del planeta, porque siempre estuvieron acompañados de: Pésimas decisiones; tuits cagados de tonterías; malos comportamientos a nivel de las colaboraciones de su país, en favor de las grandes entidades de la tierra; la cantidad incontable de mentiras, que lo acompañan, porque es un genio diseñándolas; y una cantidad de bobaliconadas, que solo se le ocurren a los niños escolares, que aún no tienen la capacidad para hacerlo; y lo peor, lo tuvimos que soportar 90 minutos en las grandes cadenas de televisión, vendiendo un debate presidencial, que demostró, que este personaje, no es presidenciable y que nos concedió la razón a aquellos que siempre hemos sostenido que es un pobre demente, que debiera estar en un manicomio y no en la casa blanca de los Estados Unidos.


Hasta mediados del mes de Julio de este año, este mentiroso patológico, nos había metido, según lo cuenta en sus columnas, Washington post, 20.000 mentiras o declaraciones engañosas.

Por estas razones, salió tan mal librado el debate de los dos candidatos, pues este distinguido payaso, creyó que estaba jugando a las peleas con su contrincante y fue tanta su capacidad de ofenderlo, que lo sacó de las márgenes de la cultura y lo llevó al mismo estilo de batalla que estaba utilizando.

Es bueno recordar, la respuesta tan mentirosa que dio, cuando se le preguntó, cuanto había pagado en impuestos a las ganancias del estado y respondió muy impávido: He pagado millones; con esta respuesta lo que buscaba era que no lo acosaran más con esa peligrosa pregunta y que se le interrogara sobre cosas más agradables.

Aún más perturbadora resultó su reticencia a denunciar a los supremacistas blancos y a grupos extremistas violentos como los Proud Boys, a quienes les dijo “retrocedan y esperen”.

Sumado a su reticencia a comprometerse con una transición pacífica del poder y a sus esfuerzos persistentes por deslegitimar el proceso electoral, el comportamiento de Trump en el período previo a la elección ha planteado, cada vez más, una amenaza para la democracia norteamericana.


Todas aquellas virtudes democráticas que le adjudicábamos a los Estados Unidos, se fueron lanza en ristre, con los cuatro años de gobierno de este peligroso maniático, porque: No cree en la democracia; no lo alagan las demás formas de gobierno; ataca las cortes, como si fueran sus súbditas; arremete contra todas las instituciones de tipo internacional; para él, no hay pesos ni contrapesos, porque según sus doctrina, el Presidente, es el único dueño del poder; como es tan bruto, no sabe entender las grandes amarguras del planeta a nivel ecológico, porque sus capacidades son muy limitadas; se ha convertido en el hazmerreír de todos los medios masivos de comunicación y por esa razón los ataca casi que a mano armada; solo a él se le ocurre la falsa idea de construir un muro, para separare de México, por el narcotráfico y por la entrada libre de muchas personas que buscan el sueño americano.

Supongo que todos creen como yo, que los Estados Unidos, perdieron todo lo que habían conseguido, con muchos esfuerzos, a nivel de liderazgo, después de la segunda guerra mundial.

El proyecto de democracia de los Estados Unidos, una de las más rancias y especiales del planeta, terminó en picada y no hay palo que la tenga, si Trump sigue en la presidencia.

La razón que tengo para afirmar esto es: Las normas de las democracias actuales, son muy frágiles, frente a las angustias que los gobernantes del planeta le han causado, porque ninguno de los que están gobernando, las quieren cumplir.


Perece que el gran placer de los gobernantes modernos, es saltarse todo principio de democracia y manejar las cosas, como mejor les conviene.

Los países democráticos, son entidades llenas de leyes, que les sirven como herramientas, para gobernar bien; pero las leyes no funcionan, sin la voluntad política de la persona que esta gobernando, no las quiere aplicar.

Les recuerdo algo muy importante, en relación con los Estados Unidos:

George Washington, el primer presidente de Estados Unidos, decidió que sólo gobernaría durante dos mandatos y eso creó una norma que no se rompería hasta la presidencia de Franklin D. Roosevelt.


Después de eso, una enmienda constitucional codificó el límite de dos mandatos.

En los últimos cuatro años, Trump y sus colegas republicanos han llevado la destrucción de las normas a un nuevo nivel, deshonrándose a sí mismos y minando las instituciones que supuestamente deben defender.

Cuando era candidato en 2016, Trump se negó a revelar sus declaraciones de impuestos.

Y, ya en el poder, ha despedido a inspectores generales por hacer su trabajo; en repetidas ocasiones ignoró conflictos de intereses y se benefició de su cargo; socavó a los científicos independientes y a las agencias críticas; intentó una supresión directa de votantes y; extorsionó a gobiernos extranjeros en un intento por difamar a sus opositores políticos.


Una de las grandes amarguras de los fundadores del pueblo americano, era: Que surgiera un demagogo que fuera capaz de destruir el estado desde adentro y por esa razón, establecieron un sistema de democracia representativa indirecta, con el Colegio Electoral y un sistema de lo que supuestamente tenían que ser controles y contrapesos robustos, pero después de 233 años de manejo, la estructura institucional dejó de ser  operativa; porque entre el senado de mayoría republicana y un presidente, con ínfulas de loco y grandes prerrogativas de atrevido, acabaron con la estructura gubernamental y si el pueblo sigue respaldando a este importante hombre, creo que acabaron con la mejor democracia del planeta y lo están disfrutando; porque se ríe de todos, en medio de su cinismo.


Hay una tarea abrumadora por delante.

Además de encontrarle una solución a una pandemia fuera de control; a una creciente desigualdad y; a la crisis climática, también existe una necesidad urgente de rescatar a la democracia norteamericana.

Los republicanos vienen ignorando desde hace mucho tiempo sus juramentos al cargo, de manera que las normas democráticas tendrán que ser remplazadas por leyes.

Pero esto no será fácil.

Cuando se las observa, las normas suelen ser preferibles a las leyes, porque se pueden adaptar más fácilmente a las circunstancias futuras.

Especialmente en la sociedad litigiosa de Estados Unidos, siempre estarán los que estén dispuestos a evadir las leyes honrando su letra, pero violando su espíritu.


La voluntad claramente expresada de la mayoría coloca al Partido Republicano en una posición imposible:

El partido no puede perseguir su agenda impopular y al mismo tiempo defender la gobernanza honesta, transparente y democrática.

Es por eso que hoy está librando una guerra abierta contra la democracia norteamericana, redoblando la apuesta para: Privar de derechos a los votantes; politizar el sistema judicial y la burocracia federal y; garantizar el gobierno de la minoría a través de tácticas como la manipulación partidaria.

Como el Partido Republicano ya ha hecho su trato con el diablo, no hay motivos para esperar que sus miembros vayan a respaldar alguna iniciativa para renovar y proteger a la democracia norteamericana.

 La única opción que les queda a los norteamericanos es otorgarles una victoria abrumadora a los demócratas en todos los niveles en la elección del mes próximo.

La democracia de Estados Unidos pende de un hilo.

Si falla, los enemigos de la democracia en el mundo saldrán victoriosos.


Sopetrán, octubre19 del 2020.

Darío Sevillano Álvarez.