martes, 18 de abril de 2017

Una luz de esperanza y tranquilidad, en medio de tantas tormentas.


El Papa Emérito Benedicto XVI, es un ejemplo de humildad frente a las leyes eclesiásticas de su sucesor el Papa Francisco I.

Empiezo por decirles que a nadie se le ocurre decirle Francisco I, a nuestro Papa actual, pero como en el futuro puede haber otros Papas, que quieran llamarse Franciscos, es mejor empezar diciéndole su nombre, acompañado del numeral ordinal que lo caracteriza.


Pero este artículo, se va a especializar en hablar del Papa Emérito Benedicto XVI y la humildad que lo acompaña.


Así se vestía, cuando estaba ejerciendo el Papado.
Benedicto XVI, cuyo nombre de pila es: Joseph Aloisius Ratzinger Rieger, nació en la Baviera alemana, el 16 de Abril del año 1927 y le toco desempeñarse, como el Papa número 265 de la iglesia católica.

Pero cuando había ejercido el Papado por espacio de ocho años, empezó a sentirse cansado y a ver cientos problemas que la iglesia estaba presentando y que tal vez, no iba a ser capaz de manejarlos, apeló al Código de Derecho Canónico, canon 332, párrafo 2.en donde la figura de la renuncia del Papa es un acto jurídico totalmente válido.

Cito el canon: 

"Si el Romano Pontífice renunciase a su oficio, se requiere para la validez que la renuncia sea libre y se manifieste formalmente, pero no que sea aceptada por nadie”. 

Los dos puntos fundamentales son, por lo tanto, la libertad y la manifestación debida. Libertad y manifestación pública, y el consistorio donde el Papa ha manifestado su voluntad, es público". 


Como su renuncia, fue una noticia que causó mucho revuelo en el planeta, porque no estábamos acostumbrados a ver que un Papa renunciara, puesto que todos los que habíamos conocido, morían en su cargo, al Vaticano esa renuncia, le cayó como un balde de agua fría, y por esa razón estuvieron discutiendo, por espacio de dos semanas, cuales serían las condiciones que el Papa renunciante debiera cumplir.


Y después de muchas discusiones, los juristas del vaticano legislaron así:
Cito el documento completo que muestra Wikipedia:

Denominación:

Conservará su nombre de pontífice y el tratamiento de "Su Santidad". Su título será "papa emérito" o "Romano Pontífice emérito".

Anillo del pescador y Sello de plomo: Se anulan, trazando dos líneas formando una cruz. Ambos emblemas son entregados a la Secretaría de Estado de la Santa Sede para luego ser anulados por el cardenal camarlengo de la Iglesia católica y sus auxiliares.

Vestimenta:

Solideo: Continuará usando el solideo blanco pontificio.

Palio y mitra

Al retirarse el papa, deja de participar en eventos oficiales, por lo que estos símbolos dejan de usarse públicamente. 

Sin embargo, por su pertenencia al orden episcopal, Benedicto XVI puede usar la mitra: tal fue el caso de su presencia pública durante la canonización de los papas Juan XXIII y Juan Pablo II, en la cual utilizó la mitra junto a muchos otros miembros del episcopado.

Hábito: Hábito talar blanco sencillo (se elimina la esclavina o capa sobre los hombros).


Zapatos: 

Se dejarán de usar los tradicionales zapatos rojos.
Todos los otros símbolos del pontífice se dejarán de usar, pasando al sucesor.
Cámara papal, capilla privada, departamento papal, estudio papal y ascensor a los aposentos papales: 

Al momento de la renuncia, se sellan los aposentos privados del papa, hasta que el nuevo pontífice sea elegido por el cónclave, para entonces empezar la renovación de dichas estancias.

Seguridad: 

A la renuncia del papa, la Guardia Suiza Pontificia, deja de custodiar al papa emérito, siendo a partir de ese momento obligación del Cuerpo de Gendarmería de la Ciudad del Vaticano.

Vivienda: 

Durante el tiempo de sede vacante y hasta el 2 de mayo de 2013, Benedicto XVI residió en Castel Gandolfo; el 2 de mayo se trasladó al monasterio Mater Ecclesiae que se encuentra en los jardines de la Ciudad del Vaticano.


El historial de trabajo del Papa Emérito, lo dan muchos portales de Internet, pero les voy a citar el más completo que me encontré, que corresponde a Wikipedia:

2013:

El 23 de marzo en Castel Gandolfo, donde Benedicto XVI pasó dos meses hasta que se habilitó el monasterio vaticano Mater Ecclesiae, donde reside desde el 2 de mayo de 2013. En esa ocasión conversó con el nuevo pontífice hacia quien mostró su total lealtad.

El 5 de julio, ya con 86 años, en la inauguración de una estatua de San Miguel Arcángel en los Jardines Vaticanos

El acto fue presidido por Francisco, y Benedicto se limitó a asistir como invitado de honor. 

Delante de las cámaras, el papa emérito felicitó a Francisco por la inminente JMJ en Río de Janeiro.

El 1 de septiembre celebró misa con sus antiguos alumnos de Teología. 

Esta vez trascendieron solo algunas fotografías.

El 13 de octubre recibió en su monasterio de la Ciudad del Vaticano la imagen de la Virgen de Fátima, que había sido trasladada desde Portugal.


El 23 de diciembre fue visitado por Francisco en el monasterio Mater Ecclesiae con motivo de las vísperas navideñas, ocasión en que oraron juntos y mantuvieron un coloquio privado. 

Días después, Benedicto le devolvió la visita.
2014:

El 22 de febrero asistió al primer Consistorio público del pontificado de Francisco, en la Basílica de San Pedro.

El 27 de abril participó de la ceremonia de canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II.

El 29 de septiembre concelebró misa con sus antiguos alumnos.

El 28 de septiembre en la Misa de los abuelos.

El 19 de octubre en la ceremonia de beatificación de Pablo VI.


2015:

El 15 de febrero asistió al segundo Consistorio público del pontificado de Francisco, en la Basílica de San Pedro.

El 6 de julio recibió un doctorado Honoris Causa de la Pontificia Universidad Juan Pablo II y otro de la Academia de Música de Cracovia, ambos en música sacra por sus aportes a este campo.

El 8 de diciembre asistió en la Basílica de San Pedro, por invitación del papa Francisco, a la apertura de la puerta santa para el inicio del año santo.

2016:

El 23 de mayo publicó un comunicado en el cual desmentía los rumores acerca del tercer misterio de Fátima, confirmando que este ha sido publicado íntegramente.

El 28 de junio con motivo del 65 aniversario de su ordenación sacerdotal, se reunió en público con el papa Francisco y varios cardenales en la Sala Clementina, donde se le rindió un sencillo homenaje a su labor sacerdotal, dedicándole Francisco unas palabras de agradecimiento, siendo correspondidas con un breve discurso por parte del papa emérito.


En septiembre, salió a la luz un libro entrevista que escribió en compañía del periodista Peter Seewald, en donde hace un balance de su pontificado y habla de temas como su joven postura frente a la encíclica Humanae vitae, su relación con el teólogo Hans Küng y otros temas de su vida personal.

El 19 de noviembre se reunió con el Papa Francisco y los nuevos miembros del colegio cardenalicio creados inmediatamente antes del encuentro en el tercer consistorio celebrado por Francisco.


Aunque las dos personalidades, El Papa Francisco y el Papa Emérito, son diametralmente opuestas, Ratzinger, nunca ha argumentado, nada en contra de los mandatos de la Iglesia, proclamados bajo la autoridad del Papa Francisco.

Joseph Ratzinger, el primer papa emérito de la historia, dio el paso al lado más importante que se recuerda en el Vaticano, desde entonces, vive en el convento de monjas Mater Ecclesiae, a escasos centenares de metros, del papa Francisco, ambos visten prácticamente igual, pero Benedicto XVI lo hace retirado de la vida pública, en silencio y oculto, tal y como prometió, sin rechazar las normas que su sucesor proclama, es prácticamente un feligrés más.

Esto para mí, es la más importante norma de comportamiento y humildad, que pueda tener un humano, que fue un miembro tan importante de la Iglesia de Cristo.

Como punto final, les quiero contar que Ratzinger, que es un buen músico, cada que sus dedos enfermos se lo permiten, interpreta algunas melodías en su piano.


Su secretario privado nos cuenta, que su salud, aunque está muy desgastada, no lo tiene al borde de la muerte, pero dice que su vida se está extinguiendo lenta, pero seguramente, como se apaga la lumbre de una lámpara, que se queda sin combustible.

Recordemos que nuestro hombre, ya cumplió los noventa años.

Sopetrán, Abril 16 del 2017.

Darío Sevillano Álvarez.