Arquitectura sopetranera.
Por: Darío Sevillano Álvarez.
Templo Parroquial de Nuestra Señora de La Asunción
de Sopetrán, diseñado por Don Juan Buesso de Valdés y empezado a construir en
el año de: 1674.
INTRODUCCION
El documento que nos presenta Don Darío Sevillano, nos llevara en un
viaje a través del tiempo de la arquitectura
Sopetranera a nivel paisajístico y urbano, será la solución para conservar
nuestra cultura y nuestra calidad de vida, que mirada dentro de un contexto
ecológico, se convertirá en un reto para nuestra generación la preservación de
ella teniendo en cuenta que nuestros políticos y dirigentes están
caracterizados por contar con una cultura industrial, una falta de
conocimientos de nuestras raíces, por consiguiente una carencia de criterios
para no destruir este conjunto de obras arquitectónicas que reflejan nuestro
pasado y presente de nuestro pueblo.
En su afán por mejorarlo, los Sacerdotes, han hecho
unas revolturas de órdenes arquitectónicos, como este rosetón de arte gótico, que
remplazó a la vieja claraboya de arte romano simple o toscano.
Para lograr entender un poco este concepto debemos remontarnos a
analizar como nuestra cultura cambio desde principios del siglo pasado cuando
comenzó la revolución industrial, la era del acero, la sistematización, la
industrialización, cambiaron nuestra vida para siempre, por lo cual la ciudad
no es el inevitable resultado de las actividades constructoras de una sociedad.
Una ciudad puede ser construida y luego prosperar solo si representa la meta
colectiva de los individuos, la sociedad y las instituciones. Una ciudad no es
un accidente pero si el resultado de visiones y objetivos coherentes. Es una
invención del espíritu humano. Sin esta idea guiadora no habría civilización
urbana.
La era industrial trajo consigo la zonificación funcional popularizada
por la carta de Atenas de 1931 fue, contraria a sus pretensiones universales,
una técnica para el desarrollo industrial. Es el instrumento para la expansión
industrial que es tan efectivo como rudimentario. Ella inevitablemente conduce
a la ruptura de asentamientos polifuncionales integrados (ciudades, parroquias,
pueblos dormitorio, centro comerciales, zona industriales, centros de negocios,
etc.), como en nuestro caso vemos unos buenos ejemplos en ciudades como
Medellín, Bogotá, Cali entre otras y unas con timidez pero siendo ya una
realidad en Santa Fe de Antioquia y San Jerónimo.
La zonificación en vez de estimular la integración orgánica de las
funciones urbanas, impone su segregación mecánica. Aunque los controles de
ruido y polución permiten la integración o proximidad de la mayoría de los
lugares de trabajo, con otros usos, la zonificación perpetúa la separación de
funciones siendo innecesarias y anacrónicas ya que es anti-urbano y anti-ecológico.
Estatua colosal de San Roque, incrustada en la
torre derecha del templo, antiguo patrono de Córdoba, en donde nació Sopetrán
en el año de: 1616.
El objeto fundamental de la zonificación es organizar cada parte del
territorio de tal forma que el ciudadano pueda realizar solo una función en un
solo lugar a la vez. El segundo objetivo de la zonificación es la movilización
diaria de toda la sociedad (adultos, ancianos, jóvenes, niños, bebes, enfermos
y saludables, pobres y ricos, empleados y desempleados) para acometer las
simples tareas diarias. La zonificación ha hecho extremadamente compleja y
derrochadora, en términos de tiempo de transporte, a la vida moderna. La
consecuencia más notable de la zonificación funcional es que garantiza el
máximo consumo de unidades de tiempo, energía, equipamiento y tierra para la
ejecución de las funciones diarias de toda sociedad.
Estatua colosal de San Nicolás de Bary, incrustada
en la torre izquierda, otra de las parroquias que integraban al viejo Sopetrán.
La circulación de la gente, bienes e información representan la
principal actividad de metabolismo industrial del hombre con la naturaleza.
Calles, carreteras, canales, corredores aéreos, tubería y cableado
constituyen el sistema arterial de esta sociedad atomizada. El carro, el metro,
el avión, las computadoras, el teléfono, el internet y la televisión son sus
principales instrumentos, las extensiones necesarias del cuerpo humano y la
mente.
Columna recién remodelada, ellas fueron en un
principio, toscanas, pero en las remodelaciones, han sufridos varias
transformaciones, como: Colocarles hojas de acanto, que pertenecen al romano
compuesto, una pintura imitación mármol que no pertenece a este templo y un
mosaico imitación ladrillo, que pertenece al arte moderno.
La zonificación funcional reemplaza el orden orgánico de la sociedad con
el desorden mecánico de los suburbios y la ausencia de verdaderos centros y centralidades.
La fragmentación de una sociedad genera instantáneamente la destrucción
del campo y bosques, naturaleza, recursos naturales y humanos en simples
estadísticas expresadas en cifras y densidades.
La lógica industrial pareciera estar en conflicto con la lógica social y
ecológica, la lógica ética y estética. Transforma a cada ciudadano en un
potencial e involuntario agente de desperdicio de energía-
El metabolismo entre los barrios y el centro están condenados desde el
principio a una fatal corrosión. Esta fatalidad debe ser reversada si hemos de
evitar promover nuevas formas de barbarismo. La movilidad obligatoria de las
masas sub-urbanas representa una amenaza a la ciudad y el campo. Este síndrome
moderno puede ser controlado únicamente a través del desarrollo de un centro
urbano dentro de los suburbios. La economía urbana no crecerá por expansión
hacia el campo adyacente o hacia un sobre desarrollo de los centros históricos
pero más bien a través de un redesarrollo y crecimiento internos de los suburbios.
Las labores de desarrollo en los centros históricos deberían ser
redefinidas de acuerdo a las siguientes metas: definir sus parámetros y
completar las aéreas de construcción, tipos de calle y plazas públicas,
técnicas de construcción y arquitectura, en armonía con los patrones
existentes, ajustar lotes de distintas
proporciones y usos a las capacidades estructurales del municipio o barrio
existente, introducir todas las funciones urbanas a distancia peatonal una de
otra.
Todo el mantenimiento, conservación, restauración y reconstrucción
debería usar técnicas de construcción tradicionales.
Vemos entonces como la economía modela nuestro ambiente, en efecto,
podría ser que la mayoría de edificios construidos en el futuro por una
economía de mercado fueran una sucesión de intereses particulares y no comunes
de toda una población, por ello el desarrollo industrial que realizan nuestros
actuales legisladores, arquitectos y proyectistas están sirviendo al interés
privado.
Si los mecanismos del mercado libre y el centralismo estatal han
demostrado incapacidad de crear un verdadero dominio público uno tiene que
concluir que las autoridades públicas pueden ser las adecuadas para contratar
planes maestros con profesionales independientes.
En la fotografía se aprecian algunas de las
revolturas de orden arquitectónico como: Las hojas de acanto, tanto en los
capiteles, como en los arcos y la moldura ornamental: Torcidos, que acompaña a
la faja del arquitrabe.
Es muy frecuentemente olvidado en nuestros países que las ciudades y el
campo no son transformadas por actividades caóticas, incontroladas pero más
bien por decisiones políticas y legislativas que determinan densidades
residenciales, zonificación, uso del suelo, índices de ocupación y alturas,
como también la forma, apariencia y finalmente el significado de edificio o
construcción. La estructura y apariencia de las ciudades y del campo como
cualquier organismo vivo, natural debe de tener límites definidos, debe de
tener un tamaño máximo y mínimo en términos de área y volumen, el perfil de una
ciudad y el número de habitantes y las actividades que pueda contener y ser
desarrolladas.
Exactamente como un individuo que ha alcanzado la madurez, una ciudad
“madura” no puede seguir agrandándose sin perder la calidad de vida. Tal como una familia, una ciudad
puede crecer siendo esta policentrica y polinuclear.
La unidad de construcción básica de la ciudad policentrica es el barrio
autónomo, una verdadera ciudad dentro de la ciudad.
En la administración del Padre Gerardo Martínez
Madrigal, que luego ascendió a Obispo y ejerció en la diócesis de Garzón,
fueron importados dos ángeles de mármol de carrara, para portar los
dispensadores del agua bendita, que sirve como sacramental a los fieles.
La arquitectura tradicional no es algo que pueda ser adquirido de una
vez y por todas, no se compra en un almacén. Es transmitida de individuo a
individuo y su calidad crece con cada generación. Puede desintegrarse de
repente después de alcanzar grandes logros. Una ciudad como un organismo vivo,
se encuentra a sí mismo en un permanente proceso de reconstrucción.
La arquitectura tradicional se conserva como un lenguaje vivo, como lo
veremos en este documento que nos lleva en un viaje a través del tiempo donde a
través de generaciones fueron construyendo un pueblo llamado Sopetrán, que
relata y nos muestra de manera práctica su arquitectura, sus espacios públicos,
sus calles que durante siglos se han construidos en un valor arquitectónico y
un legado para nuestros descendientes, en este documento podremos aprender su
gramática y usar su vocabulario.
Todos los edificios, grandes o pequeños, públicos o privados, tienen una
cara pública, una fachada, ellos por lo tanto, sin excepción, tienen un efecto
positivo o negativo, en la calidad de vida, enriqueciendo o empobreciendo en
una forma duradera y radical nuestro hábitat. La arquitectura de la ciudad y el
espacio público es un tema de interés común en la misma proporción a las leyes
y el idioma; ella es la base la civilidad y la civilización. Sin una aceptación
común no podría haber constitución ni mantenimiento de una vida civilizada
normal. Ella no puede ser impuesta. Y aun “el hogar” sobrevive en todos
nosotros como el refugio más profundo. La noción de hogar aun tiene significado
fundamental para cada uno de nosotros porque venimos de alguna parte y todos
sentimos la necesidad de pertenecer. Si este deseo no es satisfecho se
convierte en dolor. Nuestro ideal de ciudad hermosa, de una casa hermosa, no es
utópico; como tampoco son la fantasía. Lo esencial en el este arte no es tanto
la belleza de las ideas sino la belleza de los resultados, de lo que el ojo
puede ver desde el detalle a la totalidad, sin preparación o explicación
alguna. Ante el panorama de una ciudad bella, frecuentemente somos golpeados
por la esplendida coherencia del todo, la forma, la intención, los materiales y
los colores. Por otro lado, nada puede ser más aburrido que la fealdad, no
existe defensa contra sus fuertes efectos corrosivos. Una bella construcción
por sí misma es incapaz de mejorar un miserable asentamiento, pero una fea y
única construcción, puede matar el espíritu de una ciudad orgullosa. La belleza
de un conjunto, de una ciudad o de un paisaje representa un estado de
equilibrio extremadamente vulnerable o frágil. Al crear o transformar ciudades
nos creamos a nosotros mismos. Nuestros más queridos recuerdos generan el
veneno del remordimiento, de perdida irrecuperable e incluso de odio por los
que más apreciamos. Una bella ciudad como Sopetrán, una bella casa Sopetranera,
son nuestro hogar para todos, un hogar universal. Pero si perdemos este
objetivo construiremos nuestro propio exilio aquí en la tierra. Para evitar
este exilio debemos de conocer y amar lo que por tanto tiempo nuestros
antepasados nos han dejado como legado y que magistralmente Don Darío Sevillano
ha recogido y recopilado para que este lenguaje vivo de una ciudad bella que
muy pocos conocen su gramática y su lenguaje, puedan valorar y transmitir de
generación en generación antes de que la modernidad destruya nuestro hogar, y sin que nos demos cuenta
estemos cavando nuestra propia destrucción.
JORGE JHON VIEIRA HOYOS.
En cada una de las ventanas del templo, hay un
vitral que representa uno de los sacramentos; este es el del matrimonio.
COMENTARIOS AL
TRATADO DE "ARQUITECTURA
SOPETRÁNERA" DE DON
DARÍO SEVILLANO ALVAREZ.
He tenido el deleite de admirar con mis ojos y mi
mente la calidez y la cientificidad del trabajo realizado por don Darío Sevillano sobre la Arquitectura
Sopetranera, que mediante una formidable redacción, no exenta de su crítica implacable como es su estilo, e
ilustrada con una colección de fotografías policromas, diseños, mapas y
bocetos, me presentó como un regalo de navidad el 22 de diciembre
de 2009.
Este valioso "aguinaldo" nos presenta las
construcciones de Sopetrán, desde
los bohíos en donde habitaban los indios, antes de la llegada de los españoles, cuando nuestro pueblo era conocido
como Las Guamas, hasta nuestros días. Las construcciones que conformaron
la historia arquitectónica de nuestro
pueblo, sólo existen en el papel, ya sea en los escritos o en las fotografías
de la época, razón por la cual, el trabajo de Don Darío, se constituye en una joya de la memoria cultural de Sopetrán.
En un ingente esfuerzo del autor, van apareciendo
las maravillas arquitectónicas Sopetraneras, que
a fuerza de verlas todos los días, pasan
inadvertidas a los ojos del pueblo, pero que son captadas por la lente escrutadora de Don Darío, para hacerlas visibles
a los ojos de propios y visitantes. Allí
desfilan las construcciones antiguas y modernas
con detalles exteriores e interiores, corredores, salas, comedores, zaguanes, puertas, ventanas, postigos,
aceras y antejardines,
Capítulo aparte
merece el Patrimonio Arquitectónico Religioso, en el cual
describe el majestuoso templo parroquial, La Iglesia de la Asunción y las Capillas antigua y moderna de Córdoba, la de
Horizontes, del Sagrado Corazón de Jesús, de
San Rafael y de San Nicolás.
Se ocupa luego de las edificaciones modernas, públicas y privadas, y de
la remodelación del Parque, indicando los aciertos y desaciertos en que
incurrieron los gestores de las construcciones y reformas.
Este genuino y formidable
trabajo es único en su conformación y en su
contenido,
y sólo se le ocurrió a la mente inquieta del maestro Darío
Sevillano Álvarez.
Cordial
felicitación. ^
Gerardo Zapata García.
Talla de madera en el altar del Señor Caído.
PRÓLOGO DEL AUTOR:
A pesar de que nuestro pueblo, goza de una buena
arquitectura, basada en muchas etnias importantes de la tierra, nadie se ha
atrevido a trabajar este tema, no sabemos si por falta de gusto; falta de
tiempo; o pereza para manejar sus contenidos.
En el año de 1989, me decidí a hacer un estudio
cuidadoso del tema y encontré, cosas maravillosas, relacionadas con nuestra
civilización, porque la arquitectura es una consecuencia lógica de etnias, que
han habitado nuestras tierras.
Debemos recordar que la gente Sopetranera, no es una
raza cualquiera, porque tiene raíces en diez y ocho civilizaciones importantes
de la tierra, como: Romanos, griegos, asirios, caldeos, iberos, celtas,
celtiberos godos, visigodos, cartagineses, nilóticos, siberianos, bantúes,
pigmeos, bosquimanos, polinesios y melanesios.
Fue tanta la
alegría que sentí, que sin ahorrar esfuerzos, ni viajes, ni tropiezos, me
decidí a buscar el material adecuado y la preparación necesaria, para manejar
el tema, porque es una materia, que tiene muchos contenidos, que un
principiante no conoce.
Cuando tuve todo lo que creía iba a ser un buen
trabajo, me dirigí al Doctor Gabriel Jaime Arango, que para la época, era el
jefe de Extensión Cultural del Departamento de Antioquia y le conté mi propósito,
a lo cual él replicó: Voy a conseguir dos personas que sepan de arquitectura
para que te orienten.
Los resultados fueron desastrosos, porque las dos
arquitectas, se llevaron mis memorias y mis fotografías y luego editaron un
borrador de libro, que nunca se imprimió y adoptaron la obra como concebida por
ellas; la única participación mía, era haberlas acompañado a buscar los
materiales.
El borrador permaneció guardado en un armario de mi
casa, hasta el día 10 de Septiembre del 2009, cuando me resolví a escribir lo
que tengo en mente acerca de la arquitectura Sopetranera.
Pero vaya sorpresa, encontré que el material estaba
desactualizado y viejo y me di a la tarea, de buscar las cosas nuevas que pudieran relacionarse con mi cometido.
Gracias a éste tropiezo, que el destino me jugaba,
tenía resuelto el mayor problema: Había guardado las fotografías del Sopetrán
de ayer y estaba reclutando las del Sopetrán de hoy; que es la mejor forma,
para demostrar el mal trato que nuestra arquitectura ha recibido.
La obra es un relato agradable, sencillo y con las
explicaciones correspondientes, del recorrido que realicé, por nuestras calles,
carreras, corregimientos y edificios, en el cual, recogí todos los elementos
necesarios, de ésta disciplina y estoy seguro de que todos ustedes, van a
disfrutar las bellezas arquitectónicas, los gráficos y los perfiles que incluyo
y van a aprender a cuidar lo que tenemos, para que nuestros hijos y la
posteridad, tengan la oportunidad de conocer el legado de la multietnia Sopetranera.
Sopetrán, Septiembre 30 del 2009.
DARÍO SEVILLANO ÁLVAREZ.
ARQUITECTURA SOPETRANERA.
INTRODUCCIÓN:
El
Sopetrán de Colombia, rinconcito del Departamento de Antioquia, en donde la
naturaleza se regaló, con todas sus bondades, es uno de esos lugares amañadores
de la tierra, en donde se encuentra, desde una fruta tropical, hasta una mujer
hermosa.
Otra talla del mismo altar.
Una de las grandes características de nuestro
pueblo, es el hecho histórico, muy importante: Que los descubridores y los
conquistadores de las tierras de América, buscaban sus campos para vivir
cómodamente en ellos, por muchas razones tales como; Tierras de clima cálido
seco; suelos muy hábiles para la agricultura, por el hecho de ser bañados por
los limos de las grandes quebradas y ríos; la abundancia de bosque secos
tropicales que propiciaban una cacería abundante; la fruticultura silvestre,
fácil de manejar; los grandes caudales que atravesaban su topografía, llenos de
especies acuáticas, que mantenían estable la pesca y las minas de sal de
Córdoba, que eran las protagonistas número uno, dada la razón, que la sal
servía para los ganados que acababan de importar y era el elemento
indispensable para dar gusto a los alimentos y mantenerlos en buen estado.
Estas circunstancias, fueron propiciando migraciones
continuas de muchas partes del viejo mundo y como cada familia venía de
civilizaciones distintas, esos matices culturales, fueron los generadores de
nuestra arquitectura, honra y orgullo, del terruño, que en la actualidad luce espléndido
y mudo, ante las nuevas generaciones.
Vamos a hacer un recorrido por muchos lugares de
nuestro pueblo, para que disfruten de esos rasgos arquitectónicos, casi
exclusivos, de nuestra etnia, que proclaman la grandeza de quienes nos
antecedieron.
NUESTRAS
TAPIAS DE TIERRA PISADA;
NUESTROS
GRANDES CASERONES DE ARTE REPUBLICANO;
LOS
RECINTOS PRIVADOS QUE PROTEGEN;
Y
LOS HERMOSOS JARDINES QUE LOS ACOMPAÑAN……
NO
HAN PERMITIDO QUE CAIGAMOS EN EL OLVIDO
Y
DÍA A DÍA, REJUVENECEN LA VIDA DE ESOS MUDOS TESTIGOS
DE
UN PASADO MEJOR.
Capítulo I.
Segundo fascículo de la
arquitectura sopetranera.
UN POCO DE HISTORIA.
Sopetrán,
un municipio privilegiado de Antioquia, por sus características geográficas,
culturales, religiosas y por sus recursos naturales ha sido cuna de ilustres
culturas desde los tiempos prehistóricos.
Si recordamos las épocas precolombinas, estuvo habitado por los indios
Guacas o Guamas, que vivían de la agricultura, la casa, la pesca y la
compactación de la sal. Si ponemos los
ojos en la conquista y en la colonia observamos con mucho agrado que fue
poblado por grandes grupos de familias europeas cada una de las cuales traía su
propia cultura. Si miramos el presente,
somos un pueblo pujante que cuenta con una economía cimentada en la agricultura
y la producción de pulpa de frutas; la ganadería, que ocupa grandes extensiones
de nuestro terruño; la industria
textil, que emplea muchas personas
cabezas de familia; el turismo, que se perfila como el elemento dinamizador de
la época; el poder mágico de la construcción y las pequeñas industrias.
Aspecto del parque principal, que Antigamente se llamaba: Plaza
de Bolívar.
Los aspectos culturales:
Las figuras antropomorfas.
Los
Indios Guamas o Guacas primeros habitantes de Sopetrán fueron comunidades
sedentarias, agrícolas, hilanderas y dedicadas a la compactación de la sal.
Trabajaban la cerámica con fines utilitarios
y en las urnas funerarias empleaban las figuras antropomorfas. Tenían una organización social basada en la
familia nuclear y la tierra era para usos comunitarios. Durante la época de la colonia con la llegada
de los españoles y los Negros se conformó una cultura multiétnica. De los españoles llegaron: la religión, el
idioma y una tradición cultural, ya enriquecida por el intercambio con los
árabes. Los Negros aportaron la música,
la danza y la mitología.
Construcciones
de la época precolombina.
Hemos
cometido un pecado mortal, con el hecho de no hablar del aporte que a la
cultura, hicieron los americanos que Colón encontró y que mal llamó indios y
podríamos asegurar sin el riesgo de equivocarnos que los españoles mataron
nuestra religión, nuestro idioma y nuestras costumbres e impusieron a sangre y
fuego su religión, su idioma y su cultura.
La
unión de estas culturas dio como resultado un folclor enriquecido, en donde la
mezcla de los componentes, era perfectamente armónica y ha servido de hilo
conductor hasta nuestros días.
Otra
figura antropomorfa, muy conocida.
Sopetrán
ciudad importante por excelencia ha estado expuesta a migraciones las cuales
han aportado parte de su cultura, factor que permite variedad en el patrimonio
y las costumbres, pero es lógico exige adaptación a ellos.
Aunque
hemos carecido de centros especializados para las bellas artes y las letras, en
todo momento brillamos en el contexto regional, departamental, nacional y hasta
internacional con nuestros genios en muchas disciplinas.
Casi
siempre, las cerámicas eran con figuras humanas.
En
el momento actual tenemos muchos semilleros en la Casa de la Cultura y es
importante seguir abriendo senderos aplicando lo de la canción: “Caminante no
hay camino se hace camino al andar”.
A
nivel privado encontramos poetas, escritores, músicos, pintores, escultores y
artesanos que hacen bellezas con sus valores empíricos.
Nos
atreveríamos a afirmar que el patrimonio cultural sopetranero es un tesoro
heterogéneo de mucho valor.
En
esta forma trabajaban sus cámaras funerarias.
Para
compactar la sal, hacían lo siguiente:
Recogían
agua salada de los nacimientos en cántaros de barro.
En
estos cántaros la transportaban hasta sus viviendas.
La
hervían por espacio de 24 horas y la sal quedaba en el asiento de las ollas.
Y
la empacaban en capachos, para venderla.
Sopetrán, Noviembre 20 del 2016.
Darío Sevillano Álvarez.
Capítulo
II.
VALORES ARQUITECTÓNICOS:
Diferentes
aspectos de tipo económico, físico y social influyeron de una manera particular
en el desarrollo de la arquitectura y en los criterios de concepción, ejecución
y conservación de los elementos arquitectónicos representativos de nuestra
cultura.
Las
obras que sobreviven, no se articulan a un único estilo o escuela que pueda
definir su arquitectura.
Hubo
arquitectos de la talla de Juan Buesso de Valdés diseñador del Templo de
Nuestra Señora, que a pesar de estar influenciados por estilos europeos,
supieron acondicionar las construcciones a las especificaciones climáticas y
físicas de nuestro medio y a las tradiciones culturales de nuestra gente.
Casa
antigua en la calle Uribe Uribe.
Por
lo anterior, aquellos monumentos arquitectónicos que han permanecido en el
tiempo, tienen una mezcla de estilos y tendencias que los convierten en
muestras de las manifestaciones culturales de los sucesivos períodos
históricos.
La
arquitectura sopetranera, aunque muy golpeada por la falta de una oficina de
Planeación, que se amarre la correa a la cintura; sigue siendo de bastas
proporciones.
Prueba de lo que afirmo
son nuestros templos y grandes casas de arte republicano, que quedan como
testigos mudos de una gran civilización que muchos maniáticos no entienden y
que ordenan derribar edificios por el placer de verlos caer.
Recordemos
que en cada obra hay un cúmulo de enseñanzas prácticas que podrían servir a la
empresa de los constructores como manual de orientación.
EL ESPACIO PÚBLICO
La
zona urbana, en forma alargada en dirección oriente – occidente y montada en
las estribaciones de la serranía de Guayabal y el principio de los Valles de
los ríos Cauca y Auras sirve de espacio a la población.
Las ondulaciones de las
serranías coinciden en sus ángulos salientes con el curso de las quebradas y su
llegada al hermoso valle formado por las veredas El Chagualal, El Llano, El
Palmar, El Rodeo, Córdoba, La Miranda y la Otrabanda.
Contamos
con espacios públicos en la cabecera, en los corregimientos y en los dos
suburbios Llano y Otrabanda, en los cuales están:
Nuestro majestuoso parque y
otros espacios como el antiguo parque del poeta Mazo, el atrio de la Capilla
del Sagrado Corazón, la Bomba y el Parque del Matadero, que bien pudiéramos
llamar Parque de las Angustias, porque solo iniciaron su construcción y nunca
la terminaron, no le hacen mantenimiento a pesar de que es nuestra carta de
presentación para los turistas, la bandera está semidestruída y unas
atracciones mecánicas que hay para los niños, están en mal estado.
Frontispicio
del templo de Nuestra Señora.
No
es justo que un espacio público que tenía 270 años, de estar prestando ese
importante papel, por decisión no sabemos de quien, lo hayan convertido en una residencia
privada.
¿Quién
dio la orden?
Casa
construida en un espacio que ocupaba el atrio de la capilla del Sagrado
Corazón.
Voy
a mostrar cómo era ese espacio público, hace algunos años y Ustedes analizarán
las diferencias.
No
tengo ningún argumento en contra de los dueños de la casa; porque no son los
responsables; solo pienso en la persona o personas que concedieron el permiso
de construcción.
Lo
cierto del caso, es que si seguimos así, nos vamos a quedar sin espacio
público, que es tal vez, el más sagrado porque de él, nos beneficiamos todos
los habitantes del pueblo.
Este
oleo de mi autoría, les puede mostrar el viejo atrio de la capilla del Sagrado
Corazón.
En
el próximo fascículo, voy a mostrar muchos ejemplos de este tipo de invasiones
en el espacio público, que si no las frenamos a tiempo, vamos a ser en el
futuro:
Una ciudad muerta para la civilización.
Recordemos
que cada día, el hombre perfecciona las máquinas y que ellas tendrán que ver
con la ciudad del futuro.
Capítulo
III.
OTROS
ATROPELLOS DEL ESPACIO PÚBLICO.
Analicemos
con mucho cuidado estas fotografías, todas son invasiones al espacio público y
nunca he oído una voz de protesta, por estos atropellos.
En
todas las calles y carreras hay mucho ejemplos de este tipo de pecado, contra
la arquitectura y parece que a nadie le importa, la buena presentación de la
ciudad y lo peor, que en el futuro, cuando queramos que un furgón o una tracto
mula debe entrar por alguna razón, nos tendremos que aguantar la gana y nos
quedaremos para siempre sin esos servicios tan necesarios.
Calle
Luciano Carvalho.
Por
todas las calles y carreras principales del pueblo, se ven con mucha frecuencia
estos atropellos y nadie se ha pronunciado, pero llegará el día en que vamos a
sentir la falta del espacio público y para ese momento no vamos a encontrar la
solución.
Seamos
conscientes de que este es un asunto que nos toca a todos.
Carrera
Bolívar enfoque desde la calle Luciano Carvalho.
Carrera
Bolívar enfoque desde la plaza.
¿Creen
Ustedes que por esta carrera puede pasar un camión moderno?
Apreciemos
como construían, cuando la oficina de planeación no prestaba sus buenos oficios
y los ciudadanos teníamos más compromiso con la belleza del poblado.
Todos
sus balcones y miradores, se hacían con mucho decoro y nunca atentaban contra
el espacio público, que es el bien común más necesario en cualquier lugar de la
tierra.
Fíjense
como el constructor, no tocaba el espacio público para nada y las
construcciones quedaban bonitas y ajustadas a las normas.
Observen
que en medio de la simplicidad hay absoluta belleza.
Por
esa razón el Poeta Jorge Robledo Ortiz, de quien fui muy buen amigo, dijo en
una de sus poesías:
“Siquiera
se murieron mis Abuelos”.
Porque
como se estarían lamentando de todos los males que le hemos causado a nuestra
querida tierra.
La
buena presentación de la ciudad, es un asunto que nos compete a todos.
Fuera
muy plausible, que nuestros empleados públicos, de la oficina que tiene que ver
con estos temas, mantuvieran fotografías de la calidad de estas, para que los
constructores aprendieran a respetar, los parámetros que regulan su saber.
Va
a llegar un día y no está lejano, que pediremos permiso, para desplazarnos en
algunas vías públicas y que para llegar a nuestras viviendas, tendremos que
hacerlo a pie, porque los vehículos no podrán pasar por las calles y carreras.
Estas
normas se debían enseñar desde la escuela primaria, para que las conociera la
ciudadanía en pleno.
Es
bueno advertir que este mal se propagó, desde que tenemos alcaldes populares,
elegidos por voto.
En
los suburbios tenemos el Parque del Llano, hermoso por sus características,
pero con algunos problemas originados por los gobernantes, como el hecho de
permitir que se reduzca su tamaño para que los dueños de las propiedades monten
sus antejardines.
Esta es una pésima
costumbre en el manejo del espacio público.
La
Plaza de Córdoba que siendo de características históricas muy profundas, porque
en ella nació la ciudad, fue mancillada con una placa polideportiva, que quedó
como un parche donde no estaba el dolor.
Valdría la pena ubicarla en otro lugar.
El
Parque de San Nicolás, también fue atropellado por el mismo fenómeno.
Pero los
habitantes del corregimiento se dieron cuenta de su torpeza y llevaron la
cancha al lugar que le corresponde.
No sabríamos precisar, si estas malas
costumbres, son una falencia de los gobernantes, o una falta de cultura de los
habitantes.
Los
caminos de herraduras, una joya de nuestros antepasados, también están
sufriendo atropellos porque las máquinas modernas los están desapareciendo.
Si
seguimos como vamos, llegará el día en que va a desaparecer el espacio público.
A
propósito de esta observación, se nos antoja creer que para frenar la tumbada
de edificios y mejorar estas malas costumbres, a la hora de pactar la
destrucción de esas joyas del pasado, se debiera exigir que la mitad del lote
sea declarado espacio público.
Capítulo
IV.
¿Cómo
era el viejo Sopetrán?
PLANO
ANTIGUO DE LA CIUDAD.
.
Si
son buenos observadores, se darán cuenta que en el plano del viejo Sopetrán,
solo había diez o doce viviendas, la otra parte de la extensión del plano, son
huertas de cacao y frutales y patios o solares propios para tener animales
domésticos.
Estas
antiguas viviendas, son ahora las grandes casas de arte republicano que aún se
conservan.
LAS
POLIS O PUEBLOS DE LA ANTIGUA GRECIA,
ERAN
LOS PUNTOS DE REFERENCIA, EN DONDE,
SU
MAJESTAD EL HOMBRE, VIVÍA Y REALIZABA
SUS
QUEHACERES, PARA OBTENER:
EL
TÍTULO DE CIUDADANO.
DARÍO
SEVILLANO ÁLVAREZ.
LA POBLACIÓN.
Cuando
los españoles llegaron a nuestras tierras, se encontraron con unas familias
Nutabes, de buenas costumbres, poco agresivas y trabajadores especiales,
circunstancias que agradaron mucho a nuestro fundador:
Francisco Herrera
Campuzano.
Estas
familias fueron desapareciendo por la crueldad de los españoles; las invasiones
de indios Caribes, que eran antropófagos y la famosa decisión del Virrey Solís,
que ordenaba llevarlos al resguardo de Buriticá, en donde fueron sacrificados,
para consumir su carne.
Los
extranjeros que se establecieron en éstas tierras, buscaron los mejores sitios
para hacer sus viviendas y no se mezclaron con los americanos, por el escrúpulo
de no dejar dañar su raza blanca. (Posiblemente no sabían genética).
De
las construcciones indígenas, que eran casas de bahareque, con pisos de tierra
y techos de iraca, lentamente se fue entrando en la moda de construcción de
tapias pisadas, suelos de ladrillo y techos de teja cocida en horno; éstas casa
fueron adaptadas:
Al medio; a los recursos naturales y al clima.
Es
bueno traer a la memoria, que los ranchos de los americanos, tenían ciertas
técnicas en sus construcciones, como:
Recintos totalmente encerrados, para que
el aire no se calentara; solo se abrían las puertas en caso de necesidad; las
ventanas eran pequeñas y se abrían en las horas de la noche, para que circulara
el aire fresco.
La
vivienda, se fue mejorando lentamente, de acuerdo a los materiales, el trazado
y el asentamiento de las construcciones, respecto a la topografía y a las
normas que España imponía.
Todos estos procesos hicieron el Sopetrán pujante y
lleno de hermosas viviendas que hoy conocemos.
Casa
situada en la calle Real o Uribe Uribe.
UBICACIÓN GEOGRÁFICA.
Nuestro
municipio, está emplazado en el occidente medio Antioqueño, en el valle del río Cauca, a 750 metros de altura sobre el nivel del mar, una temperatura media de 32º Celsius y a 38 Km. de la ciudad de Medellín, 14 de San Jerónimo, 28 de
Santa Fe de Antioquia, 13 de Olaya y 17 de Liborina.
Sus
límites: por el norte, con Olaya; por el sur, con San jerónimo y Ebéjico; por
el oriente con Belmira y por el occidente, con Santa Fe de Antioquia.
Este
es el mapa de las subregiones del departamento de Antioquia.
Nosotros
pertenecemos a la región del occidente, que en el mapa está coloreada con
naranja y metida entre las regiones de Urabá, norte, valle de aburrá y
suroeste.
CORREGIMIENTOS Y VEREDAS:
El
municipio se compone de seis corregimientos y la cabecera municipal, a saber:
Corregimiento
de Córdoba, tal vez el más importante, porque fue el primero y allí nació
Sopetrán, está situado a orillas del río Cauca y lo conforman las veredas de:
Filogrande, el Pomar, Abejuco, Santa Rita, Alta Miranda, Miranda, el Ciruelar,
el Rodeo y Santa María del Cauca.
Las
bases de su economía, son: La fruticultura, la ganadería, la pesca y la minería
(con sus minas de sal de la vieja guardia).
El
corregimiento contaba con un templo, de muchos valores históricos y algunos
oleos representativos, pero la ambición de los curas y su mala administración,
hicieron que la construcción fuera destruida por una humedad.
Debemos
recordar que mientras el templo estuvo en poder de la Señora María Dolores
Ibarra, se conservó en todo su esplendor; solo cuando el Párroco ordenó que se
lo entregaran, fue totalmente descuidado y desapareció, con sus tres siglos de
historia.
En
la actualidad hay un templo con algunos parecidos al de la colonia, pero sin
mucho valor arquitectónico.
Así
terminó la construcción del nuevo templo.
El
corregimiento de San Nicolás de quebrada seca, es el segundo en importancia y
en él, se encuentra la ermita que fuera construida en el año de 1662 y que aún
conserva muchos rasgos, de su grandeza arquitectónica.
Mapa
político de los corregimientos
El
arte del templo, es romano simple o toscano y la espadaña del frontispicio es
muy parecida a la Veracruz de Medellín; el interior de la ermita es muy
sencillo pero grandioso y conserva el oleo de San Nicolás de Bary y algunas
imágenes de finales del siglo XIX.
El
corregimiento, está integrado por las veredas: La puerta, Juan Martín,
Vallejuelos, Juntas, Guaymaral, los Almendros, los Naranjos y Tafetanes.
Es
el corregimiento más pobre; sus tierras son áridas; las gentes, no tienen
parcelas; y trabajan en fincas cercanas, para buscar el sustento.
En
la actualidad el casco urbano del corregimiento, está totalmente remodelado y
tiene sus parecidos a las viejas ciudades coloniales.
Es
una lástima que personas inescrupulosas, hayan dejado restaurar el atrio, por
vitrificado de hoy, esa acción le resta importancia a la arquitectura del
templo.
También
es lamentable que un pintor de mala calidad haya profanado el lienzo de San
Nicolás, porque la pintura, perdió valor.
Es
bueno recordar: Que hasta la recuperación de la memoria cultural que hicimos en
el año 1991, el templo conservaba gran parte de su patrimonio colonial, pero
algunos inescrupulosos se robaron los vasos sagrados y joyas, como el atril de
plata en alto relieve que estaba datado del año 1826.
También
fueron saqueados los ornamentos antiguos, los misales romanos de la vieja data
y un Cristo tallado en madera.
La
ermita que verán a continuación es un prodigio de conservación, porque la
historia la hace aparecer desde el año de 1662, esto la coloca, entre los
templos más envejecidos del departamento de Antioquia.
Darío Sevillano Álvarez.
Capítulo
quinto.
OTROS
CORREGIMIENTOS:
El
corregimiento de Horizontes, tal vez el más rico, cuenta con las veredas de:
Palogrande, Montirés, el Rayo y el poblado que tiene calles parque y un templo.
El
valor arquitectónico del templo es de baja calidad, porque la persona que
dirigió su construcción, hizo revolturas de romano simple, romano compuesto,
gótico y arte moderno. Estos errores, hay que soportarlos con paciencia y
resignación.
Frontispicio
del templo de Horizontes.
La
economía se basa en la ganadería y el cultivo del café.
Cuenta
con un centro educativo completo y goza de la ayuda de la federación de
cafeteros, a nivel de salud, educación y vías de comunicación.
El
corregimiento de nuevo horizonte, el único creado por ordenanza es una parte
extraída del corregimiento de horizontes y está configurado por las veredas:
Loma del Medio, el Sauce, la Isleta y Santa bárbara.
Las
bases de su economía son: Ganadería, El café, la Yuca, El plátano y en el
subsuelo tiene minas de carbón.
Cuenta
el corregimiento con sistema educativo completo, desde preescolar hasta básica
secundaria.
El
corregimiento de Montegrande, cuenta con las veredas de:
Morrón, el Chorrillo,
el Pedrero, Filo del medio, la Guataquí, la Ceja, la Aguda, Guatocó y el
Potrero.
Tiene
una entidad educativa completa.
Su
economía se basa en café, plátano, yuca, frutales y ganadería.
El
corregimiento de guayabal, tal vez uno de los más pobres, está integrado por
las veredas:
Palenque, Lourdes, Chachafruto, Rojas, los Pomos y la Brunera.
Las
bases de su economía son:
El café, el plátano, la Yuca, y los frutales.
Todos
los corregimientos cuentan con vía de acceso carreteable.
CENTRO URBANO.
La
cabecera municipal o casco urbano, está integrada por la urbe y los suburbios
de:
El llano, el Chagualal, la Guamala, los Morritos y la Otrabanda.
Plano
del parque.
En
ella funcionan dos centros educativos de mucha importancia:
La Normal Santa Teresita y el Colegio José María Villa; también se encuentran en ella, las
oficinas de E.P.M.; las de Une; las de Telmex; el palacio consistorial, con los
centros administrativos de los poderes legislativo y ejecutivo; los juzgados:
Fiscalía, municipal, civil y promiscuo; el centro asistencial de adultos; la
casa de la cultura; la casa de la juventud y el deporte; el centro de la edad
adulta; la notaría; la oficina de registro de instrumentos públicos; la
Registraduría del estado civil, la parroquia; la nana; y todos los elementos de
comercio, como: Farmacias, droguerías, supermercados; tiendas; almacenes,
heladerías y restaurantes.
La
topografía del casco urbano, es muy quebrada y tiene una pendiente con un 40%
de inclinación, circunstancia muy favorable para protegernos de inundaciones, cuando se
presentan grandes aguaceros.
Éste fenómeno, se debe a que los españoles,
fundaban las ciudades en lugares cercanos a quebradas y arroyos, para disfrutar
el beneficio del agua, dada la razón, que para la época, no existían los
acueductos actuales.
Calle
Luciano Carvalho, visitada por el desfile del 20 de Julio.
El
viejo parque principal, como estábamos en plena inquisición, había que
ajustarlo a las normas eclesiásticas, que no permitían en sus alrededores
edificios más altos que la iglesia parroquial.
Para nuestro caso, como el
templo medía 25 metros de altura, solo lo podían acompañar construcciones de
dos pisos y adaptadas a su orden arquitectónico, el estilo republicano.
El
nuevo parque, olvidó todas las normas:
Arquitectónicas, ecológicas y de
seguridad, a pesar de que pasó por las manos de CorAntioquia y Espacio Público.
Veamos el porqué de éstas afirmaciones:
El edificio del supermercado, obra
necesaria para el buen comportamiento del comercio, recibió el visto bueno para
que fuera de tres plantas y su diseño, no corresponde a las normas
arquitectónicas vigentes para que armonice con las otras construcciones; la
selva de cemento que colocaron en el parque, es un generador de grados de
calor, que no se compadece del gran problema del calentamiento global, si a
esto, le agregamos:
Que ya las calles habían sido pavimentadas, teníamos que
esperar la consecuencia lógica de una aumento de tres grados de calor a nivel
del casco urbano; y a nivel de seguridad:
¿Qué decir de los deslizadores y la
cantidad de escalas que colocaron en los laterales norte y sur?
Y ¿Cómo les parecen
los protectores de cemento que tiene el lateral norte, entre el supermercado y
la fuente?
Éstos bolardos, han sido generadores de accidentes en ciudadanos
desprevenidos, que se van de bruces, contra las albercas improvisadas que
construyeron los comerciantes, para atender su clientela.
Menos
mal, que en la administración del Doctor Wilmar Villa Guerra, fueron removidos
y cambiados por carriles de libre circulación.
Recordemos
que la Alcaldesa Señora Doña Luccy
Holguín, estrenó esos truquitos, con el periplo de una fractura del codo a
bordo.
El
nombre del parque hubiera podido ser más sugestivo, como:
Parque de los Búcaros
Rayados, pues así se llaman los árboles que rodean la ceiba, o Parque de la
Rebeca, obra del nuestro ilustre escultor, Don Alfonso Góez González, o en
última instancia, Parque el Palmar, por las hermosas palmas que tiene el carril
que mira hacia el templo, pero a su Majestad, el Cura de turno, lo fascinó el
nombre que hoy lleva.
Detalle
de la fuente.
Otro
aspecto muy delicado del parque, que llama la atención, porque es una falla
técnica, de su diseñador, es:
El hecho de que la selva de cemento, no tenga las
famosas ranuras de dilatación, se podría pensar que la estructura del centro,
con el tiempo va a colapsar, por efectos de la radiación solar.
¿Acaso las
olvidó? O ¿No conocía esa técnica?
Anexo
estas fotografías a diez años después de haber sido construido, para que vean
que mi crítica era razonable.
Ranuras
muy avanzadas de la descomposición de la selva de cemento.
Cuando
se contrata un personaje para ejecutar una obra pública, que se supone debe ser
duradera, para evitarnos gastos inútiles de presupuesto, se debe constatar que
tenga buena experiencia en estas lides y que tenga un título acreditado, ante
una de las universidades del país o extranjera.
Dios
quiera, que cuando la selva de cemento colapse, el gobernante de turno planee
un mejor diseño del parque, que armonice con las leyes actuales de la ecología
y que nos muestre en pleno apogeo de nuestro clima ardiente tropical, para que
todos ganemos.
Hay
un levantamiento de un bloque de cemento y un hundimiento del otro, tal vez por
falta de afirmación del piso, antes de vaciar la placa de cemento.
Como
cosa curiosa, podemos contarles a los visitantes del blogger, que los Búcaros
rayados, que ya estaban en plena producción de sus hermosas flores y nos
brindaban una sombra protectora, fueron talados y remplazados por unos árboles
frutales, que si estamos de buena suerte y a otro gobernante, no le da por
cortarlos, para llevarle la contraria a su antecesor, estarán produciendo
frutos, dentro de diez años.
En
la escasa hectárea que copa la selva de cemento, hay por lo menos doce
fracturas, que nos indican:
La poca vida útil que le queda al famoso parque de
la Ceiba, que según lo había advertido:
No iba a tener mucha vida útil.
En
esta fotografía, están comprometidas tres placas y bien sabemos que esto no se
puede corregir, porque a los dos o tres años vuelve y aparece el cáncer.
Escultura
de la Rebeca del maestro Alfonso Góez.
Es
bueno recordar que las Rebecas, no son un mito, sino la grata recordación de un
pasaje bíblico del génesis, cuando Abraham, mandó a su ciervo para que buscara
la mujer de Isaac, el secreto de esa mujer era: La que responda:
“Bebe y dale a
tus camellos”.
La palabra Rebeca traduce: Mujer del secreto.
Plano
del parque actual o parque de la Ceiba.
Capítulo VI
ELEMENTOS URBANOS:
Así
fue el primer plano de nuestra ciudad.
En
estos riscos, en la época de la colonia, las casas surgieron alrededor de los
arroyos y buscando el calor del templo parroquial, porque las iglesias eran el
lugar privilegiado de cualquier caserío.
Las
primeras calles en aparecer, fueron la José María, Villa: la Luciano Carvalho:
y la Uribe Uribe; los demás espacios eran huertas de cacao y frutales, pero a
medida que fueron llegando nuevos pobladores, el casco urbano se fue
configurando, como hoy es.
Si
Uds. Son buenos observadores, las casas de más edad, están en las primeras
calles y esas son nuestro patrimonio arquitectónico, que personas
inescrupulosas, vienen tumbando, para hacer casas de estilo moderno.
Las
calles son muy torcidas, porque en esa época, no había dinamita para destruir
rocas y por eso, se parecen el cuerpo de una serpiente, que a la hora de la
verdad, se adaptan bien a la topografía de un pueblo antiguo.
El
nuevo plano de la ciudad, nos muestra, el pequeño progreso que hemos tenido a
cuatrocientos años de haber sido fundados.
El
caserío, debió haberse construido entre el llano, el Chagualal y el palmar, que
es la parte más plana de la topografía, pero como ya dije, el agua había que
recogerla en cántaros y trasportarla el hombro o en bueyes, circunstancia que
complicaba mucho el manejo del precioso líquido.
Las
condiciones favorables de agua y la buena pendiente, han marcado el proceso de
expansión y los constructores se han adaptado a la topografía del lugar, para
que sus construcciones sean de excelente calidad, con subterráneos y trucos
especiales que hacen ver:
Una hermosa ciudad en medio de muchas dificultades
del terreno.
El
proceso de expansión ha logrado conformarse con 13 calles y 11 carreras, con un
total de 32 manzanas.
Los
límites del casco urbano por el norte y el sur, han sido las quebradas: La
Sopetrana por el norte y la limonar o quebradita por el sur; pero esta, fue
atropellada por el urbanismo y la metieron en una camisa de fuerza, para dar
paso a nuevas urbanizaciones.
Muchas
de nuestras casas, conservan sus solares, patios y corredores, adornados por
muy buena vegetación y esto es saludable, porque el casco urbano, hace parte
del paisaje natural Sopetranero.
Estos
patios todavía son abundantes en nuestro medio y hacen las delicias de las
casas viejas de arte republicano; desafortunadamente, las propiedades, están
siendo compradas por personas, no muy conocedores de la arquitectura combinada
con la ecología y convierten sus hermosas viviendas en moles de ladrillo y
cemento, llenas de extravagancias de mal gusto.
Las
limitantes que anuncié, por las dos quebradas en los laterales norte y sur,
sumadas a otras que tienen que ver con
propiedades privadas en el este y el oeste, originan lo que en arquitectura
conocemos con el nombre de remates, que es un fenómeno precioso, porque las
calles y las carreras casi siempre son recortadas por un edificio, una puerta
importante, una ventana de buen sabor arquitectónico o un paisaje.
A
veces, como en éste remate, las colinas, la vegetación y otros factores, hacen
de los lugares verdaderas obras de arte.
La
ciudad, conservó su estilo colonial a nivel de arquitectura, hasta la década de
los años sesenta, cuando los mata edificios y los enemigos de la buena
presentación del caserío, iniciaron la destrucción masiva, con el coliseo
municipal, que era una verdadera joya arquitectónica.
De esa fecha en adelante,
entre la oficina de planeación, los sobornos económicos y los problemas de
orden público, la ciudad viene siendo desmantelada, de todas sus riquezas
arquitectónicas.
Y lo peor, se presenta, cuando no somos los nativos, sino los
forasteros, que causan éstos males.
A
continuación veamos algunos desastres arquitectónicos y la última catástrofe,
que se llevó para siempre nuestras mejores prendas.
Esta
era una de las mejores construcciones de la vieja guardia.
Observen
como la dejó un forastero.
Los
laterales del parque eran preciosos, prueba de ello son estas cuatro
fotografías:
Asi era.
Así lo convirtió un pichón de rico, que lo único que sabía era soplar.
Este
lateral quedó totalmente deformado Todo por la falta de una oficina de
planeación.
Otro
tipo de pecado en arquitectura, es el hecho de conceder permisos para hacer
nuevos edificios, al gusto del constructor, porque en las grandes ciudades coloniales,
como Santa Fe de Antioquia, existen normas para el que va a tumbar y para el
que debe construir.
Cuando
observamos éste perfil de parte de la ciudad, nos damos cuenta de los errores
que han cometido nuestros gobernantes, a nivel de arquitectura, porque la idea
que tenemos los que saboreamos bien esta disciplina, es que el templo, como
punto de referencia, sea el edificio más alto.
Esta
catástrofe acabó con los sueños de muchos Sopetraneros ilustres que tenían la
idea, de traer la Normal a su vieja casa, puesto que había sido comprada con
muchos sacrificios para éste noble fin, porque otro forastero fastidioso, había
despojado a las religiosas Carmelitas y al alumnado, de su edificio.
El
edificio que remplazó la vieja casa Cural.
Éste
otro mamotreto, es el remplazo de la vieja casa Cural, que tenía plena armonía
con el templo, el compromiso de los reformadores, era el de hacer algo que
jugara con la arquitectura del lugar y miran lo que hicieron.
Observen, como el
edificio se atrevió a profanar la arquitectura del templo y acabó con su alero.
Las normas vigentes dicen:
Que cuando se construye al pie de una joya, como la
iglesia, hay que respetar por lo menos dos metros, entre la joya y la nueva
construcción.
Cito
el caso de la Candelaria en Medellín, que respetó un espacio de dos o tres
metros, entre el templo y el edificio contiguo.
Ese
conjunto de errores arquitectónicos, cuyo nombre omito, por respeto al pueblo
Sopetranero, también atacó los parámetros del templo, porque acabó con su
sistema natural de aire acondicionado, al cerrar los ventanales de la parte sur
y destruir el alero izquierdo.
Así
era nuestra calle José María Villa.
En
el mapa interactivo de Google, que sirve de consultas a todos los ciudadanos
del planeta, aparece esta fotografía, como un prodigio de la arquitectura de
arte republicano, que tanto se utilizó en los tiempos de la colonia española y
que engrandeció a todos nuestros pueblos con estas espectaculares imágenes.
Hay
que decir con Jorge Robledo Ortiz: “Siquiera se murieron mis abuelos”, porque
hubieran fallecido de pena moral, al ver sus edificios convertidos en ruinas.
Así
fue mancillada la arquitectura de la mejor de nuestras calles y todos tuvimos
que someternos a la voluntad del destructor.
Si
miramos el edificio del super mercado y el de torres de la Asunción,
encontramos que esas edificaciones fueron colocadas como portones en mitad de
manga o como parche donde no era el dolor, porque no conservan las normas de
escala y proporción, del conjunto y rompen las medidas clásicas que necesitan,
para estar de acuerdo con el perfil.
Casos de éstos, tenemos en todas las
calles y por esa razón insisto en decir:
Que la oficina de planeación tiene que
emitir sus criterios oportunamente, para que estos desmanes no sigan pasando.
El
supermercado, que es de arte moderno, no es el estilo de arte republicano de
los demás edificios de la plaza, ni conserva la norma de tener solo dos pisos,
la degeneración arquitectónica se aprecia, a su lado derecho cuando ya hay otro
edificio con las mismas tendencias.
La
expresión que le escuché a un viejo y experimentado arquitecto fue: “Que
palomera tan fea. Como la dejaron construir en el lugar más visible.
Quiero
mostrar antes de terminar este artículo, parte de la catástrofe, en la calle
José María Villa:
En
los edificios de esta calle, se cometieron todo tipo de atropellos y los
ciudadanos tuvimos que entrar en la moda de dejarlos tumbar, porque el refrán
es muy sabio: “El que manda, manda, aunque mande mal”.
Esas
casas no eran compradas por los Párrocos, sino por una junta de ciudadanos y se
compraron con destinación especial:
Para que en ellos funcionara la Normal.
Pero
como la historia, hay que escribirla como pasó, es bueno que sepan que cuando
me pronuncié en contra de la tumbada de ellos, casi me cuesta la vida.
Así
era nuestra vieja Normal.
Así
era nuestra calle más importante; miren en lo que la convirtió la hecatombe,
causada por la ambición del dinero, a sabiendas que esas casas, no eran de la
parroquia, sino de la comunidad, que las había comprado, con muchos sacrificios
y había confiado su tutela al Sacerdote de la época, que era un: Vir justus,
como dijera la Biblia refiriéndose a San José.
Pero
creo que Dios, que es el mejor principio de justicia, asentó su mano sobre el
edificio y hemos visto, no sin cierta preocupación, que los negocios que allí
se montan, no prosperan y que muchas propiedades, anuncian en sus muros: Se vende.
Este
es el espectáculo que hace cinco años estamos viendo y que tendremos que ver
por muchos años más, parecen las ruinas de un circo.
También
quisiera hablar de la fuente que hubo en el parque, desde finales del siglo
XIX, que era muy bien concebida, con unos dragones en los laterales y su:
”Vasia
de azoe”, como dijera Cervantes en el Quijote, por decir: Ponchera de metal.
Tenía varios chorros, que con mucha suavidad caían en el recipiente del fondo;
no volvimos a saber de ella, pues le pasó cosa parecida, a la del Arca de la
Alianza, que desapareció del Santa Sanctórum del Templo de Jerusalén y como
dirían los baquianos de mi pueblo:
“Se apretó la gorra” y hasta luego vida mía.
Esta
era la vieja fuente del parque de Bolívar.
Todo
se pierde, todo se destruye, todo desaparece como por arte de magia y los
pueblos se quedan sin esos tesoros imposibles de remplazar.
GRACIAS
A ESTOS ELEMENTOS, LOS PUEBLOS: NACEN, CRECEN, SE DESARROLLAN, SE TRANSFORMAN Y
SE QUEDAN METIDOS EN LA MEMORIA DE SUS GENTES.
Capítulo VII.
OTROS ELEMENTOS URBANOS:
Ahora
podemos hablar de los remates, que son uno de los espectáculos arquitectónicos
más valiosos de nuestro pueblo, a continuación obsérvenlos y digamos como un
tele periódico Europeo:
No coment. Sin comentarios.
Confluencia
de la carrera Girardot, con la calle José María Villa.
Heliodoro
Rodríguez, con el camino del Chagualal.
Confluencia
de Bomboná, con Heliodoro Rodríguez.
Confluencia de Zea, con la Quebradita.
Confluencia
de Bomboná, con la carrera Córdoba.
Confluencia
de la Bolívar, con la Benjamín Herrera.
Estas
referencias, estos paisajes y estas joyas arquitectónicas, son las que
diferencian a Sopetrán de otros pueblos y lo hacen, grande entre los grandes y
ciudad importante por excelencia, entre muchos pueblos de Antioquia.
Por
éstas razones, para conservar la identidad del Sopetrán de otras épocas, es
importante pensar en cómo se hacen las cosas, para que siendo de la edad
moderna, no deslustren aquellas que pertenecen a ese pasado glorioso.
Capítulo VIII.
LUGARES SIGNIFICATIVOS Y
DE REFERENCIA.
Hablemos
en primer lugar del templo que sin lugar a dudas, es nuestra gran riqueza
arquitectónica.
De los templos que hay en Colombia, dos o tres tienen parecidos
con el nuestro, los demás, quedarían catalogados en rangos muy bajitos,
respecto a la imaginación con que los constructores lo concibieron, podíamos
decir:
Que se les fue la mano en la decoración y en la belleza.
La
única lástima es que a los Párrocos se les metió en la cabeza que eran arquitectos
y lo han sometido a unas reformas de mala calidad, sin ningún conocimiento de
esta preciosa ciencia y todo lo que han logrado son unas revolturas de pésimo
gusto, que solo deslustran la vieja construcción, diseñada por el Gobernador
Arquitecto:
Don Juan Buesso de Valdés.
Recordemos
que su construcción fue iniciada en el año de 1678; la primera parte, hasta el
remate triangular que hay debajo del reloj, fue terminada en el año 1800; que
las torres y el sofito del reloj, fueron terminadas el 22 de noviembre de 1882
y que su atrio, fue construido entre las décadas de los años treinta y
cuarenta, en pleno siglo XX.
En
la fotografía se aprecia el conjunto de construcciones que tienen que ver con
la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Sopetrán, el templo, su atrio
y la casa parroquial, como ahora se la dice.
Es
un pesar que personas inescrupulosas, le hayan solicitado al Párroco de turno,
que quitara del atrio, la imagen de nuestra señora, obra del escultor
Sopetranero:
Don Alfonso Góez González, imagen que media tres metros de altura
y que tutelaba al pueblo y sus pobladores; todo porque la Virgen estaba
estorbando, para poner las orquestas en las ferias de las frutas, a así el
espacio para bailar, quedaba más amplio.
Recuerden
que ese mismo año empezaron nuestras angustias de orden público y hasta el sol
de hoy, nadie ha podido con ese problema.
Veamos
aunque sea un óleo del templo, con su virgen a bordo.
Pero
la propuesta de los atrevidos, tuvo una recompensa para el curita.
Le regalaron
la cerámica para tapar el viejo piso, que estaba intacto y que correspondía al
diseño del atrio.
“Así son las cosas, cuando son del alma”.
Analicemos
el estilo del frontispicio a vuelo de pájaro:
Son prácticamente tres altares,
el primero empieza en el piso y va hasta el remate triangular que hay sobre el
juego de columnas.
En este altar todos los elementos son de arte romano simple
o toscano como también se le dice.
Hay un elemento de arte dórico, en los
frisos de la parte alta de las columnas, tres canales profundos, a los que
llamamos triglifos.
Pero recordemos que el Toscano, es una simplificación del Dórico.
El
segundo altar empieza sobre el entablamento del primero y llega hasta donde
comienzan las torres, en él, hay dos nichos laterales que albergan las imágenes
de San Roque y San Nicolás de Bari, cada una de ellas en tres metros de altura
y el sofito del reloj, que es de romano simple, con dos volutas o
enroscamientos laterales y coronados por dos acroteras(los piloncitos).
Este
ornamento se acostumbraba mucho en las casas de las grandes familias y en los
templos de Grecia y Roma.
El
tercer altar, está compuesto por las torres de dos puertas delanteras y
traseras y una por cada lado.
En las torres, se ven muy a las claras, las influencias del orden arquitectónico: neo-clasico, que a parteir del año 1800 empezó a mostrar todo su furor en las obras de arquitectura.
Los capiteles de estas columnas, son totalmente diferentes a las seis del primer altar, porque están involucrados los ordenes: Corintio y Jónico, que son los componentes del Romano compuesto.
En
las columnas de los tres altares, se aplicaron las normas clásicas de un neto o
cubo, una serie de molduras, como:
Escocías y esgucios; un fuste de ocho metros, una cornisa con molduras; un friso y un entablamento, con su respectivo
cimacio.
Ahora,
podemos hablar del interior, que es espectacular:
Al entrar por la puerta
central, dominamos la columnata y la arquería, que engrandecen la obra, con su
elegancia y su altura.
Siete columnas y seis arcos a cada lado, en donde hubo
dominio del arte y la belleza.
Recordemos que nuestro templo, no tiene una sola
varilla y que todo se sostiene, por las reglas de plomo y nivel, que aplicaron
a cada elemento.
Es bueno anotar, que los cachivaches de oro que tienen los
arcos y columnas, fueron agregados y pertenecen al orden arquitectónico romano
compuesto, el nombre de estas piezas, es hojas de acanto y se las colocaron
dizque para “embellecerlo”. ¡Vaya belleza!
Miremos
pues la majestuosidad de esta parte y en la foto siguiente, apreciemos lo mismo
con un enfoque contrario:
En la siguiente, aunque sea de contraluz veamos
el espectáculo:
Al fondo de ésta fotografía se ven el coro y el
lugar en donde está el reloj, una joya traída en 1891.
En
esta fotografía, transportados, casi al cielo, observemos con cuidado, las
siguientes cosas:
Aunque el mosaico del piso, es precioso, hubiera sido mejor
dejar el templo con sus bloques de ladrillo cocido, como corresponde a una
construcción de la época de la colonia; a pesar de que el cielo raso es de
latón en alto relieve, tampoco se ajusta a la arquitectura del lugar y hubiera
sido más lógico dejarlo como lucía, con su sistema de cerchas, de ocho por
ocho, que le daban la dimensión de edificio colonial.
Si
opino así, es porque el edificio lució esas galas hasta el año de 1940, cuando
un sacerdote de buena voluntad, quiso mejorarlo.
Tampoco
hubiera desmontado la baranda que separaba el presbiterio de las naves, a la que
llamábamos comulgatorio, porque era parte integral del orden arquitectónico.
Antes de entrar a analizar los elementos del orden, hagamos la última crítica,
que lógicamente es constructiva:
No veo la razón, para que hubieran sacado a
San José del nicho central alto, en el altar mayor y lo colocaron al pie de una
puerta lateral, montada en una banqueta, por dos razones:
Es el Titular de la
Iglesia y porque tres imágenes de nuestra señora en el mismo altar, quedan como
una exposición de esculturas.
Es bueno que queramos a Nuestra Señora y Yo la
quiero, pero es extravagante, exhibir en el mismo altar, tres imágenes de ella.
Recordemos
que San José, también tiene su rango y su imagen fue tallada en madera a
finales del siglo XIX.
Los
elementos del orden arquitectónico son:
El
conjunto está formado, por tres altares, el más bajo que no se aprecia en la
fotografía, pero es tallado en madera y pertenece al orden Romano compuesto,
con sus respectivos ornamentos:
Hojas de acanto, fustes estriados, collarín en
los fustes y todas las minucias que este orden requiere.
El respaldo del altar,
está decorado con el cordero montado en el libro con los siete sellos y unos
ramos de rosas muy utilizados por los talladores, de la época.
El
segundo altar, que después del Concilio Vaticano II, fuera el altar del Cristo,
imagen tallada en madera y muy recordada por los Sopetraneros; empieza por
detrás del viejo altar del santísimo y termina en el cimacio que hay debajo del
altar en donde hoy está Nuestra Señora de la Asunción, está configurado por
seis cubos, de los cuales, cuatro se pueden ver y los dos centrales, están
detrás del altar de madera, seis fustes, seis arquitrabes, seis frisos, seis
entablamentos y tres nichos.
Los capiteles están adornados con unas volutas,
que recuerdan los viejos templos Griegos.
En
éste altar los constructores derrocharon, belleza y esplendor, pues los
ornamentos son:
Escocias, esgucios, talones, boceles, listeles; menudencias
finas, que muestran la sabiduría de quienes lo concibieron.
Los
frisos sobre los nichos, fueron ornamentados con arabescos y almocárabes, dos
figuras importantes de la influencia Morisca y los que hay sobre los capiteles,
fueron decorados con ramos de rosas, figura que se utilizaba mucho en los
altares.
El
tercer altar, es el que ocupa nuestra señora de la Asunción y está conformado
por:
Cuatro cubos pequeños, cuatro fustes, cuatro arquitrabes, cuatro frisos,
cuatro entablamentos, un nicho, un remate triangular, presidido por una cruz
latina y dos volutas o enroscamientos, que le dan gracia y solemnidad al
conjunto y en la parte alta de las volutas, dos acroteras, en forma de abanico,
que completan el mágico toque arquitectónico.
El friso central sobre el nicho,
también está adornado con unos arabescos.
El
enfoque de este juego de altares, lo hace un arco o archivolta, que le da
profundidad al conjunto.
Pasemos
a los altares laterales, que en medio de la simplicidad, muestran los
conocimientos de los constructores:
Este
es el altar del lado izquierdo o de la epístola, como se le decía en otros
tiempos; aquí estuvo el Corazón de Jesús, siglo y medio y ahora fue convertido
en altar del santísimo, modalidad muy nueva, para que la Divina Majestad, no
sea molestada con las funciones del culto.
Es
una composición de tres altares, concebidos en arte romano toscano, con
columnas planas y capiteles de flores de Lis, un ornamento que es propio del
arte Gótico.
Aparece
una novedad, para sostener el tercer altar y la conocemos en arquitectura, con
el nombre de ménsulas, palabra latina que traduce mesa o sostén.
El
primer altar, es el que sostiene a los ángeles, es muy sencillo y es de
ladrillo cocido.
El
segundo altar, es el que alberga el sagrario y tiene dos columnas planas, un
nicho, cuatro capiteles y en el friso
central, están incrustadas las cuatro ménsulas que sostienen el tercer altar.
La
composición presenta un espectáculo arquitectónico precioso:
El segundo altar
tiene un remate triangular, que es interrumpido por el nicho del tercer altar;
este recurso es utilizado por diseñadores de mucho calibre.
El
tercer altar, que en su nicho alberga la imagen de Santa Rita de Casia, tiene
dos columnas grandes con capiteles y en el borde del nicho, dos pequeñas
columnas, que embellecen la composición.
El conjunto termina, con un remate
redondo coronado por una cruz latina y el friso del remate, tiene una
aplicación, del corazón de Jesús.
En
los entablamentos, se colocaron pequeñas hojas de acanto, que aunque son de
arte romano compuesto, lucen con elegancia.
El
segundo altar inicia en forma de espadaña angular y el tercero lo hace como una
espadaña redondeada.
Apreciemos
el otro altar lateral, que alberga la imagen de Nuestra Señora La Inmaculada
Concepción, talla de madera, en tamaño colosal, de finales del siglo XIX.
En
el nicho del tercer altar, está la imagen de Santa Mónica.
El
primer altar de éste lado derecho o del evangelio, es tallado en madera y tanto
el corazón de este como el del friso del remate, son una representación del
Corazón de María.
Analicemos
algunos gráficos que son de mucha importancia, para conocer mejor nuestro
templo:
Esta
es la fachada del templo o frontispicio, como también se le dice en
arquitectura y miremos algunos daños que le han causado los párrocos:
Las tres
claraboyas que albergan los arcos del primer altar, que eran de arte romano
simple, fueron remplazadas por tres rosetones de arte gótico; las puertas de
las torres, que se debieran tener abiertas, fueron tapadas y quedaron como unos
escaparates, todo para prevenir la acción de los murciélagos y el monumento de
la Virgen, escultura de tres metros, que adornaba el atrio, fue mandada a
recoger y en la desmontada, la volvieron pedazos.
Que
pesar que las grandes esculturas con que amoblamos el espacio público, sean
maltrataremos de esa manera tan cruel.
Observemos
ahora, como es el plano interno de nuestra joya.
En
la planta externa, no se han hecho reformas, pero se aprecia a simple vista,
que para que la nueva casa parroquial, tuviera un buen frente, no les importó
sacrificar, un pedazo del atrio, que después convirtieron en antesala del nuevo
edificio.
Como
comentario final veamos una de las maravillas de la arquitectura colonial, a
nivel del aire acondicionado, en forma natural:
Por los ventanales que son muy
amplios, entra el aire puro y después de servir para la oxigenación de los
asistentes a las funciones del culto, es evacuado por las ranuras que hay en
las tribunas o balcones del altar del medio.
No
podíamos olvidar éste rincón que para la Iglesia católica, es tan
representativo, porque aquí se matricularon, por espacio de dos siglos,
aquellos niños, que sin ser consultados, ingresaban a la fila de los creyentes.
El bautisterio o lugar en donde nos bautizaron, es una joya olvidada, pues
hasta la pila bautismal fue llevada a la casa de la cultura, no sabemos por
cual razón, porque en ella se hicieron las matrículas en la fe por espacio de
doscientos años.
Es importante decir que en la actualidad, esta pileta, fue recuperada y volvió a ocupar su viejo espacio.
En
la actualidad, se venera la imagen de nuestra señora de la Piedad, de Leonardo
D· Vinci.
Vale la pena decir que los ornamentos que luce el bautisterio encima del domo y en los dos remates de las columnas, fueron tallados en madera por mi Padre: Jesús Sevillano Mejía.
Es
importante contar que el templo tuvo un órgano tubular, importado de Francia y
el Sacerdote Nolasco Múnera del Río, un Párroco muy corto de ideas, ordenó que lo guardaran en la sacristía derecha, como no
cabía, dijo corten lo que sobre y serrucharon el teclado.
Como
muestra final del templo, veamos el altar que antiguamente era del santísimo y
que pertenece al orden Romano Compuesto
Ahora
hablemos de la capilla del Sagrado Corazón, una obra de finales del siglo XIX,
que fue entregada al Padre Justiniano Madrid, para bendecirla y estrenarla.
Hay
en ella una serie de revolturas de arte, que al final uno aprende a mirar con
respeto y pereza:
El frontispicio es de arte románico; pero las ventanas, son
ojivas de arte gótico, y las del campanario, son romanas; la puerta es de arte
romano, ornamentada con figuras del arte mudéjar y el remate de ella es
quebrado.
El interior, pertenece al arte gótico y los altares son tallados en
madera.
El techo fue construido por el sistema de cerchas.
Miremos
el interior:
Altar
mayor.
Sistema
de cerchas del techo.
Veamos
la capilla de San Rafael, a la cual solo le quedó el nombre, porque el Sacerdote Humberto Torres Osorno, un hombre ambicioso, recogió sus mejores joyas y entre ellas cayó la imagen del arcángel,
el niño Jesús de atocha, el corazón de Jesús, la inmaculada Concepción, los
ornamentos y la custodia.
Casi
siempre pasa, que en éstos casos, se puede cantar el vallenato que habla de la
custodia de Badillo; me gustaría poderlo cantar, pero la seriedad del artículo, no
me lo permite.
Este
recinto es ahora el auditorio de la casa de la cultura. Miremos para que lo
utilizan:
Este
es el interior del auditorio, que en otras mejores épocas, era la capilla de
San Rafael.
Observemos
los elementos propios del arte gótico:
Arcos
en forma de ojiva, terminados con una punta piramidal aguda.
Ornamentos:
Flores de lis, almocárabes y arabescos.
Columnas
planas unas y redondas las otras.
Es
bueno resaltar la construcción del techo en forma de cerchas.
Diferentes
grupos del ballet folclórico de Sopetrán.
Vale
la pena informarles que el auditorio, tiene capacidad para doscientas personas
sentadas y que sus ventanales son el mejor aire acondicionados, para mantener
la temperatura ambiental, sin que se sientan los ardores del verano, ni las
molestias del aire acondicionado.
Otros
aspectos importantes de arquitectura.
Por
último veamos la casa de la cultura, que es un espectáculo, por las
dimensiones; en los medios culturales del departamento la llaman:
El Vaticano.
Su
interior es de dimensiones fantásticas, su estilo es arte republicano, en la
antigüedad, los corredores tenían baranda en los cuatro costados; sus patios
estaban amoblados con jardines de mucha calidad y en las eras o caballones,
había palmas de Sícaro, que trajo el Doctor Abundio Posada, en un viaje que
realizó por Israel y Palestina, en el año de 1940; también en un lateral estaba
una palma de dátiles traída del mismo lugar.
Otra
de las atracciones que tiene el patio, es el molino de la Etnia Guama, tallado
en granito y con veinte siglos, que fue hallado en la quebrada arriba, en la
finca del finado:
Estas
fotografías, hablan solas.
Veamos
como es el portón de entrada.
Recordemos
los viejos contra portones que acompañaban los zaguanes de las casas antiguas y
eso es lo que vamos a ver en la próxima fotografía, y que le da un señorío
especial a la casa de la cultura de nuestro pueblo.
Pero
si abrimos sus alas, la majestuosidad del lugar semeja un paraíso encantado,
que tenemos que aprender a cuidar, porque en éste estilo eran las casas que los
forasteros han tumbado.
Entreabramos sus alas y disfrutemos de sus encantos:
Puerta
principal de la Casa de la Cultura.
Perfil
del plano delantero.
Otro importante punto de referencia, es el
palacio consistorial, porque en él está radicadas las principales oficinas del
poblado y es el asiento de dos, de los poderes públicos: Legislativo y
ejecutivo.
El
interior del palacio es bonito y en su patio del primer piso, se encuentra esta
fuente.
En
la actualidad están remodelando todo el edificio y en contados días lo veremos
lucir, como le corresponde al palacio que después de del templo, es el edificio
más importante.
Es
importante resaltar que están destapando la roca natural de los zócalos, no
sabemos cuál fue el vándalo que la bronceó con viniltex.
¡Qué
atropello!
A
continuación la fuente del patio interior:
Cuando
ascendemos por las escalas, en el descanso, se encuentra un óleo del artista
Sopetranero: Monín, ilustre hijo del pueblo.
El
lienzo representa la majestuosidad y la hidalguía de la multiétnica
Sopetranera, que es hija de diez y ocho civilizaciones ilustres de la tierra.
Este
óleo, representa nuestra raza y contiene todos los elementos que la
caracterizan, como:
Su templo, El puente de Occidente que aunque pertenece a
Santa Fe y a Olaya, es obra de Don José María Villa, un ilustre Sopetranero que
construyó cuatro puentes sobre el Cauca, uno sobre el Magdalena y colaboró con
el de Brooklyn en Nueve York; Las frutas una de nuestras grandes columnas
financieras; La vegetación propia del trópico; Los obreros y sus quehaceres y
nuestra riqueza hídrica.
No
sobra decir que el pintor no centró bien la cruz del reloj con el rosetón y la
punta del remate triangular de la puerta mayor.
Esto
no es un fresco, según me informaron es una nueva técnica de pintura, parecida
a los trabajos dactilares, que hacen los alumnos del preescolar.
Su
significado es:
La gran raza Sopetranera y la producción de frutas; tengo
algunas cosas para decir:
La etnia Sopetranera es más oscura, tal vez doraditos
por los ardores tropicales; esos humanos, no son muy parecidos a nosotros y
tienen un ligero tinte de homínidos; creo que faltó el elemento agua, factor
importante para producir el milagro de la fruticultura; a las heliconias les
faltó colorido.
Jota,
el que pinta los avisos comerciales y yo, hubiéramos pintado algo mejor.
Sin
embargo hay que felicitar a los que se preocupan por el amueblamiento de los
edificios, para que el espacio público sea agradable.
Es
muy lamentable que este mural, lo hayan tapado con Viniltex, porque a algunos
hombres importantes del pueblo, no les gustó.
Recordemos que eso era patrimonio
público y que había costado unos dineros, que pertenecían a nuestro presupuesto.
Complemento al capítulo
octavo.
Inserto
a continuación un interesante artículo, sobre los daños que los Párrocos le han
causado al templo de nuestra señora:
Sopetrán, Rincón de las Palmas. Carrera
Córdoba #11-29. Teléfonos: 8542021 y 3206093059
Sopetrán, Febrero 12 del 2014.
Amigos sopetraneros:
Nuestras gentes
están más contentas que: “Cerdo estrenando lazo”, porque Roma, que no da
puntada sin dedal, le va a conceder al templo parroquial, el título honorario
de ser una Basílica Menor, pero recuerden por una cantidad exagerada de Euros;
recuerdo cuando los amigos del Padre Medina, pidieron a Roma, el título de
Monseñor, porque era un buen Sacerdote, Roma exigió, hace cincuenta años, la
bicoca de Veinticinco millones.
Catedral
de San Pedro en Roma.
No
sabemos si el título: Honoris Cause, es para la Virgen de la Asunción o para la
Virgen de Sopetrán, porque son dos advocaciones distintas, toda vez que la
Asunción, es la subida de Nuestra Señora al cielo, acompañada de unos Ángeles,
después del intento de muerte, que tuvo, cuando fue subida en cuerpo y alma, a
la gloria eterna y la Virgen de Sopetrán, es un descenso que Nuestra Señora
hizo, también acompañada de Ángeles, para liberar a cuatrocientos católicos que
iban a ser ajusticiados, delante del Califa de Toledo, por practicar esa
religión.
Si
el honor es para la Virgen de Sopetrán, no veo la razón para que la tengan en
ese horrendo cepo en donde la relegaron, cuando colocaron el Cristo de fibra de
vidrio, en el altar mayor, porque ha sido, la que concede los favores a todos
aquellos que devotamente se dirigen a ella.
Basílica
de Nuestra Señora de la Misericordias en Santa Rosa.
Veamos
cómo son las nominaciones de los lugares en donde oramos:
Si el lugar es un
salón comunitario, hecho para orar, le decimos: Centro de oración; si es una
pequeña iglesia, acompañada de casas, le decimos: Capilla; si es una Capilla en
medio de unas mangas, sin casas a los lados, le decimos: Ermita; si es una
iglesia de parroquia, le decimos: Templo Parroquial; si es un templo
parroquial, en donde hay un santo o santa de mucho interés regional, le
decimos: Basílica menor; si es un templo en donde un Obispo o Arzobispo tienen
su sede y en él, hacen sus celebraciones, le decimos: Catedral; pero hay
Catedrales que también tienen el título de Basílicas, porque en ella, fuera del
Obispo u Arzobispo que tienen su sede, hay un Santo especial, de interés
regional.
Templo
de Nuestra Señora de la Asunción del Municipio de Sopetrán.
No
veo la razón para que Roma, cobre por dar un título, solo de honor, que la
Virgen se ha ganado a lo largo de los cuatrocientos años que estamos por
cumplir, recuerden que ella llegó a nuestro pueblo, el 14 de Agosto de 1616,
según lo narra: Don Miguel Martínez, el historiador Santafereño.
Hace
setenta años, los Sacerdotes, con muy buena voluntad y sin mezquindades; pero
con muy pocos conocimientos de historia de arte y en órdenes arquitectónicos,
vienen disfrazando el hermoso templo construido en estilo Colonial y con todos
los parámetros del orden arquitectónico: Romano Toscano o Sencillo, que era el
que utilizaba la plebe, este no es un término peyorativo, sino que así se
llamaba la gente común del pueblo de
Roma, en los tiempos de los Césares.
Los
desajustes, son: Los Templos coloniales, no deben tener cielo raso y los techos
deben dejar ver el sistema de cerchas en que se monta la cobertura.
Techo
del Templo Colonial de San Antonio de Pereira en Río Negro.
Creo
que el cielo raso y los cuadros al óleo que le colocaron, son un parche en
donde no es el dolor; recuerden que los cuadros al óleo lucen, cuando en los
cielos rasos, existe el empotramiento para colocarlos, pero el nuestro está
concebido para lucirlo sin ellos.
Eso de cambiar los ladrillos
grandes que tenía el piso, por un mosaico bonito, porque hay que reconocerlo,
le quitó al templo un 50% de su belleza.
Piso
del Templo de San Antonio de Pereira, de ladrillo cocido.
Las
columnas y los arcos que sostienen el peso de los techos, fueron mancilladas
inocentemente, por unos Sacerdotes que vieron la Catedral de Santa Fe de
Antioquia, que está concebida en orden: Romano Compuesto, que era el que
utilizaban las grandes personalidades del Imperio Romano, con las famosas hojas
de Acanto que sobran y se ven extravagantes, en el orden Romano Toscano.
Para
los que no saben de arte y de órdenes arquitectónicos estos disfraces aparentan
ser muy bonitos, pero la verdad, le quitan mucha parte de su grandeza, a la
majestuosidad de Nuestro Templo Colonial.
Todos
los cachivaches que se ven dorados en los capiteles de las columnas y en los
bordes de los arcos, son del orden Romano Compuesto.
El
Púlpito, que era el lugar en donde el Sacerdote se colocaba, para dirigir la
palabra Divina, a su público y que estaba colocado en la segunda columna del
lado derecho o del Evangelio, también fue removido y recuerdo que rodó y rodó,
hasta que el tiempo, que es el peor de los enemigos, lo acabó; esta era un
pieza fundamental, en los Templos Coloniales, porque era el lugar en donde el
Sacerdote, conversaba con su pueblo.
La
pila bautismal, que reposaba en el viejo bautisterio, a la entrada de la puerta
del lado derecho del frontispicio, la vi en condiciones pésimas, en el patio de
la casa de la cultura y eso hace que no la exhiben; recuerden que allí, fuimos
bautizados por espacio de dos siglos y medio; todo esto se debe a que el
Concilio Vaticano II ordenó que el bautisterio debiera estar en el altar Mayor,
muy cerca del altar de las celebraciones.
Esto
era un comulgatorio.
En
la vieja guardia, recibíamos la comunión, con el mayor de los fervores, en una
baranda de madera torneada, a la que le decíamos el comulgatorio, que jugaba
con las barandas de las tribunas laterales que tiene la nave del centro, sobre
los arcos de la columnata, que le daba mucho señorío al Presbiterio, que es el
lugar en donde están los sacerdotes y los miembros importantes de la Iglesia,
también fue mandada a botar por el Sacerdote Luis Enrique Restrepo, que venía contagiado de las
normas del Concilio Vaticano II, porque según Él, en un templo solo debía haber
un Cristo y las bancas para que los fieles se sentaran y además, era un
cachivache muy estorboso.
La
pregunta que siempre me he hecho es: ¿Por qué en la Basílica de San Pedro del
Vaticano, no remodelaron y acabaron con las cosas que eran patrimonio de la
humanidad? Todas las estatuas en mármol que tienen los laterales de la plaza de
San Pedro, debieron ser removidas y botadas, como lo como lo hizo éste Parroco de Sopetrán.
Así
eran los púlpitos de las Iglesias.
Hasta
la década de los años setenta, hubo cuatro altares laterales, empotrados en los
muros norte y sur del templo y tallados en madera muy elaborada, que servían de
nichos para San Francisco de Asís, y la Virgen del perpetuo Socorro, en la nave
derecha y para la Virgen de las Mercedes y la Dolorosa, en la nave izquierda y
me consta que los derribaron, como se tumba una vieja cocina, y las columnas y
las tallas de madera, fueron mandadas para el Hogar Sagrado Corazón y sirvieron
de combustible, para cocinar los alimentos de las internas.
Los
confesonarios de la vieja guardia, guardaban plena identidad con el orden
Romano Toscano, pero los regalaron para parroquias más pobres y mandaron a
hacer unos que son de arte Mudéjar y de Romano Compuesto.
Parecidos
a este altar eran los que el Templo parroquial tenía.
En
el frontispicio del templo, cambiaron las viejas claraboyas de arte Romano
Toscano, por unos Rosetones de arte Gótico.
En
el Atrio , que a mi modo de ver las cosas, hace parte fundamental del Templo,
por algo los viejos moradores de la tierra, le decían: El Alto sano, un Sacerdote se dejó tentar con
un regalo extravagante, un cambio del piso, que era un bajo relieve precioso,
por el piso que ahora conocemos; pero esto tenía su contraprestación:
Prestar
el atrio para colocar las orquestas en él, toda vez, que el espacio para bailar
era muy escaso y el sacerdote se prestó para este, que para mí, era un
Sacrilegio; casi no se liberan de ese entuerto.
El
zócalo que en este momento luce el atrio y las partes laterales del edificio,
es un mosaico muy común en las piscinas de las fincas de los magnates.
Éste zócalo y el que tiene el templo, en sus muros laterales, que son una imitación ladrillos, que sirven para colocar en los orinales de los burdeles y las galleras, fueron colocados por el Sacerdote Francisco Loaiza.
Estos
errores los pueden cometer fácilmente, personas poco versadas en arte, que se
dejan llevar de las ilusiones ópticas, que son muy sugestivas.
Así
se muestran los ladrillos en una construcción de tipo Colonial.
Como
punto final, si queríamos ver los pedestales de las columnas con sus ladrillos
cocidos, se habrían podido destapar, al igual que los zócalos, como lo hicieron
los que dirigen a San Nicolás de Quebrada Seca, que en un esfuerzo, por darle
lustre a su Ermita, lo lograron con mucho éxito en los años pasados.
Si
esto se fuera a hacer, hay que tener el cuidado de proteger los ladrillos,
pegados con argamasa, con una cutícula de laca trasparente especial, para
librarlos de la erosión eólica.
Dicen
las personas que van con frecuencia a las funciones del culto, que faltan
algunas mejoras, como: Un altar de las celebraciones de mármol, un ambón del
mismo material y una silla para los Sacerdotes, a la que llamamos:
La Sede,
también de mármol, pero pienso que el altar, el ambón y el bautisterio, que ya son
de mármol y que un Párroco culto, opinó no eran materiales adecuados para el
estilo del Templo y trató de disimularlos, forrándolos con madera, se podrían
destapar, para evitarse comprarlos, porque los accesorios de ese mineral, son
muy costosos; respecto a la sede, les quiero mostrar, como deben ser las sillas
que se utilizan en las celebraciones, en los templos de estilo colonial.
A mi modo de ver las cosas, la sede que compraron, se me parece a una de las sillas eléctricas, que hay en los Estados Unidos, para aplicar la pena de muerte.
Las
sedes de los templos Coloniales, deben ser siempre de madera bien tallada y
decoradas con oro de 22 quilates.
Para
completar la caja de colores de la acuarela, están chamboneando las bases de
los fustes y los capiteles, con rayitas de color rojo colonial, porque les
pareció que el oro, que resalta desde cualquier ángulo, no cumplía con su papel
decorativo.
Es
importante recordar: “El mármol y el estilo Colonial, son como el agua y el
aceite, que nunca se mezclan.
En
términos generales, del Templo Colonial que construyeron nuestros abuelos, con
todo el cariño, para que la posteridad supiera el alto grado de religiosidad
que tenían, solo quedan:
El Frontispicio, las tapias y el techo, porque la
parte interna, está totalmente cambiada por cosas modernas.
Ojalá
los Sacerdotes que manejan el Templo, cuando quisieran hacer una reforma
estructural, dejaran de lado su orgullo de decir: “Aquí el que manda soy Yo” y
se tomaran la molestia de consultar con arquitectos que conozcan de estos
temas, para que no sigamos quedando en ridículo, ante los grandes sabios que
conocen con pelos y señales estas normas y para que la posteridad, no se ría de
ellos.
Anuncia
un viejo dicho popular: “El pueblo tiene el gobierno que se merece”, porque
siempre estamos aplaudiendo la labor de los que tienen el encargo de cuidar el
templo y sus tesoros; pero cuando uno aplaude, lo debe hacer con conocimiento
de lo que está aplaudiendo; en caso contrario, estaríamos haciendo lo que hacen
los loros:
“Que si cantan lo que saben, nunca saben lo que cantan”.
Sopetrán, Agosto 29 del 2017.
Anexo a los puntos de
referencia.
Es
bueno hacer un comentario final sobre puntos de referencia, porque algunas
viviendas tienen oratorios preciosos como éste:
Este
altar de romano toscano, pertenece al arte que utilizaban las clases bajas en
Roma, a los que se les decía plebe.
En
él, hay un juego de columnas con todos los elementos y su respectivo capitel
con arquitrabe y entablamento.
La
única lástima, es el espacio tan reducido para lograr unas mejores imágenes.
Así
es la primera parte de la composición de estos altares.
Veamos
la parte alta del primer altar:
Analicemos
este otro aspecto del oratorio:
Esta
es la primera parte del segunda altar.
Este
es el segundo altar, a estas composiciones les decimos:
Retablos, este es una
imitación del retablo de una Iglesia Italiana.
En
él, están las imágenes de:
El
calvario, con el Santo Cristo, San Juan y María Magdalena, San Antonio, la Virgen del Carmen, María Auxiliadora, San Francisco
Javier, La Virgen Milagrosa, Santa Teresita del Niño Jesús, Nuestra Señora del
Perpetuo Socorro, San Francisco de Padua y San Francisco de Asís.
Esta
es la última faceta del oratorio en mención.
Las imágenes hablan solas,
cualquier comentario sobra.
En
este están:
La desnudez de Jesucristo o décima estación, El Arcángel Rafael, el
Arcángel Miguel, Jesús con la cruz a cuestas la Virgen Dolorosa y San Pedro.
A
continuación, veamos la parte baja de este tercer altar:
En
este precioso nicho, está Jesús caído.
En la antigüedad, estos oratorios , eran de obligatoria tenecia para las familias que pertenecían a la raligión católica.
Sopetrán, Agosto 29 del 2017.
Darío Sevillano Álvarez.
Capítulo
Noveno.
ELEMENTOS DE AMOBLAMIENTO.
LAS CALLES Y CARRERAS.
Como
recordarán, las calles y carreras fueron apareciendo alrededor de la Iglesia y
de un camino que comunicaba los asentamientos que para esa época existían y por
esta razón van naciendo en forma desordenada y sin ninguna norma de trazado.
Ese el caso de casi todos los municipios de la vieja guardia del Departamento
de Antioquia.
También
recordarán que todas ellas, casi siempre terminan en un remate, por las
limitantes que anuncié en el respetivo artículo
TODAS
LAS CIUDADES HAN SIDO
ORIGINADAS
POR LA CALLE,
QUE
ES LA PARTE DEL DOMINIO PÚBLICO
POR
DONDE LOS CIUDADANOS TRANSITAMOS
Y
QUE SIRVE DE ANTESALA
PARA
LLEGAR A NUESTROS HOGARES.
Hemos
sabido manejar los elementos con que amoblamos las calles, respecto a las
condiciones climáticas, para que en todas las horas del día, se puedan dar las
sombras protectoras que nos defiendan de los rayos del sol y hacen que la brisa
circule en forma adecuada.
Las
calles y carreras, son alegres y todavía se aprecia la tranquilidad del poblado
Aspecto de la carrera Bolívar.
La calle Luciano Carvalho.
Clásico
y muy trabajado.
Sencillo
y muy sobrio.
Un
poco de ingenio.
Serio
y bonito.
Los
andenes surgieron de la necesidad de proteger la vivienda y sobre todo las
fachadas y lo más hermoso fue que en la medida, que todos los propietarios lo
hacían, el andén se fue volviendo una pequeña vía entre la calle y las
viviendas.
SON
LOS ANDENES TESTIGOS SILENCIOSOS, DEL PASO DE LAS GENERACIONES POR SU LOMO.
DARÍO
SEVILLANO ÁLVREZ.
Algunos
de ellos, para tener continuidad con el que sigue, necesitan de escalas o
adaptaciones, que permitan el paso de los transeúntes.
Las
fachadas en éste medio, son el pan nuestro de cada construcción, las hay de todas
las formas y estilos; en ellas hay derroche de ingenio y le dan un tinte de
ciudad antigua a nuestro querido terruño.
Analicemos
algunas de ellas, porque si quisiéramos verlas todas, nuestro ensayo se
convertiría en una enciclopedia.
En
la gran mayoría de fachadas, se destacan:
La altura de los aleros; los áticos o
fachadas sin techo; la continuidad entre ventanas y puertas; la aplicación de
los zócalos; La decoración, respecto a la textura y los colores; y la armonía
de los materiales, circunstancias que definen su calidad y coherencia.
Pero
los problemas que he anunciado, respecto a planeación, que posiblemente no
cuenta con buenos curadores, empiezan a desmejorar nuestra arquitectura y a
degenerar y deteriorar, la buena imagen del poblado.
Pidámosle
a Dios, que les regale a esos funcionarios un poco de sabiduría, para cumplir
con sus deberes.
Fachada
de arte romano sencillo.
Fachada
sin ático, de arte moderno.
Fachada
de arte romano compuesto.
Fachada
de arte romano sencillo.
Hay
un concepto muy importante en las calles y carreras, que es el elemento
dinamizador, que les imprime carácter:
El nombre.
Regularmente esos nombres
pertenecen a personas importantes de la historia o a acontecimientos que tienen
que ver con la vida de la ciudad.
Nuestras
calles y carreras, no se escapan de ese concepto y es así, como las concibieron
con los siguientes nombres:
Las
calles se llaman:
De sur a norte, Carlos e. Restrepo, Boyacá, Bomboná, Uribe
Uribe, José María Villa, Luciano Carvalho, Santander, Benjamín Herrera, Luis
Trigueros Gustavo Rojas Pinilla.
Y
las carreras de oriente a occidente se llaman:
Colón, Córdoba, Girardot,
Ricaurte, Zea, Heliodoro Rodríguez, Bolívar, Leticia, Nariño, Páez, Leguízamo,
Libertadores, Olímpica y María Eugenia Rojas.
Todas
conservan un poco de sabor histórico.
En
el momento actual, la ciudad empieza a expandirse y es así como se le anexaron
las parcelaciones:
Campiñas de la cabaña, Castillos de occidente, Villa Morena, El porvenir,
El barrio primero de Mayo y la urbanización Llano nuevo.
Las vías de acceso de
estas, no han sido nominadas y supongo que eso le corresponde al Honorable
Concejo.
También
es buena decir: Que hay dos o tres nuevas urbanizaciones, que apenas están
naciendo, pero suponemos que en cinco o seis años estarán en pleno apogeo.
Una
de estas urbanizaciones, a mi modo de ver, fue construida en una zona de alto
riesgo, pues está en las laderas de la terraza del Chagualal y por eso le
decimos:
La laguna, por la cantidad de agua que resulta del subsuelo.
Sopetrán, Agosto 30 del 2017..
Darío Sevillano Álvarez.
Capítulo Décimo.
LA VIVIENDA, COMO ELEMENTO
ARQUITECTÓNICO.
El
hombre, ha venido perfeccionando el lugar para vivir, casi desde su aparición
en la tierra, recordemos:
Los palafitos, las construcciones lacustres y todas
aquellas etapas que atravesó éste saber, para llegar al esquema moderno de la
vivienda que ahora conocemos.
En
la actualidad disfrutamos diversos tipos de viviendas:
Familiares, comerciales,
institucionales, recreativas, etc.
Que el hombre adapta a las funciones que
realizarán.
La
vivienda moderna, comparada con las más antiguas, es casi perfecta y goza de
unas comodidades, a la altura de su majestad:
El Homo Sapiens.
La
mayoría de la extensión territorial del casco urbano, está dedicado a la
construcción de casas y por esa razón le voy a dedicar un capítulo especial, en
donde veremos todos los elementos propios de la vivienda, como:
Las puertas,
las ventanas, los zaguanes, los corredores, los comedores y los mosaicos con
que han venido remplazando los antiguos ladrillos cocidos.
Estoy
seguro que en este artículo, vamos a encontrar, todas las concepciones que el
hombre ha logrado, para que su vivienda sea digna, como:
Materiales,
decoración, formas y espacio, en donde expresamos, nuestra individualidad y
nuestra condición económica.
En
nuestro caso, la evolución se ha dado, desde la choza, que albergó a nuestros
aborígenes, hasta la mansión, que ocupan nuestros coetáneos.
Miremos
pues, las maravillas de éste proceso y empecemos con un óleo de uno de los
mejores comedores.
Es
el de la familia Bastamente Morato:
Comedor
de arte mudéjar, ubicado en la casa de la familia Bastamente, en la calle
Luciano Carvalho.
Así
empezó la vivienda en la prehistoria Sopetranera, nuestros antepasados, para
manejar el factor clima, las construían en esta forma que era muy adecuada para
manejar los calores del trópico.
Observen
las ventanas pequeñas, para no dejarlas calentar.
Esta
era la manera más práctica y económica, para logar una vivienda diga en
aquellos tiempos.
Este
podría ser un símil de uno de nuestros caseríos de los indios Guamas, creo que
el artista, utilizó muy bien la imaginación.
HOGAR
DULCE HOGAR.
Aquí
vemos los miembros de una familia congregados en tono a su vivienda y cada uno
dedicado a las labores domésticas.
Recordemos
que las tierras y cultivos, eran riquezas colectivas.
Rápidamente
la vivienda fue evolucionando y en la colonia, se conseguían casas, de la talla
de esta fotografía.
La
vivienda clásica de esa época, era construida de tapias pisadas de tierra,
pisos de ladrillo cocido y techos de tejas de barro, montadas en una cama de
madera, que servían de termorregulador.
Como
norma general, eran módulos de dos o tres habitaciones, con un patio y un solar
en la parte posterior; las fachadas regularmente tenían dos o tres vanos, es
decir una puerta y dos ventanas; dos puertas y una ventana o puerta en el
centro y ventanas a cada lado.
Estos
elementos, se decoraban con cal y pintura, que siempre expresaba una
personalidad muy propia.
Es
lastimoso, que algunas construcciones, hayan sido intervenidas en sus formas
estructurales, unas veces por la cantidad de vanos, muchas puertas y cada una
de tamaño diferente, porque debilitan la estructura y le dan mala presentación.
Esta
era una vieja construcción de admirable belleza; cayó en manos inexpertas y
vean como quedó.
LA
MEMORIA CULTURAL DE UN PUEBLO,
MANTIENE
VIVOS LOS CARACTERES DE LOS QUE LOS ANTECEDIERON.
Sopetrán, Agosto 30 del 2017.
Darío Sevillano Álvarez.
Capítulo Undécimo.
LA VIVIENDA TRADICIONAL.
La
historia de la arquitectura de un pueblo, es el proceso de adaptación a:
Un
medio, una cultura y una forma de vida.
Estas
tres características, hacen la fusión de métodos constructivos, que dan como resultado,
una vivienda cuyos aspectos funcionales y formales, resuelven las necesidades
de una comunidad; éstos, logran permanecer en el tiempo y hacen parte de
nuestra tradición.
Para
construir viviendas de ésta calidad, se necesitaron los recursos del medio y el
constructor aplicó toda su sabiduría, para que la habitación fuera cómoda y
protegiera de los rigores del clima.
Veamos
algunos aspectos:
Muros
suficientemente alto, cinco metros; vanos bien distribuidos, puertas y ventanas
colocadas milimétricamente; espacios internos, ampliaos y muy acogedores;
adaptación al desnivel de la calle; y
orden arquitectónico apropiado a la dignidad del personaje que la va a ocupar
(Romano toscano).
Veamos
a continuación otras parecidas:
Una
completa mansión ubicada en buen punto.
Un
conjunto admirable de viviendas.
Casi
todas las casas antiguas, son empañetadas, es decir las tapias son revestidas
con una mezcla de arena pantanosa y cagajón, cuando ésta seca, se aplica la cal
y luego el vinilo.
Para
los zócalos se emplea la pintura a base de agua o la de base aceite.
En casi
todos los edificios, prima el blanco como color dominante y el color oscuro se
emplea en los zócalos y casi siempre ese color se le aplica a las ventanas y
puertas, lo que hace un conjunto personal, atractivo y alegre.
Las
puertas y ventanas en su inmensa mayoría, son de madera y se pintan de colores
variados; algunas de ellas son muy decoradas y hay unas especiales de arte
mudéjar, tal vez las más bonitas.
El
conjunto de casas de una calle o carrera, como cada dueño pinta a su gusto, da
una apariencia de arco iris, a la cual
le decimos en arquitectura: Calle o Carrera Caribeña.
Las
casas son grandes y espaciadas, con zaguán, patios, corredores, alcobas en
galerías; ventanas, puertas y portones bien elaborados en madera, con colores
vistosos, que destacan la ornamentación.
Estos
elementos de la casas, son los que marcan la diferencia entre unas y otras
viviendas.
Lástima
que las técnicas utilizadas en esas casas, ha venido cambiando y los empañetados,
se trocaron en revoque con cemento; los aleros se transformaron en áticos, es
decir fachada sin alero; y la reja se colocó, en ventanas puertas y divisiones.
Los interiores quedaron intactos y la tapia pisada sigue en pié en muchas
construcciones.
Otro
de los problemas serios de las reformas, es el hecho de combinar las tapias de
tierra con bloques de cemento, porque es una asociación de pésima calidad y muy
peligrosa, para el momento de un sismo.
También
es preocupante la apertura de nuevos vanos, es decir puertas o ventanas, porque
la estructura de tapia pisada, pierde resistencia y pone al edificio al borde
del colapso.
Con
todos estos errores para manejar nuestra arquitectura, solo estamos logrando,
una mala presentación de nuestro patrimonio y nos predisponemos a un
cataclismo, en el momento menos esperado.
Además
tenemos que denunciar que esas reformas mal dirigidas, no armonizan con los
edificios que las rodean.
Es
bueno contar que a las viviendas colectivas, como escuelas orfanatos y otros, los
constructores manejaron en los patios, un espacio para que la colectividad que
los habita, tenga un sano esparcimiento.
Estas
construcciones lograron que su interior, fuera espacioso y confortable.
Es muy
fácil diferenciarlas de las viviendas comunes, por su tamaño y colores, que
siempre son más sobrios.
En
cuanto a los locales comerciales fueron adaptados en las viviendas ya
construidas y vemos varios casos en este aspecto:
Una
de las piezas de la casa se adapta; en otras todo el frente; y hay algunas que
tomaron toda la casa y fue necesario hacer un segundo piso, para la vivienda.
Estos
casos son muy comunes en el parque principal.
Nótese bien que esas casas no
invadieron el espacio público, porque los ciudadanos de esa época, eran
cuidadosos en ese tema.
Voy
a mostrarles dos fotografías del palacio municipal, para que aprecien como el
primero era respetuoso con el espacio público y el segundo se tomó metro y
medio del parque principal.
Observen
como el nuevo palacio consistorial, se metió metro y medio en el espacio
público.
Miren
como el viejo palacio, respetaba las normas de arquitectura.
Ahora
observen como esta vieja construcción de arte barroco, respetó las normas
vigentes y no perdió señorío.
Creo
que a los humanos modernos, se les podría decir:
El vivo, vive del bobo y el
bobo de su pendejada.
El
artículo que sigue, lo voy a dedicar a unas cuantas casas antiguas, muy bien
conservadas, que pertenecen al arte romano y tiene mezclas de toscano y de
compuesto.
Recuerden
que en el arte romano, se dieron dos formas: La que identificaba a los grandes
señores del imperio, que se llamaba romano compuesto y la que distinguía a la
plebe, la palabra plebe, no era degradante, significaba: Pueblo.
A esta forma,
la llamábamos romano simple o toscano.
Las
diferencias entre las dos formas son muy notorias, pues el compuesto está lleno
de ornamentos, sus fustes son estriados, tienen un collarín y los capiteles,
están conformados por hojas de acanto.
En el toscano, todo es muy sencillo y
casi sin ornamentos.
La antigua vivienda de los Jaramillo Tamayo.
La casa de las Montoyas.
La antigua vivienda de la familia Tamayo Gaviria.
La antigua vivienda de la familia Vieira Gaviria.
La casa museo del Padre Medina.
La antigua vivienda de la Familia Zapata Rivera.
Estas
fotografías, no necesitan explicación, hablan solas, de ese glorioso pasado de
nuestra arquitectura, que tal vez se desenvolvía mejor, sin la oficina de
planeación.
LA
VIVIENDA NUEVA.
LA
VIVIENDA EMPEZÓ SU CARRERA EVOLUTIVA, CUANDO NACIÓ CON EL HOMBRE, QUE APARECÍA
Y TENDRÁ QUE SEGUIR CAMBIANDO A TRAVÉS DEL TIEMPO.
Todos
los cambios que se han dado a nivel:
Social, económico, político,
administrativo y cultural, influyen notoriamente en la construcción de la
vivienda, porque las técnicas van cambiando y el hombre, tiene que seguir el
ritmo, para entrar en la moda de:
Mejor organización y distribución de los
terrenos, el uso de nuevos materiales, las diferentes formas de construcción; y
la calidad, la economía y la resistencia de los materiales.
Los
cambios que hemos realizado, no son los más benéficos para nuestra
arquitectura, pero el alto valor de la tierras; y las limitaciones económicas a
la hora de construir, hacen que tengamos que reducir los lotes; las casas viejas
tengan que ser reformadas, para albergar a todos los miembros de la familia;
una casa se convierte en cuatro apartamentos, aunque se sacrifiquen todas sus
bondades.
Estas prácticas son las responsables de nuestra desgracia
arquitectónica.
Hay
otro factor determinante que es consecuencia del anterior y es:
La ausencia de
patios, unión cocina comedor, sala de televisión, salón de rebujo, zaguán, etc.
Impuestas a la ligera, para dar soluciones inmediatas a las necesidades
sentidas.
Estas
prácticas acaban por completo con las buenas condiciones para manejar el medio
ambiente y la forma de presentar nuestras constricciones.
Recordemos
aquí, la frase de HEGEL, el gran filósofo alemán, cuando decía:
“Todo proceso de civilización, genera
barbarie”.
Esta
fue mi casa paterna, una vieja construcción concebida a la antigua, en el
momento actual su nuevo propietario realizó una reformas:
Bonitas, prudentes y
costosas, en donde solo se conservaron, la puerta y la ventana.
Claro que esta
afirmación, no es una crítica sino un comentario, para mostrar cómo evoluciona
la vivienda.
Estas
reformas, aunque son funcionales y decorativas, no interpretan la identidad, ni
la forma de vida, del viejo pensar y sentir.
Veamos
otros ejemplos, de estas reformas:
Este
moderno edificio, muestra el gusto con que fue construido, en él, hubo derroche
de talento y dinero, pero a primera vista se sabe que no es una construcción de
la vieja guardia.
Las
nuevas construcciones, tratan de imitar la arquitectura tradicional, pero los
edificios muestran una cosa muy distinta a la manera como pensaban los antiguos
moradores de la ciudad.
Otros
edificios se están construyendo con las técnicas modernas y aunque son bonitos
y confortables, no juegan con la arquitectura del medio.
Estas
construcciones se ven de mucho valor económico, pero de ninguna manera
remplazan a las construcciones que derribaron, para hacerlos.
Además
estas edificaciones que son selvas de cemento, generan más problemas, al
fenómeno que conocemos con el nombre de: Calentamiento global.
Algunos
edificios modernos, tratan de conservar los materiales y logran amortizar un
poco los efectos del calor.
Observen,
como el segundo piso, tiene techo de tejas de barro cocido y eso produce un
efecto termorregulador.
También
es bueno que se vea, como la selva de cemento de los muros, fue camuflada
cuidadosamente con roca importada, que produce un efecto psicológico de
tranquilidad.
En
éste edificio, llama la atención, como el constructor tuvo en cuenta la altura
y el diseño de las casas que lo acompaña.
Es
agradable saber que hay compañías de construcción, que respetan las leyes de la
armonía arquitectónica.
La
casa es una vivienda colectiva y pertenece al arte romano sencillo o toscano,
con un remate triangular.
Aplausos
para los que la concibieron, porque a pesar de sus dos pisos, la altura no
sobrepasó al edificio contigo.
Algunas
construcciones, cantidad muy reducida, conservan el encanto de un primer patio,
con alberca y jardín.
Este
efecto produce una sensación de grandeza y le da mucho señorío a las viviendas.
Veamos
otros ejemplos de éste tema:
Patio de la casa de Darío Sevillano.
Casa quinta de la Villas.
Con
éste privilegio, solo hay seis casas en el casco urbano.
Sopetrán, Agosto 30 del 2017.
Darío Sevillano Álvarez.
Capítulo Duodécimo.
Las puertas.
ALGUNOS ASPECTOS DE LA
VIVIENDA.
Voy
a tratar, en éste espacio, algunos de los elementos que componen la vivienda
tradicional, porque han sido cuidadosamente seleccionados, como complemento de
los materiales de éstas hermosas construcciones y fueron elaborados, por buenos
artistas, en forma creativa, personal y consecuente.
Los
elementos a que me refiero son:
Las
puertas, contra portones, zaguanes, comedores y ventanas.
En
estos elementos, los artistas mostraron sabiduría y belleza, como lo van a ver
en las siguientes fotografías.
Iniciemos
nuestro recorrido por las puertas:
LA
PUERTA ES LA CORTINA QUE SE ENTREABRE, PARA DEJARNOS CONOCER LA INTIMIDAD DE
LAS VIVIENDAS.
Sobria,
hermosa y de color agradable, muestra ésta puerta, todos los elementos que se
pueden manejar en éste arte.
Elaborada,
en color madera y con todos los elementos del arte mudéjar: Arabescos en el
friso y almocárabes en las alas.
Sencilla,
pero bien ornamentada, con elementos de romano compuesto. Es de advertir, que
los ornamentos son de cemento.
Con
todos los fierros como dijeran los Sopetraneros, esta puerta tiene buen diseño
de arte mudéjar y tanto la puerta como los ornamentos son elaborados con
madera.
Aquí
jugaron los ornamentos y el color y fue adicionada una reja trapezoide, que
deja ver la belleza interna del recinto.
Arte
romano compuesto. Sobriedad en el colorido y abundancia de detalles en la
ornamentación, que está compuesta por dos columnas planas, un remate redondo y
una reja, bien elaborada.
¿Qué
tal esto?
Diseño,
buen manejo del arte y colores suaves.
Dos
columnas planas de romano sencillo y un remate triangular, que es la vida de la
puerta.
Marco
de cemento, puerta sencilla, color suave, reja trapezoide y guarda luz
ondulado.
Este
si es un espectáculo de puerta:
Se combinaron el romano compuesto, el mudéjar y
la imaginación.
Las dos columnas que la sostienen, terminan en un remate
quebrado.
No
hay palabras para calificarla.
Es
bueno decir que cuando era niño, le conocí los ornamentos que tenía en los dos
óvalos centrales:
Eran unos enroscamientos de arte mudéjar.
Analicen
la humildad de esta y observen el calado hecho en madera, se ve a las claras,
la creatividad del carpintero.
LA
PUERTA ES EL UMBRAL AMIGO, POR DONDE TENEMOS ACCESO DE LA VIVIENDA; NOS SALUDA
CUANDO ENTRAMOS Y NOS DESPIDE A LA HORA DE SALIR.
Esta puerta, es la única joya que queda, del edificio que fuera anexa a la
normal. El edificio lleva cinco años en estado de coma y fue desvalijado por un
vándalo, con autoridad.
“Recordemos que el que manda, manda, aunque mande mal”.
Esta puerta nos está mostrando, la joya de museo que era el edificio y en
su agonía dice:’ Aquí estoy”. Las ventanas fueron vendidas a buenos precios,
para la novísima ciudad de:
Cauca Viejo.
Esta es la puerta lateral derecha del templo de Nuestra Señora. Es un pesar
que los dueños, no hayan tenido el dinero para restaurar el calado de arte
mudéjar, que hay en su friso.
Siempre está cerrada, dicen los que mandan, que el Santísimo se molesta
cuando pasamos de largo por el templo.
Creo que no conocen a Dios, que es un ser sociable y goza de la compañía de
sus criaturas.
La puerta es de arte romano compuesto, con friso de arte mudéjar y remate
quebrado.
CAPÍTULO XIII.
Las ventanas.
Continuemos con las ventanas, que son un espectáculo por sus formas y
belleza:
Ventana de arte mudéjar, observen los arabescos del friso.
Ventanal de arte republicano con careta metálica.
Ventana con postigos ovalados y careta metálica.
En ésta jugaron el estilo y el color: Orden romano compuesto, remate
triangular y combinación de un color frio con uno cálido.
A esto le podríamos decir:
Calibrando pesos y contrapesos, como dicen los carroñeros de la política.
En esta el marco es muy elaborado. Pertenece al romano compuesto.
Parecida a la anterior pero el remate es redondo.
ES LA VENTANA EL PERISCOPIO, POR
DONDE ENTRAN LAS IMÁGENES AL INTERIOR DE NUESTRA CASA.
DARÍO SEVILLANO ÁLVAREZ.
Este es su majestad el arte republicano, con sus famosos torneados.
Romano compuesto, con republicano y un calado en la base.
Una innovación en el arte romano; dos tipos de materiales en la careta:
Hierro y madera.
Marco precioso con careta metálica.
En medio de la simplicidad, la careta tan elaborada luce mejor.
Observen el calado del friso, es de arte mudéjar.
Tiene parecidos a las ventanas españolas.
Otra hermosa forma de combinación, lástima que no tiene dueños, las
telarañas van a acabar con ella.
Éste es uno de los ventanales del templo, aplausos para los que montaron el
vitral, porque sabían que era necesario dejar fluir el aire.
Recordemos que los del lado izquierdo fueron tapados por un edificio
asqueroso.
CAPÍTULO XIV.
Los Zaguanes y Contra Portones.
EL ZAGUÁN ES EL PASADIZO MÁGICO QUE CONECTA LA CALLE, CON LA INTIMIDAD DEL
HOGAR.
Hablemos ahora de zaguanes, que están por pilas y cada uno tiene sus
encantos.
El zaguán, es un pequeño pasadizo, que conduce de la puerta al contra
portón y le da énfasis a las demás dependencias.
Veamos algunos de ellos:
Precioso, colonial y el mosaico es de ladrillo cocido.
Amplio y muy bonito, con mosaico normal.
Tradicional, antiguo y muy hermoso. Con mosaico de ladrillo cocido.
Antiguo y muy sencillo. Lástima que le aplicaron un mosaico, que aunque
bonito, le resta belleza.
Hermoso y de buenas proporciones.
Pasemos a los contra portones:
Un espectáculo arquitectónico, para el que no tengo palabras.
Diseño y color, finamente combinados.
Apreciemos las filigranas del arte mudéjar en todo su esplendor.
Qué señorío, parece la entrada a un palacio real, solo faltan los reyes,
que en la actualidad, están más escasos que las medallas del corazón de Jesús.
Esta es una importante mezcla de zaguán y antesala, propia del arte
republicano.
Delicadeza en los colores, mosaico bonito, contra portón elegante. Tiene
todas las condiciones de la belleza arquitectónica.
“SIQUIERA SE MURIERON MIS ABUELOS”
Traigo e cuento esta frase de Jorge Robledo Ortiz, para lamentarme por todo
lo que han destruido.
CAPÍTULO XV.
Los comedores.
Como punto final, traigamos a colación los comedores, que casi siempre
evocan edificios, como la Alambra de Sevilla o los grades edificios que albergaron
a los califas que gobernaron a España por ocho siglos.
Los comedores, son una parte muy importante de las viviendas, porque en
ellos, la familia se reúne, mínimo tres veces por día, para hacer el desayuno,
el almuerzo y la comida.
Otro aspecto importante de los comedores, es el hecho de que los visitantes
de la familia, siempre son llevados a este lugar, para hacerles una atención
especial.
Recordemos que al comedor, en las instituciones como: seminarios,
internados y conventos y todo aquello que signifique vida comunitaria, se le
llama. Refectorio; esta es la definición de esa palabra eln el diccionario de
la lengua:
Se llama refectorio, palabra proveniente del Latín refectus,
es decir alimento ligero para reparar las fuerzas, a la sala destinada a las
comidas de los monjes en los monasterios. Tiene, generalmente, forma
rectangular, y se halla situado en la galería opuesta a la iglesia.
Observen éste espectáculo, miren con detenimiento los calados que el
carpintero diseñó.
Pertenece al arte mudéjar y se conserva intacto, lástima que hayan
construido una unidad sanitaria en su margen izquierda.
Esta otra joya, en la misma calle 10 o Luciano Carvalho, Hombre importante
nacido en Sopetrán que fue rector de la Universidad de Antioquia, Secretario de
educación del departamento, ministro de educación nacional y secretario privado
del presidente Mariano Ospina Rodríguez.
Analicen la forma como el constructor maneja las macanas, para darle
textura simétrica, a la primera parte; el calado es de madera trabajada con un
serrucho de punta.
El flujo de las corrientes de aire, es uno de los propósitos fundamentales.
Toda la estructura es de madera.
También el cemento era muy bien trabajado en los interiores, como prueba de
ello, miremos éste comedor, obra de arte que en la actualidad daría brega
conseguir a un obrero con esas
condiciones de trabajo.
Éste comedor está complementado por uno de sus laterales, con una rejilla y
un calado de mucha belleza, que la dan a la vivienda, el esplendor y la sobriedad,
para que en ella viva una persona de condiciones sociales de mucha categoría.
Miremos el calado y la rejilla de que hablo, para que vean la calidad de
los carpinteros y albañiles que lo concibieron.
Concluyamos aquí con el muestreo de comedores, que se consiguen a granel en
todas las calles y carreras.
CAPÍTULO DECIMO SEXTO.
Los mosaicos.
Como punto final, vamos a analizar los mosaicos, que aunque son un elemento
muy moderno, en la construcción, no dejan de ser interesantes, por sus
estampados.
Es importante anotar que a ésta industria, como a la de la locería, les
viene ocurriendo un fenómeno preocupante: A medida que avanzamos en ciencia y
tecnología, desaparecen los métodos y las técnicas para hacerlos de buena
calidad.
Admiren el colorido, el diseño y la precisión.
Este sería unos arabescos con hojas.
En medio del colorido, las líneas geométricas muestran la sabiduría del
diseñador.
Crucetas, estrellas y hojas, rodeadas de cruces griegos y chinescos.
Deténganse en la pericia para combinar los colores.
Sobriedad en los colores, empalme perfecto del medallón entre los
romboides.
Alguna vez quisimos saber si las fábricas de mosaicos, nos podían hacer
algunos de éstos que se habían quebrado y nos contestaron: Si hiciéramos de
estos mosaicos, estaríamos tapados de dinero, pero no tenemos la tecnología
apropiada.
Rombos rojos y amarillos.
Una magnífica combinación de colores vistosos.
Se les podría aplicar el nombre de; Escaques romboides.
Otro estilo en los rombos.
Aquí se aprecia un cambio en los colores, tal vez reducidos para no
producir tanto escándalo.
Esta técnica le da más seriedad a la vivienda, que posiblemente es de una
persona con mucho gusto en las artes.
Lo traje a cuento, no porque me gustara, todos se dan cuenta que es una
mala revoltura, pero en ella se encuentra seis muestras de mosaicos muy bien
concebidos.
Lo que creo es que con todo lo que sobró de la construcción, colocaron el
piso de un lugar poco visible de la casa.
Este es un buen mosaico, configurado por ramilletes y bordeado por una
banda roja, con dentículos amarillos y verdes.
El conjunto es alegre, pero muy serio en cuanto al color; se presta para un
lugar tranquilo, como es un templo.
El rosetón está compuesto por una cruz griega, sobre fondo amarillo; un
cuerpo geométrico estrellado; ocho pétalos decorados con flores de lis y ocelos
y una corona circular, con ocelos bien distribuidos.
Observen el error del fabricante en los ocelos del lado derecho de la
figura.
La parte superior, está compuesta por unas hojas caprifoliáceas, con un
centro rojo y destellos, en las nerviaciones.
CAPÍTULO XVII.
GLOSARIO DIDÁCTICO DE
ARQUITECTURA
Voy a agregar un anexo sobre arquitectura, que va servir como glosario
didáctico, para entender mejor las estructuras de los templos.
En primer lugar, hablemos de molduras, que son el mejor accesorio para decorar
los altares.
Hay molduras de cuatro clases, a saber:
Planas, que son el listel y la faja, como su nombre los dice, la primera es
una cinta delgada de madera, yeso o cualquier material que se esté usando para
hacer el altar y la faja es una cinta más ancha.
Convexas: El junquillo, el cuarto bocel, el cuarto bocel inverso y el bocel
o toro.
Cóncavas: Media caña, escocia, escocia inversa, esgucio y esgucio inverso.
Y las cóncavo- convexas: Gola o cimacio, gola inversa, talón y talón
inverso.
Estas molduras son las que dan belleza a los altares y mientras más
abundan, mejor es la calidad de la construcción, por eso advertí en el capítulo
correspondiente, que se les había ido la mano en el manejo de la arquitectura,
sobre todo en el templo de nuestra Señora, que es nuestra mejor riqueza a nivel
de arquitectura.
El siguiente gráfico ilustra mejor el tema:
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