viernes, 12 de abril de 2019

Cuáles son las condiciones para ser un buen concejal.



Alerta, pueblo de Sopetrán, con las campañas políticas que empezarán después de la Semana Santa.

Las orientaciones que voy a dar en este artículo, servirán a los Sopetraneros, para evitar las metidas de patas, que a veces hacemos, por no conocer a los candidatos a las corporaciones o a la línea administrativa, como los: Alcaldes, los Gobernadores y los Presidentes.
No podemos votar, con romanticismos carajos, o con la peor de las atracciones que los candidatos nos hacen: La mermelada, es decir: Los regalos que los distintos candidatos hacen a los incautos, para conseguir el beneficio de los votos.


Recordemos que el voto, es nada más, ni nada menos: Que la opinión que tenemos acerca de los distintos candidatos y el conocimiento de sus programas de gobierno, para saber, si ellos benefician al pueblo o lo perjudican y si son promesas vanas, que no van a cumplir, o son compromisos solemnes .para sacar adelante a los electores o votantes.

Si me atrevo a hablar de esta manera, es porque me acompañan las experiencias de cincuenta años viviendo en el mismo lugar; dos veces que manejé el Concejo municipal, como su presidente y el conocimiento de todo lo que ha pasado, cuando elegimos mal.


Para entrar en materia, permítanme empezar con aquellos personajes que aspiran a las sillas del Honorable Concejo Municipal, porque la experiencia que nos acompaña, dice que aquellos concejales, que elegimos y que no tenían una preparación intelectual, adecuada a las funciones de un edil, han sido un fracaso para nosotros, porque viven aprobando todo aquello que es nocivo, pues lo que les interesa, es que les produzcan algunas entradas económicas, dada la razón de que no han manejado a su majestad el dinero y por eso, se deslumbran con cualquier chichigua que les ofrecen, con la condición de que aprueben o desaprueben aquellas cosas que el legislador más inteligente, quiere que salgan a delante o no salgan.
En el artículo anterior a este, dije que mientras más bruta fuera una persona, más posibilidades tenía de llegar al honorable Concejo de Sopetrán; pero esta circunstancia, nos ha mostrado que esos: Poco ilustres Concejales, metieron las patas, con sus famosos: Aprebo y miadero, que para nosotros, significa: Apruebo y me adhiero y si hacemos las cuentas de las atrocidades que han aprobado, estaremos sabiendo, que Sopetrán va, para atrás, por cuenta de los malos concejales o como dicen las pavas: Pior, pior, pior.


Antes de seguir adelante, es bueno que recuerden que hay una lista de malos Concejales de este período, que ojalá, nunca vuelvan a votar por ellos, porque si siguen en el Honorable Concejo, acabarán, con lo poco que nos han dejado los politiqueros baratos.
Pero recuerden que cinco de ellos, hicieron una buena labor  y deben seguir en la corporación, para bien de todos.
En este artículo, quiero decir, cuales son los conocimientos que un buen Concejal debe saber manejar, para poder ejercer con sabiduría el cargo que le hemos encomendado.
Los Concejales de tres por diez, se olvidan del electorado y se suman a lista de los que rinden pleitesía a los malos gobernantes de la rama administrativa.


Los conocimientos mínimos que debe tener un Concejal, podrían ser estos; pero recuerden que fuera de estos, el Concejal debe tener unos títulos que lo acrediten, como un buen elemento, para poder participar en el mundo político de los Ayuntamientos.
Entremos en materia:
Un buen Concejal debe saber de pe a pa, lo que es el presupuesto municipal; como se elabora; quienes lo hacen; como se distribuye; que nos puede pasar si gastamos más de lo que hemos presupuestado; cuales son las sanciones para las personas públicas que permiten estas anomalías; para que todos los estamentos de la comunidad se puedan beneficiar de él; y lo más importante: Como se cuida el presupuesto, para que cumpla con la función de proteger a todos los ciudadanos y no se despilfarre, como ocurre en la mayoría de las veces.
Un buen Concejal, debe saber que es la política pública es decir: Las políticas públicas se han consolidado como una herramienta esencial en el ejercicio académico y práctico de la gestión pública. En la actualidad este tipo de políticas son la plataforma de los planes, programas y proyectos dirigidos a resolver parte de los conflictos sociales existentes, por parte de los candidatos a corporaciones públicas, como concejos, asambleas o congreso.


Debemos recordar que aquellos que no tienen un plan definido de sus políticas púbicas, no son buenos candidatos, porque van al honorable concejo, a refinanciar sus presupuestos con los dineros públicos.
Este es el fenómeno más común en los politiqueros modernos: Vegetar en el presupuesto del estado.
En lo relacionado con las leyes, un ilustre concejal debe saber con pelos y señales, que es: Una ley, una resolución, un decreto, una ordenanza, un acuerdo; porque cada una de estas figuras jurídicas, representa un asunto importante entre las normas estatutarias de la constitución de cualquier país.
Hay una figura que se come a muchos concejales y que debieran saber manejar con mucha puntualidad: Las vigencias futuras, es decir: Las autorizaciones que una corporación pública hace, para comprometer los futuros dineros que le van a llegar al presupuesto de un ente jurídico y por esa razón, hay que tener grandes cuidados, antes de comprometer esos dineros, porque no afectan de momento, a los ciudadanos presentes, pero van a perjudicar a otros en el futuro, que nada tuvieron que ver con los que aprobaron la vigencia futura.
Es decir que cuando usted compromete las vigencias futuras, está trabajando con un dinero que no le pertenece.


Otra figura que se come a muchos concejales, es el hecho de: Conceder facultades a un mandatario y porque qué se le conceden.
Veamos un ejemplo:
Al mandatario de mi pueblo se le mete en la cabeza que va a hacer un túnel que comunique a Sopetrán con Medellín y está pidiendo facultades a los honorables concejales para gastarse los dineros públicos es ese elefante blanco.
Así el alcalde sea mi Padre o mi gran amigo, como concejal, no puedo conceder esas facultades, porque vamos a gastar el dinero, en cosas que no necesitamos y nos vamos a quedar sin recursos, para realizar los proyectos que estamos necesitando.


Esto les ha ocurridos muchas veces a los concejales de la lista negra en Sopetrán, porque por amor a su jefe le han autorizado muchas cosas que no debiéramos haber hecho y con esos dineros, hubiéramos sacado adelante muchos otros proyectos, que podrían beneficiar a nuestra comunidad.
El principal error de cualquier concejal colombiano, está en no saber cuál es su responsabilidad jurídica, cuando mete las patas, porque la mayoría de nuestros concejales, son personas con muy pocos conocimientos y casi siempre de estratos humildes y campesinos, que creen una cosa absurda: Que por ser concejales, pueden hacer lo que les venga en gana y nadie los puede sancionar.
¡Alabado seas Señor, por todos los concejales brutos de nuestra sociedad¡
Creo que en Sopetrán, es en donde más se da este caso.


Todos los pueblos colombianos, tienen derecho a una pequeña cantidad del presupuesto nacional y a esto le conocemos con el nombre de regalías.
Corresponden a la retribución económica que pagan las empresas que extraen recursos naturales no renovables (hidrocarburos y minerales) al Estado colombiano por explotar esos recursos, es decir, recursos que pueden aliviar, las necesidades más sentidas.
En Colombia se extraen hidrocarburos y minerales en diferentes zonas del país.


 Es bueno decir que Sopetrán que en épocas de buenos recuerdos, cuando los alcaldes, no eran elegidos por votación popular, tenía una buena suma de regalías, porque era un municipio catalogado en primea categoría especial, pero a medida que fue perdiendo prestigio, con las malas administraciones de los alcaldes elegidos por votación popular, quedó clasificado en sexto grado y fue perdiendo mucho dinero de esas participaciones y en la actualidad, cuando estamos catalogados en el último peldaño de municipios, porque lo que sigue de ahí, es ser un corregimiento, posiblemente de Olaya, el dinero que nos llega, no cubre nuestras necesidades y si los concejales y el alcalde, no saben cuidar esas entradas de dinero, nunca podremos ver progreso en las actividades del municipio.
Hay otro tema que es muy difícil que lo entiendan, tanto los concejales como los alcaldes: Cuáles son los recursos de libre destinación y cuales vienen programados para un proyecto especial; porque se les ha metido en la cabeza, que todo el dinero que llega, por auxilios o por otras causas, se puede gastar a: Topa tolondra, es decir, como nos da la gana; eso es lo que no permiten las leyes y esto genera sanciones a aquellos que no saben invertir esos dineros; pero para saber cómo actuar, es necesario conocer la constitución y las leyes, con mucha profundidad, para saber cómo se debe operar en estos casos.


 Cuando se es un concejal de tres por diez, el individuo no distingue entre leyes ordenanzas y acuerdos.
Recordemos que estas son las leyes que producen las corporaciones públicas y que es un asunto puramente de lógica, que un acuerdo que es una ley municipal, no puede contrariar una ordenanza que es una ley departamental o una ley del congreso que tiene primacía sobre cualquier acuerdo u ordenanza.
Para dominar este tema, un ilustre concejal, debe estar bien informado sobre las leyes de la república; sobre las ordenanzas de la honorable asamblea; y sobre los acuerdos que el concejo municipal ha aprobado, para poder hablar con propiedad y para no meter las patas aprobando cosas que no son posibles a la luz de la constitución nacional, como les ha pasado muchas veces a los no ilustres concejales de la coalición sopetranera, para manejar a su gusto todo lo que creen que está a su disposición.

Valdría la pena agregarle a este punto el hecho de que en cualquier municipio, hay programas que vienen manejados por la nación o por el departamento y a esos proyectos, el honorable concejo no les puede hacer modificaciones, solo pueden expresar opiniones respetuosas y el ente superior sabrá si las acepta o no.




 Hablemos un poco de las inclusiones sociales, porque este es un tema que una persona de baja cultura y poca educación, no puede asimilar muy bien.
La inclusión social en el PAE es comprendida como las acciones que se realizan para lograr que los grupos que han sido social e históricamente excluidos por sus condiciones de desigualdad o vulnerabilidad puedan ejercer su derecho a la participación y sean tenidos en cuenta en las decisiones que les involucran.
Recordemos que la sigla PAE traduce el plan de alimentación especial.
Es importante decir que cuando esas inclusiones vienen de arriba, los dineros de ellas, no se pueden tergiversar, es decir pasarlos a otros proyectos o desaparecerlos por obra de magia, como a veces pasa.


Casi nunca los honorables concejales, saben que es ser un empleado o funcionario público y esto dificulta mucho las labores que ellos desempeñan, porque se les ha metido en la cabeza, que los elegimos para que se aliaran con su jefe máximo, para poner en jaque mate al estado; cuando la verdad es que debieran ser finos representantes de su partido político.
Según el artículo 123 de la Constitución de 1991 de Colombia, "los servidores públicos son los miembros de las corporaciones públicas, concejos, asambleas y congreso, lo empleados y trabajadores del Estado y de sus entidades descentralizadas territorialmente y por servicios".
Los empleos en los órganos y entidades del Estado son de carrera.
Este último párrafo, significa que los buenos políticos suben de peldaño en peldaño, hasta llegar a las altas esferas del estado.


Estoy casi seguro de que ningún concejal bruto sabe cuáles son sus deberes y cuáles son sus derechos.
Este manual de funciones, casi nadie lo ha leído y si esta afirmación mía resulta certera, puedo formular una pregunta: ¿Cómo me puedo desempeñar bien, en una empresa, de la cual no conozco mis obligaciones o compromisos y mis derechos?
Hace seis años el profesor de administración pública Hernán Torres, que más tarde fue vicepresidente de la Asamblea de Antioquia, creo un programa formativo llamado ‘la clínica de los concejales’.
En ese proceso evidenció que no existía un libro que compendiara las funciones y prohibiciones de los concejales y cómo funciona un Concejo.
Les recomiendo a todos los que se vayan a incluir en la lista de candidatos a esa corporación, que lean y se aprendan de memoria todas las funciones que un ilustre concejal debe tener, para lograr ser un buen político.
Mi última recomendación es que cuando se inscriban para participar como candidatos a esa ilustre colectividad, tengan muy aprendidas: Cuales son las comisiones de un concejo municipal; cómo se organizan esas corporaciones publicas;  cuales son las comisiones que tiene la ilustre corporación y para que sirve, cada una de ellas; como se presenta un proyecto de acuerdo; y cuáles normas rigen para su aprobación, etc, etc, etc.
Si no están en condiciones de seguir estas recomendaciones, desistan de sus candidaturas, porque con absoluta seguridad, van a llegar a esa ilustre corporación a estorbar y a que todo el conglomerado social se ría a carcajadas batientes de su ineptitud.

Sopetrán, Abril 10 del 2919.
Darío Sevillano Álvarez.

Espere próximamente un artículo sobre los candidatos a la alcaldía municipal.

Post Data:

Les pediría a los partidos políticos, que aprendan a elegir las personas que los van a representar en el Honorable Concejo Municipal, con unas características únicas: Buena preparación intelectual,; Buena presencia, como humanos; facilidad de expresarse públicamente; que se puedan expresar en un lenguaje culto, porque este es un puesto, diseñados, para los mejores del municipio; que no estén salpicados del virus de apegarse de los dineros públicos; y que tengan el hobby, de la lectura, para que cada día, sean más sabios.


Si los siguen eligiendo: Que sean los más bullosos; que tengan la capacidad de maltratar al público;  que no tengan mucha cultura, pero que sepan arrastrar a la masa votante el día de las elecciones; que tengan la mentalidad de enriquecerse, con los dineros públicos; estaremos fomentando la politiquería barata, que se está apoderando del planeta y que acabó con la palabra democracia, que tanto cacaraqueamos y que ya no existe.


Así son los politiqueros baratos.

El estado está retardado, en tener una prueba de conocimientos, para aplicársela a los aspirantes a los concejos municipales y si no la pasan, no se les debiera dar el visto bueno para participar en las elecciones
Darío Sevillano Álvarez.