Nociones generales sobre
el epigrama.
La palabra epigrama
procede del griego: ἐπί-γράφω,
que se pronuncia: Epígrafe; y traduce: Sobre escribir.
Nuestros profesores de literatura nos enseñaron una
definición muy especial de lo que es: Un epigrama.
A la abeja semejante, para que cause placer; el
epigrama ha de ser: Pequeño, fácil, picante.
Este ejemplo nos dice mucho:
Gracias a Dios que ya tengo, dos camisas pa’ mudar;
una que se me acabó y otra que voy a comprar.
Las raíces del epigrama se encuentran en la lírica
arcaica, en donde se destacan: Meleagro, Arquíloco, Semónides de Amorgos.
Pero si hablamos del epigrama propiamente dicho
podíamos decir, que es un género helenístico, dada la razón de su contenido, su
extensión y su forma.
Los epigramas helenísticos, constituyen un
verdadero crisol de aquellas sociedades, en donde se mezclaban:
El amor heterosexual y lésbico, las fiestas, la
religiosidad, el cortejo, la sexualidad, la inocencia, las artes plásticas, la
crítica literaria, hasta las mascotas; todo esto, pasado por el filtro de
erudición y cultura.
En resumen, producen testimonios diversos, bellos y
muy vívidos de las principales preocupaciones del hombre helenístico.
El epigrama se creó en la Grecia clásica y, como su
nombre indica en griego, era una inscripción que se ponía sobre un objeto, que
podía ser un exvoto, un regalo, una estatua o una tumba; los epigramas sobre
las tumbas formaron clase aparte y se denominaron Epitafios o,
si solo se cantaban, epicedios, por lo que el vocablo pasó a designar el poema
ingenioso que poseía la calidad de ser breve para poder pasar por rótulo o
inscripción.
Miremos este epitafio, es decir escrito sobre una tumba:
“Aquí reposa el que, en su vida; no hizo otra
cosa”.
El término
exvoto es retomado de la expresión latina “exvoto donatum” que significa
“donado por promesa”, por lo que estas expresiones
populares de los fieles creyentes son en sí, ofrendas con las que, se cumple una promesa hecha a Jesús, a la
Virgen María –en cualquiera de sus advocaciones- o a los santos para
agradecerles los favores recibidos.
Estos últimos
son las famosas promesas que hacemos cuando le pedimos un favor a cualquiera de
los santos del cielo.
En sus inicios, el epigrama no iba enfocado
necesariamente hacia un final ingenioso.
Pero este final fue solicitándose cada vez más,
hasta que caracteriza ya, al género en tiempos del hispanorromano Marcial.
Por su extensión, el epigrama se ve obligado a la concentración expresiva, a la concisión y la densidad, a un lenguaje preguntante y alusivo.
Abunda la acumulación correlativa, la anáfora, la
amplificación, la antítesis, el énfasis, la epanadiplosis, el paralelismo, el
quiasmo, la hipérbole, etc.
Miremos cada una de estas figuras:
Anáfora, es una figura que, se emplea para otorgar al texto escrito
una mayor belleza o mayor potencia expresiva, y que consiste en la repetición
de una palabra o de varias, al principio de un enunciado o de un verso, en el
caso de la poesía, o de una palabra o un grupo sintáctico, en el de la prosa.
Ejemplo:
Fui al cine, fui al teatro, fui a comer, fui a mi casa y me
fui a dormir.
Amplificación,
es un recurso que permite enumerar algunas características que, exageran de
manera parcial, lo que se expresa.
Ejemplo:
"Era
hermosa, deslumbrante, radiante como el sol de mediodía."
Antítesis, es contraponer dos términos totalmente
opuestos, pero que, al mismo tiempo, no puede existir el uno sin el otro.
Ejemplo:
"Lo grande
se encuentra en los pequeños detalles.
Énfasis, es la fuerza de expresión o de entonación, con que se quiere
realzar la importancia de lo que se dice, o se lee.
Ejemplo:
Él siempre se comportaba de manera cortés y respetuosa. Realmente era un caballero.
Epanadiplosis
es la figura retórica que, consiste empezar y terminar un mismo verso, con la
misma palabra.
Ejemplo:
Te quiero porque lo siento y solo sé
que te quiero.
El paralelismo
consiste en la ordenación de modo simétrico de los elementos, de unidades
sintácticas sucesivas.
Quiasmo, este
término se emplea para nombrar a una figura literaria que implica, intercambiar
el orden de los elementos de dos secuencias.
Ejemplo:
La humanidad debe poner un fin a la guerra o la
guerra pondrá fin a la humanidad.
Hipérbole, es el agrandamiento o la exageración de los rasgos, o las magnitudes
atribuidas a un referente, o a una situación.
Ejemplo:
Por decir que
tiene mucha hambre dice:
Tengo tanta
hambre, que me comería todos los restaurantes del mundo
Se hace no para
falsear la información o mentir, sino para transmitir una apreciación
subjetiva, es decir, de transmitir un punto de vista.
La circunlocución
o perífrasis que, es una forma elegante para describir a alguien; en vez de decir
su nombre, hacemos una descripción elegante de sus cualidades.
Ejemplo. En vez
de decir Jesucristo, decimos:
El dulce, el
triste, el pálido rabí de galilea.
Después de los
griegos, se destacaron en la composición de los epigramas los: romanos.
Recordemos que
las dos civilizaciones tuvieron grandes genios en esta materia.
Las grandes
escuelas de este género fueron:
El epigrama
griego, el metro, la época helenística, la escuela dorico-polonésica, la
escuela jónico-egipcia.
Para terminar,
veamos algunos epigramas que son muy cómicos:
Para acordarse
del nombre
De Clímaco, una
señora;
Clima, clima,
repetía,
sesenta veces
por hora;
Cuando con él
se encontró,
Dijole presto
al momento,
Beso la mano de
Usted,
señor don
temperamento.
El Marqués y su mujer
están contentos los dos;
ella se fue a ver a Dios
y a él, le vino Dios a ver.
El señor
don Juan de Robres,
con caridad sin igual;
hizo este santo hospital...
y también hizo los pobres.
Encontróse un bandolero
Con cierto escribano un día,
Y quitándose el sombrero
Le hizo a aquél su cortesía:
El escribano dio indicio
De que extrañaba el halago;
Mas el otro dijo: “lo hago
Porque somos de un oficio”.
Sopetrán, agosto 27 del 2024.
Darío Sevillano
Álvarez.