sábado, 28 de octubre de 2023

Un grave peligro para la vida del planeta.

 

¿Cuáles son las acciones que debemos poner en práctica, para mejorar el calentamiento global?

El calentamiento global es el fenómeno responsable del derretimiento de los polos y glaciares. 

Y es el que está produciendo los famosos huracanes que vienen acabando con grandes zonas del planeta.

Cada grado que aumente la temperatura de la tierra supone un 7% más de precipitaciones, y el aumento de la ocurrencia de olas de calor hasta 9,4 veces más que en el pasado. 

Esto lo reveló recientemente el Grupo Intergubernamental de Expertos para el Cambio Climático (IPCC).


La contaminación atmosférica, producto del incremento de temperatura planetaria es, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de los mayores riesgos para la salud, ya que ocasiona más de siete millones de muertes prematuras en el mundo por la exposición a partículas de aire contaminado.

Para ralentizar el calentamiento del planeta y mejorar las condiciones de la no producción de huracanes, en los dos grandes océanos y mejorar la calidad del aire se deben cambiar o implementar algunos hábitos como:

1.    Usa menos tu coche y más el transporte colectivo.

Si la topografía de tu localidad lo permite, usa la bici para reducir las emisiones de CO2.

1.    Utiliza electrodomésticos ahorradores de energía.

Apágalos cuando no los uses y regula el termostato de tu equipo calefactor o refrigerante.

2.    Consume alimentos de tu localidad.

Con esto estarás evitando emisiones por transporte.

3.    Ahorra el agua.

Cierra el grifo cuando no lo uses y realiza mantenimiento sobre el buen funcionamiento del sistema.

4.    Utiliza productos biodegradables.

Así, evitas contaminación por plásticos, pesticidas o detergentes nocivos para el medio ambiente.

5.    Crea lazos con vecinos para compartir alternativas.

 Estos grupos son indispensables al exigir medidas sostenibles ante las autoridades.


Es de vital importancia, evitar la quema de basuras

La revista Environmental Science and Technology publicó un estudio en el que revela que el material derivado de la quema de basuras genera polvo, cenizas, hollín y cemento; compuestos que pueden afectar los pulmones y producir alergias, neumonía y hasta cáncer de pulmón.

En vista de la gravedad del caso, y para evitar así que la situación se escape de las manos, la comunidad científica se dio cita en Madrid en la COP25 (la Conferencia de Naciones Unidas por el Cambio Climático) en diciembre de 2019, con el objetivo de concienciar sobre la situación actual de emergencia climática e informar sobre cómo evitar el calentamiento global.


El objetivo general es reducir el incremento de la temperatura a niveles preindustriales, es decir, 2ºC por debajo de las medidas actuales causadas por el aumento del efecto invernadero. Por lo tanto, la reducción en la emisión de gases en fábricas, medios de transporte o en actividades comerciales es la prioridad en el nuevo siglo.

Si esto no se logra, desde Naciones Unidas ya estiman que, en la década de 2040, la humanidad alcanzará su tope máximo en cuanto a contaminación ambiental y sus efectos sobre el planeta serán tan devastadores como irreversibles.

El acuerdo de la COP 25 allanó el camino para cumplir los objetivos de reducción de gases de efecto invernadero y combatir el cambio climático.

Si todos no tomamos acciones inmediatas, para corregir este mal, en dos décadas estaremos experimentando las consecuencias funestas de este peligroso suceso

Los tres grandes enemigos del calentamiento global son:

·         Quema de combustibles fósiles.

·         Agricultura y deforestación.

·         Cambio en los usos del suelo.

El planeta siempre ha experimentado fluctuaciones significativas de sus temperaturas medias. Sin embargo, el calentamiento actual se está produciendo más deprisa que nunca. La actividad humana ha ido incrementando la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera. Como consecuencia, la temperatura media de nuestro planeta está aumentando a un ritmo demasiado rápido para que los seres vivos puedan adaptarse a ella.

La quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas está en el origen de la mayoría de las emisiones de casi todos los sectores económicos. Representa más del 70% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) calcula que casi una cuarta parte del total de las emisiones de gases de efecto invernadero provienen de la agricultura y la actividad forestal (23%), lo que convierte a este sector en la segunda fuente principal de emisiones después del sector energético. Alrededor del 40% de estas emisiones provienen del proceso digestivo natural de los animales rumiantes, como vacas, ovejas y cabras. Los usos de la tierra y los cambios que estos ocasionan, como la deforestación, la degradación de los bosques y los incendios forestales, también son una fuente importante de emisiones. Tales actividades —como la transformación de zonas forestales en pastos para la ganadería comercial, la producción de cultivos forrajeros como la soja y las plantaciones de aceite de palma— suelen estar estrechamente vinculadas a sistemas alimentarios agroindustriales.

El calentamiento global no es un mito. Desde el Siglo XIX, y después de que la revolución industrial cambiara la producción y comercialización a escala mundial, hemos podido conocer como la energía empleada entonces ha traído consecuencias nefastas en la salud de nuestro planeta.

Son muchas las personas que dudan sobre su existencia y que se niegan a adoptar medidas que nos ayuden a alcanzar soluciones para hacer frente al calentamiento global. Sin embargo, desde el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), ya alertan de sus devastadores efectos y consecuencias para la vida en el planeta si la temperatura global sigue aumentando.

Es importante que todos los ciudadanos de la tierra tomemos conciencia para combatir este terrible problema.

Desde Fundación Aquae trabajamos para contribuir a la lucha contra el cambio climática. Entre nuestras acciones se encuentra nuestro proyecto Sembrando Oxígeno, una iniciativa que tiene  como objetivo recuperar masa forestal plantando árboles. De esta forma, contribuimos al equilibrio medioambiental a la vez que compensamos CO2 a la atmósfera para mejorar así la calidad del aire.

Desde su puesta en marcha en 2015 ya hemos plantado más de 12.000 árboles y más de 750 toneladas de dióxido de carbono han sido compensadas. Y es que sabemos que es el momento de apostar por un planeta más verde, pero para ello debemos poner fin a la contaminación ambiental. Esta en nuestra mano.

Basta realizar sencillas tareas diarias que formen parte de nuestro comportamiento natural para lograr cambios significativos que, a mediano plazo, lograran traer beneficios notables a nuestra salud colectiva.

Aunque es demasiado tarde para contener el calentamiento global, estas acciones nos ayudarán a mejorar sus terribles consecuencias.

Sopetrán, octubre27 del 2023.

Darío Sevillano Álvarez.