martes, 26 de septiembre de 2017

El voto en blanco, la mejor alternativa.


El pueblo colombiano está cansado de votar por ciudadanos que no los representan y que se dedican a acabar con los bienes del estado.


El pueblo colombiano, está cansado con sus políticos; con las instituciones legislativas, como el congreso, las asambleas y los concejos municipales; con las famosas cortes que se están llenando de magistrados indecentes; con la alcaldes populares elegidos por voto; y con los empleados de las grandes instituciones como: Las fiscalías, las procuradurías y las contralorías, que han dejado de ser los entes de control del estado, y se han convertido en los alcahuetes más importantes, de los miembros corruptos que manejan las entidades estatales.


Colombia es un país con unos cincuenta millones de habitantes aproximadamente, de acuerdo con las cifras que da el departamento administrativo nacional de estadística DANE, de los cuales 32.9 millones de habitantes, están capacitados para ejercer su derecho al voto y hasta el momento de las elecciones del 2014, se acercaron a las urnas solo 14.2, millones, que según anunciaban algunos analistas políticos, era una cifra muy importante de votantes.
Es muy peligroso para un país, que solo un 30% de la población, sea la que decide quienes van a ser sus gobernantes.
Con esta actitud, el país está anunciando que somos un ente territorial, que no tiene la intención de patrocinar a su clase política.


Se han preguntado alguna vez:
¿Qué estará pasando con el pueblo colombiano, que no le gusta involucrarse en el derecho de elegir a sus gobernantes y miembros de las corporaciones públicas?
Creo que tengo la respuesta a esta interesante pregunta:
Colombia es un país abstencionista, que no respalda con sus votos a los gobernantes y este es un elemento esencial de la vida democrática, que los colombianos, no queremos creer en él, porque no lo encontramos necesario para sentirnos ciudadanos importantes, porque los ciudadanos que aparecen en las listas, no llenan nuestras expectativas.
Los cuadros estadísticos que comparan a Colombia con otras naciones del continente americano, muestran a las claras que somos tal vez unos de los países menos entusiastas con esta disciplina.

Pero si aplicamos las norma filosófica: Causa versus efecto, tenemos que entender que los colombianos estamos decepcionados de la clase política y de todo lo que tenga que ver con sus personajes.
Analicemos con mucho cuidado los acontecimientos políticos de los últimos treinta años, en que los colombianos nos saturamos de todo tipo de calamidades producidas por los malos gobernantes, que nos tienen sumidos en la más terrible de las desgracias.
 Si miramos la economía que día a día, acaba con nuestro poder de compras; que en cada legislatura presidencial, se montan dos o tres reformas financieras, que en vez de desmontar impuestos, los aumentan; en un país, que se da el lujo, de mantener las clases sociales menos protegidas, en un estado de inanición, porque los aumentos del salario mínimo, se hacen sin pensar en la familia, que es el elemento básico de cualquier sociedad que se respete; mientras que a las vacas sagradas de las grandes corporaciones públicas, se les permite el aumento de sus dietas, en cantidades desorbitantes, que se chupan el presupuesto de la nación, fuera de todos los dineros que se echan a sus bolsillos, de cuenta de los desfalcos al tesoro público, con los que diariamente nos bombardean.


 Aunque esto no pasó, hubiera sido un buen consejo.



Con un sistema de salud  que en vez de progresar, momentánea mente pierde capacidad para atender  a los más pobres; con todas las E.P.S. quebradas y con todos los hospitales y clínicas en apuros porque las divinas E.P.S. no les pagan y cada día las deudas son más altas y con menos oportunidad de cubrirlas; porque cada que el estado refinancia el sistema, no faltan los ladrones de cuello blanco, que se roban el dinero de todos, con un cinismo, que produce todo tipo de sentimientos de angustia y desolación.


Si miramos las entidades que manejan los dineros que los ciudadanos hemos cotizado, para tener derecho a un vejez placentera, cada que los refinancian, tres o cuatro vacas sagradas que los manejan, los desfalcan; y este mal, no permite que los ancianos, puedan disfrutar de una edad dorada, adecuada a sus necesidades y la peor circunstancia es que a estos criminales, los benefician, pagando sus condenas en medio de las mejores comodidades.

De las 1.122  alcaldías de la república, más de un sesenta por ciento, están quebradas, o en muchos apuros financieros, porque los reyezuelos, llamados alcaldes populares elegidos por voto, se las han chupado; y como cosa curiosa, los investigados o condenados por estos delitos, representan un bajo porcentaje de esos criminales, porque las cuentas resultan claras y hay de aquellos que se atrevan a criticarlos.


Las grandes cortes del país, están desprestigiadas, porque sus magistrados, corruptos y deshonestos, acabaron con ellas, dada la razón, de que los demonios de la politiquería barata y peligrosa, y su majestad el dinero, se apoderaron de sus personalidades, como anunció el Papa Francisco, en su reciente visita; cuando les dijo a los religiosos: El demonio se entra por el bolsillo; y yo agregaría: Que la politiquería barata y el clientelismo politiquero, acaban con cualquier ente gubernamental, en menos de lo que creemos.


El acuerdo de paz con los demonios de las FARC, nos está costando a los colombianos, la bicoca de unos cincuenta o sesenta billones de pesos, por anunciar una cifra numérica; porque si nos metemos en los intríngulis de ese peligroso paseo, los gastos se pueden complicar; amen de las peligrosas consecuencias que esta desmovilización, nos va a causar, por muchos años.


La bendición del santo más santo de Cuba Libre: San Raúl.

Al darle una mirada al caso de Odebrecht, nos tenemos que signar y santiguar, para que Dios, nos libre de todo mal y peligro, porque en esta olla hay demasiados elementos, para hacer un buen sancocho de fastidiosos, empezando por el primer mandatario, que según la opinión del Fiscal general de la Nación, esta enmermelado, y si tuviera un poco de dignidad, debiera haber renunciado, para que procedieran a investigarlo.


 Analicen con mucho cuidado este cartel, en donde los que están en círculos rojos, están pagando condenas; los que tienen un círculo oscuro, están siendo investigados; y solo sobreviven los que están en círculo verde, pero de un momento a otro, puede saltar la liebre y todos resultaran contagiados de este peligroso virus.
Si damos un vistazo a las curules del mal llamado: Honorable Congreso de la república, en cualquier lugar del planeta, se estarán horrorizando, porque no hay una razón técnica que justifique, la presencia de 102 Senadores y 166 representantes, para un total de 268 vacas sagradas que lo único que saben es desangrar el presupuesto nacional; claro está, que en estas cifras no están incluidos los servidores que cada miembro tiene por derecho propio.


Me parece que para realizar lo que hacen con dos senadores y dos representantes, por cada departamento, serían suficientes y el presupuesto mejoraría notablemente; este equilibrio de cargas económicas estaría en manos de unos 66 personas, que corresponden a los 32 departamentos y el distrito especial de Bogotá y se podrían agregar, cuatro miembros más para que representaran a las comunidades ancestrales, los afroamericanos y las demás etnias, que tienen este rango.
Esta reforma nunca se ha podido hacer, porque como son ellos los que la tienen que aprobar, ninguno quiere perder fortaleza; y cada que han pensado en ella, la mandan al rincón del olvido; pero si los electores primarios que somos los que en primera instancia, sostenemos el andamio democrático del país, nos reveláramos y en las elecciones para esa corporación, no saliéramos a votar, el asunto cambiaría de rumbo y los honorables verdugos de la Patria, se tendrían que someter a las reglas del juego.
Por todos los planteamientos que he formulado, el fenómeno del abstencionismo resulta un problema significativo para los gobiernos en una democracia que se autoproclama como participativa, pero que en la realidad no tiene el menor asomo de serlo.
¿No creen ustedes que podría ser más efectivo votar en blanco, que no votar?
Porque con esta actitud, les estaríamos diciendo a los honorables sinvergüenzas, que no los queremos; que no los respaldamos; que no los necesitamos; que son un estorbo público, para el manejo de nuestra democracia; que no queremos saber de ellos y que se larguen, para donde no los volvamos a ver.
Seguidamente les voy a explicar en una forma muy didáctica, lo que significan:
El voto en blanco; el voto nulo; el voto común y corriente; que es la barrera electoral; y cuáles son las diferencias entre el voto nulo y el voto en blanco.
Antes de seguir escribiendo, les voy a mostrar un solo ejemplo, de que los políticos colombianos, son los mismos, con las mismas, en los últimos treinta años y que por esa razón, debemos sacarlos del ámbito político a las buenas o a las malas, para que se acabe la famosa mermelada.
La única fórmula efectiva para sacarlos del parche, es votar en blanco, para que se den cuenta que no los necesitamos; que están estorbando; que están acabando con el país y que necesitamos sangre joven y de distintas dinastías, para que nuestro país vuelva a ser la Colombia que antiguamente conocimos.
Este es un escrito que me encontré, en un artículo que titulaban: Voy a votar en blanco.


“Hay una clara disposición en los partidos colombianos a abrirle la puerta a los hijos de sus caciques y a ponerlos en lugares de prominencia. El caso más aberrante es el del Partido Liberal. En las anteriores elecciones para Congreso, la cabeza de lista para el senado era el hijo del político Luis Carlos Galán y la cabeza de lista para la Cámara el hijo de César Gaviria. Luego, en las elecciones para el Concejo de Bogotá, el cabeza de lista fue el hijo de Horacio Serpa.
En estas elecciones, en las que Horacio Serpa va como cabeza de lista al Senado, Juan Manuel Galán repite como candidato y probablemente repita como senador. Su hermano Carlos Fernando es la cabeza de lista para el Senado de Cambio Radical. Yo no sé de ninguna diferencia de opinión sustancial entre estos dos candidatos. En realidad, no me parece ninguno de ellos represente nada sustancial.
En la lista del Partido Liberal figura Juan Luis Castro Córdoba, quien parece que recogerá el caudal electoral de su madre, Piedad Córdoba. El hijo de otro político inhabilitado también busca llegar al Congreso como candidato del Partido Liberal: Juan Carlos Losada, quien podría beneficiarse del apoyo de otros miembros de su familia también políticos.

Quien crea que las cosas son distintas en la Alianza Verde se equivoca de cabo a rabo. La lista para la Cámara incluye a Eduardo Garzón, hijo del deslucido político ‘Lucho’ Garzón, en cuya administración, según declaraciones del exconcejal Wilson Duarte, “comenzó el carrusel de la contratación.” Pero no todos los candidatos a la Cámara de los Verdes son de la misma estirpe. Inti Asprilla, hijo del Secretario de Gobierno del Alcalde Gustavo Petro, decidió ser candidato luego de la sanción impuesta a su padre.
Así las cosas, el término “clase política” empieza a tomar entre nosotros un sentido distinto. Estamos pues ante el fenómeno de una clase que detenta los medios de producción del voto y que, gracias al control sobre esos medios, perpetúa su condición de tal. Lo peor para la izquierda o centro-izquierda o cualquier otra etiqueta se quieran denominar quienes hablan de justicia social, igualdad de oportunidades, etc., es que sus partidos políticos hagan exactamente lo contrario de lo que preconizan. En un partido de izquierda o centro-izquierda decente, los liderazgos no deberían ser hereditarios; las candidaturas no deberían ser endosables a los familiares ni a nadie. Pero no, tal no es el caso.

Que yo sepa, en el Polo Democrático Alternativo no hay delfines. Iván Cepeda es hijo de un político, pero no se ganó su lugar en la lista del Polo con su apellido sino con su trabajo con víctimas de violaciones a los derechos humanos. Su perfil es muy distinto del de todos los anteriores. Y, sin embargo, está en el que considero el peor partido de izquierda que pueda haber hoy en Colombia. Lo mismo le sucede a otro gran candidato en la lista al Senado que no tiene nada de delfín: Rodolfo Arango.
A Rodolfo le pregunté acerca de la forma en la cual su partido asignó los renglones en la lista, en particular, acerca de la forma en la cual decidió acerca del cumplimiento de la ley de cuotas y el lugar de las mujeres en la lista del Polo. Me dijo que le preguntara al Secretario de su partido. A mí esa respuesta no me satisface. Me parece que es el reflejo de la falta de compromiso del Polo con la demanda de mejoramiento de la posición de la mujer en los cargos de responsabilidad política. Gracias a la izquierda, en la mayoría de países europeos la proporción de mujeres en esos cargos aumentó considerablemente. Aquí el cambio no ha ocurrido y la izquierda no ha hecho nada sustancial para que eso ocurra.

Rodolfo defendió a su partido diciendo que la selección de una mujer como candidata presidencial era muestra de su compromiso con el tema. A mí esta candidatura me sabe a tokenism: una falsa integración y promoción de una minoría. Luego de que los candidatos entreguen sus cuentas al Consejo Nacional Electoral, me atrevo a conjeturar que el promedio de contribuciones recibidas por las candidatas al Senado y a la Cámara del Polo será menor, sustancialmente menor, que el promedio de las contribuciones recibidas por los candidatos de ese partido. Desde luego, las cosas no son distintas en los otros partidos, pero los otros partidos no pregonan ningún compromiso con la igualdad, como si lo hace el Polo Democrático Alternativo.
En estas elecciones, mi decepción con la izquierda es profunda. Yo no sé si sus dirigentes dan por descontado que gente como yo votará por alguno de sus candidatos en estas elecciones. Si así fuera, quisiera decirles que están muy equivocados. Me parece que su liderazgo no está a la altura de las tareas que tienen que realizar. Una izquierda que debería estar comprometida en la teoría y en la práctica con la igualdad de oportunidades reproduce las mismas prácticas clientelistas de los partidos tradicionales.

Creo que conviene enviarles una señal muy fuerte de rechazo a quienes se presentan como candidatos de izquierda por sus inconsistencias y eso se hace votando en blanco. Ese voto sirve además para darle un mensaje fuerte de castigo a una clase política que le ha fallado al país en todas las coyunturas críticas. Basta con mencionar su silencio frente a los graves fenómenos de violencia que han ocurrido y que siguen ocurriendo, así como a su desconexión con los problemas de muchos colombianos, desconexión que quedó en evidencia el año pasado durante el Paro Agrario.

Por mandato constitucional, si el voto en blanco obtuviera la mayoría absoluta en las próximas elecciones, se repetirían los comicios. Hasta ahora no ha habido ningún debate entre los cabezas de lista en el cual queden en evidencia las diferencias programáticas que existan entre sus colectividades. Con el triunfo del voto en blanco podríamos por lo menos exigir un debate como ese y obligar a los políticos a tomar nota del profundo rechazo que inspira su mediocridad.
Si el voto en blanco no alcanza esa mayoría, si ni siquiera supera en votación al tercer partido más votado, ¿habremos perdido nuestro voto? No lo creo. Aunque se resista a ello, la clase política tendrá que tomar nota del movimiento de ciudadanos que estamos inconformes con su pobre gestión.
Hasta cierto punto, se trata de un problema que desborda a los políticos. La democracia representativa está en crisis. Quien vea el mapa de las protestas ciudadanas en la última década, se dará cuenta de que el problema es general. Creo que todos los intentos por resolver la cuadratura del círculo – cómo conciliar la igualdad política con la desigualdad económica –que se han ensayado hasta ahora han fallado. Aquí en Colombia, sin embargo, nuestra clase política ha contribuido a acendrar la gravedad de la situación. Por eso creo que conviene votar en blanco.


También conviene hacerlo para calentar motores de cara a las presidenciales. La fallida reforma a la educación, la inequitativa reforma tributaria, la todavía no aprobada y nada auspiciosa reforma a la salud, la falta de compromiso con la defensa del medio ambiente y de nuestros recursos naturales son una lista demasiada larga de fallas del actual gobierno para que le demos al Presidente Santos la posibilidad de que se reelija. Mucho menos ahora que ha hecho llave con alguien que confirma que la política en Colombia se ha vuelto un privilegio hereditario”.
Todos estos nombres huelen a patria muerta y si nosotros, no tomamos la iniciativa de sacarlos del poder, con el voto en blanco, Colombia seguirá herida de muerte, y morirá, con esta peligrosa bacteria.
¿Qué es un voto en blanco?
El voto es blanco significa, que quieres participar, como miembro activo de la democracia y tu voto cuenta en una columna especial, como si fuera un partido político que no tiene identidad, porque estás diciendo, que no te identificas con ningún candidato, pero que quieres manifestar, que eres un miembro importante, entre los ciudadanos de tu país; pero lo más importante, es que tu voto se puede contar, para fijar la Berrera electoral.

¿Qué es la barrera electoral?
Un mínimo exigido a todos los partidos para entrar en el reparto de escaños en cada circunscripción. Su naturaleza es variable. En el caso de las elecciones generales, la cantidad de votos en blanco, hace parte de los votos válidos y en ella se fija el porcentaje mínimo que una colectividad política debe tener, para conseguir escaños en las corporaciones públicas. Cualquier partido que desee obtener representación parlamentaria en una circunscripción, debe obtener obligatoriamente más del porcentaje de votos, que ordene la berrera electoral.
En primer lugar, su finalidad es favorecer la presencia de partidos con amplia representación, capaces de obtener mayorías estables, en una corporación pública.
¿Qué diferencia hay con el voto nulo?
Una fundamental: el voto nulo no tiene validez. No se suma, no se tiene en cuenta en el proceso descrito antes. De modo que, al contrario que el blanco, ni aumenta ni disminuye la barrera electoral. No perjudica o beneficia a nadie. Son nulos todos aquellos votos que incluyan una papeleta electoral no oficial, que incluyan más de una papeleta, o aquellas en las que haya inscripciones de algún tipo. La introducción de otros objetos en el sobre también computa como voto nulo.
¿Y qué hay de la abstención?
Es la última de las tres opciones para todos aquellos electores indecisos que no quieren dar su voto a ninguna fuerza política.
El procedimiento es simple: se trata de no ir a votar. 
Obedece a diversos motivos: desinterés, descreimiento, o imposibilidad física de acudir al colegio electoral (por un viaje), entre otros muchos.
Al igual que el voto en blanco, se tiende a teorizar sobre sus beneficiarios y sus perjudicados.
Su efecto es difícil de medir.
En última instancia, la abstención perjudica al votante que la ejerce (sus preferencias son pasadas por alto) y beneficia a los políticos, que no deben tener en cuenta las causas que tiene para no votar.
Quedan todos cordialmente invitados a votar en blanco en las próximas elecciones, pero esto se debe aplicar en las presidenciales, en las de cuerpos colegiados, en las de los alcaldes y todas aquellas que debamos resolver, sobre la clase política desgastada, que tenemos en Colombia.
Recuerden que el año próximo vamos a elegir presidente y los miembros de las corporaciones públicas.
1. Voto en blanco porque participo con el voto popular, ya que si no lo hago le facilito el camino a todos esos políticos corruptos.
2. Es una manera de desobediencia civil donde demuestro que no estoy de acuerdo con esa forma de administración.
3. Porque tengo dignidad como persona, ya que no permito que se sigan burlando de mí y demuestro que ninguno de los candidatos me sirve como representante.
4. Voto en blanco porque no vivo de los políticos; lo que me he ganado ha sido trabajando y no necesito de sus favores.
5. Voto en blanco para que, algún día, todas las personas entiendan que unidos y sin violencia podemos cambiar el mundo.
6. Es mentira que el voto el blanco se le sume a alguno de los candidatos. Este es independiente, se suma como uno solo y así se queda.
7. Si el voto en blanco llega a ser mayoría, tienen que repetir las elecciones con candidatos diferentes.

Analicen con mucha calma y con todo el tiempo que necesiten, el gráfico que voy a mostrar, para que puedan establecer las comparaciones necesarias, con el fin de que puedan tomar una buena decisión ,para votar.

Sopetrán, Septiembre 24 del 2017.
Darío Sevillano Álvarez.

sábado, 23 de septiembre de 2017

Los poderes ocultos de dos locos en acción.


¿Hay preocupación en toda la tierra, por la actitud de dos mandatarios desquiciados?


En el mes de Enero del año que cursa, escribí un artículo en el que me preocupaba el hecho de que los ciudadanos de los Estados Unidos, le hubieran entregado el poder a un personaje que podía estar padeciendo de un Narcisismo maligno, enfermedad que se caracteriza por los siguientes síntomas:


“Tendencias antisociales más pronunciadas con presencia de actos de crueldad escalofriantes, violencia e incluso de asesinatos con una patología grave del superyó, lo que explica la ausencia de culpa ante las conductas destructivas que es capaz de desplegar.

Tendencias borderline de gravedad extrema, que se manifiestan con Irascibilidad, impulsividad, mitomanía, baja tolerancia a la frustración, incapacidad de aplazar la gratificación, sentimientos de vacío y pensamientos crónicos de suicidio.

Comportamiento altamente sádico y rasgos paranoides marcados con mecanismos de defensa proyectivos, desconfianza, suspicacia y sensitividad.

Ausencia de conciencia, culpa y autocritica respecto a su conducta, siendo a veces intensamente agresivos, con tendencia a la ofensa si se les lleva la contraria, desencadenando cólera (cólera narcisista).

Presencia de vínculos inestables sin soportar otra perspectiva de la realidad, sólo la propia, siendo ésta la que rige toda su existencia”.

Mi pregunta sigue siendo angustiosa:

¿Cuál es la razón, para que este gran magnate, que solo sabe hacer dólares, siga conduciendo el país más importantes de la tierra?


Inserto estos párrafos del artículo que publiqué, porque me parece importante que todos los recuerden:

De acuerdo con todo lo que aprendí de Psicología, a lo largo de mis estudios y mientras estuve dirigiendo a 108 maestros y veintiséis comunidades educativas y cuando manejé una corporación integrada por todos los gamines del pueblo de Sopetrán, diría que el presidente Trump, al cual no aborrezco, sino que siento compasión por Él; está enfermo de gravedad, y su actitud no es culposa, dada la razón de que la enfermedad que padece, tiene esta sintomatología y lo hace ver desagradable por sus conciudadanos y de todos los moradores de la tierra.

Lo peor de esta actitud, es que si sigue en el gobierno, en menos de seis meses, tendrá a todas las naciones de la tierra peleando con los Estados Unidos y esta circunstancia es muy poco agradable, porque podría desatar una guerra, que en: "Par patadas", nos pondría a todos en apuros.

Si el presidente sigue como va, en dos meses estaremos en una garrotera mundial de proporciones.
Pero hay un aspecto, muy significativo, que es lo que más me preocupa:
La pelea que está gestando, es con otro loco maniático, que conduce los destinos de Corea del Norte; de estos dos personajes se pudiera afirmar: Que cualquiera de ellos, es más desquiciado que el otro.


Porque tampoco es justo que este sinvergüenza se la pase ensayando cohetes, con cargas explosivas y nucleares, cada que le viene en gana.

La forma cómo se viste y cómo se organiza el cabello, nos dan una concepción psicológica de la mentalidad desquiciada, de este pobre diablo.

En este caso podríamos apelar a la sabiduría del refrán de los antiguos moradores de la tierra, cuando decían:

“Ni el uno para pudre; ni el otro para hueco”.


Es una verdadera lástima, que el planeta en donde vivimos, esté manejado por un par de locos, que no han entendido que ellos y sus familiares, serán los primeros sorprendidos, por sus perversas decisiones; porque las detonaciones nucleares, no van a decir: A este que fue el que la tiró, no lo podemos destruir.

Esperemos que este par de bullosos, sean de esas personas que como los perros viejos, ladran pero no muerden; en caso contrario estamos más perdidos que envolatado, porque todos vamos a perecer en la refriega. 


La sintomatología que está mostrando este problema, es de suma gravedad, porque cada uno de ellos, cada que hablan o twittean, meten las patas y la pelea, está tomando posiciones muy peligrosas para aquellos, que nada tenemos que ver con ese enfrentamiento.


Con leer estas manías del comandante y jefe supremo de Corea del Norte, cualquier ciudadano de la tierra se da cuenta, que no es un gran personaje mundial, sino un loco maniático que poco representa:
“1.- Recibió un premio "por la paz, la justicia y la humanidad", de la fundación educativa Sukarno en Indonesia, la que lleva el nombre del primer presidente del país. Según explicó la responsable del organismo e hija de Sukarno, el norcoreano "debería ser honorado por su combate contra el imperialismo neocolonialista".
2.- Su edad real es desconocida. Se dice que tiene 33 años -nacido en 1983-, pero Corea del Sur afirma que es menor.
3.- Está casado con una cantante de 27 años, Ri Sol Ju, y es padre de una niña nacida en 2012.
4.- Su peinado es considerado el más elegante del país y es obra de él mismo, ya que no se fía ni de sus peluqueros. Además, todos los hombres norcoreanos deben usar su mismo corte de pelo por ley.
5.- Le fascinan los parques de diversiones, los dispositivos móviles y videojuegos.
6.- Es fanático del baloncesto y del ex de la NBA Dennis Rodman, quien en febrero de 2013 viajó a Corea del Norte para conocer al líder de Estado.
7.- Se acompleja de su 1,74 cm, incluso tuvo que ser operado de los tobillos debido al abuso de plataformas en sus zapatos para aumentar su altura.
8.- Estudió en un internado suizo haciéndose pasar por el hijo de un hombre de negocios adinerado. Sus compañeros de clase lo describieron como un buen amigo, un chico muy tranquilo y amable.
9.- Está estrictamente prohibido que algún norcoreano lleve su nombre.
10.- En los colegios de Corea del Norte se estudia un libro llamado "Las actividades revolucionarias de Kim Jong Un”. El texto dice que a los 9 años el líder hizo una carrera en yate contra un ejecutivo de una compañía de estos barcos y ganó.
11.- Tiene un medio hermano, Kim Jong-nam, el que había sido señalado varias veces como hipotético heredero, pero perdió el favor paterno tras ser descubierto intentando entrar en Japón con pasaporte falso.
12.- Kim Jong Un tiene prohibido a los ciudadanos escuchar el famoso "k-pop" (pop de surcorea) ni tampoco ver películas o series del país vecino. Esto es considerado "traición" y van a la cárcel.
13.- Quienes contravienen las normas, acaban confinados en campos de concentración.
14.- Tampoco las élites se libran de la brutalidad: hasta 70 altos cargos han sido ejecutados por diferentes motivos. Su tío, bajo el cargo de “alta traición”, el ministro de Defensa, por haberse quedado dormido en un desfile y el arquitecto del aeropuerto de la capital, porque a Kim no le gustó el proyecto.
15.- Y tan sólo la semana pasada, Pyongyang ejecutó al jefe de su Estado Mayor del Ejército , Ri Yong Gil, acusado de corrupción y otros cargos, según informó Yonhap, una agencia de Corea del Sur.  (Con información de Ahora Noticias)”.


Aunque esta fotografía no es real, es un buen meme para mostrarles, las dos personalidades, que aspiran a acabar con el planeta.
Esto dice de Él, un artículo de Perú 21:
 “Si le quitáramos el traje oscuro que siempre lleva puesto parecería un niño; algunos incluso se han reído de su corte de pelo, pero cuando pensamos en él hay algo que nos aleja de lo inofensivo y nos acerca más a lo perverso”.

Los analistas de su personalidad y grandes Psicólogos de la tierra lo describen así:

“Se sabe muy poco del líder de Corea del Nor
te, y probablemente eso nos provoca cierta incertidumbre, que los psicólogos llaman 'miedo a lo desconocido'. Y lo poco que se sabe está ligado a una serie de acontecimientos negativos.


Esta frase, resume la personalidad de este desquiciado mental:
Kim teme que desafíen su dominio y está dispuesto a matar:

 "A quien considere un rival en potencia".

Sopetrán, Septiembre 22 del 2017.
Darío Sevillano Álvarez.

domingo, 17 de septiembre de 2017

Castro Chavismo en Colombia,si o no.


¿Estará Colombia caminando por un sendero peligroso, que busca el modelo político del Castro-Chavismo venezolano?


Desde el momento en que empezaron las conversaciones de paz, con el grupo de las Farc, entidad que no goza del aprecio del pueblo colombiano, porque acabó con nuestro terruño, a lo largo de cincuenta y cinco años, en los cuales: Descompuso nuestras finanzas; aniquiló al pueblo desprotegido; acabó con la infraestructura de la nación; destruyó muchos aspectos ecológicos de nuestro ecosistema; secuestró sin medida, ni clemencia a todos aquellos que le podían ser útiles, para mejorar sus finanzas o su estructura política; se apoderó de las tierras de los campesinos más humildes; atesoró todo tipo de riquezas; montó minas quiebra patas, en todos los lugares que podrían ser objetivos militares, para el estado; secuestró a nuestros niños, para que fortalecieran sus filas;  y cometió todo tipo de fechorías, que nos hicieron el pueblo más desafortunado del planeta; empecé a pensar que Colombia se me estaba pareciendo a Venezuela, por las características que muestra nuestra sociedad, nuestro estado político y la calidad de los gobernantes que venimos manejando a lo largo de las dos últimas décadas; las metidas de patas del Congreso de la república, que se está convirtiendo en el hazme reír de la nación; y los desmanes de los magistrados de las altas cortes, que debieran ser modelos de comportamiento y están resultando  humanos en los cuales , no se puede tener el menor asomo de confianza, porque se dejan sobornar por el dinero; recordemos la Frase del Papa Francisco: “Por el bolsillo se introduce el demonio”, y si damos una mirada a los alcaldes, creo que no se encuentra uno entre los mil y pico que tenemos, que no sea un ave de mal agüero. 


Es lamentable la crisis que viven los dos grandes partidos del estado: Los Liberales y los Conservadores, entidades de las que se puede entrar y salir cada que nos viene en gana y en las cuales no se respetan leyes, ni se unifican criterios, porque cada jefe, está buscando sus conveniencias y olvida por completo, la disciplina de los partidos y las sabias normas de comportamiento que se deben seguir, para que la colectividad, se muestre fortalecida, ante sus oponentes.
No es muy plausible, que cuando un jefe político de cualquiera de estos dos partidos tradicionales, se le viene en gana, funda un movimiento político, que no respeta a la colectividad madre y todo, porque ese divino jefe, quiere demostrar su petulancia ambiciosa ante los demás, miembros de su organización.
Tampoco es digna de alabanza la actitud de los legisladores, que desoyen el concepto del pueblo en un plebiscito, ni la no menos humillante, actitud del Honorable Congreso de la República, cuando aprobó el famoso: Fast track.
Para mí, el Congreso, dejó de ser honorable; se debiera clausurar y se podría traer a la memoria la frase del famoso inglés que dijo cuándo acabó con el parlamento de su tierra: “Se alquila este local con los muebles”.


Por todas estas razones, creo que soplan vientos muy peligrosos, porque: La actitud de los gobernantes; el mal comportamiento de las cortes; los desmanes del Congreso; la descomposición de los partidos políticos; la desmoralización del estado a nivel de las alcaldías y todos aquellos fenómenos que están pasando en Colombia, nos dicen a las claras, que la oposición y las Farc, que tratan de convertirse en un partido de izquierda, están pensando en hacer de nosotros otra Venezuela y nos tocaría decir, como el caudillo liberal, Horacio Serpa: Mamolas.


A continuación voy a traer una serie de consideraciones que he escuchado y leído en los medios de comunicación masiva, en los últimos días, para que en las próximas elecciones, el pueblo se dé el lujo, de no caer en la desesperación a la hora de elegir los candidatos, a la Presidencia, las gobernaciones, las alcaldías, el senado, la cámara de representantes, las asambleas y los concejos municipales.


Recuerden que el último tropiezo del pueblo sopetranero, lo causó, la desesperación que teníamos, por librarnos de uno malo y encontramos otro peor.
Aunque a la mayoría de los candidatos a la presidencia, que es la parte más difícil de nuestro periplo, no se les ve la intención de manejar el castro-chavismo, en Colombia, porque nadie quiere repetir un modelo político y económico que ha sido no solo un fracaso, sino una catástrofe humanitaria.
Ningún candidato a la Presidencia quiere vivir lo que está viviendo Nicolás maduro y ningún pueblo quiere padecer lo que está padeciendo el venezolano.
Pero recordemos la frase del demonio que manejaba la guerrilla, que en estos días manifestó: Que le gustaría manejar en Colombia, un sistema político como el de Venezuela y que ellos admiraban la eficacia y los buenos comportamientos de ese modelo político.


Pero sí es cierto que los colombianos en este momento quieren algo diferente, como los venezolanos en 1998 cuando Chávez barrió en las elecciones presidenciales.
No saben qué, pero sí saben, que no les gusta lo que ven.
Las encuestas demuestran que los candidatos que encarnan la renovación muchas veces puntean:
 Gustavo Petro casi siempre está arriba y Claudia López, Clara López y Sergio Fajardo por lo general están en el primer pelotón.
Ninguno es castrochavista, pero todos dan la impresión de representar un rompimiento con lo que hay en la actualidad.
Es una voz de protesta, sobre todo, contra los partidos.


Hay cinco síntomas que se me parecen a lo que ocurrió en Venezuela, cuando Chaves, se tomó el poder:
1) El desprestigio de los partidos, porque algo dice, el hecho de que los candidatos, quieran participar en la ronda, pero recogiendo firmas, esto para mí significa: Que ninguno de ellos cree en la seriedad de los partidos colombianos.
2) La caída del precio del petróleo, que posiblemente, nunca se recuperará, porque es un combustible, que está acabando con el planeta.
3) las medidas de austeridad que requirió un ajuste: La subida del IVA; los malos aumentos de los sueldos; el gasto excesivo de los gobernantes, que no se conduelen de los recursos del estado.
4) La corrupción del estado a nivel de todas sus dependencias.
5) Y la famosa reelección, que es la peor de las tragedias que le pueden pasar a un ente estatal, porque recuerden que comida recalentada, no sabe bien.


Comparemos estos dos hechos históricos:
“La antesala del ascenso de Chávez fue el Caracazo: los disturbios estallaron en Venezuela a raíz de la caída de los precios del petróleo, lo que había obligado al gobierno a adoptar medidas de austeridad que causaron mucho malestar.
En Colombia la baja en el precio del petróleo obligó al gobierno a recortar el gasto público y a introducir una reforma tributaria para aumentar el IVA, lo que ha generado mucho malestar y se refleja en los bajos índices de popularidad del gobierno”.


Sigamos en el campo de las comparaciones:
“En Venezuela los escándalos de corrupción que tocaron al propio presidente de la república Carlos Andrés Pérez, destituido por la Corte Suprema, generaron un repudio en la opinión pública hacia la dirigencia política tradicional.
En Colombia se está produciendo un fenómeno similar con los escándalos que afectan a tres expresidentes de la propia Corte Suprema de Justicia, al vicefiscal anticorrupción y a diversos caciques regionales, por no hablar de los casos de Odebrecht, que según dice el Fiscal General, compromete una de las campañas de Santos, o los carteles de la contratación”.
Amén de muchos desacatos que el gobernante le ha causado a su majestad el Pueblo, como desoír la voz del plebiscito, como el famoso Fast Track y otros muchos desplantes.


Que tal esta conjetura:

“Otro paralelo tiene que ver con los partidos políticos tradicionales. Chávez pasó por encima de Acción Democrática (similar al Partido Liberal) y de Copei (equivalente al Partido Conservador).
Estos prácticamente habían desaparecido después de dos reelecciones consecutivas, la de Pérez y la de Rafael Caldera.
Algo parecido a los 16 años de Uribe y Santos en Colombia.
El Partido Liberal y el Partido Conservador, protagonistas de 200 años de historia, hoy están marginalizados”.


Estos son los dos grandes ídolos del pueblo Colombiano, se los presento con sus hojas de vida.


El que quiera más que le: Cañan pique, como decía el bobo de la televisión.
Y para hacer el molinete de salida, como en los toros, miremos este hermoso final:
“Y hay un símil aún más curioso: el jefe natural de Copei, Rafael Caldera, dio un portazo y se salió de su partido para fundar otro.
Es lo mismo que acaba de hacer el expresidente Andrés Pastrana al abandonar el Partido Conservador y querer revivir su antiguo movimiento, la Nueva Fuerza Democrática”.
Lo único que nos quedaría faltando, es que se aparezca Chávez, reencarnado en uno de los candidatos colombianos y: Listo el pollo, estaremos disfrutando de un hermoso sistema político que se llamará: Venezuela a la colombiana.


Pero me gustará hacer una aclaración:
Lo anterior significa que la similitud del descontento institucional de la Colombia de hoy con la Venezuela de los noventa no necesariamente tiene que conducir al mismo desenlace, porque en Colombia, no hemos tenido muchos afectos con el socialismo o el comunismo, o el castro-chavismo y nuestra democracia, aunque llena de imperfecciones, es una de las más rancias del continente americano
Este me parece un buen concepto:
“Como el castrochavismo no está en el horizonte, en Colombia se vislumbra una tentación autoritaria.
En un país sin credibilidad en los partidos, en la Justicia, ni en el Congreso, y en estancamiento económico, aquellos que representan estas tendencias, no tienen la capacidad de ganar unas elecciones.
En esas circunstancias se anhela una fórmula que combine la autoridad con la lucha contra la corrupción.
Esta no necesariamente es de derecha, ni dictatorial.
El espectro va desde “el que diga Uribe” hasta Claudia López.
Los moderados, los de centro y los que no hablan duro por ahora van en desventaja”.


Mi humilde concepto, es que se debe perseguir la corrupción y aquellos que siguen desfalcando y desacreditando al estado deberán ser condenados a altas penas, las cuales no podrán tener el beneficio de casa por cárcel y deberán ser privados de todos los derechos de estar en puestos públicos por todas sus vidas y no los debieran tener en habitaciones especiales y me atrevo a creer que cuando paguen sus condenas, se debieran privar de la nacionalidad colombiana y deberían ser condenados al exilio, por traición a la patria.
Cuando un gobernante pueda imponer estas normas, acabaremos con los corruptos; triunfará la justicia comunitaria y se podrá decir que Colombia, se ha librado de la peor enfermedad crónica que la acompañaba.


De los alcaldes que nuestro pueblo ha tenido, algunos de ellos debieran estar pagando altas condenas, por las sobre facturaciones que hicieron; y por los enredos que lograron hacer con los dineros del estado, que les permitieron obtener, las grandes fortunas que consiguieron, las cuales no se pudieron recuperar, porque los libros quedaron intactos de culpa o pena, dada la razón, de que las leyes se hicieron para quebrantarlas y que cuando las disculpas se hicieron, el gato no come queso.
Sopetrán, Septiembre 17 del 2017.
Darío Sevillano Álvarez.