Galileo Galilei, un
científico con muchos secretos por revelar.
Desde cuando era un niño con 12 años,
estoy escuchando historias relacionadas con este importante científico, que de
la mano, con las teorías de Copérnico y Newton, nos mostraron las maravillas
del universo y sentaron las bases para conocer mejor muchos temas de física y
astronomía.
Físico Italiano (1564 – 1642).
No crean ustedes, que estamos
escribiendo sobre un humano común y corriente, lean lo que dicen los grandes
portales de internet, sobre sus conocimientos:
“Galileo Galilei (Pisa, 15 de
febrero, 1564) formuló las primeras leyes sobre el movimiento.
En el campo de la astronomía, cabe
destacar la confirmación empírica del modelo heliocéntrico del universo, que
consiguió gracias a sus observaciones telescópicas.
Su mayor aportación en el ámbito
científico, y la que ha tenido consecuencias trascendentales, fue la
introducción de la metodología experimental.
Este logro le ha aportado la
consideración de: "Padre de la ciencia moderna".
El distintivo de Padre de la ciencia
moderna, no se lo pueden conceder a cualquier humano, por esta razón para mí,
desde cuando estaba estudiando mi bachillerato, era un importante científico,
que nos enseñaba a conocer en una mejor forma el universo y sus leyes.
Entre las cosas que más me llamaron
la atención, sobre las teorías de este importante hombre están:
La medición de la velocidad del
sonido; la velocidad de la luz; las observaciones astronómicas, que alcanzó a
hacer con el telescopio que había diseñado; las montañas de la luna; algunas
estrellas nuevas; los satélites de Júpiter; las manchas solares; las fases de
Venus; y muchas otras cosas más.
Para estar bien informados sobre este
importante científico, mejor será que miremos una pequeña biografía, que dan
los portales de internet:
Galileo Galilei nació en Pisa
(Italia), el 15 de Febrero de 1564. Galileo fue el pionero del método
científico experimental y el primero en utilizar un telescopio refrector, con
el que hizo importantes descubrimientos astronómicos.
En 1604, Galileo supo de la invención
del telescopio en Holanda, y propuso una mejora del modelo, con el que realizó
una serie de descubrimientos tales como las lunas del planeta Júpiter y las
fases de Venus, similares a las observadas en la Luna.
Como profesor de Astronomía de la
Universidad de Pisa, Galileo impartió la teoría aceptada hasta entonces, en la
que el Sol y todos los planetas giraban alrededor de la Tierra. Más tarde,
desde la Universidad de Padua, expuso una nueva teoría propuesta por Nicolás
Copérnico, en la que la Tierra y todos los planetas giraban alrededor del Sol.
Las observaciones realizadas por Galileo con su nuevo telescopio lo
convencieron de la certeza de la teoría heliocéntrica de Copérnico.
Los
tres sabios católicos, que más le aportaron a la ciencia.
El apoyo de la teoría heliocéntrica
por parte de Galileo le generó un verdadero problema con la Iglesia Católica
Romana. En 1633, la Inquisición lo acusó de hereje y lo obligó a retractarse
públicamente de su apoyo a Copérnico. Fue condenado a cadena perpetua, pero
dada su avanzada edad vivió sus últimos días bajo arresto domiciliario en su
villa de las afueras de Florencia.
La originalidad de Galileo como
científico reside en su método de análisis. Primero, reduce el problema a un
simple conjunto de relaciones basadas en experiencias de cada día, lógica y
sentido común. Luego los analiza y resuelve con formulaciones matemáticas
simples.
Los métodos con los que él aplica esta técnica al análisis del movimiento abrieron el camino a la Matemática moderna y a la Física experimental. Isaac Newton usó una de las formulaciones matemáticas de Galileo, la Ley de Inercia, para fundamentar su Primera Ley del Movimiento.
Los métodos con los que él aplica esta técnica al análisis del movimiento abrieron el camino a la Matemática moderna y a la Física experimental. Isaac Newton usó una de las formulaciones matemáticas de Galileo, la Ley de Inercia, para fundamentar su Primera Ley del Movimiento.
Galileo murió el 8 de enero de
1642, mientras se encontraba bajo arresto domiciliario condenado por la
Inquisición, el mismo año de nacimiento de Newton.
Galileo, muestra las bondades de su
telescopio.
Me parece importante contarles algo que aprendí, de
mis profesores del Seminario conciliar de Santa Fe de Antioquia:
El telescopio que diseñó Galileo, que fue
construido por un importante fabricante de catalejos, le costó la pérdida de la
visión, porque ahora todos sabemos, que no se puede mirar al sol directamente,
como él lo hizo.
Hay unas leyendas negras sobre el
caso Galileo, repetidas incluso por estudiosos de la ciencia, que no tienen
ninguna base histórica.
Incluso entre algunos católicos
formados se suele escuchar repetidamente que la Iglesia ha perseguido a los
científicos como Galileo y agregan que lo torturó y lo mató la Inquisición,
entre otros disparates sin fundamento.
Hay un artículo muy interesante escrito
por Mariano Artigas y publicado por Aleteia, un medio social cristiano, que
demuestra la falsedad de todas estas leyendas.
A Galileo, no lo mató la Inquisición
y murió de muerte natural, en su cama, en una villa de su propiedad, en la
afueras de Florencia.
Tampoco es cierto que la Inquisición
o los miembros de la Iglesia Católica, lo hubieran torturado por sus teorías,
que aparentemente contrariaban las enseñanzas de la Iglesia en ese momento.
Cuando lo obligaron a arrepentirse de
sus escritos, acerca de que es la tierra que gira alrededor del sol y no el sol
alrededor de la tierra; lo convencieron en buenos términos, porque debemos
recordar que el Papa Pablo V, por medio del Cardenal Belarmino, lo amonestó
para que renunciara a esas creencias; y luego el Papa Urbano VIII lo recibió en
el Vaticano, seis veces, dada la razón de que era uno de sus grandes
admiradores.
Es memorable una frase que se le
adjudica a Galileo, cuando lo hicieron abjurar
sobre su teoría heliocéntrica, en el tribunal de la Inquisición: Eppur
si muove o E pur si muove, que en español traduce: Y sin embargo se mueve.
Esto a mí me parece genial, y si de
verdad pasó, debió haberle caído como un baño de agua fría, al Inquisidor que
lo estaba obligando a afirmar una cosa que no estaba pasando.
Galileo, siempre estuvo escribiendo y
por esta razón hay un sin número de frases famosas, que escribió, cuando se le
presentaban problemas, con las personas que no podían pelear, con el genio que
albergaba en su ser.
“Hay que tener en cuenta que, aunque
las críticas de Galileo a la posición del geocentrismo tenían sus fundamentos
teóricos, ni él ni nadie en su tiempo poseían argumentos para demostrar que la
Tierra se movía alrededor del Sol.
Esta afirmación parecía absurda, tal
como la calificaron los teólogos del Santo Oficio.
En febrero de 1616 por orden del Papa
Pablo V, el cardenal Belarmino citó a Galileo y le amonestó para que abandonara
la teoría copernicana.
Galileo entendió que no podía
argumentar a favor del copernicanismo, y en efecto así lo hizo durante años.
Él sabía que la prohibición de 1616
se basaba en una equivocación y quería solucionar el problema.
En 1623 fue la elección del Papa
Urbano VIII, gran admirador de Galileo quien lo recibió cordialmente seis veces
en 1624.
Galileo, con el permiso del Santo
Padre, publica en 1630 su teoría, en su obra “Dialogo en torno a los dos
grandes sistemas del mundo, el tolemaico y el copernicano”
Varias razones que demoraron la
aprobación y la mala comunicación de la época pusieron nervioso a Galileo, por
lo cual solicitó la intervención de su embajador en Roma para hacer la
impresión, y finalmente lo hizo en Florencia en 1632”.
“En esos años la mayor preocupación
del Papa no era precisamente si se movía la Tierra o el Sol, porque estaba en
pleno desarrollo la Guerra de los Treinta Años (1618-1648).
En 1632, en una reunión con
cardenales, el cardenal Gaspar Borgia, embajador del Rey Católico y protector
de España, acusó abiertamente al Papa de no defender como era preciso, la
doctrina católica.
Se creó una situación muy tensa, por
lo que el Papa se vio obligado a evitar cualquier cosa que pudiera
interpretarse como no defender la fe católica con claridad.
Precisamente en ese tiempo comenzaron
a llegar los primeros ejemplares del Diálogo.
En su situación el Papa no podía
tolerar que se publicara un libro con su permiso, en el que se defendía una
teoría condenada como falsa y contraria a la Biblia”.
Esta frase, lo dice todo: La biblia
no se puede tener como un libro científico; sino como un libro religioso, en
donde se cuenta la historia del pueblo de Dios.
Hay una frase que me parece la más
importante de este gran científico y con ella quiero rematar este escrito, que
les servirá a muchos, para conocer un verdadero: Hombre de ciencia.
Sopetrán, Enero 24 del 2020.
Darío Sevillano Álvarez.