jueves, 9 de agosto de 2018

Análisis del discurso de posesión del Presidente Duque.



 Análisis cuidadoso del discurso del Presidente Duque.

Para ser un eminente político, se necesitan unas condiciones importantes y de ellas adolecen la mayoría de los personajes de la vida pública del país.
Una de esas virtudes, es la prudencia, conque se debe manejar el lenguaje, para dirigirse a sus públicos, con el fin de  no ofenderlos.
Al Presidente Duque, lo acompañó esa virtud durante todo su discurso, que fue de unas 4.500 palabras.


Para mí tengo que la frase más llamativa, fue: “No tengo enemigos”, porque con ella abrió las puertas del poder, para todos los colombianos.

Las palabras de un político para su público, no pueden ser incendiarias, porque sus partidarios, las pueden interpretar como un llamado a la guerra; a la indisciplina social; y a la descomposición.
Otra de las buenas expresiones de su discurso, fueron las conque empezó, cuando dijo: “Gracias a todos”, pues estaba diciendo que no excluía a ningún colombiano, de su manifestación de agradecimiento.
Como buen analista que siempre he sido, su discurso fue ecuánime, justo, bien concebido, cordial, pacífico, y sobre todo con un lenguaje apropiado, para calmar la polarización que ha mantenido en jaque mate a los colombianos, en la última década.


Pero me parece de suma importancia analizar con mucho entusiasmo, algunos de los temas que el Señor Presidente puso sobre el tapete político, relacionados con los planes de su gobierno.
Claro está que debemos recordar, que machas de las promesas que los personajes políticos hacen en sus campañas y en sus discursos, algunas veces, no se pueden lograr, por muchas razones y circunstancias ajenas a la voluntad del gobernante.
Estos fueron según muchos analistas del país, los principales anuncios que el presidente Duque hizo en su discurso:
Este será el gobierno del Bicentenario y todos construiremos la Colombia del Bicentenario, para lo cual más allá de las celebraciones tradicionales debemos hacer reflexiones profundas sobre nuestro pasado y nuestro futuro”.
Recordemos que el futuro de cualquier ente público se construye, montado en los acontecimientos del pasado que lo originaron.
Muchos gobernantes modernos, ni siquiera tienen en sus agendas, las fechas importantes que originaron nuestro caminar político, en la meta colectiva de la historia.


Una de las verdades que anunció respecto a este tema, fue:
Los Padres de la Patria fueron capaces de dejar sus egos y forjar un propósito común.
Otro enfoque importante de su discurso fue:
Saber valorar lo que somos y hemos sido como país es la base para construir un mejor futuro”.
Siempre hemos sostenido que pueblo que se respete, siempre tiene como base de su accionar, su pasado.
Me atrevo a creer que tiene muy claro este concepto:
Una de sus metas es saber llamar las cosas por su nombre, abordar los retos con la mejor disposición y compromiso.


Miremos otra cara de su discurso:
Los invito a que todos construyamos un gran pacto por Colombia (…) que por encima de las diferencias estén las cosas que nos unen”.
El mensaje es muy claro: Se pueden tener diferencias, pero por encima de ellas deben estar aquellas cosas que nos unen.
Es bueno traer a la memoria el viejo dicho popular: “La unión, hace la fuerza”.
Recordó una frase que ha pronunciado muchas veces:
“Siempre he dicho y lo seguiré diciendo: Los colombianos esperan Soluciones y No Agresiones”.
La máxima aspiración de su gobierno es esta:
Quiero una Colombia donde todos podamos construir la paz”.

Es bueno analizar el contexto de la frase: Nos involucra a todos en este proyecto que será el futuro de la nación.


Sin embargo, dejó claro que este proceso se debe dar en un cese absoluto de toda actividad que envuelva la criminalidad, “pero el pueblo no se dejará intimidar por la violencia”.
Para los que creían que iba a hacer trizas los acuerdos de paz, dejó muy claro su criterio:
“Creo en la desmovilización, el desarme y la reinserción de la base guerrillera”.
Esta frase, puede ser el silenciador de muchos críticos, que sostenían que iba a acabar con el proceso de paz, ya firmado por el anterior gobernante.
Tambien mandó un mensaje contundente a aquellos que se pueden pasar por encima la constitución y las leyes:
“El que la hace, la paga”.
Los grandes criminales, deben estar alertas, porque con esta frase tienen un pie en la cárcel y el otro también.
Esto está significando, que como comandante supremo de las fuerzas del orden está dispuesto a decir como Trump: Cero tolerancia con el crimen.



Me da la impresión de que con esta frase, les abrió el corazón a muchos ciudadanos, que tienen sus esperanzas puestas en el Él, para llenar sus vidas de un alivio económico:
“Colombia debe ser un país donde micros, pequeñas, medianas y grandes empresas progresen de manera sostenible para generar empleos de calidad”.
Si esta expresión es para ponerla en práctica, se resolverán los problemas de las clases menos favorecidas y empezaremos a ver como se reducen las diferencias sociales entre pobres y ricos.
Me llenaría de alegría, si nuestro presidente va a poner en práctica la frase que a continuación cito de su discurso:
“Vamos a eliminar gastos innecesarios, haciendo más eficiente la administración pública”.
Si así opino, es porque las administraciones anteriores, se han dedicado a gastar el dinero y lo que sobra, no alcanza para cubrir los gastos del pueblo.



Muchas de las realidades que expresó en su discurso, apuntan a corregir este mal.
Esta frase refuerza lo que estoy afirmando:
“Un crecimiento potencial superior al 4 por ciento del PIB”.
Hay un largo párrafo que le dice mucho a la juventud, al deporte y a la cultura:
“Quiero que los jóvenes de Colombia escuchen esto con atención: Estamos comprometidos con el impulso a la Economía Naranja para que nuestros actores, artistas, productores, músicos, diseñadores, publicistas, joyeros, dramaturgos, fotógrafos y animadores digitales conquisten mercados, mejoren sus ingresos, emprendan con éxito, posicionen su talento y atraigan los ojos del mundo”.
Creo que no hay necesidad de hacer comentarios, porque todo está dicho en la frase.



Valdría la pena complementarla con este otro aparte de su discurso:
“Equidad es darle vida al Deporte y a la Cultura como medios para que el talento se traduzca en progreso”.
Remató su discurso con una frase, que a mi modo de ver las cosas, anuncia la buena voluntad que tiene de gobernarnos:
“No haremos milagros, pero lo daremos todo por el porvenir de Colombia”.
Y como un sabio en el arte de gobernar, como sabe que a su amigo especial: Álvaro Uribe, muchos colombianos lo miran con cierto recelo, solo hizo una alusión hacia Él, cuando le agradeció por postularlo a este cargo público y a su partido, por acompañarlo, en la difícil tarea de gobernar.

Sopetrán, Agosto 8 del 2018.
Darío Sevillano Álvarez.