jueves, 19 de enero de 2017

¿Qué es la filematología?


¿Qué se puede escribir sobre los besos?

La ciencia que estudia todo lo relacionado con los besos se llama: 
Filematología, un vocablo muy especial que nació de dos palabras griegas: φιλεμα-ατος que traduce: Ósculo o beso y  λόγος. Que traduce tratado o ciencia.


Si este tratado que voy a hacer, no fuera de alguna importancia, no me atrevería a escribirlo, pero resulta que tiene algunos vínculos con lo que ocurrió en el paraíso terrenal, en donde Elohim, entró en cólera y acabó con las aspiraciones de Adán y Eva y por extensión frustró las ilusiones de todos los humanos.


Para todos los humanos, el cuento del árbol, no deja de ser una leyenda y supone uno, que no fue que se le comieron las manzanas de la primera cosecha a Elohim, sino que el asunto fue algo más en serio.

Algunos expertos, que se atreven a escribir, sobre el famoso pecado original, porque yo no lo haría, dada la razón, de que no justifico el castigo tan fuerte que les aplicaron, ni la rabieta tan exagerada de Elohim, 
posiblemente porque no existía la Psicología moderna, que no permite sanciones tan extremadas, para los humanos; sostienen que tal vez la desobediencia fue un beso apasionado que se dieron.


Miremos un escrito que me llama la atención y aunque es una leyenda, pudiera tener algo de realidad:

Cuenta la leyenda, que después de la creación, Dios se reunió con Eva y Adán y les dijo:

-Todo lo que veis a vuestro alrededor os lo dejo para vuestro goce, la frutas más jugosas, las flores más bellas, el agua de los ríos para solazaros. 

Los animales estarán a vuestro servicio, respetadlos como criaturas mías que son, y os darán alimento para el cuerpo y el espíritu, amaros el uno al otro porque yo bendeciré vuestro amor y os colmaré de hijos que alegrarán vuestra juventud y cuidarán vuestra vejez. 

Solo una cosa tenéis vedada, nunca acerquéis vuestros labios de tal manera que podáis beber el uno del aliento del otro, si así lo hacéis, un poder diabólico se extenderá por vuestra sangre y moriréis de inmediato, recordadlo bien, porque ni yo tengo el antídoto para ese veneno. 

Pasaron los días entre juegos y escarceos, bañando sus cuerpos en las cristalinas aguas, y probando de todos los frutos al alcance de su mano.


Una tarde que Adán estaba descansando bajo un manzano, se le acercó Eva acariciándole el rostro con sus largos cabellos, Adán la atrajo para sí, y en ese momento sintió como una fuerza arrebatadora le empujaba hacia los labios de su esposa, trato de resistirse, pero un aliento cálido y embriagador le cegó los sentidos, sus labios se unieron en un beso de fuego, y sus lenguas se abrazaron como dos amantes en celo, perdió el sentido del tiempo y todo su cuerpo se incendió como nunca antes había sentido. 

Las palabras de dios se perdieron entre los pechos de Eva.


En ese momento se apareció un Elohim, colérico y blandiendo la espada de la muerte y les increpó con voz de trueno. 


-¡Habéis osado desafiarme! Os entregué todo, os di de todo de lo que yo podía gozar, solo os prohibí, lo único que hasta mí, me ha estado vedado. 


A partir de ahora, tú Adán, desearas ese beso con todas tus fuerzas, pero Eva te lo negará Siempre. 

Te lo hará rogar, suplicar, y cuando lo consigas, su goce te durará menos que una flor de Mayo, se deshojará y se marchitará hasta que no te sepa a nada. 

Toda tu vida será la eterna búsqueda de este beso sagrado que acabas de profanar, y vagarás como alma en pena tras una quimera hasta que tus labios se quiebren con el rictus de la muerte.

Desde entonces, los hombres buscan los labios de la mujer con incontenible deseo, los poseen y al poco, parten arrastrados por la maldición ancestral. 

Solo algunos afortunados comprenden alcanzando el beso supremo, que el amor le ha redimido, que ya no necesitarán seguir vagando que el aliento del paraíso se enciende en la boca de la mujer que aman”. 


Es posible que este relato, no sea una realidad, pero es una explicación lógica de lo que pudo haber pasado; claro está, que yo no soy teólogo, ni exegeta, ni tampoco un iluminado, para afirmar o negar, las verdades dogmáticas que la Iglesia Católica, defiende a toda máquina y pudiera decir como la respuesta del Padre Astete:

 ¿Qué cosas son estas?

Y la respuesta era muy sabia: Eso no me lo preguntéis a mí, que soy ignorante, Doctores tiene la Santa Madre Iglesia que sabrán responderlo; pues a nosotros basta con saber las cosas de la fe y creer lo demás, como lo enseña la Iglesia.

Las ideas que estoy expresando, solo son unas reflexiones sobre el enredado asunto del paraíso terrenal.


Pero como nuestro propósito, no era hablar del paraíso, sino de la filematología, entremos en materia:

La filematología es una ciencia que se dedica a estudiar cuáles son las reacciones que se producen en nuestro cuerpo cuando besamos o somos besados.

En la actualidad científicos de prestigiosas universidades han efectuado reveladores estudios en esta materia.


El beso es una manifestación amorosa milenaria, que nació, casi con la aparición de los humanos en el planeta.

Hay unas obras en el templo de Khajuraho en la India, que datan del año 2.500 a.C. Que muestra dos humanos besándose.

También es importante decir que todos los animales lo utilizan en sus danzas rituales de apareamiento, lo que querría decir: 

Que todos los animales y el hombre, lo utilizamos en las cosas relacionadas con el amor y el sexo, a las cuales yo llamaría, muy respetuosamente: Comunicación íntima.


El significado de los besos, es distinto en cada cultura y en cada época, miremos ejemplos para entender mejor estas afirmaciones:

 Los persas antiguos, se daban besos en la boca, para expresar que eran personas con la misma distinción o categoría social; si dos hombres se besaban, pero eran de categorías jerárquicamente distintas, el beso no se daba en la boca, sino en la cara.

Platón el gran filósofo griego, sentía mucho placer besando.

Los griegos solo aceptaban los besos, entre padres e hijos; hermanos o parientes; y también los permitían para amigos muy próximos.

Los romanos, hacían distinción entre cuatro tipos de besos: El  Osculum que era un beso en la mejilla; el Basium, que era un beso en los labios; el Savolium, que era un beso profundo; y el Osculum Pacis, que era un beso de paz.

En el renacimiento el beso pasó de ser una muestra de afecto a ser una gran manifestación de amor.

Hay una sana costumbre, que se practica hace muchos años en la tierra y es besar en la mano, a una persona con una buena jerarquía eclesiástica o civil.


Ahora les voy a contar, los últimos hallazgos de la filematología:

Estudios muy recientes han revelado, que el contacto labial, involucra a cinco de los doce nervios craneales; esto querría decir, que el cerebro, le pone toda la atención a los besos y dedica cinco terminales nerviosas para manejarlo de la mejor manera.

Cuando empezamos a besar, las terminales nerviosas de los labios, se hacen más sensibles y empiezan a pedirle al cerebro que produzca unas sustancias que llamamos: 

Neurotransmisores como la dopamina, las endorfinas y la feniletilamina, para que se produzcan una serie de reacciones, que generan una cadena de besos y una emoción intensa, que pide a gritos, seguirlo haciendo.

Cuando damos un beso, con mucha intensidad, en medio de nuestra comunicación íntima, se produce una buena cantidad de dopamina, que actúa como un sedante que produce tranquilidad, alegría, gozo, porque esta sustancia es la que produce placer y la que motiva a querernos más y más.

Es importante contarles que la dopamina, es uno de los componentes de la cocaína.


La dopamina, genera: Euforia, insomnio y pérdida del apetito; recordemos que nuestras mascotas a veces se emberrinchan, es decir se van tras otra mascota que está en celo, y en esos días no se acuerdan de la comida, ni de sus amos.

Cuando estamos eufóricos, nuestros vasos sanguíneos se dilatan y esa es la razón para que nuestras mejillas se sonrojen.

Las endorfinas, también producen euforia, pero su principal función es servir de alivio para los dolores corporales.

La feniletilamina, un alcaloide, es una sustancia que también se encuentra en el chocolate, y es la que produce un buen estado de ánimo, para poder atender el momento de besar.


Con la teoría de que los labios, son el mejor camino, para llegar a los besos, miremos 20 bondades que ellos producen en los humanos:

Besar es muy benéfico, porque la dopamina produce una sensación de tranquilidad y felicidad únicas, porque esta sustancia va al mismo lugar del cerebro, al que llegan los estímulos de la cocaína.

Los hombres prefieren los besos con la lengua o besos franceses, porque al pasarle un poco de saliva a su pareja, le regala testosterona, una hormona, que excita la líbido de las mujeres.

Como en un milímetro cúbico de saliva, hay unos 100 millones de bacterias, según dicen los grandes científicos que manejan la filematología, el intercambio de ellas en las dos bocas, puede prevenir las caries y ayudar a curar algunas enfermedades.


Besar sirve para proteger el sistema inmunológico de nuestro cuerpo y dicen los sabios, que cuando una mujer está embarazada y es besada con frecuencia por el padre de su futuro hijo, lo inmunizan contra algunas infecciones que le pueden atacar.

La hormona que produce el estrés, es el cortisol, afortunadamente hay una manera fácil, para combatir este mal tan nocivo, para los humanos:

 Besar es la fórmula mágica que lo alivia.

Hay una excusa que ya está muy desgastada, en las parejas:

 Hoy no quiero besar, porque tengo dolor de cabeza; precisamente el besar como produce endorfinas, ese es el mejor analgésico para los dolores, producidos por el diario trajinar.


Los estudiosos de la filematología, calculan que los humanos dedicamos 20.160 minutos besándonos.

Un alto porcentaje de los humanos, 90% se besan, pero esta no es una moda con la que nacemos, sino que lo aprendemos a lo largo de nuestros días en la tierra.

A través de los besos, podemos saber el estado de salud de una persona, porque el sabor de su saliva, el olor de su aliento y otras características del beso, nos anuncian algunas enfermedades que tienen las personas que besamos.

Recuerdo que en las vidas de los santos anunciaban que uno de los grandes santos de la Iglesia Católica, conocía la descomposición sexual de sus fieles, a través de su mal aliento.


De los 34 músculos faciales, la mayoría de ellos se tonifican cuando besamos, pero sin lugar a dudas el que más se beneficia es el músculo orbicular de la boca.

Cuando besamos, estamos quemando unas dos o tres calorías por minuto; imagínense cuantas calorías podrán quemar una pareja de enamorados en dos o tres horas de conversaciones diarias.

Besar combate la hipertensión arterial, porque al dilatar los vasos capilares aumenta el ritmo del corazón.

Un Psicólogo alemán, descubrió que dos tercios de las personas que besan en la boca, inclinan la cabeza, hacia el lado derecho; valdría la pena averiguar el porqué de este comportamiento.

Besarse entre los esposos y entre los padres e hijos, aumenta la autoestima y mejora el ritmo de trabajo de las personas.

No solo los humanos, nos besamos, también los animales lo hacen:


Esta práctica la hacen todos los días en los momentos en que están haciendo las relaciones intergrupales.

Para terminar, me encontré en un portal de internet estas recomendaciones que me parecen muy acertadas, para ponerlas en práctica a la hora de besar:

“*Antes de besar a tu pareja relájate.

*Besa a tu pareja despacio, sin ser muy torpe o muy atrevido. Seguramente entre los dos irán marcando el ritmo e intensión.

*Si quieres besar a tu pareja y se encuentran en un lugar público como el cine o un restaurante, hazlo discretamente y sin emitir sonido, ya que para él o ella e incluso, para las demás personas puede ser muy penoso y desagradable.

*Acuérdate que antes del beso nada de cebolla, ajo o cigarro, cuida tu aliento, mantenlo rico y fresco.

*Si tú o los dos usan lentes, antes de besarse quítenselos, así no les estorbaran, ni los lastimaran.

*Y recuerda: antes de dar un beso de lengua a tu pareja traga saliva, los besos húmedos están muy bien, pero chorreando no le gustan a nadie”. 

Los dejo en la grata compañía de estos niños.


Sopetrán, Diciembre 26 del 2016.

Darío Sevillano Álvarez.