Una mejor definición de
las democracias, para que podamos entender lo que pasa en la nuestra.
Me parece importante
empezar por definir muy bien, lo que significan estas dos palabras:
República y democracia.
Porque estos dos
vocablos, definen entidades muy diferentes:
La república es el
gobierno de la ley, es decir el manejo de la cosa pública y la democracia es un
término que significa el gobierno de las gentes, como se le dice en griego al
pueblo (demos).
La palabra democracia, viene de un
vocablo griego: Δημοκρατία que traduce el manejo del pueblo.
O sea que democracia es la forma de gobernar incluyendo a todos los
grupos y opciones que lo componen.
Por esa razón, hay cabida para todos aquellos dirigentes políticos
transparentes y responsables que velan por los intereses de los ciudadanos.
Pero en las democracias modernas, se han infiltrado unos ciudadanos que,
no les importa el pueblo, sino sus conveniencias personales, como es el caso de
los dirigentes de la protesta, que tenemos en Colombia.
A los políticos responsables y transparentes, la democracia les permite
tomar decisiones en favor del país y la comunidad humana que lo integra.
Pero en ningún caso las democracias, admite la filtración de aquellos
elementos que solo buscan su propio beneficio.
Por desgracia, las democracias modernas, se están viendo amenazadas a
nivel mundial y está en nuestras manos tomar decisiones que protejan y
mantengan la filosofía de las antiguas democracias.
Veamos una buena historia de cómo nacieron las democracias:
Ese acontecimiento histórico, se registró en Atenas, entre los siglos VI
y V antes de Cristo.
Recordemos que Atenas fue fundada por los Jonios en el centro de lo que
hoy es Grecia, esta zona conocida con el nombre genérico de: Ática, era pobre,
con escasas cosechas, circunstancia que la preservó de la invasión de los
pueblos vecinos.
La leyenda atribuye a Teseo el rey legendario que en el siglo VIII antes
de cristo, haberle dada supremacía, sobre el resto de las ciudades Áticas.
Esta es la síntesis de la evolución que sufrió la democracia antes de
ser perfecciona por los gobernantes de Grecia:
Atenas fue evolucionando desde el siglo VIII a. C. al V a. C. desde una oligarquía (gobierno de pocos) hacia una democracia (gobierno del pueblo).
Esta es la síntesis de la evolución que sufrió la democracia antes de
ser perfecciona por los gobernantes de Grecia:
Atenas
fue evolucionando desde el siglo VIII a. C. al V a. C. desde una oligarquía
(gobierno de pocos) hacia una democracia (gobierno del pueblo).
En un
principio gobernaba un rey, que dirigía los asuntos políticos y militares,
asistido por el Areópago, consejo de nobles, con amplios poderes especialmente
en la justicia.
Estas
instituciones sólo representaban los intereses de las clases privilegiadas y
esto provocaba constantes rebeliones populares.
Algunos
nobles pensaron que era mejor ceder algo antes que perderlo todo y encararon
una serie de reformas.
El
primero fue Dracón, quien en 621 a. C. elaboró el primer código de leyes
escritas de Atenas.
Otro miembro de la nobleza, Solón realizó
grandes reformas en el siglo VI a.C.: suprimió la esclavitud por deudas,
dividió a los ciudadanos atenienses en cuatro grupos según su riqueza sin tener
en cuenta su origen familiar y creó nuevas instituciones.
Finalmente,
Clístenes, en el 510 a.C., le dio a Atenas su organización política definitiva:
el areópago, compuesto por tres miembros.
El arcontado,
integrado por diez arcontes, que se dedicaban a funciones
administrativas y dirigían el ejército.
El
Consejo de la bulé o de los 500, que redactaba las leyes,
controlaba a los magistrados y se encargaba de la política exterior.
El
tribunal de los heliasta estaba compuesto por 6.000 ciudadanos
mayores de 30 años, duraban un año en su cargo y se encargaban de administrar
justicia.
Sólo
participaban de la toma de decisiones los ciudadanos atenienses y para ser
ciudadano era necesario ser varón y libre.
Durante
el gobierno de Pericles se exigía además ser hijo de madre y padre ateniense.
A pesar del espíritu democrático de la vida
ateniense, se mantuvo la esclavitud de unas 200.000 personas que realizaban, la
mayoría de las tareas productivas de Atenas.
Podían
ser griegos o extranjeros y en su mayoría eran propiedad de particulares que,
los consideraban objetos sin ningún tipo de derechos sociales o políticos.
Si
analizamos estas condiciones, nos damos cuenta de que a muchos que dicen ser
ciudadanos colombianos, les faltan muchas condiciones para poder integrar
nuestra democracia.
No me identifico con muchos de los miembros de la famosa protesta actual en Colombia, porque son diseños de los grupos armados y de aquellas naciones que, quieren acabar con las democracias modernas.
Hay democracia directa y
representativa cuando la decisión es adoptada por personas reconocidas por
el pueblo como sus representantes.
Hay democracia
participativa cuando se aplica un modelo político que facilita a los
ciudadanos su capacidad de asociarse y organizarse de tal modo que puedan
ejercer una influencia directa en las decisiones públicas o cuando se facilita
a la ciudadanía amplios mecanismos plebiscitarios consultivos.
Finalmente hay democracia
directa cuando la decisión es adoptada directamente por los miembros del
pueblo, mediante plebiscitos y referéndums vinculantes, en elecciones
primarias, facilitación de la iniciativa legislativa popular y votación popular
de leyes, concepto que incluye la democracia líquida.
Estas tres formas no son excluyentes y suelen
integrarse como mecanismos complementarios en algunos sistemas políticos,
aunque siempre suele haber un mayor peso de una de las tres formas en un
sistema político concreto.
Antes de terminar quiero traer a
colación un artículo que publicó Santiago Montenegro que a la letra dice:
Los que, entusiasmados por las marchas callejeras, las muchedumbres de
las plazas y las manifestaciones de las últimas semanas, argumentan que la
verdadera democracia se materializa en la calle o en la plaza, sin
intermediarios ni representantes, deberían ser más conscientes de lo que es y
no es una democracia. Por las razones que hemos visto, la democracia directa de
la Antigüedad no es posible en Estados de amplias extensiones territoriales y
de grandes poblaciones.
Por supuesto, los que marchan y se reúnen en las plazas tienen todo el
derecho a protestar, si lo hacen pacíficamente.
Pero se equivocan si creen que esas congregaciones representan
legítimamente a todo el pueblo, porque los convocados son una pequeñísima
minoría, mientras la gran mayoría del demo está ausente.
En las democracias modernas existen, por supuesto, mecanismos de consulta directa, como el referendo, el plebiscito o la consulta popular, pero solo para decidir temas muy específicos.
Por otra parte, a los grupos de activistas que están acudiendo al
bloqueo y a la violencia, que afortunadamente no son la mayoría de quienes
protestan, debemos recordarles no solo que con esas acciones están violando
derechos fundamentales de las mayorías que no protestan, sino que, contrario a
la democracia que reclaman, sus acciones son las mismas que utilizaron el
fascismo y el leninismo para imponer sus regímenes de poder opresor.
Sopetrán, junio 9 del 2021.
Darío Sevillano Álvarez.
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