¿Qué significa para la
Psicología, hablar solo o hacer un soliloquio?
Hablar solo o hacer un
soliloquio, es algo muy común en las personas, a lo largo de sus vidas y no
tiene que ver con la locura.
Ocurre un soliloquio,
cuando alguien se expresa verbalmente, sin la intención de comunicarse con otra
persona.
Aunque hablar en voz alta puede
parecer extraño para algunos, es una práctica normal que, puede tener
implicaciones positivas y negativas, dependiendo del contexto y la frecuencia
con la que se realice.
Hay unos profesionales en psicología que se llaman:
Wellness coach que, guían y apoyan a las personas, en su bienestar general y su calidad de
vida, ayudándolas a alcanzar un equilibrio óptimo, entre su: Salud física,
mental, emocional y espiritual.
Estos intelectuales, mencionan que, los seres humanos suelen hablar solos, porque se tienen
“voces mentales que habitan en nuestro cerebro: Diálogos y monólogos internos
que muchas veces los terminamos expresando de forma inconsciente.
Hablar solos es una práctica que,
aunque muy común, sigue rodeada de estigmas y malos entendidos.
Sin embargo, la investigación científica
puede interceder, para dar una explicación que, le da la importancia
a este fenómeno, pues está ligada a: La autopercepción,
la conciencia y la memoria.
Hablar solo se refiere a mantener un monólogo interno
o soliloquio que, es
mejor conocido,
donde una persona interactúa consigo
misma.
Muchas personas han experimentado momentos, en los
que se sorprenden hablando en
voz alta cuando están solas, y aunque esto pueda causar
vergüenza, es un comportamiento natural y
más común de lo que, se cree.
Los estudios han demostrado que los diálogos internos, aunque percibidos como interacciones con múltiples voces, son esencialmente monólogos.
Estos monólogos son una simulación del habla
abierta y, son fundamentales para nuestra autopercepción
y procesamiento cognitivo.
Hélène Loevenbruck, líder de investigación en neurolingüística, en el Laboratorio de Psicología y Neurocognición del CNRS, ha estudiado cómo el cerebro sigue trabajando lingüísticamente, incluso cuando no articulamos palabras en voz alta.
Cuando
hablamos en
voz alta, o incluso cuando no lo hacemos, nuestro cerebro continúa
procesando el lenguaje internamente.
Esta actividad implica la activación de las
mismas regiones cerebrales que, utilizamos para procesar estímulos externos.
Esto
quiere decir que el diálogo interno es: Una reflexión pasiva, mental, activa y
compleja.
Las regiones del cerebro involucradas
en este proceso, son cruciales para la gestión del lenguaje y
el procesamiento
cognitivo.
A veces, hablamos con nosotros solos, para mantener la
cordura.
Lejos de ser un rasgo
de locura estamos ante una estrategia beneficiosa, esa en la cual, el habla
autodirigida, nos permite ahondar en las propias necesidades y resolverlas.
Dicen
que los
grandes sabios como Einstein o Newton, solían tener profundas y complejísimas
conversaciones con ellos mismos.
Así, y aunque la mayoría vivamos en unos mundos excesivamente ruidosos y, a menudo optemos por el silencio como mecanismo de descanso, no está nada mal activar de vez en cuando, una buena conversación con el propio yo.
No solo le haremos compañía, sino que también lograremos poner en orden muchas cosas que reclaman nuestra atención.
Hablar solo,
tiene grandes beneficios, entre los cuales están:
Hablar solo puede ser una herramienta poderosa para organizar ideas y encontrar soluciones.
Cuando las personas expresan sus
pensamientos en voz alta, suelen identificar patrones, analizar alternativas y
tomar decisiones más efectivas
Esto es particularmente útil durante momentos de incertidumbre o estrés.
Pronunciar instrucciones o metas en
voz alta, puede aumentar la concentración en una tarea específica.
Por ejemplo, los atletas y
estudiantes suelen utilizar este método, para mantenerse enfocados y motivados,
mientras trabajan en sus objetivos.
Hablar solo puede servir como una
forma de desahogo emocional.
Expresar sentimientos en voz alta,
permite procesarlos y reducir la ansiedad o el estrés.
Esto ayuda a las personas a calmarse
y, a recuperar el control de sus emociones.
En niños, el soliloquio es esencial
para aprender a comunicarse y comprender el mundo que los rodea.
Al practicar palabras y frases, los
niños fortalecen su vocabulario y desarrollan habilidades esenciales, para la
interacción social y el pensamiento crítico.
Aunque hablar solo tiene múltiples
beneficios, también puede ser un signo de problemas subyacentes, en ciertos
contextos.
Si una persona habla sola de manera
constante y utiliza esta práctica como sustituto de la interacción social,
puede ser un indicio de soledad o aislamiento.
Las personas que viven solas, emplean
el monólogo como herramienta para corregir el estrés.
Este comportamiento podría llevar a
una desconexión con los demás y afectar las relaciones interpersonales.
En algunos casos, hablar solo puede estar relacionado con trastornos psicológicos, como esquizofrenia u otros problemas de salud mental.
En estos casos es importante llevar a
la persona ante un Psiquíatra, para que, le formule algunos medicamentos.
Si la persona escucha voces que no
existen, o tiene conversaciones extensas con personajes imaginarios, podría ser
necesario buscar ayuda profesional.
En sociedades donde hablar solo no es
considerado un comportamiento habitual, este acto puede generar juicios
negativos.
Las personas que frecuentemente se expresan
en voz alta sin compañía, podrían enfrentar malentendidos o incluso
discriminación.
Para mí, tengo en firme que las
personas que hablan solas, son personajes muy interesantes, y casi siempre son
las más inteligentes y distinguidas de la familia humana.
Sopetrán, enero 20 del 2025.
Darío Sevillano Álvarez.
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