Las reformas tributarias, son la peor de las torturas que el gobierno le
hace al pueblo colombiano.
Si afirmo esto,
es porque en los dos períodos de gobierno del Doctor Juan Manuel Santos, hemos
tenido varias reformas tributarias, a pesar de que había afirmado: “Puedo
firmar sobre piedra o mármol que no voy a incrementar las tarifas de los
impuestos durante mi gobierno”.
Un 65% de
colombianos en los papeles de Panamá, no paga impuestos a la Dian.
Lo que un
ciudadano común y corriente como soy yo, cree es que al gobernante de turno, le
toca tapar los huecos fiscales que dejan los continuos robos que los grandes
señores que trabajan con el estado, Van haciendo al presupuesto, porque sacan
dineros de las arcas oficiales, para mejorar sus riquezas, para engrandecer sus
patrimonios y para darse la gran vida, porque uno de ellos, que en la
actualidad paga una condena, por todas las atrocidades que cometió en su vida
pública, decía: “Es que la democracia,
es muy costosa y eso lo debe saber el pueblo colombiano”. Para mí esto
significa que mantener a esa cantidad de sinvergüenzas cometiendo todo tipo de
atropellos, es una carga muy onerosa para el estado.
- Me parece que en vez de reformas, la Controlaría, la Fiscalía y la Procuraduría, se debían amarrar la correa en la cintura, para que no se les vayan a caer los pantalones y debían investigar a todos esos pillos y arrebatarles los bienes, las cuentas bancarias y todo aquello que suene a robo al estado, para entregarlos a las arcas gubernamentales y solucionar los problemas económicos que se nos presentan.
La corrupción
amenaza la democracia local, advierte el fiscal.
Esto es muy
fácil afirmarlo, porque todos los días en las noticias de televisión y radio y
en los medios masivos de comunicación en forma escrita, se producen noticias de
esa índole, dada la razón de que un 99,9% de los empleados públicos, se han
dedicado a saquear el estado y como ven que es una práctica fácil y muy
rentable, porque nadie los investiga, todos se deciden por la misma disciplina.
Otra cosa muy
distinta fuera, que a todos aquellos que se dedican a esos menesteres, se les
aplicara la pena de muerte o una cadena perpetua y se les quitaran los derechos
de trabajar para el estado de por vida, pero casi siempre los premian dándoles
otros robadero mejor; por aquello del refrán popular que anuncia: “Vaca ladrona
no olvida el portillo”.
Así son los
fraudes colombianos en los papeles de Panamá.
Si esto lo
hicieran las entidades de control, el estado estaría fortalecido y no
necesitaríamos las odiosas y famosas reformas tributarias. Que nos tienen mamados.
Hablemos un poco
de la que van a presentar ante el congreso:
Una de las
recomendaciones de la comisión tributaria, que según nos informan trabajó como
decimos en latín: Honoris causae,
que traduce: Sin cobrar, es que al IVA de los productos básicos de la gran
familia pobre de los colombianos, quede con
un 5%, como quien dice a los pobres que son los que más mal comen, por falta del
dinero, pongámosles otro dolor de cabeza, para que se mueran de hambre y para
acabar de rematarlos, les ponen IVA a los cuadernos , los útiles escolares y
las pocas cosas que pueden comprar, los que viven de un salario mínimo, que
solo sube entre treinta y cincuenta mil pesos mensuales cada año, que
equiparado con los sueldos de los famosos Padres de la Patria, a los que yo
llamo: Los verdugos de la Patria,
tienen una desproporción, como la famosa pelea de un sapo con un elefante.
Recordemos que
estos sinvergüenzas, solo se preocupan por subir sus dietas y no en una
proporción unánime, con los colombianos del común, sino en grandes cantidades,
porque a ellos no les toca cuidar las finanzas del estado y parece que tienen
el mandato de despilfarrarlas.
Esta es una de
las recomendaciones, que yo llamaría desastrosa, para la gran comunidad pobre
del país: Bienes como cuadernos, libros, carne, leche, huevos
frescos, entre otros que actualmente se clasifican como exentos, se gravarían
con tarifa del 5%.
¿No les parece un descalabro?
No entiende uno, por cuál razón al
gobierno se le metió en la cabeza, que somos los estratos más pobres, los que
debemos tributar y cuidar las finanzas del estado y mantener ciertas entidades
que le corresponden directamente al ministerio de finanzas, como aquello de tenerle
que mantener a FOSSIGA, con dineros de los maestros jubilados.
Marcharemos por los millones de
colombianos indignados con el gobierno Santos
Miren ustedes este otro atrevimiento de la famosa
comisión: Ampliar la base del IVA y reestructurar los impuestos a las
utilidades y la renta y eliminar el
impuesto al patrimonio es la base de esta propuesta.
Esto para mí traduce que los únicos que tienen
patrimonio son los ricos y a esos no les van a cobrar ese impuesto; supongo que
se los trasladarán a los pobres, cuyo patrimonio son: Un perro, dos gatos, seis
gallinas, un loro y un marrano.
¿Habrase visto semejante disparate?
Los responsables de la corrupción en Colombia, se desprenden
de sus bienes y los estregan a testaferros o los sacan del país, para algunos
paraísos fiscales, que existen y que debieran ser destruidos a sangre y fuego.
Otra de las grandes hazañas de la propuesta, es el
hecho no menos significativo de que la base de tributantes pasará de los que
ganan de 3’000.000 en adelante a los que ganan de 1’500.000 hacia arriba, esto
significa un detrimento fiscal para un gran número de familias, que tienen una
cantidad exagerada de gastos y el millón y medio no alcanza para cubrirlos.
Pero las sorpresas de esta famosa reforma estructural
siguen, porque va a aparecer un fantasma, que va a matar las ilusiones de
muchas familias pobres que apoyan sus finanzas en pequeños negocios, que
escasamente dejan comprar el diario de esos hogares, este fantasma se llamará:
El Monotributo a los pequeños negocios.
Vean el comentario que hace un
columnista: “Una de las mejores formas de crear empresa sin muchas
complicaciones era hacer una panadería, papelería, tienda de barrio o
peluquería. Este tipo de negocios proliferan en todo el territorio nacional y
benefician a cientos de colombianos. Una de las principales ventajas que tenía
abrir un local como estos era que podían existir sin pagar impuestos”. A partir
de esta reforma tributaria, se acordarán de mí, en vez de proliferar, van a
desaparecer, porque esas pobres familias gracias que puedan comer y al tener
que pagar impuestos estarían como los criollos en tiempos de la colonia, que
pagaban impuestas hasta por ver llover y por esa razón se rebelaron.
Recordemos las hoyas que destapó el
amenazado gobernador de la Guajira.
Muchos colombianos dejaron de tener
sus dineros en los bancos, porque el famoso 4 x mil, los estaba escurriendo;
creo yo, que fue la mejor forma de acabar con el buen hábito de ahorrar; ahora
sirven más los colchones de las casas, para mantenerlo, porque está sonante y
constante y no está la víbora del 4 x mil acabando con sus finanzas.
Este famoso invento que era solo por
unos meses, se posicionó tan bien en el ministerio de hacienda y en la Dian,
que dará palo toda la vida, pero algún día, no van a tener a quien escurrir y
la vaca lechera, va a desaparecer.
El gobierno de Panamá, está ayudando
a esclarecer el robo millonario que muchos colombianos le han hecho al estado.
Esta famosa comisión, nos compara con
países como: Suecia, Noruega y Dinamarca, en donde todos los habitantes son de
estratos económicos muy diferentes a los nuestros, porque tengo la seguridad
que en ellos no existen las clases: Baja baja; baja media y baja alta, y en
nuestra tierra la gran mayoría de habitantes pertenecen a estos estratos.
Como punto final quiero citar algunas
frases del exprocurador de la nación, un hombre polémico que enfrentó al
gobierno de Santos, con todo su furor y que por esta razón fue sacado a los
gorrazos, de su puesto, porque creían que al final, con sus ideas haría
fracasar el plebiscito, y cuando estuvo por fuera lo logró
A la pregunta de Juan Gossaín, a cuánto
ascienden las pérdidas anuales, por la corrupción en el país y Él, responde: “La corrupción ha
aumentado y ha cambiado mucho –me dice finalmente–. Un estudio reciente de
la propia Procuraduría señala que, por culpa de la corrupción, anualmente
resultan afectados cerca de 20 billones de pesos de los presupuestos oficiales.
Y eso sin contar su impacto en el sector privado”.
Esta otra frase de Él, me llena de
tristeza: “La corrupción ha avanzado tanto, que muchas entidades públicas han
sido tomadas por particulares con el propósito de hacer negocios o proteger sus
propios intereses. “Y eso no ocurre solamente en las regiones o en los
pueblos”, añade el Procurador, “sino incluso en el nivel nacional. De esa
forma, el Estado termina siendo un instrumento de los particulares”.
Esta es la forma como el exprocurador
termina su segunda pregunta: “La debilidad de la justicia colombiana es, sin
duda, una de las causas de semejante catástrofe. “La débil
institucionalidad facilita la corrupción”, me dice Ordóñez, de modo
sentencioso.
–Hay otros factores perversos –agrega
luego–. Mire usted que el alto costo de las campañas electorales hace que los
ganadores retribuyan a sus financiadores pagándoles con los recursos oficiales.
De modo que la corrupción pública,
sin mencionar la privada, nos cuesta 20 millones de millones de pesos al año. Y
el daño moral, que es mayor, ni siquiera se puede cuantificar”.
Sopetrán Octubre 19 del 2016.
Darío Sevillano Álvarez.
C:C: 3'620.074.
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