La tierra
infinita viajera en el universo.
Nuestra
tierra, situada en el brazo de Orión o brazo del Cisne, de la Vía láctea o
Camino de Santiago, es una viajera a través del tiempo en el universo y para
lograrlo se vale de unos movimientos propios y los de otros cuerpos celestes,
con los cuales se desplaza por el espacio infinito, sin haber pasado por el
mismo lugar un solo día, a través de su larga existencia.
Así es la
vía láctea.
Así se ve,
la vía láctea en las noches despejadas.
Este es el
brazo visible de la vía láctea o camino de Santiago, una constelación en la
cual están asociadas unas 100.000 millones de estrellas, cuyas dimensiones se
estiman en unos 100.000 años luz y su disco central mide unos 16.000 años luz.
Recordemos
que un año luz es el equivalente a: 9’460.730’472.580.8 kilómetros.
Léase: Nueve billones, cuatrocientos sesenta mil, setecientos treinta millones,
cuatrocientos setenta y dos mil, quinientos ochenta, punto ocho kilómetros.
El
movimiento más conocido de la tierra, es la traslación que efectúa en un año y
seis horas, alrededor del sol, que da origen a nuestro año calendario.
Nuestro
dulce hogar, la tierra, no es un cuerpo inmóvil en el universo y tiene cuatro
movimientos, que tienen que ver con el astro rey, el sol:
La rotación sobre su
eje, que origina el día y la noche; la translación alrededor del sol, que
origina el año; la precesión o movimiento circular que hace el eje, que origina
los equinoccios; y la nutación o bucles que forma, cuando se mece de lado a
lado; y un movimiento muy particular que consiste en que el eje se desplaza
hasta nueve metros de su posición normal, al que llamamos: bamboleo de
Chandler.
Vamos con
mucho cuidado cada uno de ellos:
La palabra
rotación en física, significa que las partículas de un cuerpo describen
circunferencias iguales, alrededor de un eje.
Cuando
aplicamos este término a los movimientos de la tierra, lo que estamos diciendo
es que ella gira, alrededor de un supuesto eje y que la vuelta completa la hace
en: 23 horas, 56 minutos y 4 segundos; a este movimiento le llamamos:
Día
sidéreo; pero si tomamos como punto de referencia al astro rey, el mismo
meridiano, pasa frente a nuestra estrella cada 24 horas y a esta situación la
llamamos: Día solar.
Así es la
rotación del planeta.
Los 3
minutos y 56 segundos de diferencia entre el día sidéreo y el día solar, se
deben a que la tierra ha avanzado en su órbita de translación y debe completar,
el día solar.
El
movimiento de rotación de la tierra, nos regala unas consecuencias como:
Los
fenómenos del día y la noche; el achatamiento de los polos y el ensanchamiento
del ecuador, producido por la fuerza centrífuga, es decir aquella que quiere
sacar del cuerpo terrestre todos los componentes de ella; la desviación de los
vientos y las corrientes marinas, que son los responsables del clima de la
tierra; las diferencias horarias de los distintos lugares del planeta,
recordemos que prácticamente hay en cada día del año, dos días y dos noches,
porque primero amanece en el hemisferio oriental y luego en el nuestro y la
noche se comporta de igual manera; y los puntos cardinales, que tanto valor
tienen para orientarnos.
Achatamiento
en los polos.
Todos estos
milagros de vida, los debemos a que la obra de la creación, fue fríamente
calculada por el Creador, para que todo lo creado, pudiera cumplir con su
misión en medio de la comunidad universal.
Ahora
veamos que significa la palabra traslación:
Esto ocurre, cuando un cuerpo gira
alrededor de otro y eso es precisamente lo que pasa con nuestra tierra, que se
traslada alrededor del sol, en una órbita que recorre en 365 días y seis horas;
recordemos que las seis horas que sobran, las acumulamos y cada cuatro años
hacemos un día nuevo, que es el que caracteriza a los años bisiestos; la palabra
bisiesto significa que el número del año, contiene dos veces el seis: En vez de
365 son 366 días.
Vaya lío,
con los que nacen en esas fechas, porque solo se les canta el cumpleaños feliz,
cada cuatro años.
El
recorrido de la tierra en su movimiento de traslación es de 930 millones de
kilómetros; la distancia de la tierra al sol son 150.000 millones de
kilómetros; la velocidad de ese viaje es de 29 kilómetros y medio por segundo;
en una hora recorre 106.000 kilómetros y en día recorre 2’544.000 kilómetros.
Así nos
trasladamos alrededor del sol.
Vale la
pena recordar que el año solar, no empieza el primer día de Enero, sino el 21
de Marzo, cuando celebramos el equinoccio de primavera; de paso recordemos que
el día 21 de Junio es el solsticio de verano; el día 22 de Septiembre
celebramos el equinoccio de otoño y el día 21 de Diciembre es el solsticio de
invierno.
Estas
cuatro posiciones de nuestro planeta, respecto al sol y con la ayuda de la
inclinación del eje terrestre, son las que nos dan la oportunidad de tener las
cuatro estaciones:
Primavera, verano, otoño e invierno.
¿Pero qué
significan las palabras: Equinoccio y solsticio?
La palabra
equinoccio, para este caso significa que el día y la noche son de la misma
cantidad de horas (12 horas).
Seguramente
todos habrán notado, como hay unos momentos del año en que los días empiezan
desde la cinco y media de la mañana y se acaban a las seis y media de la tarde;
pero en otros tiempos del año, solo amanece a las seis de la mañana y atardece
a las seis de la tarde.
Esta es la diferencia entre los equinoccios y los
solsticios.
La palabra
solsticio traduce literalmente que el sol está parado, es decir que el día se
demora catorce horas y la noche solo tiene diez.
En este
gráfico podemos aprender algo muy importante:
Mientras en el equinoccio de
Marzo, el hemisferio norte de la tierra está en primavera; el hemisferio sur
estará en otoño y así pasa con los equinoccios y solsticios:
Los hemisferios
están en estaciones opuestas.
Pero se
presenta otro problema, que los ciudadanos comunes y corrientes, no manejan muy
bien:
El movimiento orbital de la tierra alrededor del sol, no es una órbita
cerrada, porque eso indicaría que los astros estarían quietos en sus lugares de
origen; la órbita que describen los astros es una órbita en espiral, es decir
parecida a un resorte y podríamos decir:
¿De dónde diablos aparece esta
modalidad de movimiento?
Si
recordamos a Isaac Newton, cuando habló de las atracciones que ejercen los
cuerpos con masa, tenemos que entender que todos los cuerpos celestes giran
unos, alrededor de otros y por esta razón, las órbitas que describen, no pueden
ser cerradas, sino en forma de espiral.
En esta
forma se desplazan todos los cuerpos celestes y por esa razón podemos decir que
el universo se parece a los engranajes de un reloj, porque cada rueda gira
alrededor de otra.
Pero eso de
que los giros sean en órbitas y no redondos como lo vemos a diario, se debe a
que las dos grandes fuerzas del universo:
La Inercia y la gravedad actúan en
forma combinada así:
La Inercia
les conserva a los astros su trayectoria rectilínea, pero la gravitación los
obliga a marchar alrededor de otro cuerpo con más masa.
Por esta razón los
cuerpos ni caminan en forma recta, ni caminan en forma circular, porque tienen
que obedecer a estas dos leyes, que son las rigen los parámetros del universo,
que los obliga a describir una órbita en forma de huevo.
Es bueno
que tengamos en cuenta:
Que todos los cuerpos celestes, están constituidos por
rocas, polvo y a veces hielo y que cada uno de ellos tiene un aro magnético
bien definido, con sus respectivos polos norte y sur, como cualquier imán; este
aro magnético, es el responsable de la atracción universal o gravitación que
descubrió Newton, que es la responsable del movimiento continuo del universo.
El
movimiento de traslación nos regala las siguientes bondades:
La
inclinación del eje, que la responsable del prodigio de las estaciones; la
alternación de las estaciones, en los hemisferios norte y sur; según la
posición de la tierra en su órbita, respecto al sol, los días son más cortos en
los equinoccios y más largos en los solsticios; y las zonas térmicas o
climáticas, que son las responsables de la variedad de seres vivos a nivel de
los reinos de la naturaleza.
La palabra
precesión significa:
Giro lento de la rotación de un eje, alrededor de una
línea que lo corta y que describe una circunferencia completa, como lo hace un
trompo de madera.
En el caso
de los movimientos terrestres, el eje de nuestro planeta, describe una
circunferencia completa, cada cierto número de años; estos ciclos no son
exactos y los científicos los calculan, entre 25.700 y 25.900 años; debemos
recordar que esta inclinación de nuestro eje, es la que nos regala la
oportunidad de los equinoccios y por ende de las cuatro estaciones.
Este
gráfico nos muestra como se ha desarrollado el último ciclo de precesión:
En
él, nuestro eje en color oscuro, es la actual posición, alineada con la
estrella Polaris y el eje de color rojo desteñido nos muestra una antigua
posición 14.000 años atrás, alineada con la estrella Vega de la constelación
Lira; la línea roja más viva, nos muestra una posición, 3.000 años antes de
Jesucristo, en donde está alineada con la estrella: Thuban.
Para
descubrir este movimiento, los científicos han tenido que ser buenos
observadores del cielo, con telescopios gigantes y con mucha sabiduría
acumulada en sus cerebros, porque es un movimiento, casi imperceptible.
Recordemos
en este momento que la inclinación de eje terrestre ha sido causada por:
El sistema
tierra, luna, sol y por los movimientos telúricos; es bueno traer a la memoria
que el temblor de tierra que se produjo en Chile en el año 2010 en un
porcentaje muy elevado en la escala de Richter: 8.8 grados, movió nuestro eje
en 8 centímetros y el maremoto, con Tsunami, que azotó el sudeste Asiático, lo
movió 17. 8 centímetros.
Así se
movió el eje con el maremoto de Chile.
Al tiempo
de duración del movimiento de precesión le conocemos con el nombre científico
de: Año Platónico.
La palabra:
Nutación traducida al buen antioqueño, significa pequeña oscilación, si
recordemos el movimiento de un trompo, sobre su herrón o eje, observamos que el
trompo se mece suavemente de un lado para otro y eso es lo que hace nuestro
planeta en el movimiento de precesión, en la medida en que rota sobre sí mismo,
oscila de un lado para otro y ese movimiento, describe unos bucles especiales,
como lo muestro en el gráfico y a esas oscilaciones les decimos: Nutación.
En el
gráfico se observan muy bien, tres de los movimientos del planeta.
En términos más entendibles, la nutación es el cambio
de posición del polo norte, que lo hace con cierta periodicidad, debido a las
fuerzas de atracción: Tierra, sol, luna.
Cada 18
años con seis meses, la tierra se desplaza unos nueve segundos de arco, por
esta razón, en una vuelta completa de precesión, la tierra describe 1.385
bucles u oscilaciones (nutaciones).
Por último
veamos en qué consiste el: Bamboleo de Chandler, que no es otra cosa que el
cambio de posición que hace la ubicación del polo norte y que añade 0,7
segundos de arco en 433 días.
Las causas
que lo producen, todavía no están bien definidas, pero se cree que influyen:
Fuerzas de la geodinámica interna, ciertas situaciones climáticas y la
salinidad de los mares.
En el
gráfico se observan las fuerzas de geodinámica interna que lo pueden producir.
Fuera de
estos cinco movimientos bien definidos, hay otros dos, que casi no conocen los
estudiantes:
Las variaciones del plano elíptico, es decir las distintas posiciones
del sol, respecto a la órbita de traslación de la tierra, que son las que
permiten que los rayos del astro rey, cumplan con todas sus funciones en el
planeta, para poder garantizar el milagro de la vida.
Y las
variaciones en el cambio de excentricidad, que son los definen como va a ser la
calidad de los rayos solares en el perihelio y en el afelio, es decir la
cercanía o el alejamiento del planeta, respecto a la posición solar.
Veamos
estos con algunos gráficos:
Pero fuera
de estos movimientos propios de nuestra tierra, ella debe cumplir
obligatoriamente con otros movimientos, del universo, por el hecho de
desplazarse en el sistema solar y en la vía láctea.
Hay un tema
que no puedo dejar de tratar en este artículo, porque tiene que ver con funciones
del planeta:
Recordemos
que nuestro dulce hogar, en períodos muy largos de años, ha cambiado varias
veces de polaridad, es decir el polo norte se convierte en sur y viceversa y
ese fenómeno es muy delicado, para garantizar la supervivencia de todos los
seres vivos que estamos en el planeta.
Miremos en
primer lugar, como se produce el campo magnético de la tierra:
En el interior
del planeta, hay dos núcleos de hiero, uno fundido y el otro sólido, que giran
a diferentes velocidades y esta acción es como una: Dínamo electromagnética que
es la responsable del flujo de fuerzas magnéticas que entra y sale por los
polos.
También le conocemos como anillo magnético protector del planeta.
Pero esta
máquina, cada 26.000 años invierte su funcionamiento y hace cambiar la
polaridad terrestre.
Gráfico de
las distintas capas del interior del planeta, en la parte superior se observa
el lugar por donde fluyen las líneas electromagnéticas.
Gráfico del
campo magnético de la tierra.
Muchos
científicos argumentan que ya se cumplió el ciclo para que se dé, el cambio de
polaridad, esto debe preocuparnos, porque ninguna forma de vida, estaría
tranquila en el planeta.
Así
funciona nuestra Dínamo electromagnética.
Hay algo
fascinante para los amantes de la astrología y es que en su traslación, la
tierra, pasa por distintos lugares del universo y cada mes se encuentra con una
constelación alineada con ella y eso es lo que genera las predicciones del gran
zodíaco.
Recordemos
que hay una gran diferencia entra las predicciones del zodíaco y las del
horóscopo, porque esta palabra, viene de dos vocablos griegos Horus copey, que
traducen hora de nacimiento.
Hay que
tener en cuenta, que las constelaciones que se alinean, con la tierra, son
trece y no doce, porque algunos olvidaron la de Ofiuco, que vemos entre el 30
de Noviembre y el 18 de Diciembre, por aquello de que los años antiguamente
tenían trece meses de igual número de días.
Sopetrán,
Marzo 2 del 2013.
Darío
Sevillano Álvarez.
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