Los grandes periplos de la Cátedra de historia, en nuestro país.
Después de 32
años de olvido, volverán las clases de historia colombiana a las aulas y el
currículo, quedará bien cobijado con esta importante cátedra, que por voluntad
de dos expresidentes, estaba relegada al rincón de San alejo, como una materia
sin importancia y sin futuro.
Que dolor que
hayan sido dos gobernantes, que se creen importantes, pero que en realidad,
figuran como pésimas fichas políticas, en los medios de comunicación de la
república.
Analicemos
primero al Doctor Andrés Pastrana Arango:
Antes de morder
el anzuelo, de historiador del diablo, término que se utiliza en la Iglesia
Católica, con las canonizaciones, porque es el Cardenal del Demonio, el que
argumenta en contra de la persona que se canonizará, para sacarle los trapos al
sol, como decimos las antioqueños, a aquel personaje proyecto de santo; me
quiero curar en salud, contándole a todos los que lean este artículo: Que no pertenezco
a ningún partido político, porque tengo la teoría de que todos son igualmente
malos y peligrosos y cuando de comparaciones se trata, cualquiera de ellos, es
más malo y perverso que los otros.
Andrés Pastrana
Arango, es un personaje que ha tenido pocos momentos estelares en su carrera
política y para sustentarlo, analice cada uno de ustedes los siguientes inconvenientes
de nuestro ilustre personaje:
Paradójicamente,
muchos analistas dicen que el Presidente parece un director técnico al que le
quedó grande el equipo y le hacen muchos goles.
La
selección de Pastrana ha recibido muchos goles de la violencia, la corrupción y
la crisis económica. Pero también ha hecho goles en las relaciones
internacionales, el comercio exterior y la modernización de las Fuerzas
Armadas.
La Comisión Colombiana de Juristas,
una de las ONG de derechos humanos una organización de las más representativas
del país, anuncio estas escalofriantes cifras cuando el Señor Pastrana
gobernaba el país.
Según su director, Gustavo Gallón, en
los últimos tres años de su gobierno el país pasó de diez a veinte muertos
diarios por causa de la violencia política y social.
En el gobierno de Pastrana, el
paramilitarismo se apoderó del país, de una manera muy conflictiva.
La organization Human Rights Watch,
afirmó que a este gobernante le faltó seriedad, para controlar este flagelo,
tan peligroso que se apoderó del país.
Cando empezó su negociación con la guerrilla
de las FARC, en el Caguán, en medio de la Guerra, hasta Marulanda el jefe
máximo de esa organización, se burló del gobernante, cuando no asistió a la
inauguración de las conversaciones.
Recordemos que ese suceso se conoció
en los medios internacionales. Como la silla vacía.
Era lógico que estas conversaciones
fracasaran como les pasó, porque el director del proyecto, no tenía la
capacidad conducirlo.
Recordemos
que este proceso de paz polarizó al país.
También
es bueno traer a la memoria que el candidato presidencial Álvaro Uribe repitió
una y otra vez que las Farc no querían la paz y se preparabann para la toma
absoluta del poder.
Aunque
Horacio Serpa, Noemí Sanín, Luis Eduardo Garzón y Augusto Ramírez tenían
reparos al proceso, apoyaban la salida negociada al conflicto.
Muchos
pensadores como el expresidente Belisario Betancourt, Ernesto Samper y Julio
Cesar Turbay, lo llamaron: El Presidente prisionero de la paz.
Sabemos
que todo fracasó, porque el gobierno, no tenía unas estrategias definidas y las
FARC, sabían con toda seguridad, para donde iban.
Y
para no seguir la flagelación, digamos que fracasó en muchos proyectos, que
debieran mejorar la política, la vida social
y otros aspectos fundamentales, para la organización de sus gobernados.
Se
me antoja creer que cuando este gobernante suprimió la cátedra de historia en
el año de 1984, lo que buscaba era que el país, no se fuera a enterar de todas
sus torpezas; pero se olvidó de lo más importante: Que el pueblo tiene memoria
colectiva de todo lo que pasa y nunca ha necesitado placas conmemorativas para
enaltecer obras de los gobernantes o relatos históricos escritos de los malos
pasos que casi siempre los acompañan.
Ahora
miremos al otro verdugo de la cátedra de historia en el país:
El
Doctor César Gaviria Trujillo:
Empecemos
este aparte del escrito, diciendo que uno de los grades defectos de la
administración del país, desde la época de la Colonia española, es que el
estado pasa de un comandante a otro del mismo bando, la misma familia y los
mismos resabios, porque siempre han sido las misas familias con las mismas
ambiciones económicas.
La
presidencia en Colombia, ha venido rotando en los últimos cincuenta años, entre
tres o cuatro familias, que mantienen la boca abierta como los cocodrilos de
agua salada, pendientes de todo lo que pasa, para tragárselo sin hacer la masticación,
por aquello que donde hay herederos, todo es válido, para que la progenie pueda
progresar.
Es
de anotar que la única familia que no hace parte de la trinidad santísima indecencia
única: Santos, Lleras, Gaviria es: Álvaro Uribe Vélez.
Es
bueno recordar como heredó la presidencia, el famoso Doctor César Gaviria
Trujillo, que era el edecán de primera guardia de un político, que parecía que
tenía el empeño de hacer unos cambios sociales, culturales y políticos, que le
causaron la muerte, y que fue acolitada por ilustres politiqueros y la sombra
protectora de la organización delincuencial de Pablo Escobar Gaviria
Se
podría decir de este gobernante, que llegó a la presidencia sin una preparación
consiente y por esta razón, su gobierno estuvo lleno de graves errores, que los
ciudadanos, nunca olvidaremos, como aquella torpeza de cambiar la hora
internacional, que solo causaba risa, por la ridiculez que eso representaba.
Menos
mal que la experiencia tan dolorosa y torpe que esto produjo, lo obligó a
regresar a la normalidad y se quedó, como decimos los antioqueños:” Con las
patas lavadas”.
La figura del Presidente de la República es, en el
ideal nacional de Colombia: Una representación del pueblo colombiano, de sus
convicciones, costumbres y máxima autoridad y personalidad de la Nación.
Pero nuestro querido Doctor, no goza de esos
modales y me atrevo a creer que cada que habla, mete las patas, como lo que
pronosticó con el famoso plebiscito de los acuerdos con los criminales de las
FARC: Si el plebiscito no gana en las elecciones: Me voy de Colombia; y yo me pregunto:
¿Por qué no se ha largado?
Creo saber la razón: Desea seguir pegado a las
élites que manejan el estado, para que su progenie, pueda salir adelante.
Recordemos que cuando presidía, se dedicó a: Ser
gamonal politiquero en su región de origen; preparar a sus hijos para ser sus sucesores
en el poder, así tengan poco o ningún talento–como no saber leer proyectos de
ley-y tener posiciones alineadas con los aliados internacionales del terrorismo
castro-chavista.
Por esa razón y
otras, es bueno recordar las fallas y virtudes de los gobiernos, que en
ocasiones son desproporcionadas y muchas veces pasan por alto ante la impunidad
de la “opinión pública” y la “academia” sesgada.
Y en este
párrafo centro la opinión que tengo, del porqué éste gobernante desaparece la
catedra de historia de las aulas colombianas, en el año de 1994, esto para mí
significa un temor muy grande de que el pueblo conozca en las clases de historia,
todas las arbitrariedades, que cometen nuestros gobernantes y la torpeza con
que nos han gobernado.
Me parece que es
válido decir que son los gobernantes, los que nos tienen en el grado de atraso
cultural, político y religioso en que estamos.
Es importante
dedicarle un espacio a la Senadora
Viviane Morales, que es una pionera de un
grupo de políticos que se apelan: Cristianos.
La legisladora radicó el proyecto de
ley ante el Secretario General de la corporación, Gregorio Eljach, tras
advertir que "desde hace 32 años en Colombia despareció en los currículos
escolares, la materia de historia como asignatura independiente".
“Para la senadora Viviane
Morales, es de suma importancia –que en la actual coyuntura del país- "los
niños y jóvenes comiencen a estudiar a través de la historia hechos que hacen
parte de la democracia y de cada una de las etapas que le han permitido a
Colombia, llegar a ser considerada una de las democracias más antiguas de
América Latina".
No se puede amar, lo que no se conoce. Los jóvenes se están formando sin conocer el referente de nuestro pasado.
No se puede amar, lo que no se conoce. Los jóvenes se están formando sin conocer el referente de nuestro pasado.
De nuestra historia, se insertan en
la globalización, algunos sucesos, sin tener unas raíces claras de su país. Si estamos pensando
en llegar a la paz; de superar el conflicto; es importante que los niños y
jóvenes conozcan la historia convulsionada que nos ha acompañado; la historia
de nuestro país, que además nos da un referente propio y capacidad de crear una
conciencia de colectividad".
Se me ocurre pensar que la historia,
es una ciencia preciosa, encarretadora, sencilla y muy elocuente, cuando se
trata de formar a los ciudadanos, para que sean útiles a: Dios, a la patria, a
la sociedad y a sus familias.
Todos los países cultos del planeta
creen que la historia es una materia específica y especializada, y que es un
elemento necesario, para la formación de los futuros ciudadanos.
Pero con la interpretación que el
gobierno de Santos, , le dio a la ley aprobada en el mes de diciembre
retropróximo; por medio de sus funcionarios de educación, las cosa pueden ir de
guate mala, para guate peor, porque su majestad, Juan Manuel Santos, otro gobernante
pésimo, porque va a dejar al país sumido en la más profunda de las crisis, con
todas las concesiones que les hizo a las fuerzas del mal; se está pensando que
la ley, lo que creo es una comisión de buenos amigos del gobierno, que acaben
con la filosofía de enseñar historia en los planteles educativos y solo se
enseñen aquellas leyes que manejaran el posconflicto con sus majestades los
nenes de la guerrilla.
Volvemos a lo mismo, porque este
distinguido traidor de los colombianos, también tiene miedo de que el pueblo se
entere en las clases de historia, de todos los estragos que su gobierno, le
causó a la constitución y a las leyes, para posicionar a sus amigos
guerrilleros.
Sopetrán, Febrero 5 del 2018.
Darío Sevillano Álvarez.
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