Al que no ha manejado
ganado, la boñiga lo enviste.
Los ciudadanos y las autoridades del
pueblo, están muy preocupadas, porque a pesar de que en el mes de Abril,
nuestra ceiba del parque, ya contaba, con todo su follaje; este año no ha logrado recuperarlo, después
de la votada de hojas, en el mes de Enero.
Según me contaron en el correo de las
brujas, las autoridades, van a ordenar una poda de las partes, que no se han
recuperado y si esas operaciones, las hicieran, dos o tres veces, estarían acabando
con nuestro árbol emblema, porque el parque, sin su sombra termorreguladora, no
se podría visitar entre las ocho de la mañana y las cuatro de la tarde.
Pero no han visto, la verdadera
razón, por la que el árbol, no se ha podido recuperar y están buscando el
ahogado agua arriba..
Los treinta y cuatro huecos, para
llegar con el agua del aneguio, a las raíces profundas del termorregulador,
están totalmente obstruidos, llenos de tierra que se ha cristalizado por
efectos del calor.
Así están los treinta y cuatro huecos, a pesar de que estamos en
pleno invierno, la tierra que los obstruye, está totalmente seca, lo que quiere
decir, que al árbol, no le llega agua hace muchos meses.
Otro factor determinante de esta
falta de progreso en la recuperación de las hojas del árbol, se encuentra en el
redondel, que le hiciera el constructor del nuestro última remodelación del
parque, que se ve a las claras, que es un contratista: Barato, buen explotador
del dinero fácil que producen los municipios y que tal vez no conoció en sus
estudios la palabra: Biología.
Nuestra ceiba, que es un árbol que
puede tener un peso aproximado de quince o veinte toneladas, debe recibir diariamente,
cinco toneladas de agua, para que pueda cumplir, con sus funciones de
termorregulador de nuestro mejor espacio público.
Miren el estado de los huecos, por
donde debiera llegar el agua a las raíces del árbol, es imposible, así tengan
la mejor voluntad para anegarlo que el agua pueda entrar a la parte en donde
están las raíces.
Observen el redondel que le dejaron
los constructores, que parece para un árbol de naranjas de una vivienda y miren
con detenimiento que esta cantidad de tierra, hace muchos días que no recibe
agua a pesar de que estamos en invierno.
A pesar de que todos los días ha
estado lloviendo, miren el estado de sequía de la tierra del redondel.
Les pedimos muy encarecidamente, que
no se atrevan a cortarle ramas, al árbol, para lograr recuperarlo; sino que se
preocupen por hacerle llegar el agua en abundancia a sus raíces.
Recuerden que el constructor de la última
remodelación del parque, le colocó una placa de cemento de 14 centímetros de
espesor y esa es la razón técnica de que nuestro apreciado termorregulador se
esté secando, porque la única forma de hacerle llegar el agua a sus raíces,
sería, pedirle al Espíritu Santo que la haga llegar, por obra y gracia de Dios.
Para que un árbol de ceiba, pueda
progresar y ser muy frondoso, lo único que necesita es tener un buen redondel,
que le garantice el consumo de agua, como se ve claro en la ceiba que cultivan
en la ciudad de Gigante, en el departamento del Huila, en donde se ve muy claro
que las personas que tomaron la decisión de sembrar este termorregulador,
sabían con pelos y señales, como debieran manejarla.
Observen la frondosidad de esta
hermosa ceiba, pero fíjense como el redondel, es de casi diez metros a la
redonda y está protegido por una verja, que no deja arrimar: Ni animales, ni
humanos.
Sopetrán, Abril 17 del 2019.
Darío Sevillano Álvarez.
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