Navidad, una palabra
mágica.
Cuando llega esta época del año, por
arte de la magia de la palabra navidad, todos revivimos y nos sentimos en el
mejor momento de nuestras vidas.
¿Será que el nacimiento del Dios Rey,
a quien muy tiernamente le decimos: El Niño Jesús, tiene unos poderes
especiales, para que toda la humanidad, se congregue alrededor de su nacimiento
y celebre con tanta pompa, este acontecimiento?
En mi caso, me siento un privilegiado
de las bondades Divinas y por esa razón, el día siete de Diciembre empecé
a celebrar estas importantes
festividades.
A continuación les voy a mostrar,
como es la calidad de mi celebración y van a ver mi casa convertida en un
pesebre viviente, que impactó a propios y extraños.
Los invito a este especial recorrido:
Esta es la fotografía, del alumbrando
del día de las velitas.
En el plano profundo del arreglo de
Nuestra Señora, la Inmaculada Concepción, se observa el pesebre, con muchos
parecidos a una concepción bíblica.
Este especial diseño, ha congregado al
vecindario y a muchos de mis conciudadanos.
El árbol de navidad, compañero
inseparable de estas celebraciones, luce así; recordemos que los primeros
árboles de navidad, fueron pinos naturales que las gentes adornaban con
luminarias especiales, en la temporada de invierno, en Alemania.
Este es un plano profundo del
pesebre.
Este es el detalle del portal, las
imágenes son de un tamaño de cincuenta centímetros y la composición muestra un
paisaje parecido a las tierras de Israel.
Los reyes Magos, van camino de Belén.
Este es un especial gallinero.
El trapiche de la molienda de la caña
dulce y el bramadero en donde doman los caballos, están en acción.
La profundidad del lago, se observa a
distancia.
Un levita, mirando hacia el portal,
tal vez eleva su oración.
En este puente, se observa el flujo
de las aguas y algunos patos albergados en sus piedras.
Observen los dos pequeños saltos de
la cascada; la noria impulsando el agua; y un pastor con sus ovejas.
Un pequeño caserío; un buen rebaño; y
un pastor tocando gaita, deleitan a su majestad, el público.
Observen una parte del telón de
fondo; el fogón de los pastores; y un joven llevando un ejemplar vacuno.
No podían faltar las mujeres en el
pozo; un molino de viento; y una pequeña vivienda de la vieja guardia.
Este es el detalle de la pequeña
vivienda.
Así luce la escena del día de
nacimiento.
Este es el portal de entrada, para
las habitaciones privadas de mi vivienda.
Les deseo a todos una feliz navidad.
Y un año nuevo, lleno de alegrías y
buenos proyectos de vida.
Sopetrán, Diciembre 8 del 2019.
Darío Sevillano Álvarez.
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