jueves, 26 de diciembre de 2019

Las clases de pesebres.



Las clases de pesebres, de la tradición religiosa.

Dentro de la tradición navideña cristiana, se conoce con el nombre de Pesebre o belenes (llamados también portales, belenismo o nacimientos)  a la representación de la escena del nacimiento de Jesús de Nazaret, hecho en base de figurillas humanas, que se disponen para emular uno de los máximos pasajes de la cultura cristiana.
Es tan importante este acontecimiento, que partió, la cuenta progresiva de los años, en tiempos antes de Cristo y tiempos después de Cristo.


Recordemos de paso que los años antes de Cristo se cuentan en forma descendente, es decir que el año primero de esa época, es el que hubo antes del nacimiento del Niño Dios y los que son después de Cristo se cuenta en forma ascendente, es decir que el primero fue el año siguiente al nacimiento del Niño.

Así mismo, la historia reporta que aunque la construcción de nacimientos es una tradición que parece provenir de las primeras comunidades cristiana, desarrolladas en Palestina, entre el siglo I d.C. y el siglo IV d.C, en realidad la reglamentación con respecto a esta representación surgió durante el siglo XIX, cuando la tradición de construir belenes era una costumbre afianzada, tanto en Europa como la América católica.


De esta manera, se puede tomar como definición formal de Pesebre, aquella promulgada por Joan Amades, folklorista, cuyo concepto de belenes fue adoptado como el correcto por el Segundo Congreso belenista internacional, celebrado durante 1955, en la ciudad de Roma, Italia, y que rezaba textualmente:
«Entendemos por pesebre (o belén) la representación plástica y objetiva del nacimiento de Jesús mediante la disposición de un país visto de manera panorámica, en el que se sitúa una diversidad de figuras móviles que se pueden mover y alterar de sitio a gusto del que hace el pesebre.
Toda otra figuración del nacimiento del Mesías, representada en pintura, vidriería, bajo relieve o cualquier otra manifestación artística que no reúna las condiciones indicadas, no puede ser considerada como pesebre”.


También es importante contar la historia de que fue San Francisco de Asís, el Santo de la Ecología, el primero en hacer un pesebre con actores humanos y animales de verdad, en una cueva de la ciudad italiana de Greccio, que pasó a la historia, como la primera manifestación de esta hermosa costumbre.
En este sentido, las distintas normativas y definiciones, también han llevado a estas instituciones belenistas a elaborar una pormenorizada clasificación de pesebres, los cuales se diferencian entre sí, de acuerdo a sus distintas características, como por ejemplo, sus tamaños, intenciones, entre otros elementos, como lo voy a explicar a continuación.
Este primer ítem de clasificación toma en cuenta la visión que se le permite al observador, es decir, si el belén ha sido colocado a disposición de ser rodeado o no.
De esta forma, según este criterio, se distinguen dos tipos de pesebres:


Belenes panorámicos: construcción de Belén que se hace a fin de que el observador pueda rodear la representación cristiana, apreciándola por todos sus flancos.
Belenes cerrados: por otro lado también se distinguen los Pesebres cerrados, en cuyo caso, aun cuando se trata de una representación tridimensional, el Pesebre ha sido elaborado para ser contenido por una barrera, que no permite que el observador lo rodee, teniendo que observarlo únicamente de forma frontal.



Pesebre abierto.


Pesebre cerrado.

Igualmente, las asociaciones belenistas distinguen un segundo parámetro de clasificación, el cual se basa específicamente en la técnica o nivel de especialización que emplea el realizador del Pesebre.
En este sentido, también se distinguen  básicamente entre dos tipos:
Populares: constituidos mayormente por los pesebres domésticos. En su realización se emplean materiales de reciclaje, así como elementos comprados a tiendas del rubro. Se hacen con la intención de adornar un entorno doméstico, y casi siempre pertenecen también al género de pesebre panorámico.


Pesebre panorámico.

Artísticos: por otro lado, se distinguen también aquellos pesebres que donde el realizador emplea técnicas artísticas especializadas para hacer las figuritas, al tiempo en que se esmera en producir una representación del entorno y paisaje de Belén, lo más realista posible. Por lo general, este tipo de Pesebres son expuestos al público, por lo que casi siempre se encuentran catalogados también como belenes cerrados.


Así mismo, se crea una clasificación de belenes en torno al trato o visión con la que se manejan las distintas figuras y paisajes.
En este sentido, se pueden encontrar tres distintos criterios:
Bíblicos: por este nombre se conocen aquellos belenes, cuyo propósito es representar, tanto en sus figuras como paisaje, el momento preciso del nacimiento de Jesús, resaltando entonces los elementos históricos.


Regionales: por su parte, los belenes regionales son aquellos que aun cuando representan la llegada de Jesús al mundo, lo hacen guiándose por los paisajes y personas que existen en el lugar donde se construye el pesebre, y no en los que se cree había en Belén, al momento del nacimiento de Jesús.


Modernos: Bajo este parámetro se cobijan aquellos pesebres que responden a criterios del arte moderno, y que tratan de plasmar el momento del nacimiento de Jesús, de forma no figurativa, así como con la utilización de materiales no convencionales.


Igualmente, los belenes pueden clasificarse de acuerdo a la naturaleza de los personajes que los constituyen, en cuyo caso resaltan especialmente dos de ellos:
Vivientes: por lo general son hechos en días importantes. Están construidos en base a personas que asumen el rol de los protagonistas del nacimiento de Jesús. Por lo general, hacen uso de un bebé de poca edad, para representar al niño Jesús. Así mismo, algunos incluyen animales vivos.


Tradicionales: aquellos que usan las figuras, para construir su representación, dentro de este parámetro pueden distinguirse también los pesebres fijos y los animados, constituidos por figuras robóticas, con movimiento.


Espero que con este artículo, hayan aprendido a elegir, la clase de pesebre que quieren hacer en sus hogares, para celebrar las próximas navidades.


Sopetrán, Diciembre 26 del 2019.
Darío Sevillano Álvarez. 











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