Los grandes
retos que deben afrontar Joe Biden y Kamala Harris, ahora que han ganado las
elecciones en los Estados Unidos.
Se me antoja
creer que puedo empezar este artículo con esta frase:
Llegó la hora de
la verdad.
A partir de hoy,
todos los ciudadanos de la tierra, estamos esperando que aquellas que eran
promesas de campaña del señor Biden, se conviertan en realidades tangibles,
para que todas a una empecemos a recibir los beneficios de una buena
administración del pueblo del norte.
Siempre, cuando
ha habido un proceso de descomposición en la tierra, se necesitan una cantidad
de años, más o menos de igual duración, para poderlo corregir y por estas
razones, no podemos esperar que a los diez días de gobierno de Biden, los
problemas de los Estados Unidos y del planeta, estarán mejorados.
Pero es
indiscutible, que en el diario trascurrir de su gobierno, empecemos a ver como mejoran
las cosas, lenta pero seguramente.
Se me antoja
creer que los primeros pasos que se deben dar, para cumplir con las necesidades
del planeta, los Estados Unidos, deberán regresar al acuerdo de Paris, para el
cambio climático y la afiliación de esta importante nación a la Organización
Mundial de la Salud; si así lo afirmo, es porque esas dos necesidades sentidas
del planeta, estaban atravesando por grandes amarguras, causadas, por la falta
de sabiduría, del presidente Trump.
Pero hay una
necesidad muy sentida, que tiene la sociedad de los Estados Unidos, la
polarización que tanto destruye a nuestras gentes.
Afortunadamente
esa promesa, ya la empezó a cumplir, con su discurso de presentación ante el
pueblo americano, cuando dijo que no iba a ser el presidente de los demócratas,
sino el presidente de los americanos y recuerden que, a Él, no le suena mucho
que les digamos americanos, porque sostiene que todos los habitantes de las
tres américas, somos los que merecemos ese gentilicio; y que a los ciudadanos
de los Estados Unidos, se les debe decir:
Los ciudadanos
estadinenses.
También agregó
que trabajaría con mucha intensidad, en favor de aquellos que habían votado,
con el presidente Trump.
A esto se le
puede llamar un buen mensaje, para empezar a tratar el mal de la polarización,
que tanto está destruyendo a esos hermanos del norte.
Pero sin lugar a
dudas, la mejor frase de su discurso fue cuando dijo:
Ya no habrá
estados rojos y azules, sino Estados Unidos.
Seguidamente,
Biden, tendrá que empezar a codificar, cuáles son las necesidades más
prioritarias, entre aquellas que favorecen a: Los inmigrantes; a los enfermos
por la pandemia; a los correctivos de ese peligroso mal; a la reforma para
beneficiar a todos aquellos que estaban perdiendo ciertos derechos ante las
autoridades del país; y muchas otras cosas más.
Para no llenarme
de ilusiones, me he propuesto un plan de acción básico que, si lo cumple,
pasará a la historia, como un gran mandatario
¿Cuál es ese
plan?
La vinculación
de los estados Unidos a todas las instituciones multilaterales, de las que se
había retirado, por la falta de competencia y sabiduría del presidente Trump; y
unas conversaciones normales a nivel diplomático, con:
China, con Rusia, con Irán y con Corea del
norte.
Si tenemos en
cuenta, que el voto latino, fue decisivo en las elecciones que acaban de pasar,
sería casi obligatorio, empezar a beneficiar esa ilustre comunidad, que tanta
gloria les ha dado a los demócratas.
Es de mucha
importancia saber, que Trump, perdió las elecciones, por la abundancia del voto
latino, que no le marchó, porque Trump, siempre los olvidó.
Lo que me parece
es que la agenda, del mandatario, va a resultar muy recargada y con algunos
bemoles, en su contra, para poderla realizar, porque son muchas las
destrucciones que se habían hecho a nivel administrativo-político y los cuatro
años de gobierno normales, no alcanzarían, para cubrir todas estas
obligaciones.
Me parece que
Biden y Harris, tienen experiencias administrativo-políticas suficientes, para
empezar la ardua tarea de recomponer, todo lo que se había destruido.
Las huellas de
la administración Trump, estarán imprimidas con características muy notables,
por espacio de algunos años en los Estados Unidos y son la consecuencia lógica,
de no haber sabido elegir en el 2016.
Es bueno que
recuerden que los políticos populistas, son genios para mentir es sus campañas
y cuando llega la hora de la verdad, se la pasan de mentira en mentira, para
mantener una aparente armonía con sus gobernados.
Ahora nos quedan
dos meses de incertidumbre, mientras llega la hora de que el colegio electoral
los nomine como ganadores de la contienda que acaba de pasar y el día de la
posesión que puede tener algunas sorpresas, dada la razón de que el presidente
es un personaje muy temperamental.
Para terminar
este artículo, démosle una mirada panorámica a los acontecimientos que pueden
pasar a nivel del planeta:
Empecemos por
Colombia, que a la hora de la verdad es la que más nos interesa.
Las ayudas
económicas, que seguramente podemos conseguir con este gobernante, le servirán
al gobierno colombiano, para hacer un plan que garantice, una persecución
adecuada del narcotráfico.
Recordemos de
paso, que las ayudas del magnate en desgracia, eran condicionadas a muchas
cosas y estaban en peligro de ser recortadas, porque la política económica de
su majestad, y los impulsos de soberbia del gobernante; eran no desperdiciar
mucho dinero del pueblo, americano que pudiera parecer:
“Pólvora votada
en gallinazos”.
Respecto a
Venezuela, creo que deberá tomar mano dura, para acabar con la amenaza que
significa Madura, para toda la región, si así lo afirmo, es porque el concepto
de Biden, sobre ese gobierno, es que alberga en su territorio, grandes grupos
terroristas, que son declarados enemigos de los Estados Unidos.
Es bueno
recordar que Estados unidos y Venezuela, habían terminado el compadrazgo dese
hace algunos días; y que Maduro lanzó un S.O.S. al presidente Biden, para hacer
un diálogo cordial y respetuoso.
Con Corea del
Norte, la labor de Biden, va a ser un poco tirante, porque al niño gruñón que
maneja esa república, hay que cortarle las alas, para que no siga ensayando
cohetería, con alcance intercontinental.
Recordemos que
Trump, había logrado algo, pero el niño gruñón, es: Sui géneris.
Irán, para mí,
es un capítulo especial, porque meterse con islamistas, es un riego de muchas
proporciones; esto lo digo, porque todos sabemos lo que esa, etnia demente, es
capaz de concebir, relacionado con los peores escenarios, a nivel de terrorismo
internacional.
Lo que debemos
tener en cuenta es que, en el Medio Oriente, hay un gato tapado y que, si no se
le busca una solución oportuna, tendremos muchas amarguras, en el futuro.
Todos somos
conscientes, de que el coronavirus, está reduciendo considerablemente, combatir
la pobreza absoluta, a nivel de latino América y por estas razones, los Estados
Unidos, bajo el liderazgo de Biden, se jugaran un papel decisivo, a nivel de
los bancos mundiales, para que esos países tan amenazados por el flagelo del
virus, puedan conseguir prestamos, para refinanciar sus economías.
Posiblemente a
nivel de latina América, los estados Unidos, van a propiciar unas reformas a
nivel de la educación primaria y secundaria, que les garantice a estos pueblos,
una mejor capacitación de sus habitantes.
Con Rusia, me
parece que las cosas no son tan halagadoras, porque Putin para mí, es el
personaje más peligroso de la tierra, por la facilidad, conque maneja sus dos
personalidades:
La de gobernante
bueno y la de politiquero populista peligroso, con aspiraciones a permanecer en
el poder, por toda su vida.
Sobre las
relaciones con China, a pesar de que las de Trump y Xi Jinping, no fueron tan
buenas; me parece que van a seguirse deteriorando, todo por las exportaciones
de los dos países y los aranceles, que se les cobran.
Todas estas
consideraciones, pueden pasar cuando empiece el período de gobierno de
Biden-Harris y; a decir verdad, yo no quisiera estar metido en pellejo de estos
dos ilustres políticos del partido demócrata de los Estados Unidos, porque van
a tener que trabajar con mucho empeño, para mejorar muchos aspectos de la
política internacional.
Los pronósticos
que hacen los grandes políticos colombianos, de todos los bandos y colores, son
muy buenos augurios, pero es mejor decir:
“Amanecerá y veremos”.
Estos dos
gobernantes, guardan silencio respecto a la elección de Biden, me atrevo a
pensar que van a tener una serie de dificultades y que difícilmente se pondrán
de acuerdo.
Nota marginal:
Si no he mencionado
a México en este corto relato, es porque siempre que veo o escucho a Amlo, me
ha parecido un viejito tuturuto, que disfruta del poder, porque hizo unas buenas
promesas económicas, a los habitantes de tan distinguidada nación; pero su actitud,
su personalidad, y el constante titubeo, para hablar, lo convierten, para mí,
en un personaje muy romántico, pero sin mucha importancia
Sopetrán, noviembre
9 del 2020.
Darío Sevillano
Álvarez.
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