Consideraciones acerca de los desiertos.

Consideraciones acerca de los

 desiertos.

El Martes, después de un breve repaso al diccionario del idioma griego que poseo, me encontré, con una hermosa palabra, que de verdad me causó mucho placer: Eremología y me dije: ¿Cuántas personas no sabrán en la tierra, que significa esté termino?

Este precioso vocablo, se deriva de dos hermosas palabras griegas: ἐρῆμος, que se pronuncia éremos y que traduce: Alejado, apartado, solitario, deshabitado, desierto, desolado; y λóγος, que se pronuncia logos y que traduce: tratado; las dos palabras quieren decir: Tratado de los desiertos.

Posiblemente se nos antojaría creer que hubiera quedado mejor bautizar esa ciencia, con la palabra: Desietología.

Pero los grandes filólogos han acogido con mejores razones, la palabra: Eremología por esta razón los especialistas en desiertos, se llaman: Eremólogos.

La primera pregunta que salta a la vista es: ¿Cuál será la razón para que la tierra que es un planeta cubierto por grades cantidades  de agua, tenga un tercio de su superficie cubierto de desiertos y zonas áridas?

Esta pregunta es la que me propongo responder con la mejor didáctica posible, para que todas las personas que visitan nuestras páginas, lo puedan entender.

La respuesta que podríamos dar en forma inmediata, sería: La colocación geográfica de un lugar; la situación económica; la ubicación de los sistemas montañosos; la falta de lluvias y la no menos peligrosa: La intervención de la mano del hombre, que siendo la única forma de vida con inteligencia, es capaz de transformar cualquier hermoso Edén, en un peligroso desierto, son las principales razones, para que esto suceda.

Los grandes desiertos de la tierra se han originado por factores climatológicos es decir: Deja de llover por muchos años y esto ocasiona, la destrucción de la flora y parte de la fauna; o factores morfológicos es decir: El relieve del lugar no se presta para que los factores del clima se den en igualdad de condiciones de otros lugares del planeta; esto quiere decir: Que los sistemas montañosos, no permiten la llegada de la nubes, para generar las precipitaciones atmosféricas; lo que se puede afirmar, sin lugar a dudas, es que los desiertos empiezan a formarse, cuando a un lugar le faltan las lluvias.

Los Eremólogos sostienen que el número mágico, para que un lugar se convierta en desierto, es cuando en el año caen menos de 250 mm de lluvias. 

Pero veamos qué es eso de 250 mm de lluvias:

Hay un aparato que es semejante a un embudo, que deja caer el agua que entra por la parte superior a un pequeño tanque, debidamente rotulado con centímetros y milímetros; a este aparato, lo llaman los expertos en climatología: El Pluviómetro, es decir el aparato que mide la intensidad de las lluvias.

Este aparato es fundamental en las estaciones meteorológicas.

De paso les cuento que en las estaciones meteorológicas hay unos instrumentos que se llaman: Barómetro, que sirve para medir la presión atmosférica;  higrómetro, que sirve para medir la cantidad de nubes que hay en la atmósfera; termómetro, que sirve para medir la temperatura ambiental; anemómetro, que sirve para medir la velocidad del viento.

Recuerden que meteorología es la ciencia que estudia el viento, la lluvia, los huracanes, el fenómeno de la Niña y el Niño, las tempestades y otras cosas más.

Este párrafo dice mucho:

“Los desiertos son territorios yermos  e  inhóspitos, secarrales azotados por el viento, terruños resquebrajados por la escasez de lluvias y azuzados por las temperaturas más extremas, unas veces frías y otras calientes. Espacios donde la vida humana se convierte en una hazaña, cuando no un imposible, y donde la naturaleza se presenta en su estado más primitivo y virgen”.

Ahora veamos lo que es un pluviómetro:

Hay un axioma muy importante que emitieron las naciones unidas y que debiera preocupar a todos los moradores del planeta:

“De acuerdo a un estudio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la desertificación amenaza a al menos 168 países del planeta y podría comprometer un 38% más del territorio global en los próximos años”.

El factor de riesgo más peligroso para que un lugar de la tierra se convierta en un desierto, es la circulación de los vientos, en las zonas cercanas al ecuador terrestre, que está íntimamente ligada, con el grado de humedad o de sequía, que se presenta.

Esta es la principal razón, para que se hubiera conformado el desierto del Sahara, que sin lugar a dudas es el más grande de la tierra, con  9 millones de kilómetros cuadrados de superficie y si observan muy bien en los mapas del globo terráqueo, verán que está muy cercano de la línea del ecuador; en este lugar se presentan grandes ventarrones, producidos por el desfase de temperatura que causan las aguas del océano Atlántico y el calor que generan las arenas del desierto.

Si observan con mucho cuidado, verán como: Marruecos, Mauritania, Argelia, Túnez, Malí, Niger, Libia, Chad y Egipto, son países invadidos por la arenas del desierto de desiertos.

Pero estoy seguro de que todas las personas creen, como yo creía, que los desiertos son zonas cálidas llenas de arenas y desprovistas de vegetación, pero creer así es un error, porque también son desiertos, las dos zonas polares, es decir el Ártico y el Antártico, que son desiertos de hielo y el medio ambiente es totalmente congelado.

Para ilustrarlos mejor, debemos saber que hay tres clases de desiertos:

Las que se parecen al Sahara, que son acumulaciones de arenas, que el viento mueve a lado y lado; en donde solo se ven grandes cadenas de dunas y el calor en el día es sofocante.

Otros desiertos como el Gobi en Asía, que son totalmente fríos y que están a una altura considerable sobre el nivel del mar; 1.200 metros para este caso y 7 grados de temperatura.

La tercera forma de desiertos, son las zonas polares, en donde las lluvias son de escasos 250 mm, como en los desiertos cálidos, pero el piso de estos, está totalmente congelado y la posibilidad de vivir en ellos, es muy reducida o casi nula.

Veamos una fotografía de ese tipo de desiertos, para que puedan tener esas imágenes en sus cerebros y aprendan con mucho cariño lo que quiero trasmitirles.

Pero algunos Eremólogos dicen que también hay unos desiertos que se forman en las orillas de los océanos como el de Atacama en Chile y otros se forman porque una cadena de montañas impide que las brisas húmedas entren en esas fajas de tierra.

El Atacama es el lugar más seco de la tierra, en él no se puede vivir y se pudiera decir que es el lugar más inhóspito del planeta.

Ahora veamos los desiertos que ha causado la mano del Homo Sapiens, en el valle del lago Aral en Kazajistán y el daño al lago Poopó en Bolivia; estos dos lugares fueron modificados drásticamente por la mano del hombre, que es el principal enemigo de la estabilidad del planeta.

El lago Aral, que era considerado el cuarto lago más grande de la tierra, con una extensión de 68.000 kilómetros cuadros, empezó a desmejorar cuando la mano del hombre (en este caso la unión soviética), desvió los dos grandes ríos que lo alimentaban, para hacer unos cultivos de algodón y en el momento actual, es un desierto tóxico que día a día va desapareciendo, como lo muestran algunas fotografías que le han tomado desde la estación espacial.

Una de las causas que más perjudicó esta zona de la tierra, fue la sequía que causó el fenómeno del niño en el 2014, que han llevado a producir inviernos más fríos y veranos más cálidos y secos.

La peor consecuencia de la desaparición del lago, es el hecho de que las personas que vivían en sus alrededores, se dedicaban a la pesca y a la agricultura y en la actualidad, se han convertido en una comunidad de desempleados, a los cuales su economía familiar les fracasó y los atacan las enfermedades pulmonares y otras patologías.

Ahora veamos lo que le está ocurriendo  al lago Poopó de Bolivia:

 La desaparición de este que era el segundo lago más importante de Bolivia, está desapareciendo por los efectos de la presencia de los efectos climáticos del Niño y la Niña, y por esta razón el gobierno lo declaró zona de desastres.

Con la secada de este lago, murieron millones de peces y unas 500 especies de aves que vivían en sus orillas, desaparecieron.

 

"La degradación de la tierra y la sequía son un impedimento para el desarrollo de todas las naciones en el planeta", explicó Luc Gnacadja, secretario de la Convención de Naciones Unidas contra la Desertificación (UNCCD)”. 

Wim Cornelis, famoso eremólogo a nivel internacional, se expresó así respecto a este tema:

"Se están haciendo serios avances en una reforestación digamos agresiva para recuperar las zonas que antes eran fértiles. Pero la sequía y la aridez está afectando ya profundamente la forma en que se alimentan muchas personas en el planeta y hay que transformar la forma en que conseguimos nuestros alimentos”.

Terminemos este artículo con los nombres de los diez grandes desiertos, que están esparcidos a lo largo y ancho del planeta.

El desierto Antártico, con 13’829.430, kilómetros cuadrados de extensión, en donde encontramos las siguientes formas de vida: “Entre las aves se encuentran diversos albatros,  cormoranes, petreles,  palomas antárticas y una importante variedad de pingüinos de entre los cuales se destacan el Emperador, el pingüino de Pico Rojo, Adelia y Papúa.

Hay también gran cantidad de mamíferos como elefantes marinos, leopardos de mar, focas, la ballena azul y la franca austral, orcas y lobos marinos”.

El desierto Ártico, con 13.726.937, kilómetros cuadrados, en él encontramos las siguientes formas de vida:

 “En los animales acuáticos encontramos en su mayoría peces pequeños, además de ballenas, focas, delfines.

Entre los animales herbívoros que conforman la tundra del Ártico incluyen liebre, lemmings, buey almizclero y caribú.

Son depredados por el zorro ártico y el lobo. El oso polar también es un depredador, aunque prefiere cazar la vida marina desde el hielo.

También hay muchas aves y especies marinas endémicas de las regiones más frías. Otras tierras incluyen los animales glotones, ermines, lemmings, y ardillas terrestres del Ártico. Entre los mamíferos marinos se encuentran las focas, morsas, y varias especies de cetáceos - ballenas barbadas y también narvales y belugas”.

El Sahara, con 9’065.253, kilómetros cuadrados, las formas de vida que en él se encuentran son: Los Dromedarios, son los animales característicos, pero existen otras formas de vida: Los animales emblemáticos del desierto son el addax, la gacela doncas, las serpientes cornudas, los perros salvajes del África, los pumas, los guepardos y el zorro del Sahara.

Pero el animal más representativo es el dromedario, sin el cual la familia humana, no podría sobrevivir.

En este desierto casi no hay flora, por ser un lugar muy arenoso y bastante seco y cálido.

El desierto de Arabia, con 2’300.000, kilómetros cuadrados, es un lugar muy especial por la falta de vegetación y de fauna, parece que solo tiene riquezas en el subsuelo, porque hasta la gran familia humana, solo vive a orillas de los oasis, los pequeños hilos de agua y las orillas de los mares.

Pero en las orillas de las aguas hay bellezas que el hombre ha construido con las divisas del petróleo, porque los grandes magnates dueños de este precioso líquido, han sabido aprovechar el dinero de las bonanzas petroleras.

“Su fauna más representativa está compuesta por gacelas, antílopes, chacales, hienas, lobos, zorros, gatos monteses, leopardos y leones. El animal más distribuido es el camello. También están el órice de Arabia, linces, zorros y gatos monteses.

Mención aparte debe tener el caballo árabe, proveniente de esta zona, es uno de los caballos más reconocidos del mundo, debido a su energía, fuerza e inteligencia.

Las aves se dan en abundancia y las especies más importantes están constituidas por avutardas, los halcones, gangas y avestruces”.

Los desiertos del Australia, con 1’371.000 kilómetros cuadrados, son muy característicos, porque en ellos están los famosos canguros y los perros Dingos y hay dos rocas importantísimas para el turismo internacional.

El desierto del Gobi, en Asia, que tiene 1’300.000 kilómetros cuadrados, en el cual se encuentran los verdaderos camellos de dos gibas, recordemos que es un desierto totalmente frio; es bueno contarles que por este, pasa el ferrocarril transmongoliano, que es un ramal del transiberiano.

El desierto del Kalahari, con 930.000 kilómetros cuadrados.

En este viven algunas tribus de las familias Khoisan y los Bosquimanos; además este lugar es llamado la segunda reserva animal más grande del planeta.

En este desierto, se encuentra la mayor reserva de los mamíferos del África.

El desierto Patagónico, con 670.000 kilómetros cuadrados, el cual se formó porque los altos picos de los andes, no dejan pasar las lluvias que producen las aguas del océano Pacífico.

La fauna de este desierto es: “La lechucita vizcachera, el ñandú petiso o choique, el guanaco, el tuco-tuco patagónico, la mara, el pichi, la comadrejita patagónica, el hurón menor, el zorrino patagónico, el puma, el zorro gris patagónico o chilla, la iguana del desierto, y varias especies de águilas y halcones son algunas de las especies de animales que habitan en la región”.

El desierto de Siria, con 409.000 kilómetros cuadrados, es como una prolongación del desierto de Arabia y ocupa territorios de: Jordania, Iraq, Siria y Turquía, en el cual se encentra el Jabal al-Druze, una elevación del terreno de unos 1.800 metros sobre el nivel del mar.

El desierto de Chihuahua, con 362.600 kilómetros cuadrados, situado en norte América, que es compartido por México y Estados Unidos, los principales representantes de la fauna son: “Lobo mexicano, carpita de Chihuahua, rana, lagarto alicante, perrito de las praderas y nutria de río. En los matorrales: zorra del desierto, víbora de cascabel, tortuga del desierto y rata canguro. En los bosques de coníferas y encinos: rata y ardilla de tierra y voladora, murciélago, musaraña desértica y de montaña y tecolote. En los pastizales: zorrillo, borrego cimarrón y puma. Animales en peligro de extinción: ratón de campo, oso negro, musaraña de Arizona, cotorra serrana occidental, bisonte americano y coyote”.

Espero que este artículo les guste y que lo disfruten como yo cuando lo estuve escribiendo.

Sopetrán, Octubre 30 del 2016.

Darío Sevillano Álvarez.