¿Los acontecimientos que a diario estamos viviendo, serán un anuncio del
final del: Homo Sapiens?
La Tierra,
nuestro dulce hogar, a pesar de sus apariencias de: Madre querida, con los
humanos, ha mostrado a lo largo de su existencia, que es un planeta feroz, que
es capaz de sacudirse, cada que le viene en gana y destruir todos los seres que
en ella viven.
Estos eventos se
han presentado cinco veces, desde cuando apareció el primer organismo con vida,
hasta hoy.
Analicemos con
cabeza fría estos eventos y miremos en cuales épocas de la prehistoria, tan
olvidada de su majestad: El Homo Sapiens, se han presentado en forma inesperada.
El primero se
presentó hace unos 440 millones de años, entre los períodos ordoviciense y el
silúrico y según explican los científicos, de acuerdo con los estudios que se
han hecho en las capas más profundas del planeta, fue causado, por un factor
muy conocido por nosotros, en nuestros tiempos: Descongelación de los hielos polares, como está pasando en nuestros
tiempos, que según creemos, el nivel de los océanos va a superar los veinte
metros de altura, sobre la que en la actualidad tenemos y todos los puertos
marítimos del planeta quedarán sepultados por las aguas.
En esta
destrucción, desapareció el 60% de las especies que poblaban el planeta.
La segunda
ocurrió hace unos 360 millones de años, en el período devónico y fue causada
por las glaciaciones, es decir lluvias continuas por espacio de muchos años,
que redujeron la temperatura y el nivel de los mares.
Este fenómeno se
presenta en la tierra, cuando la cantidad de bosques, está desapareciendo y las
lluvias continuas, regeneran la cantidad de la vegetación.
En esta
destrucción llevaron del bulto las especies acuáticas en un 70% y los corales, se
salvaron; pero no volvieron a ser lo que antes eran.
La tercera se
presentó entre los períodos: Pérmico y triásico, hace unos 250 millones de años
y en ella desaparecieron el 95% de las especies y se cree que fue causada por
una explosión de un megavolcán, que alteró las condiciones de oxígeno en la
atmósfera terrestre; hay otros que creen que la causó el choque con un
asteroide, pero esa teoría no está plenamente demostrada.
La mayoría de
los científicos, están convencidos de que tuvieron que pasar cosas muy
especiales y fenómenos muy complejos, para que hubiera habido semejante
destrucción; a esta se le conoce como: La
Gran destrucción.
Después de esta
destrucción, el planeta tuvo prácticamente que volver a empezar a poblar seres
vivos, en todos los lugares.
En el momento
actual tenemos en la tierra unos megavolcanes, tan peligrosos como: Yellowstone en los Estados Unidos, pero
hay otros gigantes como él, esparcidos en el planeta.
La cuarta
destrucción masiva se presentó aproximadamente hace unos 210 millones de años,
entre los períodos: Triásico y jurásico,
y fue causada, por erupciones volcánicas que afectaron notablemente la
temperatura y acabaron con las formas de vida que para esa época había.
Estas erupciones
pudieron haber sido en la región central del océano Atlántico y afectaron
considerablemente el famoso: Pangea,
que era el gran continente de donde saldrían más tarde, los cinco continentes
que ahora conocemos.
Pero tengan en
cuenta que estas cuatro destrucciones masivas, casi ni se enseñan en los
planteles de educación, no sabe uno si por no causar terror a los humanos o
porque no las creen de vital importancia, para la historia del planeta.
La quinta
destrucción masiva, es la que más conocemos los humanos, porque revistió una
cierta categoría, al destruir los famosos dinosaurios, que eran seres
monstruosos, que estaban preparando el planeta, para la llegada del su
majestad: El Homo Sapiens y esta se
presentó hace unos 65 millones de años entre los períodos cretácico y triásico,
que fue causada por el choque de un asteroide con nuestra tierra, en la
península de Yucatán en México.
Creemos, que
estamos ad portas de la sexta destrucción masiva, que tal vez será producida
por los excesos de mal manejo del planeta que está cometiendo su majestad, la
única forma de vida inteligente que hay, y tal vez la más peligrosa, porque se
le metió en la cabeza, que con su inteligencia, puede quebrantar las normas de
la física y de la química, que regulan las funciones de nuestra tierra.
Aunque la
palabra ecología debiera ser
sagrada, para cualquier ser vivo, es la palabra más maltratada de nuestras
ciencias naturales.
La sexta
destrucción masiva la está propiciando el Hombre, que viene produciendo todo
tipo de problemas relacionados con el mal manejo de las leyes del planeta.
Como muestra de
lo que digo, entre el año de 1500 y hoy, vuestras majestades, se han dado el
lujo de destruir: 322 especies de animales vertebrados y el resto de ellos,
está sufriendo una reducción del 25% de sus poblaciones; también los invertebrados
están llevando del bulto, porque un 45% de las especies, han desaparecido en
poder de: La Plaga, como le dicen al
hombre, en un documento que se llama: La
gestión del riesgo debido a las malas acciones de nuestro genio: La única forma de vida pensante.
Los científicos
modernos han introducido un nuevo término: Defaunación,
compañero inseparable de la palabra: Deforestación,
para indicar las dos grandes angustias, que la fiera humana, le causa a su
dulce hogar: La tierra.
Según la opinión de muchos científicos, la destrucción actual, es más grade
que las cinco anteriores sumadas en total.
Esto quiere decir, que ya estamos viviendo la sexta destrucción masiva del
planeta, acolitada por el ser más importante que vive en él.
En esta sexta
extinción masiva, que se está desarrollando, las especies dominantes como el
hombre, están en el mismo riesgo que las más vulnerables de todas, porque los
factores que la componen, son muy preocupantes, para los científicos, dadas las
razones, que el cataclismo que se aproxima, es de proporciones devastadoras y
no va a respetar a ningún ser vivo.
Si los
dinosaurios, que tenían grandes fortalezas en sus cuerpos y que tuvieron su
reinado en el planeta, por espacio de 150 millones de años, no fueron capaces
de resistir, la catástrofe anterior; nosotros que somos cuerpos más vulnerables
y menos protegidos a los factores climáticos, que parecen ser los dominantes en
esta extinción y que solo hemos vivido en el planeta un décimo del 1% de ese
tiempo, no podremos sobrevivir.
Por la
inteligencia que manejamos, los humanos podríamos resultar con algunas
posibilidades de escaparnos, pero recordemos que los factores de alto riesgo de
esta sexta destrucción son: Comida, Agua
y energía.
Pero analicemos
otros factores de riesgo, que son igualmente nocivos, para la supervivencia de
nuestra especie:
Se han hecho
alguna vez esta pregunta: ¿Cuántos
cabemos en el planeta tierra?
Miremos esta
triste historia, que nos muestra la realidad de la más grande de las amarguras,
que haya vivido nuestra tierra:
Cuando el hombre
empezó a administrar la tierra y a domesticar: Especies animales y vegetales,
para su sustento, la cantidad de habitantes, para vivir en la extensión
territorial, eran un millón de personas, que iban y venían, por todos los
lugares, sin ningún tipo de tropiezos.
Pero en 12.000
años que llevamos administrando la finca, nos hemos multiplicado tan
escandalosamente, que superamos los 7.200’000.000, (siete mil doscientos
millones de habitantes).
Veamos los
detalles de esta triste historia:
Para el año de
1804 estábamos en la cifra de 1.000’000.000.
En el año de
1930, habíamos llegado a los 2.000’000.000.
En 1960,
habíamos superado los 3.000’000.000.
En el momento
actual, somos 7.200’000.000.
Y si las cifras
estadísticas se cumplen con la exactitud que esa ciencia maneja, para el año 2100,
podríamos estar llegando a los 13.000’000.000.
Ahora hagamos
estas preguntas:
¿Hasta cuándo seguiremos multiplicándonos?
¿Cuál es el límite de humanos, que puede
soportar el planeta?
¿Estaremos siendo demasiados habitantes, con
las limitantes del agua, la tierra, el aire, la extensión territorial, la
producción de comida y muchas otras cosas más?
Para citar un solo ejemplo, la especie humana consume en seis meses, la
cantidad de comida que le corresponde para un año.
A este peligroso
factor de señal de destrucción, agreguémosle estas consideraciones:
Llegará el día
en que los humanos, vamos a ocupar todos los lugares y no habrán cultivos, ni
edificios, ni ningún tipo de infraestructura, porque solo nos podremos
acomodar, cada uno en un pequeño espacio.
Si los polos se
siguen descongelando, como lo suponemos, el agua de los océanos, estará copando
más espacio en las tierras en que el hombre vive.
Cuando no
tengamos espacios, para cultivar aquellos alimentos que nos comemos y no haya
espacio para tener los animales, que nos suministran las proteínas animales: ¿Seremos capaces de sobrevivir?
Día a día las
cosas se nos están poniendo más complicadas y lo peor es que la especie humana,
no reacciona, porque cree que su inteligencia, será capaz de resolver los
problemas que se vayan presentando.
Esto quiere decir:
Que no estamos preparados para afrontar los grandes y amargos problemas que nos
tocará resolver dentro de pocos años.
Las actividades
del hombre sabio, están creando unos parámetros parecidos a los que acompañaron
la tierra, cuando la gran destrucción del jurásico y esta destrucción masiva,
no tiene reversa, porque ya está en curso.
Si damos una
mirada a las extinciones de las grandes civilizaciones de América: Mayas,
Aztecas e Incas, nos damos cuenta que una de las causas que produjeron su desaparición
del planeta, fue: La deforestación, la cual produjo grandes períodos de
sequías, que fueron acabando con estas importantes civilizaciones que
alcanzaron a vivir, muchos años en la faz del planeta.
Los canales de
televisión hace una década, mostraban unas películas que se llamaban: Apocalipsis milenarios, en donde se explicaban
las causas que produjeron la desaparición de estas civilizaciones.
En la actualidad, hay un grupo de estudiosos, que están demostrando aquello de los alienígenas ancestrales, y tal vez la ciencia vaya a mostar otras facetas de la desaparición de muchas etnias.
En la actualidad, hay un grupo de estudiosos, que están demostrando aquello de los alienígenas ancestrales, y tal vez la ciencia vaya a mostar otras facetas de la desaparición de muchas etnias.
Casi siempre las
causas para que una civilización que lleva muchos años viviendo en el planeta
desaparezca, salta a la vista la palabra: Sequía, producida por una inmensa
deforestación.
Estas talas
sistemáticas de los bosques las hacían nuestros antecesores, para mantener sus
calderas, en donde hacían los bloques de yeso para sus grandes construcciones y
los inmensos fogones con los que producían sus alimentos; además deforestaban
los bosques para ampliar los cultivos con que los miembros de sus comunidades
se alimentaban.
Miremos un
ejemplo que tenemos muy cercano los sopetraneros: Las tierras de Córdoba, que
en la Colonia eran muy fértiles, fueron atropelladas por su majestad el hombre,
para mantener la leña que alimentaba los fogones de las minas de sal y los
resultados son catastróficos, porque en esas tierras, en la actualidad, solo
nacen pencas y vegetación propia de desiertos.
No es una mera
coincidencia, que esta misma situación se esté presentando en el momento
actual, cuando cada ciudadano de la tierra dice: Si yo tumbo un árbol, nada va
a pasar; pero si cada habitante de la tierra tumba un árbol, serían
7.200’000.000 de árboles que se tumban y eso podría producir un colapso a los
climas de la tierra y alejar las lluvias, por mucho tiempo.
Tampoco es una
casualidad que se estén presentando los fenómenos del Niño y de la Niña,
bautizados impropiamente, porque el primer niño, fue detectado en una navidad.
Las
consecuencias fatales del Niño que estamos viviendo, en lo que va corrido de
este año, ya tiene en apuros a unos trescientos municipios de la nación y
muchos departamentos, han declarado la alerta roja, por falta de agua.
Otra
circunstancia peligrosa que estamos viviendo, son los incendios forestales, que
se están presentando por las grandes sequías y por la falta de humedad de los
bosques de la tierra.
No olvidemos que
cada incendio forestal, acaba con unas hectáreas de bosques naturales que
necesitamos, para la producción del agua potable, tan escasa en estos tiempos.
Las consideraciones que les entrego, para que las lean con cabeza fría y
para que traten de aterrizar, en la superficie del planeta, no son ideas mías,
ni son relatos de libros de ciencia ficción, sino realidades tangibles, que por
inteligentes que seamos, no las podemos negar, ni dejar de tener en cuenta.
Despertemos de ese letargo tan fuerte que nos acompaña y tratemos de cuidar
las pocas cosas que nos quedan, de aquel que fue por muchos años: Nuestro dulce hogar la tierra.
Si a este memorial de agravios, le anexamos unas palabras más, como:
Calentamiento global; Pérdida de la capa de ozono; Cambio climático; Efecto invernadero; Rayos ultravioleta… Comprenderemos que estamos como se dice en mi tierra: “Más perdidos que embolatados”.
Calentamiento global; Pérdida de la capa de ozono; Cambio climático; Efecto invernadero; Rayos ultravioleta… Comprenderemos que estamos como se dice en mi tierra: “Más perdidos que embolatados”.
Como punto final
permítanme regalarles una carta, que entregábamos como material pedagógico, a
las personas que hace veinte o treinta años, asistían a nuestras charlas del
grupo ecológico, para tratar de convencer a los humanos, de los grandes males
que íbamos a tener en el planeta, sino tomábamos una firme resolución, para
ayudarle a nuestro: Dulce hogar la
tierra.
Desde luego que
en estos momentos, esta carta, ya no tiene valor, porque las amarguras del
planeta, están ahí, y no tienen remedio.
Estas
consideraciones las escribí en el mes de Septiembre del año 2015, pero en la
actualidad, hoy 8 de Noviembre del 2016, apareció en los medios de
comunicación, un artículo que me llenó de preocupación, porque están anunciando
con pelos y señales, lo que yo había previsto:
“Alarmante:
para 2020 podrían desaparecer 2 de cada 3 animales en el mundo.
Proporcionado por THX Medios S.A. La enorme
contaminación es uno de los factores principales de la masiva extinción que se
anuncia (iStock).
Si la tendencia actual sigue su
curso, se calcula que en cuatro años, el mundo perderá dos tercios de la vida
silvestre. El dato inicial provoca conmoción. Así lo indica un estudio realizado por
World Wildlife Fund (WWF), una organización sin fines de lucro que hace 50 años
procura defender a las distintas especies y al medio ambiente.
La alarma se desprende de otro
hallazgo del reporte que sostiene que se produjo una disminución del 58% en
las poblaciones de vertebrados (peces, aves, mamíferos, reptiles y anfibios)
entre 1970 y 2012.
Según los investigadores, existen 5 factores principales que ocasionaron tal desastre natural: la pérdida de los hábitats, la sobreexplotación, la contaminación, las especies invasoras y el cambio climático. A raíz de ello, 3.706 especies que habitan en tierra, mar y ríos se vieron debilitadas en forma notoria.
Según los investigadores, existen 5 factores principales que ocasionaron tal desastre natural: la pérdida de los hábitats, la sobreexplotación, la contaminación, las especies invasoras y el cambio climático. A raíz de ello, 3.706 especies que habitan en tierra, mar y ríos se vieron debilitadas en forma notoria.
© Proporcionado por THX Medios S.A. Entre 1970 y
2012, se produjo una disminución del 58% en las poblaciones de vertebrados
(iStock).
El culpable señalado no es otro
que el ser humano. "A medida que la humanidad sigue exigiendo
cada vez más a la tierra y ejerce presión sobre nuestro capital natural, lo que
estamos viendo es la desaparición de la vida silvestre", dijo Colby
Loucks, director del Programa de Conservación de Vida Silvestre de la WWF.
De acuerdo al informe, la
humanidad se expandió tanto en diversas actividades que atentan contra la
conservación, como la tala de selvas tropicales, la caza y la sobrepesca en los
mares, que ahora requiere más de la disponibilidad que ofrece la Tierra para
proporcionar los bienes y servicios que se utilizan cada año.
La entidad WWF clasifica como "huella
ecológica" a este consumo desmedido de los recursos que requiere la
vida de un ser humano promedio en distintas regiones. Las naciones más ricas,
incluidas Estados Unidos, Canadá y Australia, tienen las mayores huellas en el
mundo. "No creo que la gente conozca realmente el alcance de estos
daños", señaló Loucks. "En última instancia, vamos a necesitar una
acción colectiva para tratar de mantener lo que los seres humanos necesitamos,
así como también el mundo natural".
© Proporcionado por THX Medios S.A. Las especies
marinas de la gran barrera de coral registraron una disminución drástica
(iStock).
Las especies que entraron en
peligro hace algunos años y aparecen en vías extinción son múltiples. Por
ejemplo, el censo de elefantes africanos demostró una caída del 30% de la
especie en todo el continente y tan solo en 7 años. Por su parte, la gran
barrera de coral también registró una disminución drástica en sus especies
marinas.
Las especies de agua dulce fueron
las más afectadas, con una disminución del 81% en sus poblaciones. En especial,
las ballenas y los delfines fueron los más perjudicados a raíz de la acuciante
contaminación en los mares europeos. Aunque los que mayor disminución
padecieron fueron los anfibios debido a una enfermedad fúngica que se
desplegó por todo el mundo.
"La sostenibilidad y la
resiliencia se lograrán mucho más rápido si la mayoría de la población de la
Tierra comprende el valor y percibe las necesidades de nuestra tierra cada vez
más frágil", sostiene el informe.
Su principal autor, Loucks, es consciente de que ese cambio profundo en la mentalidad de los seres humanos será muy difícil. "En algún momento, la Tierra va a decir 'basta'. Y eso va a ser catastrófico", alertó”.
Su principal autor, Loucks, es consciente de que ese cambio profundo en la mentalidad de los seres humanos será muy difícil. "En algún momento, la Tierra va a decir 'basta'. Y eso va a ser catastrófico", alertó”.
Sopetrán, Noviembre 8 del 2016.
Darío Sevillano Álvarez.
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