domingo, 8 de enero de 2017

Abren la tumba de Jesucristo.


¡Alerta, abren la tumba donde estuvo enterrado Jesucristo!

Me parece oportuno, justo y saludable, empezar esta importante crónica, con las palabras del jefe máximo de las religiones que custodian ese lugar, con todo amor y respeto: Su Beatitud Teófilo III.


Teófilo III, el Patriarca de la Iglesia Griega ortodoxa de Jerusalén, mientras observaba la remoción de la protección de mármol, que defendía el Edículo de la tumba de Jesucristo, con una sonrisa serena exclamó: 


Me alegra que la atmósfera sea especial, que haya un júbilo oculto –dijo el patriarca-. Aquí tenemos franciscanos, armenios, griegos, guardias musulmanes y oficiales de policía judíos. Espero y ruego porque este sea un mensaje auténtico de que lo imposible puede ser posible. Todos necesitamos paz y respeto mutuo

Su Beatitud, Teófilo III nació en Grecia el año 1952. Vino a Jerusalén en 1964 para ingresar en el Seminario Ortodoxo donde terminó sus estudios el 1970.

La tumba de Jesucristo, que está localizada en la Iglesia del Santo Sepulcro o Iglesia de la Resurrección, en la vieja ciudad de Jerusalén, está siendo analizada por un grupo importante de científicos, con experiencia calificada, porque han trabajado en las ruinas de la acrópolis de Atenas y en grandes proyectos de la catedral de Santa Sofía en Estambul, bajo la dirección de la Doctora y profesora Antonia Moropoulou.


Si queremos empezar por el principio, me parece importante contarles cuales comunidades religiosas custodian este lugar, tan importante, para grandes religiones del planeta, porque las seis fracciones se pusieron de acuerdo, para permitir el estudio, tomo este párrafo de un artículo publicado en internet, para no correr el riesgo de equivocarme, en un tema tan delicado, como es la custodia de los santos lugares: 

“La Iglesia del Santo Sepulcro (conocida también como Iglesia de la Resurrección) está custodiada actualmente por seis denominaciones cristianas. Tres grupos principales –la Iglesia Griega Ortodoxa, la Iglesia Católica Romana y la Iglesia Armenia Ortodoxa- tienen el control primario del sitio, mientras que las comunidades copta, etíope ortodoxa y siriaca también mantienen su presencia. Algunas partes de la iglesia que se consideran áreas de veneración comunes para todos los grupos, incluida la tumba, están reglamentadas por un acuerdo de Status Quo que requiere del consentimiento de todas las Iglesias custodias”.


Edículo en donde está la loza.

La palabra Edículo, viene de un vocablo latino: Aedicule que traduce: Casa pequeña.

Como ese es un proyecto de gran envergadura y tiene unos costos exagerados, las entidades que custodian el lugar han encontrado apoyo en las siguientes instituciones y personas: 

“Las principales donaciones al proyecto de más de 4 millones de dólares incluyen un favor real del rey Abdullah II de Jordania, y un obsequio de 1.3 millones de dólares de Mica Ertegun al Fondo Mundial de Monumentos como apoyo el proyecto.

La Sociedad National Geographic, con la aprobación del patriarca griego ortodoxo de Jerusalén y otras comunidades religiosas, formó una alianza estratégica con la Universidad Técnica Nacional de Atenas para la conservación de la herencia cultural.


Los jefes máximos de la custodia del templo reunidos y disfrutando de una conversación amena.

Recordemos que en el año 326, Helena, la Madre del Emperador Constantino, recuperó algunas reliquias de la época de Jesucristo y esta tumba fue una de ellas.

En síntesis, la historia del Edículo se podría resumir así:

Después de haber sido encontrado por La Madre del Emperador, en el año 335, fue construido el primer Edículo; después en el año 1009, cuando los musulmanes lo destruyeron, fue reconstruido por el emperador Constantino IX Monomaco; en el año de 1555, fue reconstruido por tercera vez, por un sacerdote Franciscano, llamado: Bonifacio de Reagusa; pero en el año 1808, la capilla sufrió un incendio y hubo que reconstruirla con un proyecto de un arquitecto griego, con un modelo inspirado en la capilla de nueva Jerusalén, unos 50 kilómetros al oeste de Moscú.


También el Edículo sufrió algunos daños en los terremotos de 1927 y 1947 y las reparaciones que hicieron unos británicos, han dejado unas vigas de acero, que le dan muy mala presentación.

La directora de esta obra dice: Las operaciones y los trabajos que se harán en el Edículo no perturbarán el acceso del público, ni a los peregrinos, porque se efectuarán en las horas de la noche; pero los trabajos que sean de taller, los haremos en un lugar especial, en donde no perjudicamos a los visitantes, en las horas del día.

Fredrik Hiebert, que es el arquitecto residente, por parte de la National Geografic, está muy satisfecho y expresó: Que será un análisis científico y laborioso, porque al final de las excavaciones, podrán ver la superficie de roca original, en la que fue colocado el cuerpo de Jesucristo, después de su crucifixión. 


El día 3 de Noviembre del año 2016, una de las primeras conclusiones de los científicos que están trabajando este proyecto es: 

Los datos preliminares de la investigación han confirmado que la tumba de Jesucristo no ha sido desplazada tras siglos de destrucción y reconstrucción de la iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén.


Si las cosas marchan bien, los que manejan el proyecto, aspiran a entregar listas las obras, para la primavera del 2017.

Nótese bien:

Las fotografías que acompañan este artículo, son propiedad de la A.F.P y de la National Geografic, que son las que están metidas de lleno en el proyecto.

Sopetrán, Enero 7 del 2017.
Darío Sevillano Álvarez.

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