viernes, 17 de febrero de 2017

Inversión del campo magnético terrestre.


Hay algunas posibilidades de que se acerque un cambio rápido de la polaridad terrestre.

Darío Sevillano Álvarez

Lo primero que tenemos que hacer para ponerlos en el lugar preciso, sobre la información que vamos a dar es hablar del campo magnético de la Tierra.





En el supuesto de que el astro amarillo, sea el Sol y el pequeño punto azul, que irradia cierta luminosidad, sea la Tierra, este sería un gráfico perfecto para mostrar cómo es el campo magnético que circunda el planeta.

¿Para qué sirve este campo magnético?

Esta sería una buena pregunta, porque esos rayos que emiten nuestros dos polos, son las líneas de fuerza magnética, con que cuenta nuestro planeta, para defendernos de los rayos cósmicos del Sol y de otros potentes astros, que emiten algunas clases de rayos perjudiciales para los seres vivos que habitamos en el planeta Tierra y el efecto producido es el desvío, para que no lleguen a la superficie de nuestro hogar.

Hace muchos años, nuestros científicos, han descubierto que los polos Norte y Sur, han cambiado varias veces su polaridad, es decir, el Norte se vuelve Sur y el Sur se vuelve Norte.



Las auroras boreales, son choques de
los rayos solares, con el campo magnético
de nuestro planeta.

Cualquiera podría decir:

¿Y eso qué tiene de raro?

Primero digamos que el Sol hace esa operación con alguna frecuencia, como ya se los enseñó, un artículo que publicamos en nuestro Blogger, Los cambios de polaridad del Sol , pero en el Sol, no habitan seres vivos, porque el calor es excesivo y no lo permite, entonces, allá no pasa nada.

Pero en la Tierra el caso es muy distinto, porque las plantas, los animales y el hombre, nos podríamos llevar un susto y se podría presentar el caso de que por efectos de las radiaciones cósmicas, muchos seres vivos, no pudieran superar esa prueba de resistencia y desaparecerían.

¿Cuál es la razón por la que afirmamos esta teoría?

Cuando el planeta, está haciendo el giro especial que debe hacer, para que el Norte se sitúe al Sur; y el Sur llegue a la parte Norte, sin mover los continentes ni los océanos, el campo magnético, se desmejora y podría llegar a niveles muy bajos, entonces, los rayos cósmicos, no son desviados hacia otro lugar del Universo y llegan con mucha intensidad, a la superficie terrestre, en donde estamos los seres vivos.



Otro problema que se nos pudiera presentar, sería el hecho de que las brújulas no van a buscar el Norte, sino el polo contrario, en donde quedó situado el antiguo Norte.

Esta circunstancia, le haría perder el sistema de orientación a muchos animales, como las aves, algunas especies marinas, las abejas y otros, que buscan su comida y sus lugares especiales, para pasar ciertos períodos del año y los pondría en serios problemas.

Pero si recordamos aquel archivo que otrora publicamos, La abeja, en el que empezamos diciendo una profecía del gran sabio Albert Einstein, cuando afirmaba que si las abejas desaparecen, la familia humana, desaparecerá a los cinco años, por aquello de que no habrá polinización y por esa razón muchas plantas, no darán sus frutos y no tendremos alimentos suficientes.



Así está organizado el anillo magnético
de la Tierra, en el momento actual.



Este gráfico nos muestra cómo quedarían los polos.

La causa para que esta inversión se dé, no la saben los científicos y debe estar enredada, en cualquier giro o movimiento que produce el Universo, por alguna razón especial o en algún sistema secreto que tiene la Tierra, para logar unos efectos especiales.




Cambios de polaridad de los últimos cinco millones de años. 


Su localización en yacimientos arqueológicos de cierta antigüedad son unas garantías paramagnéticas de la Tierra, detectadas y bien datadas en las dorsales oceánicas, que enmarcan temporalmente los hallazgos.

La palabra paramagnética, significa ‘Propiedad de las sustancias que, colocadas en un campo magnético, toman una imantación positiva proporcional al campo’.


«El hierro y el níquel son algunos de los metales que se caracterizan por su paramagnetismo». 

Recordemos que nuestro núcleo, está formado a base de estos dos elementos.

Muchos estudiosos de las ciencias relacionadas con estos temas, vienen trabajando en las dos últimas inversiones que han transcurrido y han encontrado que son cíclicas, es decir, se repiten de cuando en cuando y saben que la última se produjo hace 786.000 años y se cree que muy pronto se dará la otra.



Veamos eso en un gráfico:

El campo magnético terrestre es el resultado de la interacción de los núcleos interno y externo de nuestro planeta compuesto el primero por hierro en estado sólido y el segundo por una aleación líquida de hierro y níquel, junto con el movimiento de rotación terrestre. 


Esas fuerzas combinadas, hacen que el planeta sea una especie de dínamo, es decir una máquina que produce electricidad y, por ende, magnetismo.

La rotación que hacen estos componentes, es la que produce la electricidad, al igual que cualquier máquina de las que tenemos en las centrales eléctricas, cuando las bobinas del estator son sometidas al campo magnético del rotor.

Los que más saben de estos temas, afirman que las inversiones se han dado de uno a cinco eventos cada millón de años.

La afirmación de que se acerca un cambio, la hacen basada en que se está debilitando mucho el campo magnético de la tierra; pero algunos científicos afirman, que varias veces se ha debilitado, pero que ha vuelto a lo normal.



Con base en los estudios que se han hecho, las inversiones vienen precedidas por períodos de inestabilidad, que pueden ser entre 2.000 y 5.000 mil años.

También han podido investigar, que la última inversión, cuando llegó a la fase final, duró unos cien años; lo que equivale a decir que si empieza en este año, para estar planamente cambiados los polos, se podrían ver dentro de cien años.

Pero algunos científicos de la NASA, que son buenos investigadores, dicen que el proceso de inversión es un cambio lento que puede durar entre 1.000 10.000 años para completarse.

Vale la pena recordar que cuando en astronomía se dice pronto pasará, esa expresión puede significar muchos miles de años.



Otro peligro inminente sería la afectación que sentirían los sistemas eléctricos del planeta.



Así quedarían los nuevos polos.
.
También es importante decir, que todos los sistemas de comunicación vía satélite estarían amenazados por el cambio de polaridad, porque al cambiar los polos, no sabemos cómo se comportarán, los satélites artificiales de comunicación, climatología y otros aspectos que manejamos con tanta precisión.

Todos estos peligros están latentes, pero no quiere decir que tienen que pasar; recuerden cuando llegó el año dos mil, que todos creíamos que las computadoras, no iban a ser capaces de registrar el número dos, para identificar el 2.000 y pensábamos que llegarían otra vez, al año 1.000, pero superamos ese síndrome sin ninguna consecuencia fatal.

Lo cierto del caso, es que el polo norte se está moviendo aceleradamente y calculan los científicos que se mueve a una velocidad, de 10 a 40 millas por año.



Tenemos la esperanza de que sea un cambio lento y que se demore muchos años, para que las especies vegetales, animales y el hombre, se puedan adaptar al medio; pero si el cambio se realiza en una forma muy rápida, cien años como dicen algunos que pueda ser, los efectos serían catastróficos y nos pondríamos en calzas prietas para superar esa crisis.

Confiemos en lo que dicen algunos sabios: «Una inversión de los polos se da entre 200.000 y 500.000 mil años, es decir, no es como darle la vuelta a una tortilla en el perol.



Este es un gráfico perfecto para mostrar como nuestro anillo magnético protector, desvía los rayos peligrosos, para los seres vivos.

Recordemos que para el caso de que el campo magnético desaparezca del todo, cuando los polos estén haciendo paso por el ecuador terrestre, la atmósfera también nos puede defender de los rayos cósmicos, así como nos defiende de los rayos ultravioleta.

Hasta hoy, no hay una evidencia de que la inversión esté en marcha, y ningún científico podría precisar la fecha en que va a ocurrir; esperemos que si se va a dar, salgamos bien librados.

Es muy perjudicial, hacer una tempestad en un vaso de agua, con el fin de crear el pánico colectivo, que para nada beneficia a los moradores del planeta.

Sopetrán, Febrero 7 del 2017.




Darío Sevillano Álvarez.



No hay comentarios. :

Publicar un comentario