El acuerdo de paz firmado en la Habana, es la biblia de los tramposos.
Los ciudadanos
que aún creemos en la constitución colombiana estamos pensando que el acuerdo
de paz, que el pueblo no refrendo en el plebiscito del 2 de Octubre, está
quedando montado en cáscaras de plátano y que al llegar un nuevo gobernante,
tendrán que derogar todas esas leyes y tratar de darles vida, de acuerdo con
las normas constitucionales que rigen para todos los colombianos.
Si así lo
afirmo, es porque vivo pendiente de todo lo que ocurre alrededor de todas las
trampas que Santos y sus asociados, hacen para que los acuerdos, no pierdan ni
uno solo de sus artículos, porque lo que se acuerda en la Habana es palabra de
fe y debe regir los destinos de la nueva Venezuelita.
Un gran jurista
colombiano, el exmagistrado Hernando Yepes Arcila, declinó la invitación que
gentilmente le hicieron los doctores que aprobaron a los pupitrazos, el tan
sonado acuerdo, porque para Él, las reglas que están poniendo en práctica, para
su aprobación, no son jurídicas.
¿Quién es este
exmagistrado?
Experiencia profesional:
Ejercicio laboral última década:
Magistrado Corte Suprema de Justicia (Sala Constitucional) (1990).
Delegatario a la Asamblea Nacional
Constituyente por el PSC (1991).
Magistrado del Consejo
Superior de la Judicatura (Sala Administrativa) (1992-1996).
Director jurídico Federación Nacional
de Cafeteros (1996-1998).
Ministro del Trabajo y Seguridad
Social (agosto 1998 - agosto 1999).
Publicaciones: libro La reforma
constitucional de 1968 y el régimen político colombiano (1974).
Ensayos en libros colectivos:
La sentencia C-221/94: Delimitación
ontológica del Derecho.
Mutación Constitucional (Fundación Konrad Adenauer,
1995).
La constitución colombiana y el
Gobierno de la Rama Judicial (Universidad Autónoma de México, 1995).
Ejercicio docente: cátedra de Derecho
constitucional general en universidades Javeriana y del Rosario (hasta
1998).
Actualmente: Derecho constitucional
colombiano en Universidad Javeriana.
Una de las
frases que tiene en su carta de declinación dice así: “En mi condición de jurista militante
del Estado de Derecho, no puede participar en ningún trámite del acto
legislativo para la paz, pues el Congreso es frente a esa discusión, un escenario
ilegítimo”.
En otro aparte de su carta dice:
En
el Congreso “Vienen empeñados en producir la apariencia de una reforma
constitucional” y que, sin embargo, este esfuerzo “viola la base ontológica de
la existencia y supervivencia de la norma suprema”.
Este es un aparte de su carta en
donde expresa que el congreso, no tiene la facultad jurídica, para anular la
decisión del pueblo en el plebiscito, veamos el aparte:
“La razón para él es
simple: Jurídicamente el congreso no podía desconocer los resultados del plebiscito
del pasado dos de Octubre.
Agregó que las discusiones actuales en el Congreso
“tienen por objeto soslayar el acatamiento a una decisión popular, consumando
de esta manera el aniquilamiento de la democracia de participación”.
Las citas que estoy haciendo
corresponden a un artículo de Semana y son palabras muy contundentes en contra
de lo que está pasando.
Recordemos lo que sostenía el
exprocurador Ordoñez, que fue sacado a los gorrazos de puesto, porque no
permitía, desordenes jurídicos en el estado de derecho.
Miremos este párrafo: “No es la
primera vez que Yepes lanza una reflexión similar.
Para el jurista, el proceso
de paz no puede justificar desconocer algunos principios jurídicos.
Así lo hizo
saber por ejemplo cuando el ex presidente de la Corte Suprema de Justicia,
Leonidas Bustos, aseguró que el narcotráfico era conexo al delito político”.
Es bueno recordar lo que había dicho
Bustos el de la corte suprema de justicia: “Ninguna institución jurídica puede
ser obstáculo, ni camisa de fuerza para impedir la construcción de la paz y,
con ella, de una sociedad más igualitaria, más incluyente”.
En esa
oportunidad, Yepes junto con el ex ministro Juan Carlos Esguerra y el
historiador Álvaro Tirado escribieron una sentida carta de protesta.
Esto quiere decir, que los grandes juristas
colombianos, están abismados de saber que Santos y sus amigos del fast track,
están cometiendo todo tipo de atropellos, para meternos las ideas de Papa Fidel, por las buenas o por las
malas.
Lo que estoy
creyendo es que cuando un nuevo gobernante llegue a Colombia y se encuentre en
el mar de lagunas jurídicas que aquellos que gobiernan a medias y sin zapatos,
la ha dejado, tendrá que acudir a los grandes sabios en materia constitucional
para poner en orden las cosas.
Los que
creemos en la justicia, en el estado de derecho y en las leyes, seguiremos
diciendo: Amanecerá y veremos….
Sopetrán,
Febrero 2 del 2017.
Darío Sevillano Álvarez.
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