La pobreza absoluta, un problema que
debe preocuparnos a todos.
¿Cómo definen los economistas la pobreza?
“La pobreza es la situación
o condición socioeconómica de la población que no puede acceder o carece
de los recursos para satisfacer las necesidades físicas y psíquicas básicas que
permiten un adecuado nivel y calidad de vida tales como la alimentación, la vivienda, la educación, la asistencia
sanitaria o el
acceso al agua
potable.
También se suelen considerar la falta
de medios para poder acceder a tales recursos, como el desempleo, la falta
de ingresos o
un nivel bajo de los mismos.
En muchos países del tercer mundo, la situación de pobreza se presenta
cuando no es posible cubrir las necesidades incluidas en la canasta básica de alimentos o se dan problemas de subdesarrollo”.
Es bueno aclarar que las estadísticas
sociales, manejan un término especial que llaman:
Pobreza absoluta, que es la
que afrontan aquellos que no tienen derecho a la canasta básica por día, en su
alimentación.
En las estadísticas del Banco
Mundial, se diferencian dos clases de pobreza absoluta: La indigencia o línea
de pobreza más extrema y la sitúan en entradas diarias de un dólar con 90 por
día; y la de aquellos que tienen
ingresos diarios de tres dólares con 10 centavos por día.
El programa de naciones unidas para
el desarrollo humano, en el año 2014, advirtió que uno de cada cinco habitantes
del planeta, padecen de pobreza extrema.
Esto quiere decir que en la
actualidad, unos 1.500 millones de personas, padecen de este problema y no
tienen derecho a: a saneamiento, agua potable, electricidad, educación
básica o
al sistema
de salud, además de
soportar carencias económicas incompatibles con una vida digna.
Los datos que hasta ahora he mostrado,
están consignados en unos documentos muy interesantes de WIKIPEDIA.
Es posible que estas cifras sigan
aumentando con el paso de los años, porque la gran familia humana, no tiene, una
buena disposición para controlar los nacimientos, por la falsa creencia de que:
“Cada niño trae su pan bajo el brazo”, pero ese es sofisma de distracción que
está empeorando las cosas cada día que pasa.
Es muy importante diferenciar la
pobreza voluntaria que muchos personajes dedicados a costumbres religiosas en
cada época que se va presentando, ponen en práctica para mejorar la parte
espiritual, que los acompaña.
Veamos a vuelo de pájaro, que
significa la palabra:
Pobreza, que viene del latín: Paupertas, que literalmente
traduce: Que no producen nada.
Yo le agregaría a esa definición: Que todo lo necesita y no tiene con qué
cubrir sus necesidades.
Cuando apenas empezaba el
siglo XXI, el secretario general de las naciones unidas Kofi Annan, anunciaba:
“La
comunidad internacional [...] tolera que casi 3.000 millones de personas —prácticamente
la mitad de toda la humanidad— subsistan con 2 dólares diarios o menos en un
mundo de riqueza sin precedente”.
. Larry Summers, ex secretario del Tesoro de Estados
Unidos explicó en el año 2002 lo que se cita a continuación:
“En todo el mundo, los mercados
financieros privados descuidan a los que son muy pobres.
Los bancos
convencionales no buscan establecerse en las comunidades pobres, pues ahí
no es donde está el dinero”.
La pobreza
absoluta, se ha destacado por acompañar a las mujeres, miremos este trozo
tomado de Wikipedia:
“Se calcula que
actualmente hay más de mil millones de personas atrapadas en la pobreza
absoluta.
Según el Fondo de
las Naciones Unidas para las Mujeres (UNIFEM),
el 70% de ellos son mujeres. Además se estima que 7 de cada 10 personas que
mueren de hambre en el mundo son mujeres y niñas.
Las mujeres también son el mayor grupo entre los denominados trabajadores
pobres, personas que trabajan pero que no ganan lo suficiente para salir de
la pobreza absoluta.
Según la Organización Mundial del Trabajo, las mujeres constituyen
actualmente el 60% de los trabajadores pobres”
Veamos a continuación este informe de
WIKIPEDIA, acerca de los países más pobres de la tierra:
Los tres países más pobres de cada
continente.
Y comparémoslo con el índice de
desarrollo humano, publicado en el año 2014:
Es de mucha importancia hablar de dos
términos que muy a menudo utilizan los economistas mundiales:
Pobreza urbana y
pobreza rural, porque este segundo término, se refiere a que las personas del
campo se están desplazando a los poblados más urbanizados, porque sus condiciones de vida son inhumanas, dada la razón de que
carecen de los servicios básicos, con que cuentan las urbes; les cuesta mucha
dificultad obtener los servicios de salud; los productos que cultivan son muy
mal pagados y sus presupuestos familiares, no les alcanzan para cubrir los
gastos de sus canastas familiares; y en la mayoría de los casos, no tienen
buenas vías de comunicación para desplazarse a los poblados.
Veamos esto con mucho detenimiento:
Si tenemos en cuenta aquellos que
pasan el día con un dólar, la cantidad de indigentes podría ser de 1.200
millones, pero 780 millones de estos indigentes, padecen de hambre crónica, es
decir no pueden comer, por falta de recursos.
Aunque naciones unidas y otras
organizaciones de la tierra, han logrado algo para reducir esa pobreza
absoluta, en la India y en la región de África subsahariana, en la última
década del siglo XX la pobreza absoluta en esas regiones aumentó, en 58
millones de ciudadanos.
Sin embargo las previsiones del banco
mundial dicen que para el 2015, habremos rebajado la pobreza absoluta, que en
el año 1990 andaba por el orden del 29%, a un 12,3%; esto estaría indicando que
hemos podido reducir algo más de un 50%, el problema de pobreza.
A pesar de todos estos aciertos, para
combatir la pobreza absoluta, cuando el hambre desapareció de un 3% de la
población para el último decenio del siglo XX; el primer decenio del siglo XXI,
muestra que en el África subsahariano, un 34% de la población padece de hambre
crónico.
Esta cifra, nos estaría indicando que
el número de personas subnutridas, aumentó en 23 millones en el primer decenio
del siglo.
Mi opinión sigue siendo la misma de
siempre:
Si los humanos no controlamos los nacimientos de seres que vienen a
sufrir a esta tierra, nunca vamos a poder controlar el hambre crónica.
Con los programas existentes para
reducir la pobreza absoluta, estamos reduciendo el hambre a un ritmo de seis
millones por año; para lograr la meta, deberíamos solucionar el problema a 22
millones por año; claro está que si la población dejara de crecer, pero como
esto no va a pasar, supongo que nunca vamos a cumplir con la meta de acabar con
ese penoso problema.
Los expertos consideran que solo se
podrán alcanzar las metas en las dos regiones asiáticas, porque en el África
subsahariano, se está volviendo un imposible lograrlo.
Hay dos factores de mucha importancia
que no dejan combatir los problemas que manejamos acerca de la malnutrición de
los humanos, son: El Hambre y la pobreza, que si no fijamos políticas
inteligentes que puedan combatirlos, seguirán mostrando que cada día aumentan
la pobreza absoluta en el planeta.
La Conferencia Internacional sobre la
Financiación para el Desarrollo presenta una lista de factores que produce la
pobreza absoluta, para que los humanos no puedan integrarse a la vida normal y
puedan conseguir los recursos financieros, para acceder a la alimentación
normal:
“Reducen en quienes las padecen la
capacidad para desarrollar una actividad física y, por tanto, disminuyen su
potencial productivo en el trabajo, que suele ser su único bien.
Menoscaban la capacidad de las
personas para desarrollarse físicamente y mentalmente, retrasan el crecimiento
infantil, reducen la capacidad cognitiva y limitan considerablemente la
asistencia a la escuela y el rendimiento escolar, comprometiendo la eficacia de
las inversiones en educación.
Provocan graves perjuicios a largo
plazo para la salud, vinculados a unos índices más altos de enfermedad y muerte
prematura.
Se transmiten de una generación a
otra:
Las madres que padecen hambre dan a luz niños con insuficiencia ponderal,
que empiezan a vivir con desventaja.
Contribuyen a la inestabilidad social
y política, que mina aún más la capacidad del gobierno para reducir la pobreza”.
Los humanos que están en estas
condiciones se ven metidos en el círculo vicioso del hambre:
Productividad baja, pobreza crónica.
Para lograr el objetivo de reducir la
pobreza absoluta, las políticas internacionales, deben asumir el problema en
una forma directa y no seguir afrontándolo en forma oblicua, es decir hay que
erradicar las causas que la producen, como: Mejorar las condiciones en que las
familias campesinas puedan vivir en su entorno, produciendo, los elementos
básicos de su canasta; corregir con mucha energía el fenómeno mundial de la
superpoblación; enfocar los préstamos bancarios, para que lleguen directamente,
a aquellos moradores más pobres, que los pueden poner a servir en favor de la
pobreza absoluta; definir políticas de estado que sean capaces de estabilizar a
los campesinos en sus parcelas, para garantizar la producción agropecuaria.
El crecimiento económico, centrado en
el crecimiento de la agricultura y la economía rural de amplia base, sería una
condición indispensable para alcanzar correctivos a corto plazo, para combatir
este mal, que no pensamos oportunamente en él y que se va a apoderar de los
continentes subdesarrollados.
En la actualidad, afortunadamente
conocemos ampliamente los factores que están degenerando este mal y los países
donantes, para corregirlo, ya están incluyendo en sus planes, correctivos apropiados,
para llegar a la meta.
Nicholas Kristof, periodista del NYT,
hizo un famoso anuncio, que llenó de satisfacción a todos los que anhelamos que
la pobreza absoluta en la tierra, empiece a desaparecer: “La mejor noticia
desconocida es que en los últimos 30 años el porcentaje de personas en el mundo
que viven en pobreza extrema se ha reducido en más de la mitad”.
El
último informe sobre pobreza y prosperidad compartida, del Banco Mundial, en el
año 2016, es muy alentador en estos aspectos:
“A nivel global, los números
dejan poco espacio para la duda: la pobreza extrema ha descendido
dramáticamente y de forma efectiva de los 1.900 millones de 1990 a menos de 800
en 2013, una reducción de casi 50 millones de pobres menos por año, equivalente
a la población de Colombia o Corea del Sur”.
Este
gráfico nos ilustra sobre el tema:
Esperamos
que estas buenas noticias sigan pasando y que para el año 203,0 las naciones
unidas logren la meta final de erradicar este penoso mal, del planeta la
tierra.
Sopetrán,
Marzo 12 del 2017.
Darío
sevillano Álvarez.
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