El populismo, una enfermedad crónica de los mandatarios modernos.
El populismo, es
la enfermedad de los mandatarios modernos, que se caracteriza, porque a toda
hora, están diciendo en los medios masivos de comunicación:
Estamos haciendo;
vamos a hacer; queremos mejorar; etc etc, pero nunca hacen nada, porque lo
único que les interesa, es hacer lo del refrán popular:
Cría fama y échate a
dormir.
En Sopetrán,
estamos manejando gobernantes populistas, hace algunas décadas, porque a ellos,
les interesaron más:
La fama y los buenos comentarios que los medios masivos de
comunicación, hacían de sus palabras, aunque más tarde se las llevara el viento
y todo quedó en el olvido.
El populismo, lo
único que hace, es acabar con las normas de la democracia, desmantela las
instituciones y se dedica a legislar, nuevas decretos, que favorezcan sus
intereses.
Latinoamérica,
está llena de gobernantes populistas, que lenta pero seguramente, están
acabando con las leyes de los verdaderos regímenes republicanos y están creando
un caos general.
Como ya dije, en
nuestro querido pueblo, los populistas se tomaron el espacio gubernamental, y
se pudiera decir que acabaron con este hermoso paraíso y lo convirtieron en un
parrandiadero de politiqueros baratos.
Esta denuncia
que hago, la centro en los pésimos comportamientos que nuestros gobernantes han
tenido y que han llevado al municipio al borde de un abismo, del cual no nos
podremos recuperar.
Un gobernante,
no se puede dedicar a montar a caballo y a celebrar con la ayuda de los
licores, las proezas, que su imaginación enferma, cree que está logrando.
Tampoco un
gobernante puede montar en su equipo de trabajo, una sociedad de mutuo elogio,
en donde la única preocupación, en mantener este postulado:
Yo me alabo; tú me
alabas; él me alaba.
Porque
convertimos las administraciones, en un periplo parecido a la corte de
Nabucodonosor, uno de los reyes de Babilonia, cuando sus ciervos se tenían que postrar
en tierra, para poderse dirigir a él, y por esta razón, la biblia cuenta que
Dios lo castigó, por espacio de cinco
años a comer pasto; a caminar como los irracionales, con las manos y las
rodillas y a bramar como lo hace el ganado.
La desesperación
que el pueblo sopetranero tenía, cuando ocurrieron las últimas elecciones, por
la angustia de un gobernante que se había dedicado a acabar con nosotros y al
populismo absoluto; nos hizo creer, que las propuestas de uno de los
candidatos, eran buenas, y metimos las patas, cuando tomamos la decisión de
elegirlo como nuestro gobernante, porque de las cosas que prometió en sus
campaña, ninguna se ha cumplido a entera satisfacción.
Una de ellas,
para no entrar en un largo discurso, fue la promesa de entregar 200 casas de
interés social; pero con la ayuda del estado, podría llegar a 400, la verdad es
que aún no están construyendo la primera
Por estas
razones, la pelea ahora, no es entre azules, rojos o verdes; sino de populismo
versus la cosa pública, que está totalmente olvidada por esos gobernantes de
tres por diez.
La cosa pública
o república como tal, es el único sistema que garantiza la estabilidad del
estado de derecho.
Recuerdo muy
claro que cuando leía a filósofos como Sócrates y Aristóteles, ellos veían los
defectos de la democracia, o sistema en que un miembro del pueblo, maneja los destinos
de los ciudadanos; porque la república garantiza los tres derechos
fundamentales de cualquier ciudadano:
La vida, la libertad y nuestra propiedad,
que lógicamente empieza por nuestro cuerpo; y la democracia olvida esos
derechos.
¿Por qué estoy
anunciando estos tres derechos?
Porque los
gobernantes modernos, siempre están diciendo:
Aquí el que manda soy yo; y eso a
mí me parece una gran humillación para los ciudadanos y lo considero la peor de
la injurias.
Hay unos
derechos fundamentales que todos los ciudadanos esperamos de parte de nuestros
gobernantes:
El derecho a la salud y el derecho a la educación.
Estos dos
derechos no se ven muy claros en Sopetrán, porque tengo el caso de uno de mis
vecinos, que estando en un estado casi agónico, lo llevaron al hospital, para
que tuviera el derecho de morir dignamente y la doctora que lo atendió les
dijo: No tiene nada, llévenselo para la casa; cuando regresaron con él, porque
veían que se estaba muriendo parado, la médica de turno argumentó: Quien es
aquí el médico, Ustedes o yo, ya dije que nada tiene y se lo pueden llevar para
la casa.
A las dos horas
el enfermo se murió, sin que se supiera que tenía.
Estas cosas
posiblemente pasan, porque el gobernante se dedica a hacer componendas politiqueras
baratas en sociedad con el gerente de la empresa social del estado y descuidan
totalmente lo que les debe interesar:
La salud de los ciudadanos.
En educación, no
veo muy clara la acción del gobernante, porque los locales que eran de esa rama
de la administración se están cayendo, sin que nadie sepa la razón.
Sería muy
importante, que ahora que el gobernante anunció, que había recuperado las
escrituras de la escuela de Niñas y la de Palau, nombre extravagante, porque es
un personaje de Francia, se dedicara a mejorar esos lugares y se los devolvieran a educación, que siempre
los disfrutó.
Estamos
perdiendo credibilidad ente la Secretaría de Educación del departamento, porque
unos traslados que el gobernante había hecho, no fueron aprobados por el ente
gubernamental, valdría la pena consultar cual razón tuvo el Secretario
departamental de educación, para vetarlos.
A todos estos
problemas, se les puede llamar:
Falta de capacidad de gestión, que es un don de
pocos gobernantes modernos.
Como nuestro
pueblo está al borde de la quiebra, tenemos que entender:
Que si vamos a darle
derechos a los ciudadanos, tenemos que tener los recursos adecuados para
poderlos garantizar; pero esta es la gran falencia de nuestro municipio:
Como
los Alcalditos lo llevaron a la quiebra total...
No tenemos recursos para
garantizar los derechos de los ciudadanos.
En el caso de
que me ofrecieran la alcaldía de Sopetrán, sin tener que someterme a ningún
debate y sin la alcahuetería de unas elecciones, no la aceptaría, porque
nuestro ente municipal, fue sometido por sus gobernantes a la quiebra total y
no hay dinero, para mostrarle al pueblo que estamos en acción.
Esto viene
ocurriendo desde el momento en que empezamos a elegir mandatarios por votación
popular.
Recuerden unas
cosas que hemos olvidado:
Cuando elegimos
el primer mandatario, Sopetrán estaba catalogado entre los municipio de mejor
categoría del departamento; pero a medida que iban pasando alcaldes elegidos
por voto, la categoría del municipio, iba decayendo y se degeneró a tal grado,
que en la actualidad está en el último peldaño, de donde pasará a ser un
corregimiento del municipio de Olaya, que siendo un destierro, está mejor
administrado que nosotros.
La clasificación
mala que hemos venido teniendo, se traduce en bajas económicas muy
significativas, en las regalías que la nación aporta, para sostener los gastos
municipales y en la actualidad tenemos muy pocas ayudas del estado.
La falta de
capacidad de gestión de nuestros gobernantes, ha sido la responsable de que
hayamos perdido una gran cantidad de fuentes de trabajo, si así lo afirmo, es
porque en el período de los gobernantes elegidos por voto, hemos perdido, unas
treinta plazas de educación; la procuraduría regional, con cinco puestos; la
cárcel del circuito, con siete puestos y los reflejos de turismo y otras cosas
que generan esas entidades; el matadero, con diez cargos fijos y 45 empleos
indirectos; y nos estamos quedando sin fuentes de empleo y los puestos públicos
de la administración municipal, que no son muchos, por aquello de que es de ley
respetar a los que están en carrera administrativa, solo se los adjudican a
aquellos que gritaron vivas; que aplaudieron al candidato de turno; y que están en condiciones de seguirlo alabando, aunque no
sepan lo que van a hacer en su trabajo.
Como punto final
digamos que estamos cansados de los malos gobernantes y que debiéramos hacer
algo por corregir esta falencia, que de seguir así, va a acabar con lo poco que
queda de nuestro querido terruño.
Creo que la
única solución sería no votar por mandatarios elegidos por voto y esta
decisión, les estaría diciendo a todos esos politiqueros baratos, que emplean
la demagogia para ser elegidos, que tienen que cambiar de actitud o que su
majestad el pueblo, los echará en el cajón del olvido.
Lo que tengo muy
seguro, es que estos gobernantes que se van quemando, si se sometieran al voto
popular en nuevas elecciones, no alcanzarían a llegar a la categoría de
presidentes de una junta de acción comunal veredal.
Sopetrán, Abril
30 del 2017.
Darío Sevillano
Álvarez.
dijiste la verdad compañero.
ResponderBorrar