Virgen de Sopetrán, regalada por Don
Francisco Herrera Campuzano, en el mismo año en que fundó el poblado.
Recordemos que históricamente, se
cuenta, que cuando Don Francisco Herrera Campuzano, fundó a Sopetrán el día 22
de Febrero del año 1616, contrató los servicios de unos pintores españoles, que
había en la ciudad de Santa Fe de Antioquia, para que le pintaran un óleo de
buen tamaño, por muestra de uno en blanco y negro que él traía desde España.
Con esta muestra en la mano, los
pintores estuvieron trabajando en el cuadro, por espacio de cinco meses y el
día 14 de Agosto del año 1616, trasladaron el óleo procesionalmente al pequeño
municipio, que funcionaba en el caserío de Córdoba.
El cuadro acompañó la Viceparroquia
de Nuestra Señora del Saladito de Córdoba, por espacio de unos cincuenta años,
pero cuando el gobernador Juan Buesso de Valdés empezó la construcción del
templo de Nuestra Señora, diseñado por él, el caserío fue trasladado al lugar
en que hoy estamos y el cuadro llegó con el Sacerdote de turno y nos acompañó
por muchos años.
La imagen que voy a mostrarles, es lo
que queda de ese hermoso lienzo, que por un error de uno de nuestros Párrocos,
el Sacerdote Humberto Torres Osorno, fue mandado para la jurisdicción
eclesiástica del Corregimiento de Córdoba, para que los fieles de ese lugar le
pudieran rezar a nuestra Señora.
Es importante anotar algunas cosas:
La Virgen solo estuvo unos años en el templo y cuando la vieron tan
deslustrada, la confinaron a estar en una pieza de la casa parroquial.
Está tan deslustrada, porque la
Señora Dolores Ibarra, que era una pobre mujer de buena voluntad, no sabía la
grandeza del óleo y le colocó una cantidad de bobadas: Estrellas, rosario,
corona, flores de papel crepé y se los pegaron con colbón.
Este elemento pegante, fue el que
acabó con el óleo, porque en esos lugares se cayeron las pinturas y algunas desaparecieron,
como las caras de unos doce ángeles, las caras de los soldados de Alí-Maimón y
las caras de los prisioneros, que había a lado derecho del óleo.
Hace unos ocho meses, vino a
Colombia, la Historiadora Española, Julie Sopetrán, que es la persona, que toda
la vida ha vivido en las tierras, en donde está, el extinguido monasterio de la
Virgen y la llevamos a Córdoba para que viera el cuadro.
Cuando lo vio, casi le da un infarto
de la alegría de haber descubierto esta obra de arte y entre Ella y Yo, nos
dedicamos a investigar, los orígenes del óleo y encontramos la verdad:
Que este
es el que regaló nuestro fundador desde hace 401 años.
Así está la virgen que donó Don
Francisco Herrera Campuzano el día 14 de Agosto del año 1616.
Si lo analizan cuidadosamente, se van
a dar cuenta, de que faltan muchas partes del óleo, unas porque los años las
acabaron y otras, porque el colbón y los malos tratos las desmejoraron.
Observen la dificultad para
visualizar las caras y los cuerpos de los ángeles, las personas que están al
lado Izquierdo y los prisioneros del lado derecho.
Pasada la visita de Doña Julie a
nuestro pueblo, me presenté ante el Párroco de la iglesia de San Roque, como
ahora se llama eclesiásticamente y pedí muy respetuosamente, me dejara tomar
una buena fotografía de la obra.
Con ella en la mano, me dediqué a
hacerle una restauración virtual, toda vez que la restauración física, no soy
capaz de hacerla, dada la razón, de que esos conocimientos se aprenden en las
universidades y los procedimientos son un poco complicados.
Después de cincuenta y siete días de
restauración virtual, logré una imagen parecida a la que pudo ser este
importante lienzo.
De esta imagen mandé a hacer cien
registros tamaño Jumbo que son 13 x 18 centímetros, para regalárselos a las
personas devotas de Nuestra Señora.
Analicen la restauración virtual,
para que al menos podamos conocer quienes acompañan a la Virgen en la pintura
al óleo.
Fíjense muy bien, como los pintores,
confundieron la fuente redonda, que está en la muestra, en la que Nuestra Señora
bautizó al hijo del moro, con el redondel del árbol y por esa razón, el brevo
está metido entre la fuente.
El paso que sigue, podría ser
apuntarme a pintar un óleo que se parezca a la restauración virtual y en eso
estoy.
Cuando lo tenga listo, les estaré
comunicando a todos los sopetraneros y a los que no lo son y estén interesados
en conocer la imagen de la milagrosa virgen que nos acompaña.
Recuerden que el otro cuadro de ella,
el que está en el oratorio especial del Templo Parroquial, luce unos galardones
de metal, que son los testimonios de los feligreses, por los favores que ella
les concede.
Para los que no conocen el otro óleo
de ella, se los voy a mostrar y todos lo que quieran tenerla, pueden copiar y
pegar, porque estas fotografías son mi autoría y no tienen copyright.
Como la restauración física está muy
lejana, porque la parroquia de San Roque, no tiene el dinero para hacerla y la
parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, que puede tener el dinero, no puede
invertir en ella, si pertenece a otro ente eclesiástico, tendremos que esperar,
a que algunos hijos ilustres de nuestro terruño, consigan con el estado la
restauración del óleo, que es lo que más nos interesa, a los hijos de estas
tierras.
Sopetrán, Mayo 3 del 2017.
Darío Sevillano Álvarez.
Un acertado artículo sobre la Virgen, Darío. Mi felicitación. Lo comparto.
ResponderBorrar