Cómo debemos cuidar nuestro corazón y
nuestra presión arterial.
Los infartos se han vuelto una moda
muy común, entre los moradores del planeta y se están haciendo tan comunes, que
las muertes por esta causa, superan a las muertes por cáncer u otras enfermedades,
que eran más comunes en los viejos tiempos.
Pero si nos preguntamos la causa para
que estas muertes sucedan, la respuesta inmediata sería: La dieta alimenticia y
las costumbres modernas, como el hecho de utilizar la moda de estar tomando tinto
a toda hora y la no menos peligrosa de fumar, porque la cafeína y la nicotina,
son los dos grandes enemigos de nuestra salud.
Pero empecemos por el principio,
explicando que es lo que produce un infarto:
Esta enfermedad se produce, cuando
una de las arterias que irriga el corazón, se obstruye y cuando esto pasa muy
lejos de los recursos médicos, el paciente, está más perdido, que envolatado.
Si averiguamos cuales son las causas,
por las que esas arterias se obstruyen, tenemos que decir que se deben a una
mala alimentación o a unos vicios que hemos adquirido, en nuestro largo caminar
por el planeta.
El principal problema que caracteriza
a esta enfermedad, es que se presenta en forma silenciosa y no muestra ninguna
sintomatología.
Por estas razones, somos los
pacientes los que debemos estar atentos, ante cualquier situación que esté
mostrando, un mal comportamiento de nuestro sistema circulatorio.
Los síntomas pueden aparecer, cuando
el grado de obstrucción de la arteria, es muy alto y a esto le podríamos llamar
un pre-infarto, aunque muchos especialistas en esta materia dicen que esta
figura, no existe.
La fundación española de cardiología
dice, que casi todos los riesgos que conllevan a un infarto se pueden corregir
y que se pudieran evitar con una dieta sana, rica en frutas y verduras y
acompañada de ejercicio moderado y dejando de lado el fumar y el consumo de la
cafeína.
Una inmensa mayoría de personas
manejan unos factores de riesgo como: Hipertensión arterial, diabetes,
colesterol, obesidad, tabaquismo, consumo de cafeína, sedentarismo…
Pero
debemos recordar, que mientras más factores de riesgo manejemos, más altos
serán las probabilidades de contraer un infarto.
Dicen los sabios en esta materia, que
la dieta mediterránea, es muy útil para prevenir los infartos.
Esta dieta consiste en: Frutas, verduras y hortalizas, aceite de
oliva, pescado, vino tinto...
Las bases de la dieta y alimentación mediterránea la han convertido en
una de las más saludables y recomendables.
Es de mucha importancia, no hacer
comidas muy abundantes y que pueden ser muy poco saludables; y en vez de ellas,
hacer unas cuatro o cinco comidas pequeñas distribuidas a lo largo del día
solar.
Esto es lo que recomiendan los
cardiólogos:
“Se
recomienda tomar dos o tres piezas de fruta al día, lo mismo que verdura.
Y aumentar
el consumo de alimentos ricos en omega-3, que ayudan a cuidar el corazón como
pescado azul y aceite de oliva.
Las carnes
preferiblemente blancas, como el pollo, y los productos lácteos desnatados.
Evitar
frituras rebozados de aceite, y consumir alimentos hervidos, cocidos, asados o
a la plancha.
Cuidado con
los frutos secos, aunque son alimentos cardiosaludables, son muy calóricos y
salados”.
Respecto al
ejercicio físico diariamente, los cardiólogos recomiendan, hacer unos treinta
minutos por día; o sesenta minutos día por medio.
Esta
actividad reduce notablemente el riesgo de contraer un infarto y controla los niveles
de colesterol.
Con el
ejercicio moderado, tu corazón, mejora la capacidad para bombear la sangra;
aumenta su resistencia y mejora la circulación sanguínea.
Con esto de
hacer ejercicio físico, no solamente se prescribe caminar, también cumplen con
este objetivo: Bailar, correr, jugar, montar en bicicleta, ir al gimnasio, etc.
Lo más
importante es evitar el sedentarismo, que es el peor de los enemigos de la
salud humana.
También el
sobrepeso y la obesidad son un factor de riesgo para nuestra salud.
La más
peligrosa de las formas de obesidad es la acumulación de grasas sobre el
estómago.
La recomendación de los sabios en este aspecto es:
En los hombres, la cintura no debe exceder los 102 cm y en mujeres no más de
88 cm.
Recordemos que el colesterol, es uno de los grandes
enemigos de las arterias, porque se acumula en sus paredes y les recorta el
diámetro; pero es importante saber que hay un colesterol bueno, que es el
lubricante, que mantiene los vasos sanguíneos en orden.
Para evitar el colesterol, tenemos que mermar el
consumo de grasas.
Otro importante factor de riesgo es la presión
arterial alta y por esta razón es de vital importancia mirar con alguna
frecuencia, como está, para aplicar correctivos oportunamente.
Casi todos los adultos tienen tratamiento
farmacológico para controlar su presión arterial, pero a ese tratamiento le
debemos ayudar:
Con una dieta baja en sal; un peso corporal reducido y adecuado
a nuestra estatura; una práctica de ejercicios moderados; tratando de acabar con
los vicios del cigarrillo y el tabaco; y evitar al máximo, las bebidas
estimulantes como el café; también pueden ser dañinas, las pastillas que
contengan cafeína.
Como la diabetes, es el gran enemigo del corazón,
debes aprender a controlar los niveles de azúcar en tu sangre; de lo contrario,
se nos van a presentar eventos muy perezosos en nuestra salud.
Los cardiólogos nos avisan de la importancia de la
salud emocional y su relación con nuestro corazón.
El ritmo de vida, el estrés de las actividades
diarias, la ansiedad y la depresión, las cargas laborales y domésticas, inciden
directamente sobre la salud de nuestro corazón aunque no podamos verlo.
Decida un día si va a dejar de fumar y acuda a un
profesional sanitario para que el ayude a iniciar un programa de
deshabituación, adaptado a sus necesidades y supervisado por personal
cualificado, es posible que así sea más fácil abandonar el tabaco.
Evitar pensar que no va a volver a fumar y valorar
el esfuerzo de conseguirlo cada día, puede ser de utilidad, así como recordar
las motivaciones para dejar de fumar.
Hoy en día existen multitud de herramientas que
pueden ayudar.
Debemos hacer revisiones permanentes de nuestro
organismo a través de los exámenes de laboratorio, para que conozcamos los
factores de riesgo que se deben corregir oportunamente.
Recordemos que los hombres a partir de los cuarenta
años, empezamos una etapa critica, que se debe vigilar con alguna frecuencia,
para no correr el riesgo de ingratas sorpresas con nuestra salud.
También es bueno anunciar que las mujeres están en
un alto riesgo con su salud, después de la menopausia.
Como punto final, quiero anunciar algunos riesgos,
que casi nadie cree en ellos y son igualmente peligrosos a los que he
anunciado:
Existen otros
factores, menos conocidos pero que igualmente son importantes, como: los trastornos del sueño, los
problemas circulatorios, enfermedad renal, enfermedad cerebrovascular o ictus, la
contaminación, el consumo de alcohol, el consumo de café y las drogas que
contienen cafeína y otras más…
Me parece importante que cada persona que lea este
artículo, trate de mirar si tiene algunos de estos riesgos y empiece a
corregirlos antes de que se demasiado tarde.
Sopetrán, Mayo 27 de 2017.
Darío Sevillano Álvarez.
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