jueves, 19 de octubre de 2017

Un peligroso suceso.


¿Cuál será la razón para que el megadespilfarro de la construcción que se nos avecina, tenga que ser en Palau y no en los terrenos adecuados para la ciudadela educativa?

No creemos que sea una pura manía de nuestro gobernante y de los seis Concejales, que se le torcieron a Sopetrán, para darle paso a las ideas brillantes de su jefe, el tener que construir el mega disparate de educación, en las instalaciones de la vieja casa, en donde funcionó la escuela Luciano Carvalho; a sabiendas de que la mera demolición de semejante coloso, va a valer una millonada,  que se va a perder, de los sagrados dineros que están gestionando para  mejorar las instalaciones municipales de educación.
Pero después de muchas conjeturas que nos hemos formulado, llegamos a una conclusión, que no es la mejor respuesta a nuestra inquietud; pero que es la mejor solución económica para los que aprobaron el proyecto en la distinguida sala de ediles y para su majestad, que se va a dar el gusto de dirigir, tan espectacular proyecto.
En las conjeturas de los posibles pueden estar entre cortinas, las siguientes consideraciones: Como pasa con todas las obras que los gobernantes modernos construyen, en un noventa y nueve por ciento de los casos, hay que premiar a los distinguidos Concejales, con un rocecito de dinero, por sus buenos oficios en pro de la comunidad sopetranera y es de lógica, que al comandante supremo, hay que regalarle un buen bocado.
Y como la ley, no permite ese tipo de componendas, también es posible, que se pueda sobrefacturar la demolición del edificio, porque ningún experto, es capaz de calcular, la hecatombe que ella va a generar, en el gasto de esas divisas monetarias de educación y las entidades de control, como: La fiscalía, la procuraduría y la contraloría, no podrán averiguar, como se comportó ese peligroso fenómeno.
Porque sobre facturar los gastos de adobes, cemento, varillas, tejas y otros, es un poco más difícil, dada la razón, de que los expertos, viendo el despilfarro que los funcionarios públicos, han cometido a lo largo de nuestra historia política, han diseñado tablas muy sabias, que pueden decir, cuantos adobes tiene un edificio de equis cantidad de pisos y así sucesivamente, para que los corruptos, no puedan hacer estas malas prácticas.
Si la construcción se hiciera, en la ciudadela educativa, estamos seguros de que con los dineros que están gestionando, como no existe el fantasma de la demolición, cuando la obra empieza, no va a tener gastos adicionales y todos vamos a ver mejores resultados.
Es una lástima que los Concejales torcidos y nuestro Burgo Maestre, no hayan analizado esta posibilidad, que sería una solución económica y muy honrosa, para nuestras finanzas.
Como punto final les quiero recordar los nombres de los dos bandos que hay en el Concejo municipal:
El bando de los buenos, que son personas capaces de razonar adecuadamente, en favor del pueblo que los eligió y que tienen la capacidad de abstraerse, para tomar decisiones oportunas, sabias, y coherentes; y que pueden sustentar sus ideas con las normas filosóficas del discurso político, para mostrarle a los del bando pernicioso, que están actuando mal.
Estos cinco Concejales son:
Lina Arteaga, Jhon Alexander Lezcano, Alirio Quiceno, María Elena Valderrama y Leidy García.
Por estos amigos de Sopetrán y de sus finanzas, se puede seguir votando, porque engrandecen nuestro pueblo y saben cuidar nuestros intereses.
Y la lista de los que quieren a su jefe y que tal vez, lo único que saben es aprobarle sus proyectos, sin detenerse a analizarlos, para ver, si son oportunos o puedan perjudicar a los ciudadanos y a sus finanzas.
Un analista político de la nación, decía: “No hay cosa más peligrosa, que un Senador, un Representante a la Cámara, un Diputado o un Concejal ignorante, porque recuerden que la ignorancia es muy atrevida y a esos personajes, no se les puede discutir, porque todo lo componen con una mala expresión y no aceptan que están errados, solo sus planteamientos son válidos”.
Por estos personajes, no es muy recomendable votar, porque incluirlos en las listas de las corporaciones públicas o en las listas de personas elegidas por voto: Se pierde el cargo, se pierde la persona, se pierde el voto y se desfalcan los fondos oficiales.
Estos seis ilustres personajes son:
Humberto Medina, Ismael Uribe, Ovidio Álvarez, Gloria Montoya, Carolina Pérez y William Ramírez.
Recuerden por estos no se debe votar, porque son enemigos de Sopetrán.

Napa: Como tenemos muy bien analizados los sucesos políticos de nuestro entorno, a ningún alcalde elegido por voto de los diez que hemos tenido la desgracia de elegir, le parecen buenos los proyectos que su antecesor ha dejado empezados y como sabemos que los millones que llegarán a las arcas oficiales, para hacer el megadespilfarro, solo alcanzarán para la demolición y los planos, esperemos la terminación de esa famosa obra, para dentro de vente o treinta años o de pronto si las suerte no nos acompaña, nos dirán, como dicen los vulgares: Hay manece y no lo prueban.

Sopetrán, Octubre 19 del 2017.

Darío Sevillano Álvarez.


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