jueves, 19 de abril de 2018

Para mantener una buena salud, debemos saber lo que nos comemos.



Importantes reglas para aprender a comer.

Una de las tareas más difíciles de los humanos, es aprender a comer bien, que unas veces por la pereza de preparar los alimentos, tratamos de tomarle el pelo a nuestro estómago; y otras veces, nos dedicamos a comer comidas chatarra, que llenan el estómago de momento, pero que no alimentan nuestro organismo.
Después de muchos análisis y habiendo consultado muchas páginas de Internet llegamos a las siguientes conclusiones:


La primera y más importante, es el hecho de que nos hemos alejado de las buenas comidas que preparaban nuestras abuelas, que en épocas de gratos recuerdos, tenían una buena sazón y no complicaban la cocina con elementos raros, porque sus costumbres las habían aprendido de nuestros antepasados, que eran expertos en estos temas.

Las diferencias, entre lo que nuestras abuelas preparaban y lo que ahora hacemos, son muchas, porque las modas recientes, solo hablan de sándwiches, hamburguesas, perros calientes, pizas,  y todos aquellos paquetes de Snacks, que se consiguen en los supermercados.


Recordemos que existe una relación muy íntima, entre lo que nos comemos y nuestro estado de salud.
Tambien es bueno que demos un vistazo a las enfermedades que sufren las personas jóvenes, en estos tiempos, porque el mundo se ha vuelto al revés: A los jóvenes modernos los aquejan: La diabetes, la presión alta, la mala circulación, la obesidad, y todos aquellos achaques, que solo le daban a personas con mucha edad, lógicamente por su desgaste.
Antiguamente llamábamos comida a todos aquellos frutos que la tierra en su bondad, nos regalaba, como: Frutas, verduras, cereales, leguminosas, pescado, carnes, huevos y lácteos.
Pero a los jóvenes modernos les disgusta, comer esas carajadas; porque les dice más: Una carne enlatada, un energizarte, un paquete de chucherías, un Bonbonbún o una Cocacola.
Si analizamos cuidadosamente estas últimas cuatro comidas, inmediatamente nos damos cuenta que ninguna de ellas, tiene los nutrientes necesarios, para conservar la salud.


Como regla especial, debes poner mucho cuidado con las comidas que lucen con muchos colores, porque casi siempre son salsas o productos dañinos para la salud.
Hay que sacar de la dieta alimenticia, los alimentos que contienen productos, que nunca has manejado en tu casa. Ej: Ácido ascórbico, maltodextrina, guanilato de sodio o colorantes.
Es de vital importancia elegir alimentos, que no tengan un largo proceso de elaboración; los mejores alimentos son: Arroz, frijoles, chuletas, quesos frescos, verduras, y todos los que se parecen a estos.
Hay alimentos como el jarabe de maíz, que están asociados a la obesidad y a la diabetes.
Cuando compres alimentos elaborados, fíjate si entre los tres primeros ingredientes está el azúcar, porque esto quiere decir que no vale la pena consumirlo.
Si los ingredientes que un alimento contiene, son muy difíciles de leer, esta es una señal de alerta, para no consumirlo.
Los productos light o los que anuncian que están elaborados sin azúcar, son más dañinos que los que consumimos a diario, porque tienen unos compuestos químicos, que son nocivos para la salud.
Actualmente se consiguen en los supermercados una cantidad de productos que dicen ser una cosa y resultan ser otra muy distinta y esos alimentos son nocivos para la salud humana, como  los frapuccios de muchas franquicias ni siquiera contienen café, sino un jarabe saborizado y lleno de azúcar.


Hay algunos productos que los humanos consumen con mucho esmero, como el pan integral, las tostadas integrales y otros más, que son engañosos, porque solo tienen un 20% de harina integral.
La mejor manera de saber si un alimento es sano para nuestra salud, es cuando ese alimento con los días, se pudre; ese fenómeno garantiza que esos alimentos se dejan trabajar fácilmente por la digestión.
Los mejores mercados para comprar, son los expendios campesinos, porque los supermercados, ofrecen una cantidad de productos procesados que fácilmente acaban con nuestra salud.


Debemos cuidarnos mucho de los productos que anuncian en televisión y en los medios masivos de comunicación, como: dulces, chips o comida rápida en general, porque esos productos, en su gran mayoría, son muy procesados y casi siempre resultan nocivos para nuestra salud.
Mi abuela, decía: Si un alimento nació y creció en el campo, es una buena fuente  de alimentación.
Cuando vayamos a un supermercado, no centremos  nuestras compras, en los estantes de las comidas "más apetitosas" como galletas, pasteles, dulces, etc. Porque estas son muy nocivas para la salud humana; recordemos que las mejores compras en estos establecimientos se hacen en la periferia, en donde están: Las verduras, las legumbres, las hortalizas y todo aquello que puede ser útil, para nuestro organismo.
Si quieres tener buena salud, consume alimentos que fueron hechos por personas; porque los alimentos fabricados por máquinas, en su elaboración se involucran: Aditivos químicos, colorantes, conservadores y grasas que nuestro cuerpo no asimila fácilmente.
Si los alimentos que consumes, son preparados en grandes cantidades por máquinas, manejadas por personas con máscaras y vestidos especiales y con guantes, cuídate mucho de consumirlos, porque tienen muchas probabilidades de ser cancerígenos.


Cuando consumimos este tipo de alimentos, estamos comprando nuestro pase seguro, para un hospital.
Cuando sea la hora de desayunar, almorzar o comer, hay que tratar de que sea una reunión agradable, en la que disfrutamos de los alimentos, para que el proceso digestivo, sea normal; si tienes que comer parado, de prisa, en el vehículo o en cualquier lugar, estas acabando con tu salud.
Si recordamos la posición de los ojos en nuestro rostro, tenemos que entender que se colocaron ahí, para que supervisen los alimentos que van a entrar en el organismo; lo mismo pasa con la nariz, en donde está el sentido del olfato, porque estos dos sentidos son los que producen el milagro del apetito y por esa razón nuestras porciones de alimentos, deben estar vistosos, bien presentados, con colores de la naturaleza y con olores especiales, producidos por productos naturales, que estimulen nuestro deseo de comerlos.


Aunque no soy muy amigo de comer carne y solo la disfruto dos o tres veces por semana, es bueno decir que la carne que consumimos, debe ser de buena calidad, de  ganado que paste libremente en los potreros, que no haya sido inyectado con hormonas o con antibióticos, porque estos productos, son muy dañinos en nuestra digestión.
Hay unos productos que son mundialmente conocidos como: Cocacola, Doritos, Pringles, Big Mac, estos están saturados de azúcares, grasas, productos químicos y otros componentes que conducen lenta pero seguramente a una obesidad.
Un viejo dicho popular decía: Come alimentos de una sola pata; de vez en cuando come alimentos de dos patas y evita los alimentos de cuatro patas. Esto para decir que es mejor comer verduras, hortalizas y legumbres, que comer alimentos de aves o de cuadrúpedos.
Es supremamente nocivo para nuestro organismo, comer alimentos que hayan sido fumigados con productos químicos.


Los vegetales con hojas como: La lechuga, las coles, los repollos, las espinacas y el  apio, son excelentes fuentes de vitaminas, minerales y antioxidantes, que mejoran la salud y previenen el cáncer. La esencia de una buena alimentación, está en comer de todos los grupos alimenticios, lógicamente respetando las proporciones de acuerdo con cada organismo: Medio plato de vegetales, 1/4 de carbohidratos, 1/4 de carne y 1 cucharada de grasa.
Antes de terminar, podemos darle una mirada a los grupos alimenticios:

En este gráfico podemos ver en una forma muy didáctica los grupos alimenticios de los que hablo.
Pero si miramos cuidadosamente el próximo gráfico, nos damos cuenta de las cantidades que se deben consumir de cada grupo; observen como están en una pirámide, que va rebajando el consumo, según el grupo alimenticio que se trata.
Es de vital importancia, saber manejar estas proporciones, para que nuestra salud esté en forma; de lo contrario empezaremos a sentir el paso de los años y todo irá empeorando de acuerdo con la edad que tengamos según los calendarios.


Si manejamos nuestra alimentación de la manera que estoy indicando en este artículo, podremos mostrarle a nuestros congéneres una salud rebosante y llena de energías.

Sopetrán, 18 del 2018.



Darío Sevillano Álvarez.















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