Los desmayos son
frecuentes en los humanos, veamos cuales son los factores que los producen:
Muchos de los medicamentos que nos
tomamos, pueden producir desmayos, entre ellos pueden estar: Los
antidepresivos, los que tomamos para controlar la presión arterial alta y los
antihistamínicos, porque estos tres grupos de medicamentos, disminuyen la
tensión arterial y si la bajan mucho, se pueden producir desmayos.
Nunca nos formulemos las drogas que
pertenecen a estos tres grupos, sin la ayuda de nuestro médico.
Cuando
dejamos de comer por un espacio de tiempo más o menos largo, muchas veces
sentimos: Vértigo,
mareo, visión borrosa y sudoración excesiva y esta sintomatología, nos puede
llevar a un desmayo.
Por esta razón es conveniente no dejar pasar más de
tres horas, sin consumir algunos alimentos, para que nuestra salud se mantenga
estable.
Si aplicamos esta última norma, también estaremos
protegiendo nuestro sistema digestivo, para que el estómago, no corra el riesgo
de ser irritado por los jugos gástricos, que con el tiempo pueden ocasionar una
úlcera.
Tengamos en cuenta que nuestro organismo necesita
combustible para trabajar, como cualquier otra máquina y por esa razón debemos
comer, por lo menos cinco veces al día.
Recordemos que nuestro cuerpo está compuesto,
principalmente de agua, pues un setenta o setenta y cinco por ciento, está
integrado por este precioso líquido.
A veces nos descuidamos con el consumo de líquidos
y de inmediato, sentimos cansancio y si cambiamos de posición bruscamente, nos
levantamos muy rápido o hacemos cualquier tipo de ejercicio, se nos van las
luces, como decimos los antioqueños y es posible que nos desmayemos.
Esto se produce, porque nuestro organismo, está
deshidratado y debemos proceder a una rehidratación inmediata.
Es bueno recordar, que el alcoholismo, la diabetes
y la gripe, son enfermedades, que llevan fácilmente a una deshidratación.
Algunas veces los humanos entramos en pánico y de
un momento a otro, estamos, sin aire suficiente para respirar y las pulsaciones
del corazón muy aceleradas, porque un suceso inesperado, nos coge de sopetón
como decimos en el argot popular.
Este evento puede llevar a un desmayo y el
tratamiento puede ser tratar de tranquilizar al paciente, pedirle que respire
profundo y reducir los niveles de ansiedad, para poderlo llevar a la
normalidad.
Estos eventos son muy comunes, cuando se presenta
un fenómeno natural, como: Un temblor de tierra; un vendaval con vientos lluvia
y rayos; una mala noticia; la muerte de un pariente cercano; etc.
En estos casos es muy importante conservar la
calma, para que el sistema nervioso, no se descompense y vaya a producir un desmayo.
Otras veces, cuando el nivel de azúcar en nuestra
sangre es muy bajo, también se puede perder el conocimiento.
En estos casos, lo más oportuno, es tomar el nivel
de azúcar en la sangre con un glucómetro y si resulta bajita, darle al paciente
algo que contenga azúcar, como un confite, un tronco de panela, un bocadillo y
en veinte minutos, el problema estará resuelto.
Este caso se presenta acompañado de: Mareos; dificultad
para ver; desaliento; pereza para caminar; ganas de estar sentado.
Esta dificultad, se les presenta a los diabéticos,
cuando se les va la mano en el control del azúcar con los medicamentos; pero
como los síntomas son muy parecidos a los que produce la cantidad de azúcar
alta, lo mejor es mantener un glucómetro disponible, para saber con exactitud
de que se trata.
La palabra anemia del griego: αναιμία, que significa sin sangre, traduce en español:
Carencia de glóbulos rojos, que son la esencia de nuestra sangre y por esa
razón aquellas personas que la padecen son pálidas y se vuelven demacradas, por
la ausencia de ese precioso liquido en su sistema circulatorio.
Esta
enfermedad, por la carencia de sangre, presenta con frecuencia desmayos, porque
los glóbulos rojos, son los encargados de trasladar el oxígeno a todos los tejidos
del organismo.
Esta falencia
es fácil de manejar, pero antes de empezar a tratarla, debemos saber si es
falta de hierro, de vitaminas o es la consecuencia de otras enfermedades.
Por esta razón,
debe ser el médico de la familia el que ordena el tratamiento a seguir.
Como la
finalidad de este artículo, es la de informar a los humanos que los desmayos,
son la consecuencia lógica de que hay algo anormal en nuestro organismo, no
podemos ser nosotros, los que tratamos estas anomalías, sino que es indispensable,
acudir al médico para que ordene los tratamientos adecuados.
Sopetrán, Mayo 8 del 2018.
Darío Sevillano Álvarez.
No hay comentarios. :
Publicar un comentario