La comunicación no
verbal, una importante manera de comunicarnos con los demás.
Muchas veces, lo que queremos decir,
no lo expresamos con palabras, sino que lo decimos con algunas expresiones
corporales, que son más evidentes que el lenguaje hablado.
Los humanos, hemos venido
perfeccionando un importante lenguaje no verbal, a lo largo de nuestra
evolución y lo hemos perfeccionado tanto, que la mayoría de las veces, es más
efectivo que la expresión oral.
Para muestra un botón:
Cuando colocamos las manos en forma
encorvada, sobre la cara; abrimos los ojos de manera exagerada; y abrimos la
boca, para expresar una sorpresa; estamos diciendo: Me resisto a creerlo, como pudo suceder algo tan espantoso, que dolor;
que desesperación.
Pero si de repente le damos un tono distinto
a los labios y recomponemos el rostro, estamos diciendo:
Que alegría tan grande,
me enorgullezco de saber que lo lograste, continúa mejorando.
Estas señales tan importantes que
rigen los distintos actos de nuestra vida, es lo que me propongo, analizar, con
toda la experiencia que me acompaña, después de haber sido, por espacio de
treinta y siete años: Presidente del centro de estudios pedagógicos de
Sopetrán, en donde manejé unos doscientos maestros; veintiséis comunidades
rurales; y siete generaciones de estudiantes.
Los humanos, desde cuando estamos muy
pequeños, ponemos todo nuestro empeño, para saber manejar, el lenguaje verbal,
tratando de aprender: La ortografía, la ortología y la construcción, para que
nuestra manera de comunicarnos sea óptima; pero no podemos olvidarnos del
lenguaje, no verbal, es decir la forma de comunicarnos con todas las partes de
nuestro cuerpo, sin tener que pronunciar una sola palabra, en forma parecida a
la comunicación de las personas sordomudas.
Miremos este otro ejemplo:
Cuando vamos por la calle, con
nuestra novia, cogida de la mano, estamos diciendo: Me agrada mucho tu
compañía; eres para mí, la persona más importante; que bueno que esta
entrevista, nunca se acabara; cuando será el día en que estamos unidos para siempre;
y no hemos pronunciado una sola palabra; y estoy seguro de que ella está
diciendo muchas cosas parecidas a las que acabo de escribir.
No existe un claro concepto, acerca
de la influencia de los mensajes no verbales que a diario emitimos; pero los
grandes psicólogos, indican que más de la mitad del lenguaje, que a diario
manejamos, son expresiones no verbales, que dicen más que las palabras.
La única lástima, es que los humanos,
no le hemos dado la importancia suficiente, a este tipo de comunicación con
nuestros congéneres.
Analicemos otro caso:
Cando estamos frente a un juez, que
nos está interrogando acerca de un delito que cometimos, sin darnos cuenta,
estamos mostrando nuestra inocencia o nuestra culpabilidad, por medio del
lenguaje no verbal: La expresión de nuestro rostro, es diferente frente a la
culpa o a la inocencia; la actitud de las manos y los dedos, le están mostrando
al juez, como es nuestro caso; aparecen una cantidad de tics, que delatan si
estamos narrando los acontecimientos en forma adecuada o si estamos inventando
historietas raras; el estado general del cuerpo, es distinto de acuerdo con la
culpabilidad o la inocencia; tergiversamos los acontecimientos de forma
especial y no somos certeros, para mantenernos en lo que declaramos.
Todas estas actitudes, hacen parte
del lenguaje no verbal de que estoy hablando.
La mayoría de las señales que a
diario utilizamos, significan mucho más de lo que creemos, sin que lo
percibamos y son más significativas, que las palabras, que pudiéramos decir.
Analicemos algunas de ellas:
Pupilas dilatadas.
Cuando tus pupilas se dilatan sin
haber utilizado sustancias especiales para hacerlo, es una señal evidente de
que la persona con quien estamos conversando, nos causó una buena impresión y
estamos interesados en seguirlo haciendo muy a menudo.
Esta interpretación la han analizado
algunos psicólogos, con experimentos muy especializados y han demostrado que el
cerebro, genera una sustancia llamada noradrenalina, que permite aumentar el
tamaño del globo ocular.
La ceja ‘flash’.
Esto ocurre
muy a menudo, cuando vamos por la calle y nos encontramos con alguien que
conocemos y lo saludamos con un levantado y bajado de las ceja, rápidamente.
También
utilizamos esta señal, cuando nos gusta una persona a la que le hacemos el
levantado de la ceja y de pronto elevamos la mano cerrada, con el pulgar hacia
arriba.
El gesto del bol.
Cuando
elevamos las manos de abajo hacia arriba, como si formaran un tazón, estamos
mostrando conocimiento y mucha seguridad de lo que afirmamos; estaremos
mostrando que dominamos el tema en todo su contenido.
La falsa sonrisa.
Unos de los
asuntos más complicados que hay en el lenguaje no verbal, es diferenciar una
sonrisa falsa, de una verdadera.
Existe un
pequeño detalle, que puede ayudarnos a resolver este enigma:
Un importante
psicólogo anota que los ojos cuando corresponden a una sonrisa natural, están
acompañados de unas líneas adicionales, al rededor del ojo y cuando la sonrisa
es falsa, estas líneas no aparecen.
La importancia del pulgar.
El dedo pulgar tiene una gran
importancia, en la comunicación verbal.
Según la posición en que esté el dedo
pulgar, es la interpretación, que se le dá al lenguaje no verbal.
Los agentes del F.B.I. anotan que
cuando una persona está estresada o insegura, aprieta fuertemente las manos con
el pulgar hacia dentro; pero cuando abrimos las manos y separamos los dedos, es
una señal de que estamos cómodos y seguros.
Algunos psicólogos anotan: Que cuando
una persona se siente segura y con mucha fortaleza, cierra el puño y el pulgar
lo deja hacia arriba.
Cuando estamos en una conversación
normal, no nos damos cuenta de la cantidad de mensajes no verbales, que estamos
emitiendo y que las personas cultas con las que conversamos, están traduciendo
detalles de nuestra personalidad.
Por esta razón es importante conocer
con pelos y señales, los mensajes que el cuerpo emite hacia las personas con
las cuales interactuamos, para que esos mensajes, no nos vayan a traicionar.
Recordemos que no somos capaces de
traicionar a nuestro cerebro, que es un computador de alto rango y al cual no
le podemos mentir.
Normalmente cuando nos comunicamos
ignoramos qué señales estamos transmitiendo además de lo que decimos.
A través de esas señales que pasamos
por alto, podemos conocer los sentimientos y actitudes de las otras personas,
si se intentan esconder, o si hay incongruencias entre el mensaje verbal y
el no verbal.
La mayor parte de la comunicación no
verbal se realiza en apoyo del lenguaje en forma tal que los gestos, miradas
y las expresiones faciales, dan apoyo y significado a las palabras y sirven
para lograr un alto grado de atención con los interlocutores.
Las dos formas de la comunicación se
complementan en forma muy especial.
Tomemos estas reflexiones de un portal
de internet:
“La utilización de la comunicación no
verbal se basa, desde el enfoque psicológico, en 4 principios: familiaridad,
conjunto, congruencia y contexto.
Familiaridad: Conocimiento que
poseemos de la situación en la que se produce la interacción (familiaridad
situacional) y del que se tiene de la persona que emite y observa las señales
no verbales (familiaridad personal).
Conjunto: Las señales no verbales no
se emiten nunca solas, sino en conjuntos.
Deben analizarse formando parte de un
todo no como señales aisladas.
Es conveniente observar todo el
cuerpo y en especial el rostro y las manos.
Congruencia: Uno de los indicios del
engaño es la incongruencia entre las señales verbales y no verbales.
Un ejemplo de incongruencia es la sonrisa
de disimulo que sirve para ocultar emociones, debemos de saber que el mayor
manipulador que tiene el ser humano es la sonrisa.
Contexto: El empleo de las señales no
verbales se rige por aspectos del contexto que determinan la comunicación
dentro de una misma cultura.
Existen aspectos propios del país, de
la ciudad o de la región, de la clase social, de la categoría profesional o
jerárquica y del entorno laboral.
Un contexto serio va acompañado de
una emisión limitada de señales no verbales, mientras que un contexto informal
insta a una mayor expresividad”.
En el año de 1994, un buen Psicólogo
definió la comunicación no verbal, así:
En psicología se ha aplicado, y aún
se aplica, el término de comunicación no verbal, a ciertas conductas paralelas
o alternativas al comportamiento verbal, que cumplen la función de transmitir
información, poniendo de manifiesto así, un paralelismo entre el lenguaje y un
supuesto lenguaje no verbal, o por señas.
Los Psicólogos modernos la llaman:
Comportamiento no verbal.
En este gráfico podemos ver las
diferencias, que se presentan en el rostro, según la colocación de: Los ojos
las cejas, la nariz y la boca.
Todas estas posturas las manejamos en
el lenguaje no verbal.
“Hay tres razones principales por las
que la conducta no verbal puede revelar el engaño:
1. Mentir provoca estrés, miedo y
esfuerzo que se traducen en expresiones y gestos observables. Los indicios
no verbales expresan emociones de miedo o de no preparación de la mentira.
2. El intento excesivo de controlar
la información produce actuaciones artificiales con poca emoción, pocos
gestos y movimientos, que revelan una incongruencia entre el lenguaje verbal y
el no verbal.
3. Los procesos cognitivos superiores
que acompañan al acto de mentir llevan a conductas no verbales involuntarias”.
Analicemos esta publicación que dice
mucho:
“Cruzar los brazos y las piernas.
Los brazos cruzados podrían ser una
señal de que una persona se siente a la defensiva. Podría demostrar una actitud
reservada o autoprotectora. Si una persona se sienta con las piernas cruzadas,
esto también podría ser indicativo de que se siente intimidada o de que necesita cierta
privacidad. Es
probable que las personas que no cruzan las piernas o los brazos sean más
sociables, agradables y amigables”.
“Apartar la mirada.
Las personas que elevan la vista
mientras hablan podrían parecer mentirosas. La dirección hacia la que dirigen
la mirada es importante. Mirar hacia la izquierda significa que están
accediendo a imágenes visuales en el hemisferio izquierdo del cerebro. Sin
embargo, si miran hacia la derecha significa que están accediendo a su
imaginación en el hemisferio derecho, es decir, que están mintiendo”.
“Pestañear.
Existe una cantidad natural de
parpadeos, pero también hay personas que parpadean en exceso y otras que lo
hacen demasiado poco. Si alguien parpadea rápidamente, quizás se sienta incómodo o
preocupado. Pero si
no parpadea en absoluto, o lo hace con escasa frecuencia, esta podría ser su
forma de ocultar sus emociones”.
“Morderse los labios.
Las personas se muerden los labios
para aliviar la tensión cuando se sienten ansiosas, preocupadas o estresadas.
Una persona podría morderse los labios cuando está nerviosa e intentando coquetear. O quizás tan solo esté nerviosa e
incómoda. Por ello debes procurar interpretar bien las señales antes de asumir
que se trata de un intento de coquetear”.
“Rascarse la nariz.
Cuando alguien se rasca o se toca la
nariz en exceso, es probable que parezca estar ansioso o mintiendo. Un aumento
en la tensión arterial debido al hecho de sentirse ansioso ocasiona un aumento
del flujo sanguíneo en la nariz. Los tejidos y los mastocitos de la nariz se
dilatan, y es posible que las células liberen
histamina, lo que
causa que se sienta picazón en la nariz”.
“Colocar las manos en las caderas.
La postura con manos en las caderas
podría tener connotaciones negativas o positivas. Una persona que adopta esta
postura podría sentirse en control y
lista para llevar a cabo una tarea. O bien, podría sentirse agresiva, y esa es su manera de
marcar territorio, lista para atacar”.
Podría seguir citando ejemplos,
porque son muchas las expresiones del lenguaje no verbal, pero mi intención no
es esa, sino hacerles saber que esta modalidad de lenguaje existe y que es de
vital importancia: Saberlo; manejarlo; no dejarse traicionar por él; y conocer
cuál es la actitud de las personas, cuando están frente a nosotros.
Sopetrán, Julio 31 del 2018.
Darío Sevillano Álvarez.
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