Las catástrofes
ecológicas de Sopetrán.
Para entrar en materia, es necesario
desmenuzar dos términos, que no son del dominio de muchos sopetraneros:
La palabra catástrofe viene de
un vocablo griego: καταστροφή, que traduce: Destruir, acabar, abatir; y la palabra
ecología, que fue introducida al español, por el científico alemán: Ernest
Haekel, también del idioma griego: οικολογία,
que traduce estudio del hogar, en donde vivimos: Los animales, los vegetales y
el hombre o sea la tierra.
Es decir que catástrofe ecológica
significa un daño o destrucción a la pirámide ecológica de nuestro pueblo, (todos
pueden consultar en este blogger, que es la pirámide ecológica de Sopetrán).
Hechas estas aclaraciones, entremos
en materia:
Es bueno ilustrar con algunos ejemplos,
cuáles han sido las grandes catástrofes ecológicas, que hemos tenido en nuestro
planeta.
En esta fotografía les estoy
mostrando, la explosión de un barco cargado de petróleo en aguas del océano,
que acabó con gran parte de la fauna marina de esta región de la tierra.
En la siguiente fotografía, miremos
otro ejemplo de una catástrofe a nivel mundial:
El 26 de abril de 1986 un aumento de
potencia en el reactor 4 de central nuclear de Chernóbil sobre calentó el
reactor nuclear, provocando una explosión de hidrógeno y expulsando materiales
radioactivos tóxicos más de 500 veces superior a la bomba atómica arrojada
sobre Hiroshima, en 1945.
Esta explosión acabó con una intensa
zona del territorio de la Unión Soviética y hasta la fecha, sigue teniendo grandes
cantidades de radiación nuclear, que hace imposible la vida en ese lugar de la
tierra.
Con estas ilustraciones en mente, les
puedo narrar a vuelo de colibrí, otros importantes sucesos que han generado
catástrofes ambientales y ecológicas en el planeta.
El Desastre de Bhopal; el Desastre
Nuclear de Fukushima; los Incendios Petroleros de Kuwait; el derrame petrolero
en el golfo de México; y muchos otros sucesos, que han venido deslustrando el
medio ambiente.
Es bueno
que recuerden que la frase medio ambiente, tiene que ver con las capas de aire,
de agua y de tierra de nuestro dulce hogar.
Para continuar también es saludable
refrescarles que las catástrofes ecológicas, que alteran el orden natural de
nuestro medio ambiente, pueden ser: Naturales, cuando son causadas por la
naturaleza, como una tormenta tropical; o causadas por el hombre, como una
bomba atómica que se tira contra una ciudad en una guerra.
Entremos en materia:
A los sopetraneros, nos ha tocado
vivir grandes catástrofes, que han sido causadas por las imprudencias de
algunos sabios:
La importación de la Tilapia
Mozzambica.
Acabamos con los dos grandes
superpredadores de nuestra pirámide ecológica: El ocelote y el perro lobo.
Acabamos con el rey gallinazo, porque
nos gustaba verlos embalsamados en los escritorios de los grandes señores.
La importación de los cucarrones para
polinizar las plantas de maracuyá.
La traída de unas serpientes Boa
constrictor, que están acabando con la microfauna.
Y estamos bregando con una pata más,
que le nació al cojo, la llegada a nuestras tierras de las famosas: Maríamulatas.
Veamos con todos los detalles, cada
una de ellas:
En la década de los años cincuenta,
un campesino ingenuo, que manejaba los destinos de un gran vivero que teníamos
de árboles maderables como: El teca, el piñón de oreja y algunas variedades de
cedros, se dejó influenciar de sus superiores, que le indicaron que para
solucionar el problema de carne, en la alimentación de las familias pobres, era
muy provechoso importar un pez que habían traído de Mozambique en el continente
africano, que como era forrajero, es decir se alimentaba de vegetales, no
entraba en competencia con las especies acuáticas que teníamos en los ríos y
las quebradas.
Se importaron las primeras y se
mantuvieron en estanques privados y hasta ese momento no causaban ningún
problema a nuestra pirámide ecológica.
Pero este animal es muy prolifero, es
decir pone muchos huevos y los incuba en su boca, para defenderlos de los
predadores y cuando nacen, los sigue protegiendo de esa manera, hasta que
llegan a la edad adulta.
Esas características genéticas,
fueron sus mejores aliados, para entrar en competencia con nuestras especies
nativas.
¿Por qué lo digo?
Cuando los alevinos se fugaron de los
estanques caseros y colonizaron nuestras quebradas y ríos, encontraron una
competencia fuerte para alimentarse, porque la mayoría de nuestras especies,
también eran forrajeras, es decir comían forraje acuático.
Fue aquí cuando la Tilapia, empleo el
método de acoger los alevinos, es decir las crías de nuestras especies en su
boca, para protegerlas; pero en vez de hacerlo se las comían hasta que acabó
con todas las especies nativas, como eran: El bocachico, el jetudo, la
sabaleta, la dorada y muchas otras especies, que están casi extinguidas.
Creo que a esto se le puede llamar
una catástrofe, porque conseguir un bocachico, es casi una hazaña, como conversar con el sumo pontífice.
Si recordamos que en las pirámides
ecológicas, cada rango superior, controla al rango inferior, para establecer un
equilibrio, entre la comida y las especies, en Sopetrán vamos de guate mala,
para guate peor, porque los dos grandes superpredadores que teníamos, los
acabamos con la cacería furtiva.
El último ocelote que teníamos, fue
dado de baja en la década de los años setentas, en la cañada: El Chorrón de la
vereda del potrero.
Los lobos que abundaban en las zonas
rurales, fueron acabados por los campesinos, porque les mataban los animales
domésticos.
Estos dos animales, ejercían el
control sobre los conejos de monte, las ardillas, las comadrejas, las chuchas,
los ñeques y otros animales perjudiciales para las granjas de los campesinos
Si damos una mirada, por la última
parte de nuestra pirámide ecológica, encontramos un desastre en los animales
del grupo de la limpieza, porque el rey gallinazo o Sarcorrhamphus Papa, que
abundaba en las playas del Cauca y que prestaba el servicio de poder despresar
fácilmente a los grandes cadáveres que resultan, por la capacidad de sus fortalecidos
picos, ya no están con nosotros y no se podría reponer la especie, porque es
muy escasa en la naturaleza.
También en la década de los años
sesenta, los técnicos que manejaban la vieja secretaría de agricultura, que
para ese época se llamaba: STACA, sigla que significaba: Servicio técnico
agropecuario colombo-americano, introdujeron la maracuyá, una fruta propia de
los bosques brasileros, que pertenece a la familia de las pasifloráceas o
flores de la pasión, porque en sus flores muestran la corona de espinas y los
tres clavos de la crucifixión de Jesucristo; pero como estas flores tienen unos
estambres muy rígidos, las abejas y los insectos de nuestro medio, no estaban
capacitados para polinizarlas.
Por esa razón los técnicos importaron
unos cucarrones o coleópteros y estos pequeños insectos acabaron con las
plantaciones de palma de coco, porque perforaron las estípites o troncos de las
palmeras y todas se pudrieron.
Es importante recordar: Que todos los
cacaotales que teníamos en la Miranda, el alto de Miranda, Córdoba, la
Otrabanda, el Chagualal, el Llano, el palmar y el Rodeo, tenían como sombrío,
las palmas de cocotero y todas desaparecieron.
Pero hay algo más grave: Todos los
grandes cacaotales fueron remplazados por maracuyales y tengo la impresión de que
mataron la gallina de los huevos de oro y que cambiaron la mamá por un
alpargate.
Así quedaron nuestros palmares.
Como mucha gracia algunos expertos
trajeron unos ejemplares de Boa Constrictor, no he podido investigar con cual
propósito; pero lo cierto del caso es que a las Boas les fue muy bien y están
amañadas acabando con la microfauna; pero llegará el día en que también atacan
a las grandes especies de cuadrúpedos, como lo hacen en el continente africano.
Como punto final, en el momento
actual, estamos manejando un problema, que se nos va a salir de las manos: No
sabemos a quién se le ocurrió traer Maríamulatas, una ave carnívora de las
costas colombianas, que esta enseñada a alimentarse de los moluscos y todas
aquellas especies que quedan en las playas, después de que la marea alta se
aleja y como en esta tierra no hay mares, el distinguido pájaro, se alimenta de
toda clase de aves de pequeña envergadura.
No sabemos en dos o tres años,
cuantos estragos habrá causado esta especie, que por su naturaleza carnívora,
podría poner en alto riesgo a las aves menores.
Es una verdadera lástima, que el
hombre no se sepa comportar a la altura, en el cuidado del medio ambiente y de
las especies.
Si seguimos como vamos, en muy poco
tiempo estaremos exterminando las especies que nos acompañan desde hace
millones de años.
Sopetrán, Septiembre 24 del 2918.
Darío Sevillano Álvarez.
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