miércoles, 26 de septiembre de 2018

Una despedida que se quedó escrita.



Una despedida que se frustró.

El día 19 de Julio del 2018, con el final de mi vida muy cerca de la puerta de mi habitación y con una depresión severa apoderada de mi ser,  estuve memorando todos los acontecimientos que tuve que liderar, como humano y después de medir en la balanza del tiempo, las cosas buenas, versus las penalidades; las angustias y necesidades; los sucesos buenos y malos; las contrariedades que a diario, nos acechan; concebí esta despedida.
Despedida.
I
Cuando en las madrugadas, me incorporo en el lecho,
Presiento las angustias, del diario batallar.
Mis pies, están cansados, por todo lo que han hecho,
Y solo necesitan, alivio al caminar.
II
Las penas y amarguras, dejadas por la vida,
Han minado mi cuerpo, con todo su furor;
Los achaques de viejo, dejados por la impía,
Complican las angustias y aumentan el dolor.
III
Los años que han pasado, van dejando secuelas,
Que el tiempo y el camino, no pueden olvidar;
La cruz que hemos cargado, con tanto sacrificio,
Doblega nuestro cuerpo, con gran celeridad.
IV
Vinimos a la vida, con grandes ilusiones,
Creyendo que era fácil, sus peldaños subir;
Y al terminar la lucha, nada hemos conseguido:
Nuestras  manos vacías, cansadas de sufrir.
V
Llegamos sin pedirlo, por cosas del destino,
Y al terminar la vida, salimos sin querer;
A pesar de ser libres, como anuncian las leyes,
Otro regula el ritmo, de nuestro proceder.
VI
La vida es un periplo, lleno de falsedades,
Que los sabios definen, como algo sin igual;
No veo las razones, para que esto, opinen
Porque es un largo viaje, sin nada de especial.
VII
Los amigos no existen; el amor no es sincero;
Los eventos sociales, son una falsedad.
La mentira circula, por todos los rincones,
Te fingen por doquiera, con gran facilidad.
VIII
Nos han entusiasmado, con muchas expresiones,
Sacadas de los libros, de nuestra sociedad,
Pero las fantasías que siempre nos definen,
Son todas ilusiones, de poca realidad.
IX
Al fin cuando llegamos, a la muerte segura,
Cansados de amarguras, y llenos de ansiedad,
La tumba nos espera, como herencia futura,
Y nos muestra el camino, de nuestra humanidad.
X
Después de nuestra muerte, entramos en reposo,
Descanso prolongado, que nunca va a acabar,
Porque la sepultura destruye la materia,
Y elimina los males, de nuestro caminar.

Darío Sevillano Álvarez.

Pero hoy, 22 de Septiembre, día del equinoccio de otoño, cuando el sol entró por mi ventana y alumbro mi cabeza, tal como concebí la situación de mi aposento, me siento totalmente restablecido, gracias a la ayuda de un famoso médico, cuya sabiduría admiro, porque no le recetó a papeles, que resultaron, después de muchos exámenes, sino que le formuló a mi estado de ánimo, por una depresión severa que me acompañaba y que a casi ninguna persona le comuniqué.
Una de las grandes experiencias que esta enfermedad me trajo a la memoria, es el sonado latinazo que tiene Miguel de Cervantes en el prólogo de la primera parte, cuando dice: “Donec erit felix, multos numerábilis amicos, témpora si fuerit núbila, solus eris”, que traduce: Mientras seas dichoso, contarás con muchos amigos, pero si los tiempos se nublan, estas solo.
Si traigo a colación esta cita, es porque antes de enfermarme, tenía una gran cantidad de amigos que me ocupaban y a los cuales les servía, con el alma, con la vida y con el corazón y en medio de tres meses de sufrimientos, nunca se manifestaron, ni se dignaron preguntar, por mi salud y en ese tiempo solo recuerdo que algunos vinieron a pedirme ciertos favores, los cuales no pude conceder, no porque no quería, sino porque mis fuerzas físicas no me lo permitían.
A los cuatro amigos que me quedaron, les agradezco de corazón, todas las gentilezas que tuvieron conmigo y tengo la certeza de que sus peticiones al altísimo funcionaron, porque en este momento me encuentro como un joven de diez y ocho años, con los mismos bríos que siempre me han acompañado, para querer a Sopetrán, que es un ente fantástico, que no responde a nuestras expectativas.

Sopetrán 24 de Septiembre del 2018.

Darío Sevillano Álvarez.

La respuesta de migran amiga española: Julie Sopetrán, no se dejó esperar y en su blogger de Sopetrán de América escribió así:

MI RESPUESTA A DARÍO SEVILLANO ÁLVAREZ – ILUSTRE PROFESOR, ARTISTA E HISTORIADOR DE SOPETRÁN EN AMÉRICA.


PUBLISHED ON 26 septiembre, 2018


“Una despedida que se frustró.
El día 19 de Julio del 2018, con el final de mi vida muy cerca de la puerta de mi habitación y con una depresión severa apoderada de mi ser,  estuve memorando todos los acontecimientos que tuve que liderar, como humano y después de medir en la balanza del tiempo, las cosas buenas, versus las penalidades; las angustias y necesidades; los sucesos buenos y malos; las contrariedades que a diario, nos acechan; concebí esta despedida.
Despedida.
I
Cuando en las madrugadas, me incorporo en el lecho,
Presiento las angustias, del diario batallar.
Mis pies, están cansados, por todo lo que han hecho,
Y solo necesitan, alivio al caminar.
II
Las penas y amarguras, dejadas por la vida,
Han minado mi cuerpo, con todo su furor;
Los achaques de viejo, dejados por la impía,
Complican las angustias y aumentan el dolor.
III
Los años que han pasado, van dejando secuelas,
Que el tiempo y el camino, no pueden olvidar;
La cruz que hemos cargado, con tanto sacrificio,
Doblega nuestro cuerpo, con gran celeridad.
IV
Vinimos a la vida, con grandes ilusiones,
Creyendo que era fácil, sus peldaños subir;
Y al terminar la lucha, nada hemos conseguido:
Nuestras  manos vacías, cansadas de sufrir.
V
Llegamos sin pedirlo, por cosas del destino,
Y al terminar la vida, salimos sin querer;
A pesar de ser libres, como anuncian las leyes,
Otro regula el ritmo, de nuestro proceder.
VI
La vida es un periplo, lleno de falsedades,
Que los sabios definen, como algo sin igual;
No veo las razones, para que esto, opinen
Porque es un largo viaje, sin nada de especial.
VII
Los amigos no existen; el amor no es sincero;
Los eventos sociales, son una falsedad.
La mentira circula, por todos los rincones,
Te fingen por doquiera, con gran facilidad.
VIII
Nos han entusiasmado, con muchas expresiones,
Sacadas de los libros, de nuestra sociedad,
Pero las fantasías que siempre nos definen,
Son todas ilusiones, de poca realidad.
IX
Al fin cuando llegamos, a la muerte segura,
Cansados de amarguras, y llenos de ansiedad,
La tumba nos espera, como herencia futura,
Y nos muestra el camino, de nuestra humanidad.
X
Después de nuestra muerte, entramos en reposo,
Descanso prolongado, que nunca va a acabar,
Porque la sepultura destruye la materia,
Y elimina los males, de nuestro caminar.
Darío Sevillano Álvarez.
Pero hoy, 22 de Septiembre, día del equinoccio de otoño, cuando el sol entró por mi ventana y alumbro mi cabeza, tal como concebí la situación de mi aposento, me siento totalmente restablecido, gracias a la ayuda de un famoso médico, cuya sabiduría admiro, porque no le recetó a papeles, que resultaron, después de muchos exámenes, sino que le formuló a mi estado de ánimo, por una depresión severa que me acompañaba y que a casi ninguna persona le comuniqué.
Una de las grandes experiencias que esta enfermedad me trajo a la memoria, es el sonado latinazo que tiene Miguel de Cervantes en el prólogo de la primera parte, cuando dice: “Donec erit felix, multos numerábilis amicos, témpora si fuerit núbila, solus eris”, que traduce: Mientras seas dichoso, contarás con muchos amigos, pero si los tiempos se nublan, estas solo.
Si traigo a colación esta cita, es porque antes de enfermarme, tenía una gran cantidad de amigos que me ocupaban y a los cuales les servía, con el alma, con la vida y con el corazón y en medio de tres meses de sufrimientos, nunca se manifestaron, ni se dignaron preguntar, por mi salud y en ese tiempo solo recuerdo que algunos vinieron a pedirme ciertos favores, los cuales no pude conceder, no porque no quería, sino porque mis fuerzas físicas no me lo permitían.
A los cuatro amigos que me quedaron, les agradezco de corazón, todas las gentilezas que tuvieron conmigo y tengo la certeza de que sus peticiones al altísimo funcionaron, porque en este momento me encuentro como un joven de diez y ocho años, con los mismos bríos que siempre me han acompañado, para querer a Sopetrán, que es un ente fantástico, que no responde a nuestras expectativas.
Sopetrán 24 de Septiembre del 2018.
Darío Sevillano Álvarez.”
RESPUESTA A MI AMIGO DARÍO SEVILLANO ÁLVAREZ, con mucho cariño en esta distancia que nos separa, entre Colombia y España, y mi eterna admiración por su vida y trabajo.

I
Me ha llegado hasta el alma tu triste despedida
y no he podido menos que ponerme a llorar;
si al surco de tu tierra se le acaba la vida…
¿Dónde, dónde tus manos volverán a sembrar?
II
Tus penas y amarguras ofrecen su cosecha
si el mundo no las mira porque no sabe ver,
es la envidia, que al fondo de las cosas bien hechas
se oculta y no soporta lo que supiste hacer.
III
El tiempo no perdona ni al bueno ni al malvado
nos invade, nos lleva cual fuerte vendaval
y ese barco de cruces, apenas terminado
se queda a las orillas del lodo en barrizal.
IV
Vinimos a la vida, para mirar al cielo
fuimos como el suspiro de un amor importante;
las cosas, después de hechas, terminan por el suelo
y en la mirada quedan los sueños del instante.
V
O tal vez sí, pedimos venir aquí y ahora
porque el luego no existe, no lo podemos ver,
las leyes son injustas, la libertad se añora
que cuanto más amamos más te obliga querer.
VI
La falsedad existe y el engaño también
y las cosas suceden sin saber quien ordena,
pero tú ya sentías los vaivenes del tren
y el dolor de ser bueno te atrapó en su cadena.
VII
Los amigos existen porque yo soy tu amiga
te conocí en el sueño de la realidad,
y aunque no te lo creas, déjame que te diga
que el Amor siempre existe dentro de la Amistad.
VIII
Porque amanezcan grises los días de tu llanto
no lances culpa a nadie, todos somos injustos;
y no sabemos nada, lo que ves, es el canto
de no se sabe dónde los diferentes gustos…
IX
Que la muerte es la brisa de nuestro último paso
o ligeros rumores de la tumba que citas;
pero alguna semilla quedará en el ocaso
y cuando no te acuerdes… brotarán margaritas.
X
Después de nuestra vida, todo mengua y destaca
en páramo de cardos quedarán los errores;
por lo bueno que has hecho te medirá La Flaca
y habrá un jardín divino que ensalce tus amores.
©Julie Sopetrán
La segunda parte de tu despedida, Darío, es la que me hace creer y sentir que “nada nos falta” y siguiendo con Don Quijote te dejo sus palabras:
“Siempre deja la ventura una puerta abierta en las desdichas, para dar remedio a ellas”. Así cierro esta respuesta a tu despedida y que Dios bendiga tu “eterna juventud”.
COLOFÓN
Ha llegado el Otoño si con él resucitas
porque se lleva el viento la depresión severa;
yo brindo por los años que con tesón militas
y sigue disfrutando, como si un niño fueras…
Me alegra tu alborozo de sentirte curado
y doy gracias al cielo y a nuestra Sopetrana,

que Ella bendiga siempre lo que eres, lo que has dado
y te auguro mil años porque me da la gana…
Espero verte pronto y hablar de muchas cosas
antes de que te lleve la Parca y su guadaña;
que vamos vuelo a vuelo como las mariposas
y tenemos dos citas: en Colombia y España.
Dicha fue al conocerte por eso no estoy sola
Le preguntaba al viento y el viento me decía…
que estabas en el hueco de alguna caracola
y parecía ausente tu afecto y tu energía.
Ahora entiendo el motivo y pasó la agonía
y me siento culpable de no haber ido a verte,
pues te diré al oído… Me ha reñido la Muerte
por no decirte nada de lo que presentía…
©Julie Sopetrán


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