¿Qué significa la
cuaresma, para el pueblo católico?
La palabra cuaresma tiene sus raíces
en el idioma latino y se deriva del numeral ordinal: Quadraginta, que
literalmente traduce: Cuarenta días.
Este es un período del año litúrgico,
que empieza el miércoles de ceniza, que no se puede definir, el mismo día, para
todos los años, porque el año litúrgico depende, de la celebración de la
crucifixión de Nuestro Señor Jesucristo, que debe estar en el tercer plenilunio
del año y este acontecimiento, unas veces se presenta en el mes de Marzo y
otras veces en el mes de Abril.
Si observamos con mucho cuidado, el
miércoles de ceniza, casi siempre se presenta después de todos aquellos
carnavales, que los pueblos hacen en favor de sus costumbres o para conmemorar fechas
importantes de las civilizaciones.
Es de suponer, que la Iglesia
Católica diseñó a lo largo de su historia, esta fecha tan importante, para
llamar a sus fieles cristianos, a la penitencia, la oración y el ayuno.
La Iglesia, una Madre Sabia, diseñó este
tiempo después de los carnavales, para entrar en un período de recogimiento
espiritual, que a la vez nos sirve para recordar los cuarenta días que
Jesucristo ayunó en el desierto, como preparación para los acontecimientos de
su vida pública.
Me parece de mucha importancia, traer
a la memoria que esta celebración, también la hacen otras iglesias como: La
copta, la ortodoxa, la anglicana, buena parte de las iglesias protestantes,
incluyendo algunas evangélicas, lógico que cada cuaresma, adaptada a las normas
de esas religiones.
No podemos olvidar, que todas esas
religiones nacieron en nuestro credo religioso y por esa razón los ortodoxos,
cuando pasa la elevación de la Hostia y el Cáliz, en las celebraciones de sus
misas, la primera plegaria que elevan es: Roguemos a Dios, por nuestro hermano
mayor, el Papa de Roma…
Recordemos que el número cuarenta lo
utiliza la biblia católica varias veces en acontecimientos diferentes, como:
Los cuarenta días y cuarenta noches del diluvio universal; Moisés pasó cuarenta
días escondido en el desierto, después de haber matado a un Egipcio; cuarenta
fueron los días en que Moisés estuvo rogando ante el Faraón de Egipto; el
pueblo de Dios anduvo por el desierto cuarenta años, antes de su entrada en la
tierra prometida; en el nuevo testamento, dice que Jesús estuvo cuarenta días y
cuarenta noches, cuando Satanás lo tentó tres veces; entre la resurrección de
Jesucristo y la ascensión a los cielos, transcurrieron cuarenta días; podría
seguir citando muchas otras veces en que aparece el número cuarenta; pero la
biblia, no da una explicación del porqué de este número; creo que es un número
que eligieron los escritores sagrados , para designar una fracción del tiempo.
El miércoles de ceniza, cuando el
sacerdote aplica el signo de la cruz sobre las frentes de los creyentes recita
una pequeña oración, que antiguamente, recordaba lo efímera que es la
existencia humana y a la letra decía: Acuérdate que polvo eres y en polvo te
convertirás. Del génesis 3.19.
En la actualidad se recita una
fórmula que impuso el concilio Vaticano II: Conviértete y cree en el evangelio.
Es bueno contarles a los feligreses
que las cenizas que se emplean el día que empieza la cuaresma, son sacadas de
los ramos que se utilizaron en la procesión de los ramos del año anterior.
Si hacemos la cuenta de los días que
hay entre el miércoles de ceniza y el viernes Santo, en realidad, no son
cuarenta días, sino cuarenta y cuatro.
Es muy importante resaltar que: La
cuaresma es una de las tradiciones más antiguas de la Iglesia Católica.
Uno de los primeros personajes que
habló de la cuaresma y que tal vez la practicó por primera vez, fue el Obispo:
Ireneo de Lyon, pero solo fueron tres días de ayuno y penitencia.
En el año 325 el concilio de Nicea,
ordenó el período de cuarenta días, se cree que para aquellos que iban a ser
bautizados, pero luego el período fue acogido para todos los miembros de la
Iglesia.
Hasta el año 600, la cuaresma
empezaba el domingo de cuadragésima, o sea el domingo antes del miércoles de
ceniza; pero de ahí en adelante se movió al miércoles en que hoy la celebramos.
Esta gestión la realizó el Papa
Gregorio el Grande, o Gregorio Magno, que gobernó la Iglesia entre los años 540
y 604.
Ahora veamos con mucho cuidado, cómo
ha evolucionado la cuaresma a lo largo de la historia de la Iglesia Católica:
Desde finales del siglo II y
principios del siglo III, se encuentran evidencias de que los católicos
celebraban una especie de cuaresma.
Desde el año 322 se empezó a celebrar
la cuaresma en las iglesias del oriente de la tierra.
En Roma se celebró por primera vez,
desde el año 385.
En todas estas celebraciones los días
de duración variaba.
Finalmente en el siglo IV, se fijó la
duración de la cuaresma, en seis semanas antes del domingo de pascua.
En los siglos VI y VII, se le
agregaron los ayunos y las abstinencias de comer carne, pero no se hacía los domingos,
para respetar el día del Señor, y con este arreglo, al suprimir los cuatro
domingos que hay en las seis semanas, se redondearon los cuarenta días con los
que la conocemos.
Pero con las reformas del concilio
Vaticano II, se suprimieron los días del sacro triduo de Semana Santa y al
final no quedaron cuarenta días sino treinta y ocho.
Casi con las palabras de Isaías, el
Papa Francisco define la cuaresma de la siguiente manera:
Con la última reforma, solo quedaron el ayuno
del miércoles de ceniza y los del viernes y el sábado santos, pero el ayuno del
sábado es un ayuno de pascua y no de cuaresma.
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