sábado, 29 de febrero de 2020

¿Cuál es la razón para que aparezcan los años bisiestos?



¿Qué significa la palabra bisiesto en la sucesión normal de los años?

La palabra bisiesto, es un vocablo que se deriva de la expresión latina: “Bis sextus dies, ante calendas martii”, que traduce: Repetir el sexto día, antes de las calendas del mes de Marzo, es decir agregar un día más entre los días 23 y 24 del mes de Febrero, según lo ordenaba el emperador Romano Julio César.


Recordemos que los romanos no contaban los meses como nosotros lo hacemos, sino que tenían un sistema propio que consistía en dividir el mes en tres períodos a saber: Calendas, nonas e idus que en principio se correspondían respectivamente con la luna nueva, la luna media y la luna llena.
 Esto significa que no conocían la división en semanas, que solo se impuso cuando gobernó el emperador Constantino.

Las kalendas, (palabras que algunos relacionan con kalare = llamar) indicaban el principio del mes, cuando aparecía la luna creciente, y por tanto correspondían al día 1.
Las nonas indicaban el primer cuarto de luna y se correspondían con el quinto día de los  meses de Enero, Febrero, Abril, Junio, Agosto, Septiembre, Noviembre y Diciembre; y con el séptimo día de los meses de Marzo, Mayo, Julio y Octubre.
Los idus indicaban la luna llena y se correspondían con el día 13 en los meses en que las nonas caían el día cinco y con el día 15 en los que las nonas caían el siete.


De verdad a mí siempre me pareció un calendario muy complicado para manejar, si así lo expreso es porque en los seminarios hacíamos la lectura del martirologio romano, mientras estábamos almorzando y casi nunca adiviné a decir la fecha en forma normal.
El calendario que ahora manejamos, que es más sencillo, fue instaurado por el Papa Gregorio XIII y por esa razón lo llamamos calendario Gregoriano.


Este calendario empezó a regir a partir de 1582 y el día que agregamos a los años bisiestos, se hacer al final del mes de Febrero.
Una forma sencilla de contarle a los niños, el fenómeno de los años bisiestos, es decirles que como esos años tiene 366 días a diferencia de los años normales que solo tienen 365 días, se llaman así, porque tienen repetidos dos veces el número 6 seis.
Pero veamos cual es la razón, por la que debemos agregar cada cuatro años, un día más a la cuenta numérica de los años, para mantener el orden de los movimientos universales.
Nuestra tierra, que debe girar eternamente alrededor del sol, hace una vuelta completa en 365 días; cinco horas; cuarenta y ocho minutos; y 45, 10 segundos.
Esto quiere decir que cada año están sobrando, casi seis horas y como nuestro día solar tiene veinticuatro horas; cada cuatro años, nos resulta un día más, en la cuenta del tiempo de los años y ese día es el que agregamos a los años bisiestos, cada cuatro años.


En este gráfico podemos mirar las diferencias, entre el calendario Juliano, de Julio César y el calendario Gregoriano, o del Papa Gregorio XIII.
Me parece muy importante, contarles la historia de cómo apareció el calendario Juliano, que fue la base del calendario Gregoriano, que manejamos en la actualidad.

Cuando Julio César pisó las tierras de Egipto, en el año 49 a, C., se encontró en esa civilización, un calendario casi perfecto, porque el romano de las Calendas, las nonas y los idus, estaba lleno de imperfecciones, le encomendó a un gran sabio llamado: Socígenes de Alejandría, que era astrónomo, matemático y filósofo, la remodelación, por así decirlo del calendario romano.


Veamos a grandes rasgos quién era el famoso Socígenes.
En el siguiente gráfico vamos a mirar a vuelo de pájaro quien era este ilustre sabio, en el cual había confiado el emperador Julio César, la reorganización del año, para el imperio romano.
Socígenes de Alejandría
Información sobre la plantilla
Se le atribuye la redacción de algunos tratados de astronomía hoy desaparecidos, en los que enunciaba la rotación de Mercurio alrededor del Sol. En el año 46 a.J.C. sugirió a Julio César el establecimiento del calendario juliano.
Nombre
Socígenes de Alejandría
Nacimiento
Fallecimiento
siglo I a. n. e.
ciudad de 
Alejandría,
Egipto,
Imperio romano
Ocupación
Es de mucha importancia traer a colación unos cálculos matemáticos, que los grandes sabios han realizado, para mantener la estabilidad del tiempo de acuerdo con los años que van pasando.
Veamos estas notas matemáticas aclaratorias, que resultan muy interesantes, para entender cómo se ha manejado el transcurrir del tiempo a lo largo de los siglos:
“Normalmente, en muchos problemas de Física, Matemática, Astronomía, etcétera, es necesario calcular determinada magnitud de tiempo en años.
Sin embargo, en la mayoría de ocasiones en el enunciado se añade una anotación que indica que se considere 1 año de 365 días.
Esto se debe a que los años bisiestos pueden alterar bastante el resultado, y es difícil operar teniéndolos en cuenta.
Un caso en el que se aprecia claramente esto es que, aunque parezca que entre el año 549 d.C. y el año 2009 hayan pasado 1.460 años, en realidad han pasado 1.461, ya que, como cada 4 años hay un día más, cada 1.460 se acumulan 365, lo que incrementa el intervalo de tiempo en 1 año.
Generalmente, si los años no bisiestos son 1.460, la medición teniendo en cuenta los años bisiestos sería la anterior +1.
Si fuera el doble de 1.460 (2.920), +2, y así sucesivamente en todos los múltiplos de 1.460 (salvo naturalmente 0).
Nota: El Papa Gregorio XIII, asesorado por el astrónomo jesuita Christopher Clavius, el 24 de febrero de 1582 promulgó la bula Intergravissimas, en la que establecía que tras el jueves 4 de octubre de 1582 seguiría el viernes 15 de octubre de 1582.
Con la eliminación de estos diez días desaparecía el desfase con el año solar.
Para que no volviera a ocurrir, en el nuevo calendario se eliminaron tres años bisiestos cada cuatro siglos.
Con lo anterior, el 4 de octubre de 1582 fue el último día del calendario juliano y el 15 de octubre de 1582 constituyó el primer día del calendario gregoriano.
Por tal razón no existieron las fechas del 5 al 14 de octubre de dicho año.
Si se usan métodos actuales, el cálculo de fechas anteriores al 15 de octubre de 1582 siempre será erróneo, ya que se deben utilizar exclusivamente en retrospectiva hasta esta fecha y cambiar a cálculo de fechas julianas a partir del 4 de octubre de 1582, sin olvidar estos 10 días inexistentes”.

Me parece importante contarles que las personas que nacen los 29 de febrero, solo tienen cumpleaños, cada cuatro años, pero esto no significa que por esa razón, no envejezcan al ritmo normal de los que hemos nacido en otras fechas.
Un dicho popular al que se le tiene una gran credibilidad es este:
“Año bisiesto, año siniestro”.
La verdad es que a mí no me parece que eso pueda ser certero, porque agregarle un día más a un año, no debiera significar que ese período de tiempo, tenga que estar lleno de tragedias.
Pero ante tantas coincidencias como las que los grandes noticieros de la tierra anuncian, en relación con estos años, hacen creer que de verdad esos años se prestan para  grandes amarguras, en los humanos.


En el año de 1616, precisamente el de la fundación de nuestro municipio, pasaron dos sucesos de mal agüero para los literatos españoles e ingleses, miremos eso con mucha perfección:
Se podría iniciar este oscuro listado con 1616, de luto para las letras universales. Ese año del siglo XVII registró la muerte de los dos mayores literatos de las lenguas inglesa y castellana, William Shakespeare y Miguel de Cervantes Saavedra. Se atribuye que ambos decesos tuvieron lugar el mismo día, el 23 de abril. Sin embargo, los ingleses adoptaron el calendario gregoriano recién en 1725. Aún se regían por el juliano cuando falleció Shakespeare. Por lo tanto, según la forma actual de calcular las fechas, en realidad murió el 3 de mayo.


Poco más de un siglo después, en 1792 y en Francia, fue inaugurada una de las máquinas de matar más simbólicas de la historia:
La guillotina. 
Probada con ovejas y cadáveres, se usó más tarde para acallar a disidentes políticos.
Bajo su filo rodaron 16.594 cabezas.
El primero, en aquel año bisiesto, fue un ladrón llamado Nicolás Pelletier. 
Recién se dejó de usar en 1977, cuando el ajusticiado fue un inmigrante tunecino, Hamida Djandoubi, sentenciado por torturar y matar a su novia.


También Francia se vio sacudida en 1812, cuando el ejército imperial de Napoleón Bonaparte perdió 600 mil hombres en una de las campañas más desastrosas de la historia militar mundial.
El intento del emperador francés de conquistar Rusia fue detenido por un invierno atroz. 
Sólo 58 mil combatientes sobrevivieron. 
Esto marcó el fin del apogeo francés sobre Europa.
Y poco tiempo después, Napoleón estaba rumbo a su exilio final en la isla de Santa Helena.


En 1912 tuvo lugar el hundimiento más terrible entre los transatlánticos, el del Titanic, un buque de la compañía White Star Line de Liverpool.
Después de chocar contra un iceberg en su viaje inaugural desde Southampton (Inglaterra) hasta Nueva York, entre el 14 de abril y la madrugada del 15 se fue a pique.
La tragedia fue mayúscula. 
De las 2223 personas que llevaba a bordo, murieron 1514. 
A partir de este episodio, las normas de seguridad en los barcos de pasajeros fueron cambiadas en forma radical.
Podríamos seguir trayendo ejemplos de grandes tragedias, que han pasado en los años bisiestos, sin embargo a mí me parece que solo son coincidencias, que desgraciadamente, confirman esta apreciación.
Hubo un intento de reformar el calendario Gregoriano en el año de 1792, en plena revolución francesa, pero ese proyecto no duró muchos años y volvieron al calendario Gregoriano, que hasta hoy ha sido el mejor diseñado.
Hay una regla supremamente interesante en el calendario Gregoriano para calcular los años bisiestos:
Son bisiestos los años divisibles por cuatro excepto los que son divisibles por 100, salvo si pueden dividirse entre 400.

Sopetrán, Febrero 29 del 2020.

Darío Sevillano Álvarez.




No hay comentarios. :

Publicar un comentario