sábado, 2 de octubre de 2021

La dormición de Nuestra Señora.

 

¿Cómo les parece la nueva advocación que hicieron de nuestra señora, la virgen María?

La Palabra dormición, es un nombre o sustantivo femenino del idioma español, que se deriva de la palabra latina: Dormicionis, que traduce al español: Transito o somnolencia, que fue el acontecimiento que le ocurrió a Nuestra Señora a la hora de morir, cuando unos ángeles vinieron del cielo y la transportaron por los aires, hasta llevarla a la gloria eterna, en cuerpo y alma.

Observen las concepciones que, de ese acontecimiento histórico, han hecho los grandes pintores; esta escena provoca mirarla, porque es una forma agradable de indicar el tránsito de nuestra señora.


Hasta aquí, todo está muy bien, pero en los ochenta y un años que tengo, nunca había visto a nuestra señora de los Dolores en semejante apuro y en tan horrible posición, porque si quieren representar el tránsito de nuestra señora, no debía ser con la virgen de los Dolores, ni debiera ser en esa forma tan irrespetuosa; porque si quieren representar esa escena, lo pudieran hacer, colocándola en una especie de cofre de muerto, parecido al santo sepulcro y no en esa forma, que más bien parece que la dolorosa, se hubiera accidentado y estuviera con una fractura en la columna vertebral.

No me estoy burlando de esa imagen, porque tiene una cara preciosa, una diadema de mucho valor artístico, un vestido muy apropiado a la virgen de los dolores; solo crítico, la posición en que la tienen.

Tenemos que recordar, que la asunción de nuestra señora, es uno de los grandes dogmas de nuestra religión católica y si alguno de nosotros, no cree en ese dogma, la legislación eclesiástica indica, que: Anátema sit, es decir que sea excomulgado.

Recordemos que este dogma, fue proclamado por el Papa Pio XII, el 1 de noviembre de 1950.

También es importante recordar: Que los sopetraneros, celebramos los días 15, de los meses de agosto, dos festividades: La Asunción de nuestra Señora y la fiesta de nuestra ilustre patrona, la virgen de Sopetrán, que son dos advocaciones totalmente distintas; porque la Asunción sube al cielo y la de Sopetrán, baja a la tierra para liberar a cuatrocientos católicos, que iban a ser degollados delante del califa: Al Mamún.

Observen como en ningún óleo de nuestra señora de la asunción aparece la virgen de los dolores.

Si observen con mucho detenimiento, esta escena de la dormición de nuestra señora, es totalmente distinta a la que están representando con la virgen de los dolores.

Hay muchas formas de representar esta escena bíblica, pero no con la virgen de los Dolores.

En esta escena, la virgen está rodeada de los apóstoles y sus amigos, a la hora de su muerte.

Ahora veamos otras formas de concebir la asunción de nuestra señora.

Recuerdo que cuando era niño, en una misa especial del día quince de agosto, el párroco de nuestro pueblo, el sacerdote Francisco Yepes, hizo esta catequesis:

La virgen fue llevada a los cielos por muchos ángeles y al llegar a la gloria eterna, los grandes músicos del cielo, tocaron el himno nacional, para indicar la alegría que los embargaba.

El dogma no toca algunas cuestiones muy relacionadas con él, como si la Virgen murió o no, y si la respuesta es afirmativa, si resucitó.

Estas cuestiones han quedado a la libre aceptación y discusión de los fieles, sobre todo de los teólogos.

Lo enseñado por Pío XII en la Constitución “Munificentissimus Deus “es “:

Que la Inmaculada Madre De Dios, siempre Virgen María, cumplido el curso de su vida terrestre, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial”.

Recordemos pues el Papa goza de la prerrogativa de la infalibilidad, como nos enseñó el Concilio Vaticano I del año 1870.

Para terminar, quiero que vean el cuadro original de nuestra señora de Sopetrán, que conservamos en la basílica, que está dedicada a nuestra señora de la Asunción.

Este cuadro fue donado por Dona María de Austria, cuando gobernó a España, mientras su hijo cumplía la mayoría de edad.


Para protegerlo de las inclemencias del tiempo, el cuadro está protegido por un cristal grueso, que le quita mucho esplendor a la obra de arte, del período barroco.

Sopetrán, agosto 16 del 2021.


Darío Sevillano Álvarez.








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